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W. H. Auden

Wystan Hugh Auden (21 February 1907 – 29 September 1973), who published as W. H. Auden, was an Anglo-American poet, born in England, later an American citizen, regarded by many as one of the greatest writers of the 20th century. His work is noted for its stylistic and technical achievements, its engagement with moral and political issues, and its variety of tone, form and content. The central themes of his poetry are love, politics and citizenship, religion and morals, and the relationship between unique human beings and the anonymous, impersonal world of nature. Auden grew up in Birmingham in a professional middle class family and read English literature at Christ Church, Oxford. His early poems, written in the late 1920s and early 1930s, alternated between telegraphic modern styles and fluent traditional ones, were written in an intense and dramatic tone, and established his reputation as a left-wing political poet and prophet. He became uncomfortable in this role in the later 1930s, and abandoned it after he moved to the United States in 1939, where he became an American citizen in 1946. His poems in the 1940s explored religious and ethical themes in a less dramatic manner than his earlier works, but still combined traditional forms and styles with new forms devised by Auden himself. In the 1950s and 1960s many of his poems focused on the ways in which words revealed and concealed emotions, and he took a particular interest in writing opera librettos, a form ideally suited to direct expression of strong feelings.

Luis Arrúa

Cantautor uruguayo de Tupambaé Cerro Largo, nació el 14 de setiembre de 1988 en Santa Clara de Olimar. Comenzó su interés por la música a los 16 años de edad; su abuelo le regalo una guitarra después de la continua insistencia de su padre, de querer que un hijo fuera músico de el nombrado instrumento. De pequeño, en la familia veía esa costumbre y gusto por la música y el canto; todos los géneros eran aceptados al correr de las distintas ocasiones del año. Después de haber participado en un certamen de la voz en su pueblo natal, le tomo el gusto y la dedicación al canto y la guitarra. El apoyo de personas que ya tenían el conocimiento, fue fundamental para el inicio de lo que perduraría en su vida. Al poco tiempo de afirmar sus paso, comenzó a escribir la idea de lo que podría ser una canción en letra y música. Con los años y tantas curiosidades obtuvo mejoras musicales y literarias. Así comiensan las presentaciones en sencillos evento y reuniones de amigos, donde podia sentir el agrado de la adrenalina y espontánea música autodidacta. Con el tiempo y la insistencias por comprender ese mágico mundo, lo lleva a transitar junto con su crecimiento por razones y oportunidades de la vida, en el trabajo y la formación de un ser. Formo varios grupos y duos del folclor de su país, funcionando con ritmos y fusiones de las fronteras y distintos sonidos latinoamericanos. Graba su primer álbum en el año 2014 el cual se titulo " Mi padre el alambrador " el cual llevaría el nombre de la canción principal y la que le diera mas satisfacciones. Se encuentra con su identidad y conformidad en el tercer trabajo titulado "Huella Arachana" desde ahí la comodidad y seguridad de la linea a seguir con sus mejoras fue clara. La composición de canciones y música le despertó el interés por la poesía literaria; después de conocer personas con gran gusto he interés por la misma. Sus fragmentos apuntan a las experiencias de la vida cotidiana, la historia y su vivencias. Nombrado en distintos premios y reconocimientos como cantautor dentro y fuera del país, llevo a tomar con mas dedicación y seriedad la composición musical y literaria. Luis Arrúa canta y escribe inspirado en la vida cotidiana y sus inquietudes, siempre tratando dejar un mensaje y hacer buena utilidad de la canción y poesía.

Juan Antonio Alix

Juan Antonio Alix. Desapercibido pasó el 180 aniversario del natalicio de Juan Antonio Alix (Moca, 6 septiembre 1833 – Santiago, 15 febrero 1918), recordado por sus décimas Eso e paja pa’ la gaiza, El follón de Yamasá, El negro tras de la oreja, Entre Lucas y Juan Mejía, Cánticos (mejor conocida como A las arandelas) y Los mangos bajitos. Sabemos que tenía una hermana, Carmen Alix Rodríguez, y que sus padres, Juan Mateo Alix, natural de Cabo Haitiano, y María Magdalena Rodríguez, casaron en Moca en 1829. Su madre, hija de Domingo Antonio Rodríguez y Juana de Rojas Valerio, había casado por primera vez con Juan José Espaillat Velilla, con quien había procreado a Juan Francisco, José María y Eloísa Espaillat Rodríguez, esta última esposa de su primo hermano paterno Ulises Francisco Espaillat Quiñones, presidente de la República en 1876. En su entorno familiar materno se descubren interesantes entronques. Una de sus tías fue Tomasina Rodríguez Rojas de Julia, ascendiente de los eminentes médicos Alejandro Llenas Julia y Arturo Grullón Julia, el gestor cultural Rafael Díaz Niese, el historiador mocano Julio Jaime Julia Guzmán, el historiador y político Juan Isidro Jimenes Grullón, el escritor Virgilio Díaz Grullón, el munícipe santiaguero Tomás (Jimmy) Pastoriza Espaillat y el banquero Alejandro Grullón Espaillat. Su tía abuela María Dolores Rojas Valerio de Solano fue madre, entre otros, de Domingo Antonio Solano Rojas, el famoso padre Solano, quien fuera padre, entre otros hijos, de Santiago Petitón y José Antonio Olavarrieta, troncos de las familias Petitón y Olavarrieta, y ascendiente del presidente Rafael Estrella Ureña, el Dr. José Jesús Jiménez Olavarrieta, Maestro de la Medicina Dominicana; el munícipe santiaguero Víctor Espaillat Mera y la ex primera dama Asela Mera de Jorge. De su lado, su tío abuelo Carlos de Rojas Valerio fue padre, entre otros, de Benigno Filomeno de Rojas Ramos, presidente del Congreso Constituyente que adoptó en Moca la Constitución de 1857 y prócer civil de la Guerra de la Restauración, y de Carlos de Rojas Ramos, tronco de la familia Rojas de Moca. Alix casó con Petronila Francisca Liriano Bidó y procreó a Petronila Hortensia (n.1868); Tomasina (f. 19 de marzo de 1940), esposa desde 1892 de José María Benedicto Luisón (papá Cheché), munícipe y presidente del Ayuntamiento de Santiago en varias ocasiones; Olivia Juana Antonia, quien casó con Agustín Bonilla Tavares en 1897; Rosalina (Rocha), quien casó en 1898 con Manuel Malagón Espaillat y fallecida en 1900 a la edad de 23 años; Carmen, fallecida soltera y sin descendencia, y Agripina (Pinona) Alix Liriano, esposa del puertorriqueño Ramón Goico. El matrimonio Benedicto Alix procreó a Graciela, esposa de Narciso Román; Mario, Mercedes, Migdalia, Rafael, Rosa Celia, cónyuge de Eladio Antonio Victoria Morales, y José Tomás Benedicto Alix, esposo de Delia Guzmán. Los hijos de Olivia Juana Antonia Alix de Bonilla, fueron Agustín, Betina, Carlos, Dorila, Emma, casada con Rafael Díaz Espinal; María, cónyuge de Manuel Furcy Bonnelly Fondeur; Nidia Antonia, cónyuge de José Manuel Nicolás Rodríguez, y Zaida Bonilla Alix. De su lado, los hijos de Agripina Alix Liriano fueron Mercedes, Miguel Ángel, Octavio y Juan Goico Alix, este último poeta como su abuelo. La descendencia de Alix alcanza ya la sexta generación, compuesta por niños y jóvenes nacidos a fines del siglo XX y principios del XXI, quienes de seguro desconocen que tienen “detrás de la oreja” a nuestro máximo poeta popular. Instituto Dominicano de Genealogía Referencias Hoy—hoy.com.do/juan-antonio-alix-180-anos/

