Cargando...

De cuando me acompaña

Hay días que mi madre decide no estar muerta
y se sienta a mi lado
a escuchar como  crece lo nuestro en los relojes,
a ocupar esa silla
en la que el universo ha dejado mi aspecto repleto de destino.
De qué sirve seguir
el ritmo de una huella
si al final el azar
mezcla todos los pasos.
 
La escucho:
—que tus poemas sepan encontrarte
y usurpen como gritos lo que no has de decir.
No te fíes de ti, tú ya no eres el niño que salió de mi vida.
 
Luego enciende una vela
y dice que se ve mejor a oscuras.
 
La soledad se ocupa de guardarnos el sitio,
de llamar a la historia, realidad.
Los años tienen miedo de ser acorralados.
 
No te dejes la barba, me susurra,
te hace un niño mayor de lo que eres,
y los niños mayores
se pasan todo el tiempo
recorriendo la infancia.
 
A  veces es mi madre quien pregunta por mí.

Otras obras de Manuel Sanchez Perez Seoane...



Top