#EscritoresEspañoles
Llegan y se van sin hacer ruido —como buenos clientes—, luego el tiempo los confunde
Un simple comentario a destiempo, sin ninguna intención.
Nunca lo he visto antes, pero conozco a ese hombre. (Si me acercase, distinguiría en sus ojos
Esta noche, por lo que a mí respecta bien podría saltar el mundo en mil pedazos. Por qué no. Y nosotros con él. Acabar. Echarle de una vez
Es inútil buscarlo. Cuando menos lo esperas, aparece en un bar. Y ya nada es igual en adelante. Un día tocas los dientes de la gloria,
No solo eres guapo, fuerte y listo, sino que además de conciencia ni una pizca
Cuídate mucho de los que sólo miran, de los que siempre están detrás, de esos a los que nunca
Mi mujer y mi hija, estas paredes y estos libros, un puñado de amigos que me quieren —y a los que quiero de verdad—,
No es el de la niñez, aquellas mañanas de diciembre, a lo largo del río, hacia el colegio. Ni se trata tampoco de aquel otro
Es lo que tiene, el amor: empiezas siendo el galán protagonista
Están cogidos de la mano en silencio, bajo los soportales. El niño mira su columpio, muy triste,
Acaba de cruzar frente a mi parabrisas. Es ella. La recuerdo
Vencido, una vez más. Por el amor… el odio, o por la vida que no hace concesiones ni da treguas. Aquí, en la esquina de un siglo
Tendría alrededor de ochenta años, estaba atascada en un semáforo, como un barquito de vela bajo la tormenta,
Sale de la marquesina y mira hacia la izquierda; vuelve y reinicia su pequeño “claqueteo” nervioso. No aguanta más, se muere, necesita