Demasiado bello, era...
refugio de la brisa mañanera
vivía floreciendo en mis sueños
formando con sus besos mis recuerdos.
Me preguntaba a solas
¿Será posible amar hasta el delirio
sabiéndose a las penas a las penas sometida?
¿Será posible amar con desvarío
sabiéndole tan sólo un triste sueño...?
Demasiado amado, era...
de presencia amorosa y altanera
evocaba su imagen y el deseo
formaba en mi su apasionado reino.
De pronto, la razón plasmó su canto
escapó lentamente el sentimiento
y de él y su amor habrá un recuerdo
que acaso se hallará en un triste verso.