#EscritoresEspañoles
Después de haber visto el mundo, a través de una botella, durante más de quince años, ahora –pasada ya la cumbre de la r…
Mi mujer y mi hija, estas paredes y estos libros, un puñado de amigos que me quieren —y a los que quiero de verdad—,
Es lo que tiene, el amor: empiezas siendo el galán protagonista
El último salvavidas al que suelo agarrarme en estos casos, el teléfono, hoy tampoco me sirve.
Sale de la marquesina y mira hacia la izquierda; vuelve y reinicia su pequeño “claqueteo” nervioso. No aguanta más, se muere, necesita
Están cogidos de la mano en silencio, bajo los soportales. El niño mira su columpio, muy triste,
En todas las ciudades que he pisado me ha parecido verte: un autobús que arranca y que no cojo,
Las primeras tienen su cosa, es cierto. Otra vez con el trago en la mano, uno se siente a gusto de sentirse tan mal, de tener ese cuerpo,
Esta noche, por lo que a mí respecta bien podría saltar el mundo en mil pedazos. Por qué no. Y nosotros con él. Acabar. Echarle de una vez
Cuídate mucho de los que sólo miran, de los que siempre están detrás, de esos a los que nunca
Acaba de cruzar frente a mi parabrisas. Es ella. La recuerdo
Gente exhausta, con la vista clavada en el suelo,
Te veía llegar, cruzar la puerta, darme un besazo en el morro, mirarme a los ojos
Enamorarse es fácil. Uno puede enamorarse —sin demasiado esfuerzo— varias veces al día, a nada
Alegra esa cara, hombre —dicen, dándote una palmadita en la espalda–, hay que ser más