Loading...

DE AQUEL AYER

Yo te amaba con ternura
y muchos aseguran con locura.
Sólo Dios sabe lo que mi corazón sentía
cómo la angustia mi alma carcomía.

¿Cómo me tiemblan las manos?
¿cómo me tiembla el pecho?
¿cómo me lloran los ojos gitanos?
Al saber de tu despecho
 
Si mirarte no puedo
sí hablarte me ha sido vetado.
Dime qué hare con tú denuedo
y con mi corazón que ha sido juzgado.
 
Yo te amaba con ternura
y muchos aseguran con locura.
Sólo Dios sabe lo que mi corazón sentía
cómo la angustia mi alma carcomía.
 
De aquel ayer y de aquel amor
solo hay sentimientos de pesar.
Tú decidiste herirme con dolor
atravesándome tu desdén sin cesar.
 
El siniestro sentimiento del olvido
ha llenado todos los vacíos de los recuerdos
y hoy somos la sombra de lo ido
y el bastardo resentimiento de los desacuerdos.
 
¿Qué si te quería? ¿Qué si te amaba?
Que preguntas para tontas.
Tú veías como en mis pupilas asomaba
el fulgor del amor y así me confrontas.
 
Enredaba en mis manos tus largos cabellos
que embellecidos por finos bucles negros
caían hasta tu cintura en intermitentes destellos
viví extasiado del color de tus ojos íntegros.
 
Aun llevo las huellas de tus quemantes besos
y si pudiera cambiarlos por deseos no concedidos
juro que sería un malqueriente lleno de embelesos
y preferiría la muerte antes que haberlos aborrecidos.
 
Sin en mi desahogar ahogo mi llanto
no temas no ahogaré tus recuerdos
seré el lecho musical de tu canto
donde los latidos del corazón se revelan lerdos.
 
En el imaginario de este infinito sudario
de besos y trincas del más abstracto sentimiento
solo tú puedes poner rosas rojas como corolario
o saltar al vacío como una ofrenda de tu resentimiento.

Liked or faved by...
Other works by Kleber Exkart...



Top