Del libro El tiempo niño.
[La jaula]: Un rinoceronte atisba. Y una loba, moviendo los pezones p… engancha un ojo. De lejos viene, agrandándose,
La salve salta a los aires... y yo me anudo a tu cuerpo. Una loca boca sopla las redondeces de un cuerno. ¡Ah, negra! Pobre y desnuda,
Leopoldo Minaya:—Mis palabras van a estar caracterizadas por la sencillez y por la humildad, sin pretender que los conceptos encerrados en ellas sean absolutos o necesiten imponerse a n...
Cuando nos fuimos a vivir al campo, nuestro padre nos habló de los hurones. —Son animales huraños... ¡ah!, y muy feroces, que destruyen la crianza de gallinas. Devoran huevos y polluelo...
—Mírame, desnuda, temblando bajo el frío. —Óyeme, desnuda, comiéndome los párpados. —Como al infinito, como al vasto a…
Soy un hombre maldito. Yo debía orientarme en sentido de tu huella… Señor, seguirla fiel, errar con el… y tras ella después plantar la mía… ¡Tanto pequé! Reí, mientras se ab…
Si has visto a la muchacha que dan… —dígome— debes saber su pasión en las mañan… explosión desmedida,
De pequeño imaginaba tus contornos y buscaba la linde a tus dominios. Eras alto, grueso y fuerte, no des… la noche, te ocupabas en cumplir lo puesto a…
La pretensión de daros a conocer la figura y la obra del eminente poeta, narrador, ensayista, dramaturgo, filósofo y crítico literario don Juan José Jimenes Sabater (León David) cons...
—Si al menos pudiera irme sin deja… y ser el mismo que ni fue ni vino ni saludó ni tropezó con un trozo de aire en el invierno...
Mi hermano y yo bajo las voces temblequeantes, ten… de las abuelas, anduvimos ciudades y países sin no… invadimos palacios, robamos
¿Guarda la máxima doble sentido? La buena espada tiene dos filos.
—El reloj gobierna las cosas, este… El reloj detiene la puerta, los de… El reloj entierra lo que su esfera choca. ¡Helo! Cuatro cuadrantes...
Veo sus manos desprendidas, solas, moviéndose al compás de la su músi… Es así. No preguntaré dónde está su cara
Te alabaré, Señor, con todo mi co… y así declararé tus maravillas. Con melodía entonaré tus himnos, ¡oh, Altísimo! Te has sentando en el trono de los…