Mis ojos esperan tu mirada hambrientos y abiertos como picos de crías de golondrina anhelando que los tuyos vengan y los sacien

¿Quién retrasó nuestro encuentro? El miedo. ¿Quién te expulsó de mi cielo? El miedo. ¿Quién robó la paz que en mí pusis…

Murcia, tierra sedienta que me dueles en el alma, te lloro al calor del mediodía bajo esta luz espesa y sudorosa a la sombra de un árbol ya sin som…

Mis poemas no son para los sofisticados, los herméticos, los pseudomísticos, los oscurantistas,

Te recuerdo tocando este himno alegre y funerario compuesto para negros felices en su exilio y su inocenci… En las altas horas de la noche

Ángel de mi soledad, guardiana de mi silencio, secretaria de secretos, lazarillo de tinieblas, luciérnaga de mis sueños,

Viniste como un ángel. Como mariposa te posaste sobre este árbol cansado y polvoriento, alejado del borde del camino

Mi segunda lengua la aprendí con plena libertad. Lengua entonces hermosa e inocente… es ahora una doncella violada a la que llaman “lengua propia”.

Cada vez que abro mi buzón el alma se me llena de vacío debido a la ausencia de esa carta que tú me prometiste y que presiento

La primera, hambrienta, aparece siempre puntual como una boca negra, inmensa. A medida que avanza,

Lo que siento por ti ¿voy a encerrarlo yo en un nombre? ¿No será mejor dejarlo vivir, cuidarlo y acogerlo y alabar a Quien hace posible que…

Los hombres ensimismados, apoyados con un codo en la barra, pegados como lapas al cubata, o viceversa, ven en una gran pantalla plana

Me despiertan a una realidad que no es la mía, me tensan, me inquietan, me empujan,

Mi Biblia descansa callada en la… Nos miramos con respeto, apenas nos hablamos. Algunas de sus páginas me aterran, otras no las entiendo