#Españoles #Generación98
No lo dudes, Teresa, fui Ramee y tú fuiste Julieta; no hay más que una pareja, que el… nuestro inmortal poeta,, va sin cesar rimando en rimas vari…
Pronto irás también tú, corazón mí… a la cama de tierra dél reposo que nunca acaba; nos lo dice el fr… que ya te cerca; pronto el triste… del mundo dejarás.
Bajo tu blanca mano fría, el negro… tibio, curvo y sedoso, lento ronro… lucientes de húmedo brillo d morro… y los verdes ojos en que el crista… Dormitaba por fuera, dentro recoji…
Como cántico lento, dulce, triste,… despedida de un ave que va a morir; me llega tu imagen por la noche al… cuando voy a sumirme
Una visión gocé, dulce beleño para mi fiel dolor, anoche en sueñ… vi no un ángel, una ángela, que hi… en la celeste esfera, y el huso ai son de las alas sonab…
La vida se me gasta hebra tras heb… sin que te acabe de cantar, mi vid… y es de tan corta vida triste quie… el que así se me quiebre la partid… la fuerza del vivir.
¡Dormirse en el olvido del recuerd… en el recuerdo del olvido, y que en el claustro maternal me p… y que en él desnazco perdido! ¡Tú mi bendito porvenir pasado
Eran dos medallones tallados en la… medio ocultos estaban por un manto… Ella y él enlazados por guirnalda… que, como una balanza, partía de l… de los ojos vacíos de calavera pur…
Es á la sombra del silencio santo bajo el silencio de la sombra augu… lánguidamente va volando el canto de una campana sobre la robusta rocosa serranía á la que el llanto
¡Ave, María! El sol se. acuesta e… centered¡Ave, María! El verdor de su hierba está ya en… centered¡Ave, María! Por jní y por ella, ¡por nosotros,…
¡Aquella tu honda inspiración enfe… Alzábase tu pecho —tal una ola—por amor del aire, y era entonces tu huelgo sollozo silencioso y recojido;
Oye mi ruego Tú, Dios que no exis… y en tu nada recoge estas mis quej… Tú que a los pobres hombres nunca… sin consuelo de engaño. No resiste… a nuestro ruego y nuestro anhelo v…
Mi corazón latía contra el hierro de la implacable reja; callábamos los dos y nos mirábamos a nuestras manos quietas. Por matar el silencio peligroso,
Mi madre dijo: «Siendo muy chiqui… tenía ella dos años y tú tres... os hicimos trocar ¡usos benditos! cuatro besos de ruido y hoy... ya… Sí, madre, veo lo que son los beso…
«Cuando me enseñaban—me decías— la tabla de multiplicar, era el siete lo difícil, ¿sabes? el siete no sé cantar... Siete por tres, por ejemplo, dime,