#EscritoresEspañoles
Alegra esa cara, hombre —dicen, dándote una palmadita en la espalda–, hay que ser más
En todas las ciudades que he pisado me ha parecido verte: un autobús que arranca y que no cojo,
Como a veces nos viene a la memoria algo sin importancia que dejamos para el día siguiente
La radio está encendida. Suena la pedorreta de una moto
Lentos por las aceras, inmóviles en las repisas, aovillados
Un simple comentario a destiempo, sin ninguna intención.
Tendría alrededor de ochenta años, estaba atascada en un semáforo, como un barquito de vela bajo la tormenta,
No hay nada gratis. Ni siquiera lo que es gratis es gratis de verd… Siempre te lo descuentan
Mi mujer y mi hija, estas paredes y estos libros, un puñado de amigos que me quieren —y a los que quiero de verdad—,
Llora cuanto quieras sobre mi hombro, desahógate, cuenta conmigo para lo que haga falta.
Gente exhausta, con la vista clavada en el suelo,
Uno siempre espera que suceda algo, que algo bueno suceda, algo que le dé un giro brusco, un empujón, un bandazo
No es el de la niñez, aquellas mañanas de diciembre, a lo largo del río, hacia el colegio. Ni se trata tampoco de aquel otro
Ya poseemos casi todo lo que nos iba a hacer felices. Puede decirse
Enamorarse es fácil. Uno puede enamorarse —sin demasiado esfuerzo— varias veces al día, a nada