Cargando...

Compás de espera

Alguna de estas tardes,
no lo sé, quizás en un momento
en el que la inocencia quiera vengar  su pecho de los odios,
puede llegar a casa un hombre con un certificado
preguntando por mí ( De esos hombres que van dejando
rastros de ojos casi miopes por la acera) Y quiera que le firmes
un papel, condenando aquellas  seis  palabras  que enseñan a los niños cuando van a
nacer.
Tú dile que no sabes escribir, ó que has sido exiliado
de una larga cadena de montaje y dejaste tus manos olvidadas allí.
En mi patria no había mariposas, ni fechas que fijasen los días de clemencia. No supe
que eran ruinas de diamante las hipotecas lentas que esperaban mi turno, hasta que
en una higuera de verano, vi cómo los gorriones  se comían las promesas prescritas, a
la sobra de un vano tendido  de pared.
No firmes el recibo, no lo firmes. A ver si va a creer que lo que nunca tuve sigue
estando a mi nombre. Esa tarde, será una tarde más, de vidas habitadas en un lugar
impropio. Cuando vuelva el invierno volverán a ser ráfagas los potros de un
murmullo, y habrá en el aire  un sitio para mí.

Otras obras de Manuel Sanchez Perez Seoane...



Top