Por los caminos ciegos, EL Trasterrado, el sin huellas. En las ciudades de cielos color de vino tinto, El Nocturno con un pájaro de sombra en los espejos. Así cantaba El Trasterrado: “...

Hago la lista negra de mis dudas e… sé si las cartas que no llegan son… (Al amanecer arrecia la lluvia y a… lejanos...) No sé, exactamente, si algún hombr…

Los cristales se llenan de mujeres… Algunas entran por ellos hacia un… Donde los espejos son de hielo Y las grandes planicies esquimales Están tocadas de silencioso blanco…

¿Acaso un ángel terrible Llevándose a Lot hacia otro sueño ¿Vio a los hombres que nacen herid… Con vendajes ya puestos para la gu… ¿Acaso al ángel caído

El cartero de Van Gogh no visita el vecindario desde que recibió un telegrama de la muerte. Pero nos mira desde una sorda eternidad. El cartero, portador de alguna esquela que le lleva...

¡Éstos son lugares! Teatros de ayer demolidos aun en sus telarañas, donde los cantantes muertos han perdido todo, hasta la piel, pero no la rosa en la solapa. Cabarets empolvados cuyos ...

La infancia de Edgar Lee Masters Nunca supo Del galope tendido de los días. Menos aún, del eterno noviazgo Que el tiempo y la muerte

El sol fulge entre la fronda Donde los niños duermen Y cruza bostezando un ángel rojo. Lejos, los patios de vecindad se l… De gentes que remiendan el aire

Ocurre la niebla. Tras ella, lo s… Está la casa roja con sus barandas… Y el caballo blanco en el potrero.… Con su tabaco haciendo equilibrio… Lo sabes. En el zaguán de otra ca…

Conozco a la mujer que lava el agu… Su fluir en el tiempo. Lava el escarnio de los días de gu… No le importa la soledad entre el… Que la ronda con viejas ballestas…

Una mecedora sola, agitada por el… Podría ser el habla oscura de la a… De la abuela que se niega a no reg… Un grito de halcón en la madrugada… De una noche más eterna.

Como una brumosa Polaroid, La vieja cámara fotográfica Desdibuja el recuerdo de rostros f… No se quejan a la Kodak los fanta… La foto donde una mujer sonríe

Dibujo, antes que nada, una puerta… Le trazo un cerrojo Con su forma de gota de agua Y diseño con el pincel la llave Que abre las dos hojas de madera,

Vendrá al atardecer, cuando el ruido callejero entre en las hendijas y busque mi corazón, que está en el patio. Girará la llave para entrar con sus gastados pasos. Reco– rrerá mis secr...

Esta mano toma un fruto, La otra lo aleja. Una mano recibe al halcón, se quit… La otra lo ahuyenta, prende una an… Una mano escribe cartas de amor