Un soldado de España caminaba por la espesura de las tres montañ… Se extravió extrañamente... y del… le cerraron el paso unas ciguapas. «¿Quiénes sois?», preguntó, pues l…
La Divinidad nos constituye y nos excede. Somos divinidad por defecto y en defecto. Somos, sí; pero somos meros fragmentos de la divinidad expandida; por tanto, por razón e intuición...
Este rostro alargado, con un dejo de augusta ensoñación y diligente tristeza, cicatriz fija en la fren… (así lo empiezo a ver sobre el esp… este rostro lampiño que bosquejo
—¡Loor al reposo! ¡Loor al reposo… ¡Loor al reposo! (Las voces resonaron, abierto el paredón). —¿No has visto en ti
Veo sus manos desprendidas, solas, moviéndose al compás de la su músi… Es así. No preguntaré dónde está su cara
[Esta fabulilla cómica la escuché a temprana edad: ni avalo sus argumentos ni sé si será verdad. Refiero esta breve fábula
—Voz como de muerto, voz de Lázaro resucitado. Como una cadena,
Te alabaré, Señor, con todo mi co… y así declararé tus maravillas. Con melodía entonaré tus himnos, ¡oh, Altísimo! Te has sentado en el trono de los…
Mi hermano y yo bajo las voces temblequeantes, ten… de las abuelas, anduvimos ciudades y países sin no… invadimos palacios, robamos
En verdad, si yo fuera un hombre y no un meta… me iría con la brisa a empujar el… miraría los cúmulos rendirse de in… y moteado de lluvia viviera el des…
—Cantores fuimos, y tuvimos un corazón... Cantores fuimos. También a nosotros nos tocó vivir,
Historia del niño René Rosales y de la flauta encantada es una obra singular dentro de la poesía infantojuvenil hispanoamericana. Concebida como poema narrativo dividido en si...
¿Qué estás haciendo tú mientras figuro estas letras y respiro y te pienso y te imagino y me alegras?
Tener tu gracia, tu encanto —bastón y pipa y vejez—, es la profesión que a mí siempre me gustó tener. Mas dices: «Entre tú y yo
El niño salta la cuna, con leche tibia se desayuna, se va a la escuela