Manuel Acuña

Manuel Acuña por José Martí ¡Lo hubiera querido tanto, si hubiese él vivido! Yo le habría explicado qué diferencia hay entre las miserias imbéciles y las tristezas grandiosas; entre el desafío y el acobardamiento; entre la energía celeste y la decrepitud juvenil. Alzar la frente es mucho más hermoso que bajarla; golpear la vida es más hermoso que abatirse y tenderse en tierra por sus golpes. Hieren al vivo en el pecho, y recompone sonriendo sus girones; hieren al vivo en la frente, y restaña sonriendo las heridas. Los que se han hecho para asombrar al mundo, no deben equivocarse para juzgarlo; los grandes tienen el deber de adivinar la grandeza: ¡paz y perdón a aquel grande que faltó tan temprano a su deber! Porque el peso es ha hecho para algo: para llevarlo; porque el sacrificio se ha hecho para merecerlo; porque el derecho de verter luz no se adquiere sino consumiéndose en el fuego. sufre el leño su muerte, e ilumina; y ¿más cobarde que un leño, será un hombre? A él le queda por ceniza la ceniza: a nosotros el renombre, la justicia, la historia, la patria, el placer mismo de sufrir: ¿qué mejor sepulcro y qué mayor gloria? Cerrada está a las plantas la superficie de la tierra: abrirla es violarla: nadie tiene el derecho de morir mientras que para erguir la vida que dieron le quede un pensamiento, un espanto, una esperanza, una gota de sangre, un nervio en pie. Para pedestal, no para sepulcro, se hizo la tierra, puesto que está tendida a nuestras plantas. Yo habría acompañado al grande y sombrío Acuña, a aquella alma ígnea y opaca, cuyo delito fue un desequilibrio entre la concepción y el valor - yo le habría acompañado, en las noches de mayo, cuando hace aroma y aire tibio en las avenidas de la hermosísima Alameda [parque de la Ciudad de México]. De vuelta de largos paseos, tal vez de vuelta del apacible barrio de San Cosme, habríamos juntos visto cómo es por la noche más extenso el cielo, más fácil la generosidad, más olvidable la amargura, menos traidor el hombre, más viva el alma amante, más dulce y llevadera la pobreza. Habría en mí sentido, apoyado su brazo en mi brazo, cómo hay un amor casi tan bello como el amor, pronto siempre en el hombre a complacencias infantiles y a debilidades de mujer: un suave amor sereno que llaman amistad. Y preparados ya a lo inmenso por ese cielo elocuente mexicano, que parece una azul sucesión de cielos, le habría yo inspirado la manera de acostarse, cielo y hombre, por la tranquilidad, que es un gran osadía, es un mismo lecho. ¿Tan pequeña es el alma que son límites las paredes sin tapiz, la vida sin holguras, equivocados y miserables amoríos y la fatal diferencia entre la esfera social que se merece y aquella en que se vive, entre la existencia delicada a que se aspira y la brusca y accidental en que se nace? Yo sé bien qué es la pobreza: la manera de vencerla. Las compensaciones son un elemento en la vida, como lo son las analogías. La aspiración compensa la desesperación; la intuición divina compensa y premia bien el sacrificio. Le habría yo enseñado cómo renace tras rudas tormentas, el vigor en el cerebro, la robustez y el placer en el corazón. Las esferas no vienen hacia nosotros, es preciso ir a las esferas. Si la fortuna nos produjo en accidentes desgraciados, la gloria está por vencer, y la generosidad en dar lección a la fortuna. Si nacimos pobres, hagámonos ricos; si sentimos el sol en el alma, qué gran crimen echar tierra oscura sobre el sol. Se es responsable de las fuerzas que se nos confían: el talento es un mártir y un apóstol: ¿quién tiene derecho para privar a los hombres de la utilidad del apostolado y del martirio.? Y era un gran poeta aquel Manuel Acuña. El no tenía la disposición estratégica de Olmedo, la entonación pindárica de Matta, la corrección trabajosa de Bello, el arte griego de Téophile Gautier y de Baudelaire; pero en su alma eran especiales los conceptos; se henchían a medida que crecían; comenzaba siempre a escribir en las alturas. Habrán hecho confusión lamentable en su espíritu los cráneos y las nubes: aspirador poderoso, aspiró al cielo: no tuvo el gran valor de buscarlo en la tierra, aquí que se halla. Hoy lamento su muerte: no escribo su vida; hoy leo su nocturno a Rosario, página última de su existencia verdadera, y lloro sobre él, y no leo nada. Se rompió aquella alma cuando estalló en aquel quejido de dolor. El estaba enfermo de dos tristes cosas: de pensamiento y de vida. Era un temperamento ambicioso e inactivo: deseador y perezoso: grande y débil. Era una alma aristocrática, que se mecía apoyada en una atmósfera vulgar. El era pulcro, y murió porque le faltaron a tiempo pulcritudes de espíritu y de cuerpo. ¡Oh. la limpieza del alma!: he aquí una fuerza que aun es mejor compañera que el amor de una mujer. A veces la empaña uno mismo, y, como se tiene una gran necesidad de pureza, se mesa uno los cabellos de ira por haberla empañado. Tal vez esto también mató a Manuel Acuña; ¡estaba descontento de su obra y despechado contra sí! No conoció la vida plácida, el amor sereno, la mujer pura, la atmósfera exquisita. Disgustado de cuanto veía, no vio que se podían tender las miradas más allá. Y aseado y tranquilo, acallando con calma aparente su resolución solemne y criminal, olvidó, en un día como éste, que una cobardía no es un derecho, que la impaciencia debe ser activa, que el trabajo debe ser laborioso, que la constancia y la energía son las leyes de la aspiración: y grande para desear, grande para expresar deseos, atrevido en sus incorrecciones, extraño y original hasta en sus perezas, murió de ellas en día aciago, haciéndose forzada sepultura; equivocando la vía de la muerte, porque por la tierra no se va al cielo, y abriendo una tumba augusta, a cuya losa fría envía un beso mi afligido amor fraternal. de “El Federalista” México, 6 de Dic. de 1876

Matthew Arnold

