Del libro El tiempo niño.
—Hacerla de rodillas no es hacerla… ¿De qué sirve si Dios escucha a s… No hay confesión real si algo se o… bajo el ala secreta del secreto. Con estruendosa voz suéltate ahora…
¿Guarda la máxima doble sentido? La buena espada tiene dos filos.
—Entonces el bronce rodó por la pe… desenredando voces estridentes o a… En profusión formaron la noche de… una a una contaron historias verda… Una tras otra, otra tras otra, otr…
Cuando nos fuimos a vivir al campo, nuestro padre nos habló de los hurones. —Son animales huraños... ¡ah!, y muy feroces, que destruyen la crianza de gallinas. Devoran huevos y polluelo...
[Esta fabulilla cómica la escuché a temprana edad: ni avalo sus argumentos ni sé si tendrá verdad. Refiero esta breve fábula
Probablemente encarne La rosa interior, del poeta Fray Pablo de Jesús, el más hermoso poemario que pudiera desprenderse del fogaje místico contemporáneo. El libro—breve, como corresp...
¿Algo es verdad o es mentira? ¿Algo es Razón de razones? ¡Hable quien hable se expresan solo simples opiniones! Lo dijo el rey, y lo dijo
Usamos el marfil del intelecto para hollar la frontera en que exi… trajinar que lo hacemos..., que lo… cuando fuimos en pos de lo perfect… De nada nos sirvió el ángulo recto…
—Mírame, desnuda, temblando bajo el frío. —Óyeme, desnuda, comiéndome los párpados. —Como al infinito, como al vasto a…
Tanto como las palabras o las emociones –o el impetuoso incendio del espíritu–, la paciencia es ente primordial en la creación trascendente: la que queda en vigencia permanente y ven...
Los emigrantes despiertan con el a… El sol los va guiando como una est… Cada quien lleva al cinto sus útil… sus azadas, mas el poeta no puede llevar su pl…
El fantasma Miguelito ya no tiene quien le tema cuando baja, cuando sube, cuando mueve la escalera.
Te vas. vas a anularme nueva vez. Nueva vez, al irte –ida que no veré– veré llegar la pérdida, pérdida irreparable y mayor. Mayor
¿A quién le importará? Tanta materia se desgrana en redor del universo.… ¿A quién importará, ¡vasto infinit… la piedra echada al mar en nuestro…
Álvar Fáñez Minaya tú eres. Álvar Fáñez, el Cid Campeador ruega que partas desde Valencia a por doña Elvira, a por doña Sol… Los caballos te esperan enfrente,