—¿Te acordás de?...—Miró un rato la taza y le dio un sorbo al café. —Ese que era doctor, que siempre nos invitaba a su finca los fines de semana cuando hacía asados. —Sí, era doctor. Ga...
Callejón de adoquín callejón a la ribera Te gustó mi jardín y te quedaste a merendar. Te llevé de paseo
Afuera el frío. Llegó, muda, la noche sigue lloviendo II Sobre las piedras
Un recuerdo es una mancha en una pared blanca y es un perro que ladra en una habitación llena de perros enjaulados
Un hombrecito, el creador de hombres, encerrado en una caja y dele y dele mandar cartas para todos lados, mientras toma su fluorostato y se da con un caño. Y dele y dele mandar cartitas...
Léntulo en claromecó Se divertía con el oleaje Pero una almeja lo picó Entre medio de los naipes Ay ay cómo le dolió
Un sauce perfuma el aire fresco que entra en ráfagas por la ventan… me gusta el frío, no lo padezco, hace mi existencia más liviana Si también llueve, mucho más me al…
cuando estoy solo me ayuda no pensar más en su voz me hace mal su apatía cruda también su interés feroz me alejo de su cariño
Había hace mucho en el pueblo tres vivos que no sabían que ya se habían muerto. Andaban los tres tranquilos, gozando y muy contentos.
Todavía no he muerto, y ya me comen los bichos. Por la noche, los mosquitos. Durante el día, los parásitos, que me roban las ganas de vivir, y las redes sociales, pulgas ansiosas que pi...
me acorde de algo gracioso: hay un pasillo a oscuras, es un pasillo ancho hay sillones en el pasillo hay gente tirada en los sillones
Me dan miedo los espejos en la noche No quiero descubrir algo que no me guste de mi cara ¿Y si una aparición
En El último encuentro, Sándor Márai presenta de manera connotada una perspectiva nihilista de la existencia, pero tambien hay una reivindicación de esa existencia. Lo cotidiano, la rut...
Estamos varados con mi abuelo en un país extraño. Buscamos cómo volver. Por un momento parece que somos yankis y vamos a la embajada de EE. UU. Pero nos mandan de ahí a la embajada de U...
Los autos pasan. Al cerrar la ventana, queda su ruido. El sol brilla hasta las siete de la tarde.