Caricamento in corso...

POÉTICA DEL SOPLO

 
 
             “Que sople fuerte el viento del idioma
              para que estas aves lleguen lejos.”
                                                      Igor Barreto
 
 
¿Llamar es poner nombre
o hacer ruido? No la fiesta
del lenguaje, sino la riqueza
del silencio. El murmullo de los signos
crea un espacio, y el espacio es tiempo
y el tiempo es un combate y de la nada
es el adiós.
 
Tan hermosa la vida tras los muros
como azúcar en soplo cimentado.
La lentitud del pétalo. La herencia de los líquenes.
 
Si se duermen las palabras
o muestra la blancura el reino
de los átomos, procede discrepar de geometrías
–y de ventanas invariables–
para poner naturaleza sobre el mundo
que después reconoce un alfabeto
ardiendo en el decir sin fecha.
 
Y para arder
hay que preparar el centro, el motivo
del mar de la fogata, la obertura
de las cosas que fluyen naturales
y no son más que líneas en la mente
bajo extraños destellos sin origen.
 
Representar implica una emoción
y el lienzo es tan distinto si no hay orden...
Miramos las hojas:
cómo viven mientras caen
y son ajenas al fulgor del fruto.
El cosmos admite
una dulce levedad como principio
y la ignorancia de la muerte
la sola dimensión del estallido.
 
Los soles que se enzarzan componen actos mínimos.
La forma de brillar está ligada
a una intención de resistencia.
Su viento de amatista,
sus dudas de archipiélago.
 
Ir del astro al texto
como del aire al corazón. Decir “canto”,
decir “poema” o “yo te amo”
o “dormir es lo mismo que estar muerto”.
 
¿Contemplar con tristeza es claudicar? No,
tan solo
paralelo a las briznas de envoltura
el poema abre su fuego, repite
el hueco de una edad remota, un sentido
que comienza y es latir de pieles nuevas:
el esqueleto del relámpago,
hetaira de su limpia arquitectura,
nodriza del ahora en sitio inerte,
física de la eternidad
o carne viva.
 
 
(de “Perímetro del ruido”, inédito)

Altre opere di Luis Llorente ...



Top