Although remembered now for his elegantly argued critical essays, Matthew Arnold (1822-1888) began his career as a poet, winning early recognition as a student at the Rugby School where his father, Thomas Arnold, had earned national acclaim as a strict and innovative headmaster. Arnold also studied at Balliol College, Oxford University. In 1844, after completing his undergraduate degree at Oxford, he returned to Rugby as a teacher of classics. After marrying in 1851, Arnold began work as a government school inspector, a grueling position which nonetheless afforded him the opportunity to travel throughout England and the Continent. Throughout his thirty-five years in this position Arnold developed an interest in education, an interest which fed into both his critical works and his poetry. Empedocles on Etna (1852) and Poems (1853) established Arnold's reputation as a poet and in 1857 he was offered a position, which he accepted and held until 1867, as Professor of Poetry at Oxford. Arnold became the first professor to lecture in English rather than Latin. During this time Arnold wrote the bulk of his most famous critical works, Essays in Criticism (1865) and Culture and Anarchy (1869), in which he sets forth ideas that greatly reflect the predominant values of the Victorian era. Meditative and rhetorical, Arnold's poetry often wrestles with problems of psychological isolation. In "To Marguerite—Continued," for example, Arnold revises Donne's assertion that "No man is an island," suggesting that we "mortals" are indeed "in the sea of life enisled." Other well-known poems, such as "Dover Beach," link the problem of isolation with what Arnold saw as the dwindling faith of his time. Despite his own religious doubts, a source of great anxiety for him, in several essays Arnold sought to establish the essential truth of Christianity. His most influential essays, however, were those on literary topics. In "The Function of Criticism" (1865) and "The Study of Poetry" (1880) Arnold called for a new epic poetry: a poetry that would address the moral needs of his readers, "to animate and ennoble them." Arnold's arguments, for a renewed religious faith and an adoption of classical aesthetics and morals, are particularly representative of mainstream Victorian intellectual concerns. His approach—his gentlemanly and subtle style—to these issues, however, established criticism as an art form, and has influenced almost every major English critic since, including T. S. Eliot, Lionel Trilling, and Harold Bloom. Though perhaps less obvious, the tremendous influence of his poetry, which addresses the poet's most innermost feelings with complete transparency, can easily be seen in writers as different from each other as W. B. Yeats, James Wright, Sylvia Plath, and Sharon Olds. Late in life, in 1883 and 1886, Arnold made two lecturing tours of the United States. Matthew Arnold died in Liverpool in 1888. A Selected Bibliography Poetry A Matthew Arnold Birthday Book (1883) Alaric at Rome: A Prize Poem (1840) Cromwell: A Prize Poem (1843) Empedocles on Etna and Other Poems (1852) Empedocles on Etna: A Dramatic Poem (1900) Merope: A Tragedy (1858) New Poems (1867) Poems: A New Edition (1853) Poems: Second Series (1855) The Poems of Matthew Arnold (1965) The Poetical Works of Matthew Arnold (1950) The Strayed Reveller and Other Poems (1849) The Works of Matthew Arnold (1903) Prose Essays, Letters, and Reviews by Matthew Arnold Essays, Letters, and Reviews by Matthew Arnold (1960) Friendship's Garland (1883) "Charles Augustin Sainte-Beuve," in Encyclopedia Britannica, ninth edition, IX: 162-165 (1886) "Isaiah of Jerusalem" in the Authorized English Version, with an Introduction, Corrections and Notes (1883) "Schools," in The Reign of Queen Victoria (1887) A Bible-Reading for Schools: The Great Prophecy of Israel's Restoration (1872) A French Eton; or, Middle Class Education and the State (1864) Arnold as Dramatic Critic (1903) Civilization in the United States: First and Last Impressions of America (1888) Complete Prose Works (1960) Culture and Anarchy (1883) Culture and Anarchy: An Essay in Political and Social Criticism (1869) Culture and the State (1965) Discourses in America (1885) Education Department (1886) England and the Italian Question (1859) England and the Italian Question, (1953) Essays in Criticism (1865) Essays in Criticism: Second Series (1888) Essays in Criticism: Third Series (1910) Five Uncollected Essays of Matthew Arnold (1953) General Grant, with a Rejoinder by Mark Twain (1966) General Grant: An Estimate (1887) God and the Bible: A Review of Objections to "Literature and Dogma" (1875) Heinrich Heine (1863) Higher Schools and Universities in Germany (1874) Irish Essays, and Others (1882) Isaiah XLLXVI; with the Shorter Prophecies Allied to It (1875) Last Essays on Church and Religion (1877) Letters of Matthew Arnold, 1848-1888 (1895) Letters of an Old Playgoer (1919) Letters, Speeches and Tracts on Irish Affairs by Edmund Burke (1881) Literature and Dogma: An Essay towards a Better Apprehension of the Bible (1873) Matthew Arnold's Letters: A Descriptive Checklist (1968) Matthew Arnold's Notebooks (1902) Mixed Essays (1879) On Home Rule for Ireland: Two Letters to "The Times" (1891) On Translating Homer: Last Words: A Lecture Given at Oxford (1862) On Translating Homer: Three Lectures Given at Oxford (1861) On the Modern Element in Literature (1869) On the Study of Celtic Literature (1883) Poems of Wordsworth (1879) Poetry of Byron (1881) Reports on Elementary Schools 1852-1882 (1889) Schools and Universities on the Continent (1867) St. Paul and Protestantism; with an Introduction on Puritanism and the Church of England (1883) The Hundred Greatest Men: Portraits of the One Hundred Greatest Men of History (1879) The Letters of Matthew Arnold to Arthur Hugh Clough (1932) The Note-Books of Matthew Arnold (1952) The Popular Education of France, with Notices of That of Holland and Switzerland (1861) The Six Chief Lives from Johnson's "Lives of the Poets," with Macaulay's "Life of Johnson," (1878) The Study of Poetry (1880) Thoughts on Education Chosen From the Writings of Matthew Arnold (1912) Unpublished Letters of Matthew Arnold (1923) References Poets.org - www.poets.org/poet.php/prmPID/88

Miguel Ángel Asturias

Miguel Ángel Asturias Rosales (Ciudad de Guatemala, 19 de octubre de 1899 – Madrid, 9 de junio de 1974) fue un escritor, periodista y diplomático guatemalteco. Asturias contribuyó al desarrollo de la literatura latinoamericana, influyó en la cultura occidental, y al mismo tiempo llamó la atención sobre la importancia de las culturas indígenas, especialmente las de su país natal, Guatemala. Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1967. Asturias, nació y se crío en Guatemala, aunque vivió una parte importante de su vida adulta en el extranjero. Durante su primera instancia en París en la década de 1920, estudió antropología y mitología indígena. Algunos científicos lo consideran como el primer novelista latinoamericano que mostró cómo el estudio de la antropología y lingüística podía influir a la literatura. Mientras en París, Asturias también se asoció con el movimiento surrealista. Se le atribuye la introducción de muchas características de estilo modernista en las letras latinoamericanas. Como tal, fue un importante precursor del boom latinoamericano de los años 1960 y 1970. En El Señor Presidente, una de sus novelas más famosas, Asturias describe la vida bajo una dictadura despiadada. Su oposición muy pública a la dictadura le llevó al exilio, y tuvo que pasar gran parte de su vida el exterior, en América del Sur y en Europa. El libro Hombres de maíz, que se describe a veces como su obra maestra, es una defensa de la cultura maya. Asturias, sintetiza su amplio conocimiento de las creencias mayas con sus convicciones políticas, para canalizarlos hacia una vida de compromiso y solidaridad. Su obra es a menudo identificada con las aspiraciones sociales y morales de la población guatemalteca. Tras décadas de exilio y marginación, Asturias finalmente recibió amplio reconocimiento en la década de 1960. En 1966, ganó el Premio Lenin de la Paz de la Unión Soviética. Al año siguiente recibió el Premio Nobel de Literatura, siendo el segundo autor latinoamericano en recibir este honor. Asturias pasó sus últimos años en Madrid, donde murió a la edad de 74 años. Está enterrado en el cementerio de Père Lachaise en París. Vida temprana y educación Miguel Ángel Asturias nació en la Ciudad de Guatemala el 19 de octubre de 1899, como el primer hijo de Ernesto Asturias Girón, abogado y juez, y María Rosales de Asturias, maestra de escuela. Su hermano Marco Antonio nació dos años después. Los padres de Asturias eran de ascendencia española, y razonablemente distinguidos: su padre podía trazar su línea familiar hasta los colonos que habían llegado a Guatemala en la década de 1660; su madre, con una ascendencia más difusa, era la hija de un coronel. En 1905, cuando Asturias tenía seis años, la familia se trasladó a la casa de sus abuelos donde vivieron un estilo de vida más cómodo. A pesar de su posición relativamente privilegiada, el padre de Asturias, se opuso a la dictadura del presidente Manuel Estrada Cabrera, quien había llegado al poder en febrero de 1898. Como Asturias recordó más tarde: "Mis padres eran bastante perseguidos, pero no eran conjurados ni cosa que se parezca.". Tras un incidente en 1904, en el que el padre de Asturias, en su calidad de juez, puso en libertad a algunos estudiantes detenidos por causar disturbios, se enfrentó directamente con el dictador, y perdió su trabajo. En 1905, la familia se vio obligada a trasladarse a la ciudad de Salamá, la capital del departamento de Baja Verapaz, donde Miguel Ángel Asturias vivió en la granja de sus abuelos.2 Fue aquí que Asturias por primera vez entró en contacto con la población indígena de Guatemala; su niñera, Lola Reyes, era una joven indígena que le contaba historias, mitos y leyendas de su cultura, que más tarde tendrían una gran influencia en su obra. En 1908, cuando Asturias tenía nueve años, regresó con su familia a los suburbios de la Ciudad de Guatemala. Establecieron una tienda de suministros, donde pasó su adolescencia. Asturias asistió al Colegio del Padre Pedro", después al Colegio del Padre Solís. Cuando era estudiante comenzó a escribir y realizó el primer borrador de una historia que más tarde se convertiría en la novela El Señor Presidente. En 1922, junto con otros estudiantes, fundó la Universidad Popular, un proyecto comunitario según el cual "la clase media se anima a contribuir al bienestar general, mediante la enseñanza de cursos gratuitos para los más desfavorecidos". Pasó un año estudiando medicina antes de pasar a la facultad de derecho en la Universidad de San Carlos de Guatemala. Obtuvo su título de abogado en 1923 y recibió el Premio Gálvez para su tesis sobre la problemática de los indígenas.2 Recibió también el Premio Falla por ser el mejor estudiante de su facultad. Fue en la Universidad de San Carlos que fundó la Asociación de Estudiantes Universitarios y la Asociación de estudiantes El Derecho, además de participar activamente en La Tribuna del Partido Unionista. Este último grupo fue el que en última instancia derrocó a la dictadura de Manuel Estrada Cabrera en 1920. En referencia a su obra literaria, la participación de Asturias en todas estas organizaciones influenció muchas de las escenas en El Señor Presidente. Asturias se involucró en la política; trabajando como representante de la Asociación General de Estudiantes Universitarios, y viajando a El Salvador y Honduras para su nuevo empleo. En 1920, participó en el levantamiento contra el dictador Manuel Estrada Cabrera. Mientras inscrito en El Instituto Nacional de Varones tomó un papel activo en el derrocamiento de la dictadura de Estrada Cabrera, organizando huelgas en su escuela secundaria. Asturias y sus compañeros de clase, formaron lo que ahora se conoce como “La Generación del 20”. La tesis universitaria de Asturias, "El problema social del indio", fue publicada en 1923. En 1923, después de recibir su título de abogado, viajó a Europa. En París estudió etnología en la Sorbona (Universidad de París), y se convirtió en un surrealista dedicado bajo la influencia del poeta y teórico de la literatura francesa, André Breton. En París fue también influenciado por el circulo de escritores y artistas de Montparnasse y comenzó a escribir poesía y ficción. Durante este tiempo desarrolló una profunda preocupación por la cultura maya y en 1925 comenzó con la traducción al español del Popol Vuh, el texto sagrado de los mayas, un proyecto al que se dedicó durante 40 años.16 También fundó la revista Nuevos Tiempos mientras estaba en París. Se quedó en París durante diez años. En 1930 publicó su primera novela Leyendas de Guatemala. Dos años más tarde, en París, Asturias recibió el Premio Sylla Monsegur para la traducción al francés de Leyendas de Guatemala.19 El 14 de julio de 1933 regresó a Guatemala. Carrera política Cuando Asturias regresó a su país natal en 1933, tuvo su primer encuentro con el dictador Jorge Ubico y su régimen que no iba a tolerar sus ideales políticos. Ubico cerró la Universidad Popular que Asturias había fundado en 1922. En 1933 Asturias trabajó como periodista. Fundó y editó una "revista" de radio llamado El diario del aire.15 Escribió varios volúmenes de poesía en esta época, siendo Sonetos el primero, publicado en 1936. En 1942, fue elegido diputado al Congreso Nacional.20 Tras la caída del régimen de Jorge Ubico y la elección del presidente reformista Juan José Arévalo en 1944, Asturias comenzó una carrera diplomática en 1946, sin dejar de escribir durante su servicio en varios países de América Central y del Sudamérica. Asturias tuvo puestos diplomáticos en Buenos Aires en 1947 y en París en 1952. Exilio y rehabilitación Miguel Ángel Asturias, dedicó gran parte de su energía política apoyando al gobierno de Jacobo Arbenz, el sucesor electo del presidente Juan José Arévalo. Tras la caída del gobierno de Jacobo Arbenz, el nuevo mandatario Coronel Carlos Castillo Armas, ordenó que Asturias fuera despojado de su nacionalidad guatemalteca y expulsado del país por su apoyo al anterior gobierno. Durante los siguientes ocho años, Asturias vivió en exilio en Buenos Aires y Chile. Después de un cambio de gobierno en Argentina, una vez más tuvo que buscar un nuevo hogar, y se trasladó a Europa.23 Mientras vivía en exilio en Génova su reputación como autor creció con la publicación de su novela Mulata de Tal (1963). En 1966 el presidente electo Julio César Méndez Montenegro llegó al poder en Guatemala y rehabilitó a Asturias: le fue devuelto su ciudadanía guatemalteca y fue nombrado