#Españoles
Un simple comentario a destiempo, sin ninguna intención.
Tienes veinte años, tienes a la vida por el cuello a tu merced; pero no es suficiente,
Te veía llegar, cruzar la puerta, darme un besazo en el morro, mirarme a los ojos
El último salvavidas al que suelo agarrarme en estos casos, el teléfono, hoy tampoco me sirve.
Tendría alrededor de ochenta años, estaba atascada en un semáforo, como un barquito de vela bajo la tormenta,
Ándate con cuidado, que no se entere nadie de que lo pasas bien, que tu vida funciona, y eres feliz a ratos.
No es que moleste en sí, pero cuesta acostumbrarse. Eso de que vayas por ahí
Enamorarse es fácil. Uno puede enamorarse —sin demasiado esfuerzo— varias veces al día, a nada
Mi mujer y mi hija, estas paredes y estos libros, un puñado de amigos que me quieren —y a los que quiero de verdad—,
Las primeras tienen su cosa, es cierto. Otra vez con el trago en la mano, uno se siente a gusto de sentirse tan mal, de tener ese cuerpo,
Llegan y se van sin hacer ruido —como buenos clientes—, luego el tiempo los confunde
Nunca lo he visto antes, pero conozco a ese hombre. (Si me acercase, distinguiría en sus ojos
Hace unos minutos que ha recibido la llamada, y desde entonces no ha soltado el… Qué tristes son las lágrimas de un viejo,
Como a veces nos viene a la memoria algo sin importancia que dejamos para el día siguiente
Alegra esa cara, hombre —dicen, dándote una palmadita en la espalda–, hay que ser más