Yo construí nuestra historia y nunca te pedí permiso para elegir nuestros recuerdos en común. No sé de qué manera habrás recopilado y guardado en tu memoria (si es que queda alguna memo...
Llegué y la tele ya estaba prendida. Una película que no entendía se mostraba indiferente contra la oscuridad de la habitación. Me senté en el suelo, con las piernas cruzadas, y empecé ...
Una angustia insoportable me carcome cuando intento descifrar lo que pasa en el departamento de enfrente. Acumulé instantes rutinarios, espiados desde mi ventana, que circundan esa gran...
Volví a ver el mar después de mucho tiempo. Demasiado tiempo... Estaba con mi hermana. Nos quedamos en la orilla, justo en el punto donde rompen las olas, y no entramos al agua porque h...
Cuando la araña nace, devora antes de ser consciente, y un vago recuerdo se graba en su interior. Su vida es el tejido de una trama con un desenlace obvio, que se concreta en la ignoran...
Estamos varados con mi abuelo en un país extraño. Buscamos cómo volver. Por un momento parece que somos yankis y vamos a la embajada de EE. UU. Pero nos mandan de ahí a la embajada de U...
Trabajo con el veneno de una víbora barata. Estudio cómo puede dejar de ser de mimbre para convertirla en una serpiente real. Su veneno es fuerte pero no tanto. Después me traen una ser...
En la orilla es donde surge lento, mudo, amenazante, el temor que me consume cada día por la tarde. Lo espero afuera, tranquilo,
No es falta de inspiración, es ausencia de talento cuando finjo que soy un gran escritor y compongo malos versos:
Quiero domesticar un chancho afeitado para que coma castañas y que, con la pulpa de las frutas, saque textos automáticos. Qué útil sería tener un chancho así, automático, tranquilo, lab...
Un tango de Piazzola para una Buenos Aires helada como una mañana de julio en Esmeralda. Una ventana opaca oculta el olor agrio del humo del tabaco. Y yo estoy sentado esperando que ven...
Una piedra en el agua es solo piedra en potencia porque un día, mañana, será, seguro, arena. Ahora es barrera
Había hace mucho en el pueblo tres vivos que no sabían que ya se habían muerto. Andaban los tres tranquilos, gozando y muy contentos.
Estaba en la fila de la Anses, creo, porque tenía que hacer un trámite para cobrar una beca de la escuela. Sí, era eso, un trámite para que me den una beca. Y este tipo, bah, este señor...
Hay un babuino que se divierte par…