como embajador en Francia, donde se desempeñó hasta 1970, ocupando una residencia permanente en París. Un año más tarde, en 1967, la traducción al inglés de Mulata de Tal fue publicada en Boston. Más adelante en su vida, Asturias ayudó a refundar la Universidad Popular de Guatemala.1Asturias pasó sus últimos años en Madrid, donde murió en 1974. Está enterrado en el cementerio de Père Lachaise en París. Familia Miguel Ángel Asturias se casó con su primera esposa, Clemencia Amado, en 1939. Tuvieron dos hijos, Miguel Ángel y Rodrigo. Se divorciaron en 1947. Asturias se casó con su segunda esposa, Blanca Mora y Araujo, en 1950. Como Mora y Araujo era argentina, cuando Asturias fue deportado de Guatemala en 1954, se fueron a vivir a Buenos Aires donde permanecieron ocho años. Asturias, dedicó su novela Week-end en Guatemala a su esposa, Blanca, después de que fuera publicado en 1956. Permanecieron casados hasta la muerte de Asturias en 1974. Rodrigo Asturias Amado, hijo de su primer matrimonio, fue comandante guerrillero de la ORPA e integrante de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG). Rodrigo Asturias adoptó el nombre de guerra Gaspar Ilom, el nombre de un indígena rebelde en Hombres de maíz, la novela su padre. La URNG fue una organización guerrillera que se opuso a los gobiernos militares de la década de 1980 durante la Guerra Civil de Guatemala. Tras la firma de los acuerdos de paz en 1996 la URNG se convirtió en un partido político. Obras mayores Novelista y poeta del realismo mágico, influido en sus orígenes por el realismo, muy pronto, sin renunciar a esa impronta, se adentra en su campo predilecto: la mitología aborigen, la propia tierra (lo telúrico, en término muy actual), en el sentido de compromiso con los sinsabores de los campesinos sometidos al yugo colonialista, lo que se ve en los títulos de sus obras. Junto a ello, y una faceta no menos importante, la calidad y sonoridades de su prosa apenas admiten comparación en la literatura castellana del siglo XX. Publica Leyendas de Guatemala (1930) en torno a mitos y leyendas nativos y mestizos. En su célebre novela El señor Presidente (1946) retrata a un típico dictador latinoamericano —como también hicieron Valle Inclán en Tirano Banderas, García Márquez en El otoño del patriarca, Roa Bastos en Yo el supremo, Alejo Carpentier en El recurso del método o Vargas Llosa en La fiesta del chivo—, para lo que se sirvió de procedimientos grotescos y burlescos con el fin de describir con total contundencia la brutalidad y la opresión social ejercidas en su país por los gobiernos dictatoriales. Escribio los libretos de las óperas Emulo Lipolidón e Imágenes de nacimiento para el compositor José Castañeda. Hombres de maíz (1949) es reconocida por muchos como su obra maestra. Novela típica del realismo mágico, se aprecian en la misma igualmente las voces y los rostros del oprobio y la injusticia, pero en términos de cruda explotación colonialista. Para ello, lo más resaltable es que el autor logra, de forma casi sobrenatural, acoplar el lenguaje y el ritmo de su prosa a los personajes que retrata, a sus fantásticas creencias, sus atávicas maneras y costumbres. La que más lunares tenía era la nana de Martín Ilóm, el recién parido hijo del cacique Gaspar Ilóm. La que más lunares y más piojos tenía. La Piojosa Grande, la nana de Martín Ilóm. En su regazo de tortera caliente, en sus trapos finos de tan viejos, dormía su hijo como una cosa de barro nuevecita y bajo el coxpi, cofia de tejido ralo que le cubría la cabeza y la cara para que no le hicieran mal de ojo, se oía su alentar con ruido de agua que cae en tierra porosa. Mujeres con niños y hombres con mujeres. Claridad y calor de fogarones. Las mujeres lejos en la claridad y cerca en la sombra. Los hombres cerca en la claridad y lejos en la sombra. Todos en el alboroto de las llamas, en el fuego de los guerreros, fuego de la guerra que hará llorar las espinas. Así decían los indios más viejos, con el movimiento senil de sus cabezas bajo las avispas. O bien decían, sin perder su compás de viejos: Antes que la primera cuerda de maguey fuera trenzada se trenzaron el pelo las mujeres. En esta misma línea se encuentran dos de sus principales obras: Mulata de tal y Tres de cuatro soles, en las cuales el autor incorpora a su novelística sus conocimientos antropológicos sobre mitología maya, poniendo en relación de manera magistral, al apelar a una forma de narrar fuertemente influida por el surrealismo, las cosmovisiones aparentemente excluyentes de la Guatemala pre y post colonial. En estas obras los antiguos dioses mayas recuperan inesperadamente su lugar en el mundo contemporáneo, como en "Tres de cuatro soles", o son brutalmente reemplazados por nuevas deidades traídas e impuestas por las distintas potencias imperiales. En este proceso las metamorfosis y los cambios abundan, como podemos observar en "Mulata de tal", libro de gran estilo, complejo y maravilloso. Este mundo sincrético diverso y culturalmente rico, sobrevive fundamentalmente en el lenguaje de los pobres y los explotados, lenguaje que Asturias maneja, como se ha dicho, con singular habilidad, que le permite mostrarnos un mundo en una frase y ensayar una poética de los excluidos y de los oprimidos. El autor se resiste a aceptar el genocidio cultural y humano que la realidad colonial parece imponerle a su pueblo, y reafirma la vitalidad de este último, encarando una empresa literaria que pone como principales protagonistas a aquellas víctimas sometidas al yugo de la dominación imperialista que, no obstante su situación, resisten a la opresión, manteniendo y reproduciendo en las condiciones más adversas una identidad propia. Insistió en parecidos temas en sus siguientes obras, como en la polémica trilogía novelística conocida como "La trilogía de la república de la banana" que es conformada por: Viento fuerte (1950), El Papa verde (1954) y Los ojos de los enterrados (1960). Las obras de teatro de Miguel Ángel Asturias son menos conocidas, si bien abunda en el inconformismo y la crítica social: Chantaje y Dique seco, ambas de 1964. Leyendas de Guatemala Artículo principal: Leyendas de Guatemala (libro). El primer libro publicado de Asturias fue Leyendas de Guatemala (1930), una colección de nueve historias que exploran los mitos mayas de la época precolonial, así como temas que se refieren al desarrollo de una identidad nacional guatemalteca. Su fascinación para textos precolombinos como el Popol Vuh y los Anales de los Xajil, así como sus creencias en mitos y leyendas populares, tuvieron una gran influencia en la obra. El académico Jean Franco describe el libro como "recreaciones líricas del folklore guatemalteco, inspirándose en fuentes coloniales y precolombinas." Para el crítico de la literatura latinoamericana Gerald Martin, Leyendas de Guatemala es "La primera gran contribución antropológica a la literatura española de América." Según el académico Francisco Solares-Larrave, las historias son un precursor del movimiento del realismo mágico. Asturias utilizó