Si supiera lo que sientes o supiera lo que escribes, si conociera quien es aquella por quien tú vives podría escuchar canciones
Ahora no vive solo deja que pasen los días, que el dolor la consuma —porque no puede detenerlo—. Cada día se muere
Eres el punto y coma que le faltaba a mi vida para que todo compilara.
Han sido varios días, que percibo como siglos, desde que nuestros caminos tomaron rumbos distintos. Dime quien eres.
Son tus ojos Negros como la noche Y preciosos como la luna Los que deberían ser míos, Y no de ella.
Cuesta encontrar a alguien que me escuche cuando no quiero hablar, que me mire cuando no puedo ver.
No, por favor, no te enamores de mí si te molesta que me ría constantemente, si te incomoda
Llueve a cántaros pero no puedo escampar ni usar un paraguas para el aguacero de mi corazón.
Tus ojos merecen versos pero yo no soy poeta y me cuesta demasiado definirlos con letras, escribirlos con tinta,
De tanto visitar lugares abandonad… caí un día por accidente en tu abandonada vida llena de tonos grises, de grietas y telarañas,
Me quedé esperándote no sé cuántas noches, mientras tu reías pasando las lunas. Te esperé sentada
Me gustaría verte sonreír una vez más, escuchar tu risa, mirarte a los ojos, otra vez.
He cometido tantos errores que ya no puedo contarlos y no sabría con cual comenzar. He cometido tantos errores que me construí un camino
Hoy te vi y no fui capaz de hablarte, ibas corriendo, bajando las escaleras, con la bufanda al viento.
Conectaron sus universos sin decirse nada porque no era necesario, porque no eran capaces de hacerlo. Conversaron sin hablar,