#EscritoresEspañoles
Ya poseemos casi todo lo que nos iba a hacer felices. Puede decirse
Enamorarse es fácil. Uno puede enamorarse —sin demasiado esfuerzo— varias veces al día, a nada
Llegan y se van sin hacer ruido —como buenos clientes—, luego el tiempo los confunde
Mi mujer y mi hija, estas paredes y estos libros, un puñado de amigos que me quieren —y a los que quiero de verdad—,
Alegra esa cara, hombre —dicen, dándote una palmadita en la espalda–, hay que ser más
Te veía llegar, cruzar la puerta, darme un besazo en el morro, mirarme a los ojos
No solo eres guapo, fuerte y listo, sino que además de conciencia ni una pizca
Lentos por las aceras, inmóviles en las repisas, aovillados
Dejo el periódico sobre la barra. Enciendo un cigarrillo. Tomo
Uno siempre espera que suceda algo, que algo bueno suceda, algo que le dé un giro brusco, un empujón, un bandazo
El último salvavidas al que suelo agarrarme en estos casos, el teléfono, hoy tampoco me sirve.
Nunca lo he visto antes, pero conozco a ese hombre. (Si me acercase, distinguiría en sus ojos
Mujeres como tú son las que consiguen que se declaren las guerras y que algún general
Sale de la marquesina y mira hacia la izquierda; vuelve y reinicia su pequeño “claqueteo” nervioso. No aguanta más, se muere, necesita
Cosas de la edad, supongo: te da por mirar atrás,