Cargando...

No hagas caso

Te han contado, lo sé, que el tiempo me ha hecho un cuerpo prematuro, sin ganas de morirse de repente, como el que cruza un trueno y ya no hay mar. Que no me queda asombro, ni mujeres en cinta que vengan a ofrecerme una aventura con la que resolver el salto que robaron al vacío, la voz que se dejaron una noche de hotel pasado el tembloroso solsticio de las sábanas. Que me olvidé  de ser aquel interventor de sueños submarino, que ponía su sangre a secar en la playa después de regresar sin verdades ni oxígeno; el que buscaba trozos de catedrales muertas para hacerse un collar de religiones y venderle un capricho a un aprendiz de Dios.
No hagas caso. Todavía soy alguien capaz de atravesar los gritos de un país deshabitado, aunque existan cristales doliéndose, partidos en pedazos, rotos por criaturas que no supieron ver la realidad. No les creas. La gente es impaciente, no espera a que regrese, con sus informaciones, la mirada enviada hace ya mucho tiempo, para erigir un mundo de entidades precisas que se parezca a mí.
Pero no, tú no tienes por qué ser de aquellos lectores de poemas que escuchan en rincones de arrecifes llorar a las princesas, para luego aplaudir.

Otras obras de Manuel Sanchez Perez Seoane...



Top