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Escribiendo para no morir

Entre todos los defectos que podría tener, yo poseía el peor de todos; el de enamorarme de alguien como tú.
Me enamore de todo lo que nos unía, de todo lo que nos separaba ídem.  ¡Que visceral desliz!
Tus ojos, capaces de curarme de esta efímera nostalgia que me trae la poesía.
La manera única de que gustara del alcohol, era probándolo de tu boca, ¡qué sabor tan dulce!
No sé cuanto es que estuvimos juntos, me pareció envejecer en tus ojos.
Aunque sé que a ti, no te costó ni el parpadear.
Incautaste mi corazón, mi entero ser.
Decías quererme, con la credibilidad nula que da la soledad.
La manera única de que gustara del alcohol, era con la probadita de tu ausencia.
Mis anhelos han comenzado a medirse en cuantos versos escribo por noche...
He evocado al olvido, pero,
mi brillar siempre dependió de tu simple respirar, que más que simple, aún determina mi existir...
 
Aquí, tu apagada escoria.

(2014)

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