escritura convencional y prosa lírica para contar una historia acerca de aves y otros animales que conversan con seres humanos arquetípicos. El estilo de escritura de Asturias en Leyendas de Guatemala ha sido descrito por algunos como "historia-Sueño-poemas". En cada leyenda, Asturias atrae al lector con una furia de belleza y misterio sin ser capaz de comprender el sentido de espacio y tiempo. Leyendas de Guatemala, trajo elogios de la crítica en Francia, así como en Guatemala. El destacado poeta y ensayista francés Paul Valéry escribió sobre el libro: "descubrí que se creó un sueño tropical, que viví con singular encanto." El Señor Presidente Artículo principal: El Señor Presidente. El Señor Presidente, una de las novelas más aclamadas de Asturias, se completó en 1933 pero permaneció inédita hasta 1946, cuando salió en México como publicación privada. Como uno de sus primeros trabajos, El Señor Presidente mostró el talento de Asturias y su influencia como novelista. Zimmerman y Rojas describen su trabajo como una "denuncia apasionada contra el dictador guatemalteco Manuel Estrada Cabrera." La novela fue escrita durante el exilio de Asturias, en París.37 Durante la realización de la novela, Asturias se asociaba con los miembros del movimiento surrealista, así como con otros futuros escritores de América Latina, tales como Arturo Uslar Pietri y el cubano Alejo Carpentier. El Señor Presidente, es una de muchas novelas que exploran la vida bajo un dictador de América Latina y, de hecho, ha sido proclamada por algunos como la primera novela real, a explorar el tema de la dictadura. El libro también ha sido llamado un estudio del miedo, porque el miedo es el clima en el que se desarrolla. El Señor Presidente utiliza técnicas surrealistas y refleja la idea de Asturias que la conciencia irracional de la realidad de los indígenas es una expresión de fuerzas subconscientes. Aunque el autor nunca especifica el lugar donde la novela tiene lugar, es evidente que el argumento se ve influenciado por el gobierno del presidente y dictador guatemalteco, Manuel Estrada Cabrera. La novela de Asturias, examina la forma en que el mal se extiende hacia abajo desde un poderoso líder político, por las calles y en las casas de los ciudadanos. Muchos temas, como la justicia y el amor, son objeto de burla en la novela, y escapar de la tiranía del dictador es aparentemente imposible. Cada personaje en la novela se ve profundamente afectado por la dictadura y debe luchar para sobrevivir en una realidad aterradora. La historia comienza con la muerte accidental de un alto funcionario, el coronel Parrales Sonriente. El Presidente utiliza la muerte del coronel para deshacerse de dos hombres, cuando se decide a implicarles en el asesinato. Las tácticas del Presidente son vistas como sádicas, ya que cree que su palabra es la ley que nadie debe de cuestionar. La novela entonces acompaña a varios personajes, algunos cercanos al Presidente y otros que buscan escapar de su régimen. El consejero de confianza del dictador, a quien el lector conoce como "Cara de ángel", se enamora de Camila, la hija del general Canales. Bajo la orden directa del Presidente, Cara de ángel convence al General Canales que una fuga inmediata es imprescindible. Desafortunadamente, el General es uno de los dos hombres que el Presidente está tratando de implicar por asesinato; el propósito del Presidente es que general Canales parezca culpable al ser baleado mientras huyendo.43 Mientras que el general es perseguido para su ejecución, su hija está bajo arresto domiciliario por Cara de ángel. Cara de ángel se ve atrapado entre su amor por Camila y su deber ante el Presidente. Aunque el dictador nunca se nombra en la obra, tiene similitudes inequívocas con Manuel Estrada Cabrera. En 1974, el dramaturgo Hugo Carrillo adaptó El Señor Presidente en una obra de teatro. Hombres de maíz Artículo principal: Hombres de maíz. Hombres de maíz (1949) es generalmente considerado la obra maestra de Asturias, aunque sigue siendo una de sus novelas menos comprendidas. El título de Hombres de maíz se refiere a la creencia de los indígenas mayas de que su carne estaba hecha de maíz. La novela está escrita en seis partes, cada una explorando el contraste entre las costumbres tradicionales de los indígenas y una sociedad progresando y modernizando. El libro explora el mundo mágico de las comunidades indígenas, un tema del cual el autor era a la vez apasionado y conocedor. La novela se basa en la leyenda tradicional, pero la historia es de creación propia de Asturias. El argumento gira en torno a una comunidad indígena aislada (los hombres de maíz o "gente del maíz"), cuya tierra está amenazada por personas ajenas con el propósito de su explotación comercial. Un líder indígena, Gaspar Ilom, encabeza la resistencia de la comunidad contra los colonos, quienes lo matan con la esperanza de frustrar la rebelión. Más allá de su tumba, Ilom vive como un "héroe popular"; a pesar de sus esfuerzos, no puede prevenir que la gente pierde sus tierras. En la segunda mitad de la novela, el personaje central es un cartero, Nicho, y la historia gira en torno a la búsqueda de su esposa perdida. En el curso de su búsqueda, abandona sus funciones, atados como los son a la "sociedad de los blancos", y se transforma en un coyote, el cual representa a su espíritu guardián. Esta transformación es otra referencia a la cultura maya; la creencia en el nahualismo, o la capacidad del hombre de asumir la forma de su animal guardián, es uno de los muchos aspectos esenciales para la comprensión de los significados ocultos de la novela. A través de la alegoría, Asturias muestra cómo el imperialismo europeo domina y transforma las tradiciones indígenas en las Américas. Al final de la novela, como lo señala Jean Franco, "se ha perdido el mundo mágico de la leyenda indígena"; pero concluye con una "nota utópica", como las personas se convierten en hormigas para transportar el maíz que han cosechado. Escrito en forma de mito, la novela es experimental, ambiciosa y difícil de comprender. Por ejemplo, su "esquema de tiempo es un tiempo mítico en el que miles de años pueden ser comprimidos y vistos como un momento único"; además, el lenguaje del libro es "estructurado de manera análoga a las idiomas indígenas". Debido a su enfoque inusual, pasó algún tiempo antes de que la novela fue aceptada por los críticos y el público. La trilogía bananera Asturias escribió una trilogía épica sobre la explotación de los indígenas en las plantaciones bananeras. Esta trilogía se compone de tres novelas: Viento fuerte (1950), El Papa Verde (1954), y Los ojos de los enterrados (1960). Es un relato ficticio de los resultados del control extranjero sobre la industria bananera de América Central. Al principio, los volúmenes fueron solo publicados en Guatemala en pequeñas cantidades. Su crítica al control extranjero de la industria bananera y la forma en que los indígenas guatemaltecos fueron explotados, finalmente le valió el premio más alto de la Unión Soviética, el Premio