Mis amores
por Mirel Martínez
Antes de estallar en sonrisas doradas de luz divina,
me vi obligada a llorar unas cuantas hemorragias.
Tuve que aprender a des-aprehender.
Tuve que conocer lo que creía saber.
Tuve que vivir como no lo hacía.
Ahora veo mi entorno, frente a mí,
mirándome tan vasto y claro.
Como un rompecabezas me desarticulo.
Pego cada pedazo al atributo que me moldeó,
identifico piezas, las reconozco, las conozco...
De Ana aprendí la lucha constante por ser uno mismo.
De María admiré el ímpetu.
De Jorge, la sonrisa ante la adversidad.
De Pepe, la valentía para aceptar la pérdida de aquello que amas.
De Carmen aprendí la sensibilidad y la ternura.
De Israel admiré la contemplación ante la vida.
De Alberto reconocí las pieles que vestimos.
De Antonio, la superación constante.
De Meza supe de la grandeza de ser agua.
De Ceci, la amistad sin condición.
De Victorino, la finitud del cuerpo humano.
De la semilla aprendí quien no quiero ser.
De Sofía admiré la belleza en sí misma.
De todos mis amantes, el amor propio como prioridad.
De Santamaria aprendí la hermandad.
De Andy reconocí la complicidad en la vida.
De Max, la abundancia devenida de la generosidad.
De Juan reconocí la importancia de volver a confiar.
De todos mis amores aprendo cómo ser humano.
Doy gracias, gracias, gracias.
Preferido o celebrado por...
