#EscritoresColombianos
Con árboles está levantada nuestra Casa. De casas está forjado todo El barrio. De barrios se configur… La ciudad. De ciudades ebrias se… Un país. De países así se constru…
Sin saber para quien, Envío esta carta en el buzón del v… Oscuros hombres han merodeado a mi… Con gabanes abulados por la escuad… Y en la noche, mientras leía a mis…
Me pregunta usted dulce señora Qué veo en estos días a este lado… Me habitan las calles de este país Para usted desconocido, Estas calles donde pasear es hacer…
Hombre o mujer, endriago o fantasm… Salga ya del cuadro y dese a camin… ¿No le aburre el mismo gesto crisp… Hombre o mujer, endriago o fantasm…
La infancia de Edgar Lee Masters Nunca supo Del galope tendido de los días. Menos aún, del eterno noviazgo Que el tiempo y la muerte
Vendrá al atardecer, cuando el ruido callejero entre en las hendijas y busque mi corazón, que está en el patio. Girará la llave para entrar con sus gastados pasos. Reco– rrerá mis secr...
A la hora en que el sueño se desli… Como un ladrón por senderos de fie… Los poetas beben aguas rumorosas Mientras hablan de la oscuridad, De la oscura edad que nos circunda…
¡Éstos son lugares! Teatros de ayer demolidos aun en sus telarañas, donde los cantantes muertos han perdido todo, hasta la piel, pero no la rosa en la solapa. Cabarets empolvados cuyos ...
Con los idiomas que no hablo Babel crecería como nunca. Con las estrellas que desconozco Se podría dibujar un vasto planisf… Con los mares que no he buceado,
Ocurre la niebla. Tras ella, lo s… Está la casa roja con sus barandas… Y el caballo blanco en el potrero.… Con su tabaco haciendo equilibrio… Lo sabes. En el zaguán de otra ca…
Si enterrara del todo a los que fu… La alcoba holgaría igual que una c… Y no sabría qué hacer con su vacío… Si llorara a los que fui Y los velara a cuatro cirios,
Lázaro murió una vez, Pero nada se supo de su segunda mu… En la última de sus resurrecciones Es casi de rigor Que vuelva a aparecer ante los ojo…
Por los caminos ciegos, EL Trasterrado, el sin huellas. En las ciudades de cielos color de vino tinto, El Nocturno con un pájaro de sombra en los espejos. Así cantaba El Trasterrado: “...
Esa mujer Arrulla un invisible niño Al que canta una canción De nuncas o de olvidos.
Soñaba con vivir en el XVII, en medio de pájaros e insectos. Si le hubieran dado a elegir, podría haber sido una especie de Homero de los insectos, cantando su Odisea en un país de élit...