Lenin de la Paz. Este reconocimiento marca Asturias como uno de los pocos autores reconocidos por sus obras literarias, tanto en el Occidente y el bloque comunista durante el período de la Guerra Fría. Mulata de tal Asturias publicó su novela Mulata de Tal en 1963, mientras que él y su esposa vivían en exilio en Génova. Su novela recibió muchas críticas positivas; Ideologies and Literature lo describió como "un carnaval encarnado en la novela. Representa una colisión entre el Mardi Gras maya y el barroco hispano." La novela surgió como una novela importante en la década de 1960.32 La novela incluye la mitología maya y la tradición católica para formar una alegoría distintiva de creencia. Gerald Martin en la Hispanic Review comentó que es "bastante obvio que todo el arte de esta novela se basa en su lenguaje". En general, Asturias coincide con la libertad visual de los dibujos animados, por utilizar todos los recursos que la lengua española le ofrece. Su uso del color es sorprendente y muchísimo más liberal que en las primeras novelas." Asturias construyó la novela con este uso singular del color, teoría liberal, y su uso característico de la lengua española. Su novela también recibió la Premio Silla Monsegur para la mejor novela hispano-americana publicada en Francia. Temas Identidad La identidad guatemalteca en la época postcolonial se ve influenciada por una mezcla de la cultura maya y europea. Asturias, mestizo él mismo, propuso un alma nacional híbrida para Guatemala (ladina en su lengua, maya en su mitología).59 Su búsqueda para crear una auténtica identidad nacional es fundamental en Leyendas de Guatemala, su primera novela publicada, y es un tema omnipresente en toda su obra. Cuando el entrevistador Günter W. Lorenz le preguntó cómo percibe su papel como escritor latinoamericano, él responde: “...Sentí que era mi vocación y mi deber de escribir sobre América, que algún día sería de interés para el mundo.” Más tarde en la entrevista, Asturias se identifica como portavoz de su pueblo, diciendo: "...Entre los indígenas hay una creencia en el Gran Lengua. Gran Lengua es el portavoz de la tribu. Y en cierto modo eso es lo que he estado: el portavoz de mi tribu." Política A lo largo de la carrera literaria de Asturias, se vio continuamente involucrado en la política. Se opuso abiertamente a la dictadura de Cabrera, y más tarde se desempeñó como embajador de Guatemala en varios países de América Latina y Europa. Sus opiniones políticas se reflejan en varias de sus obras e incluyen: la colonización española de América Latina y el declive de la civilización maya; los efectos de las dictaduras políticas en la sociedad; y la explotación del pueblo guatemalteco por empresas agrícolas extranjeras. Leyendas de Guatemala, se inspira libremente en la mitología y las leyendas mayas. El autor eligió de incluir leyendas que van desde la creación de los mayas hasta la llegada de los conquistadores españoles, cientos de años más tarde. Presenta a los colonizadores españoles en la historia "Leyenda del tesoro del Lugar Florido". En esta historia, un ritual de sacrificio se ve interrumpido por la inesperada llegada de "Los Hombres Blancos". La tribu se dispersa atemorizada por los intrusos, y su tesoro se quede atrás en las manos del hombre blanco. Jimena Sáenz argumenta que esta historia representa la caída de la civilización maya por los conquistadores españoles. Aunque en El Señor Presidente no se identifica explícitamente a la sociedad guatemalteca de principios del siglo XX como entorno de la novela, es evidente que el personaje del título fue inspirado en la dictadura de Manuel Estrada Cabrera de 1898-1920. El carácter del Presidente rara vez aparece en la historia, pero Asturias hace uso de varios otros personajes para demostrar los terribles efectos de la vida bajo la dictadura. Este libro fue una notable contribución al género de la novela hispanoamericana de la dictadura. Irónicamente, Asturias no pudo publicar el libro en Guatemala durante trece años, a causa de las estrictas leyes de censura de la dictadura de Jorge Ubico, quién gobernó Guatemala entre 1931 y 1944. Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial los Estados Unidos continuamente expandieron su presencia en las economías de América Latina. Compañías tales como la United Fruit Company manipularon políticos y explotaron la tierra, los recursos y los trabajadores guatemaltecos. El efecto general fue devastador en Guatemala y inspiró Asturias a escribir la trilogía bananera, un conjunto de tres novelas publicadas en 1950, 1954 y 1960. Las tres novelas revuelven en torno a la explotación de los trabajadores agrícolas indígenas y la presencia monopolista de la United Fruit Company en Guatemala. Asturias estaba preocupado con la marginación y pobreza de la población maya en Guatemala. Creía que el desarrollo socioeconómico en Guatemala era dependiente de una mejor integración de las comunidades indígenas, una distribución más equitativa de la riqueza en el país, y la reducción de las tasas de analfabetismo, entre otros temas prevalentes. La inclusión de algunos de los problemas políticos y socioeconómicos de Guatemala en sus novelas, atrajo la atención internacional a los mismos. Naturaleza Para Asturias, Guatemala y América son un país y un continente de naturaleza.65 Nahum Megged destaca que su trabajo encarna la "totalidad fascinante de la naturaleza" y que no utiliza la naturaleza únicamente como un telón de fondo para el drama.65 Observa que en sus libros los personajes que más están en armonía con la naturaleza son los protagonistas, mientras que los que perturban el equilibrio de la naturaleza son los antagonistas. El tema de la personificación erótica de la naturaleza es prevalente en sus novelas, como lo es también en Leyendas de Guatemala cuando escribe, “El tropico es el sexo de la tierra.” Estilo Asturias se inspiró en gran medida por la cultura maya de América Central, la cual forma un tema central en muchas de sus obras y tuvo una gran influencia en su estilo de narración. Influencia maya La sociedad guatemalteca que existe hoy en día se fundó sobre una base formada por la cultura maya. Antes de la llegada de los conquistadores españoles, los mayas representaban a una civilización muy avanzada política, económica y socialmente. Esta rica cultura maya ha tenido una influencia innegable en las obras literarias de Asturias. Creía en el carácter sagrado de las tradiciones mayas y trató de revitalizar su cultura con la incorporación de la imaginería y tradición indígena en sus novelas.68 Asturias, estudió en la Sorbona (la Universidad de París en ese momento) con Georges Raynaud, un experto en la cultura de los maya quichés. En 1926, terminó la traducción del Popol Vuh, el libro sagrado de los quichés.69 Fascinado por la mitología de los pueblos indígenas de Guatemala, escribió Leyendas de Guatemala.70 Esta obra narrativa vuelve a contar algunas de las historias folclóricas mayas de su tierra natal. Ciertos aspectos de la cultura de los indígenas eran de