Lluvia
¿Por qué puerta, oh lluvia,
te me metes en el alma
y me la vuelves paisaje de nostalgia?
Lluvia amada
son tus finas gotas
lágrimas de ángel
besos de agua
tibias caricias
en mi piel abandonada.
No te preocupes por mí
la soledad ya no me asusta
sólo añoro lo imposible
y a nadie pido nada.
Déjame que te cuente
las cosas pequeñas que me pasan
que te hable de mis sueños y esperanzas
que recordemos juntos
los inocentes juegos de la infancia.
Mis lágrimas se unen a las tuyas
porque sé que te vas
y te llevas contigo un trozo de mi alma.
Mis oídos sabrán esperarte
hasta que tus nudillos de agua
golpeen otra vez
con tierna melodía
el anhelante cristal de mi ventana.
Mis ojos te darán la bienvenida
mi dulce lluvia
mi herida gris
mi fiel enamorada.
Libro: Mi cama es una balsa a la deriva
Autor: Juan Julio Alfaya Fernández
Registrado en el Registro de la Propiedad
Intelectual de la Xunta de Galicia.