singular interés para Asturias. El maíz es una parte integral de la cultura maya. No sólo es un alimento básico, pero juega un papel importante en la historia de la creación maya descrito en el Popol Vuh. Esta historia en particular tuvo gran influencia en la novela Hombres de maíz, una fábula mitológica que introduce los lectores a la vida, los costumbres, y la psique del indígena maya. Asturias, que no habló ningún idioma maya, admite que sus interpretaciones de la psique indígena eran intuitivas y especulativas.72 Al adoptar tales libertades, hay grandes riesgos de error. No obstante, Lourdes Royano Gutiérrez afirma que su trabajo mantiene su validez, porque en esta situación literaria la intuición sirvió como una mejor herramienta que el análisis científico. Jean Franco clasifica a Asturias como un autor "indigenista", junto con Rosario Castellanos y José María Arguedas. Franco sostiene que estos tres escritores se vieron llevados a "romper con el realismo, precisamente, debido a las limitaciones del género a la hora de representar al indígena". En Hombres de maíz por ejemplo, Asturias utiliza un estilo lírico y experimental que según Franco es una forma más auténtica de representación de la mente de los indígenas, que la prosa tradicional. Cuando se le preguntó acerca de su método de interpretación de la psique Maya, Asturias, fue citado diciendo "Oí mucho, supuse un poco más e inventé el resto". Pese a sus "inventos", su capacidad de incorporar su conocimiento de la etnología maya en sus novelas, hacen su obra auténtica y convincente. Surrealismo y realismo mágico El surrealismo tuvo una influencia importante en las obras de Asturias. Caracterizado por su exploración de la mente subconsciente, el género permitió Asturias a cruzar los límites de la fantasía y la realidad. Aunque las obras de Asturias fueron generalmente consideradas como precursores del realismo mágico, el autor vio muchas similitudes entre ambos géneros. Al discutir la idea del realismo mágico en sus obras, vincula el género explícitamente al surrealismo. Sin embargo, no utilizó el término para describir su propia obra. En cambio, lo usó en referencia a las historias mayas que predatan la conquista de América por los europeos, historias como el Popol Vuh o los Anales de los Xahil. En una entrevista con su amigo y biógrafo Günter W. Loenz, Asturias discute cómo estas historias encajan su punto de vista del realismo mágico y como se relacionan con el surrealismo, diciendo: "Entre el "real" y el "mágico" hay una tercera clase de realidad. Se trata de una fusión de lo visible y lo tangible, la alucinación y el sueño. Es similar a lo que los surrealistas alrededor de [André] Breton querían y es lo que podríamos llamar "realismo mágico".60 A pesar de que ambos géneros tienen mucho en común, a menudo se considera que el realismo mágico nació en América Latina. Como se mencionó anteriormente, la cultura maya fue una inspiración importante para Asturias. Veía una relación directa entre el realismo mágico y la mentalidad indígena, diciendo: “...un indígena o un mestizo en una pequeña aldea podría describir cómo vio una enorme piedra convertirse en una persona o un gigante, o una nube en una piedra. Eso no es una realidad tangible, sino que implica una comprensión de las fuerzas sobrenaturales. Por eso, cuando tengo que darle una etiqueta literaria, lo llamo "realismo mágico". En el mismo sentido, Lourdes Royano Gutiérrez, argumenta que el pensamiento surrealista no es del todo diferente de la visión del mundo indígena o mestiza. Royano Gutiérrez describe esta visión del mundo como una en el que el limite entre realidad y sueño es poroso, no es concreto. De la citas de Asturias y Royano Gutiérrez se desprende que el realismo mágico se consideró un género adecuado para representar los pensamientos de un personaje indígena. El estilo del surrealismo/realismo mágico se ejemplifica en las obras Mulata de Tal y El señor presidente. Uso del lenguaje Asturias fue uno de los primeros novelistas latinoamericanos a darse cuenta del enorme potencial del lenguaje en la literatura. Tenía un estilo lingüístico muy profundo que empleaba para transmitir su visión literaria. En sus obras, el lenguaje es más que una forma de expresión o un medio para un fin, y puede ser muy abstracto. No es que el lenguaje da vida a su obra, sino que la forma orgánica del lenguaje utilizado por Asturias, tiene una vida propia dentro de su obra ("El lenguaje tiene vida propia"). Así, en "Leyendas de Guatemala" se nota un estilo rítmico y musical a la escritura. En muchas de sus obras utilizó técnicas que también se observan en textos precolombinos, como onomatopeyas, repeticiones y simbolismo. Su interpretación moderna del estilo de la escritura maya, se convirtió más tarde en su propio estilo característico. Asturias, sintetizó la dicción litúrgica encontrado en el Popol Vuh, con un vocabulario colorido y exuberante.75 Este estilo característico ha sido llamado "barroquismo tropical" por Royano Gutiérrez en su análisis de sus obras más importantes. En Mulata de Tal, Asturias fusiona el surrealismo con la tradición indígena en algo llamado "el Gran Lengua".75 En esta tradición maya, las personas confieren poder mágico a ciertas palabras y frases, de forma similar al canto de una bruja o una maldición. En sus narraciones, Asturias devuelve el poder a las palabras y les permite hablar por sí mismos: "Los toros toronegros, los toros torobravos, los toros torotumbos, los torostorostoros". Asturias utiliza un vocabulario maya significativo en sus obras. Para un mejor entendimiento de la rica combinación de las palabras coloquiales guatemaltecas y indígenas, se ha incluido un glosario al final de Hombres de maíz, Leyendas de Guatemala, El Señor Presidente, Viento Fuerte, y El Papa verde. Legado * Después de su muerte en 1974, el gobierno reconoció su contribución a la literatura guatemalteca mediante la creación de premios literarios y becas en su nombre. Uno de ellos es el premio literario más distinguido del país, el Premio Nacional de Literatura "Miguel Ángel Asturias". Además, en su honor el teatro nacional de la Ciudad de Guatemala lleva su nombre: Centro Cultural Miguel Ángel Asturias * Asturias es recordado como un hombre que creía firmemente en el reconocimiento de la cultura indígena en Guatemala. En las palabras de Gerald Martin, Asturias es uno de los "escritores ABC" —Asturias, Borges, Carpentier— quienes, según Martin, "realmente iniciaron el modernismo latinoamericano."80 Por su experimentación con estilo y lenguaje, algunos científicos lo consideran un precursor del realismo mágico. Los críticos comparan su obra de ficción a la de Franz Kafka, James Joyce y William Faulkner por su uso del estilo de 'corriente de la conciencia'.82 Su obra ha sido traducida en numerosos idiomas, incluyendo inglés, francés, alemán, sueco, italiano, portugués, ruso y muchos más. Referencias Wikipedia-http://es.wikipedia.org/wiki/Miguel_%C3%81ngel_Asturias




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