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José Bergamín

José Bergamín Gutiérrez (Madrid, 30 de diciembre de 1895 - San Sebastián, Guipúzcoa, 28 de agosto de 1983) fue un escritor, ensayista, poeta y dramaturgo español. Sus restos están enterrados en Fuenterrabía Infancia y juventud Su padre llegó a ser presidente del cantón de Málaga; su madre fue una católica fervorosa; nunca renegó de esta doble herencia y toda su vida trató de congraciar catolicismo y comunismo ("con los comunistas hasta la muerte... pero ni un paso más", dirá). Estudió leyes en la Universidad Central. Sus primeros artículos aparecieron en la revista Índice, dirigida por Juan Ramón Jiménez, en los años 1921 y 1922; su amistad con el gran poeta será tan intensa y duradera como la que sostuvo con Miguel de Unamuno, que es también una de las principales fuentes intelectuales en su obra. Fue en la revista Índice donde, según él, surgió toda la nómina de escritores de la Generación del 27, marbete que detestaba, pues el prefería denominarla "Generación de la República". La crítica oficial le ha negado siempre su pertenencia a dicho grupo y le clasifica más bien entre los miembros de la Generación de 1914 o Novecentismo, pero la verdad es que participó en los comienzos del 27, colaboró en todas sus publicaciones y fue editor de sus primeros libros, por lo que puede decirse que fue uno de sus representantes más genuinos. Por otra parte, se considera a Bergamín como el principal discípulo de Unamuno y uno de los mejores ensayistas en español del siglo XX, y se aprecia en sus escritos la calidad de página de un consumado y original estilista. Sus temas preferidos van desde los mitos literarios a España, el Siglo de Oro, la mística, la política o la tauromaquia.También fundó unos de los colegios más antiguos de Málaga, llamado Bergamín, y que en su época era uno de los mejores colegios de Málaga en el que hasta ahora se conserva muchos objetos, libros, cuadernos etc... Pero es precisamente la originalidad de su obra literaria y su gusto unamuniano por lo paradójico lo que ha desconcertado a los historiadores menos sensibles de la literatura española, perjudicando a su fama pese a su activísima labor literaria en el terreno del aforismo, el ensayo, la lírica, la edición y el teatro. Eso no le importaba demasiado y, de hecho, él mismo deseó convertirse en lo que fue: un auténtico fantasma en el mundo cultural español. Dictadura de Primo de Rivera y República Opuesto a la dictadura de Miguel Primo Rivera, participó en un mitin político en Salamanca junto a Unamuno en apoyo de los ideales republicanos. Ocupó además por breve tiempo el cargo de Director General de Seguros en el primer Ministerio de Trabajo republicano a las órdenes de Largo Caballero. En 1933 fundó y dirigió Cruz y Raya, "revista del más y del menos" o "de la afirmación y la negación", sin duda la publicación más original, abierta e independiente de entonces y donde participaron numerosos autores del 27. Su último número, el 39, aparece en junio de 1936, días antes del inicio de la Guerra Civil, y muere con la República. Guerra Civil Durante la Guerra Civil Bergamín presidió la Alianza de Intelectuales Antifascistas y fue nombrado agregado cultural en la Embajada española en París, donde se ocupó en buscar apoyos morales y financieros para la decaída República; su nombre está asociado en esta época a casi todas las empresas culturales durante la contienda. Escribe en las revistas El mono azul, Hora de España y Cuadernos de Madrid. Preside en 1937 en Valencia el segundo Congreso Internacional de Escritores en Defensa de la Cultura, que reunió a más de un centenar de intelectuales llegados de casi todas partes del mundo. Durante la República Bergamín alcanzó la cúspide de su prestigio intelectual, multiplicándose en todos los frentes literarios y periodísticos y consiguiendo que España fuese la sede del Congreso Internacional de Escritores en 1937, además de hacer a Pablo Picasso el encargo oficial del Guernica para la Exposición de ese mismo año. El escritor adoptó una postura muy radical, llegándose a pasear con pistola en mano por las calles de Madrid, apareciendo escritos suyos en El mono azul en los que de forma devastadora satirizaba a muchos junto a la triste sección A paseo que invitaba a los asesinatos. Confiesa el novelista Andrés Trapiello que Bergamín, “como intelectual orgánico que justificaba los asesinatos de comunistas y trotskistas no ofrece dudas”. Jamás se retractó de actitudes y opiniones como las citadas. Posguerra y exilio Al triunfar Franco se fue al exilio llevándose un ejemplar de Poeta en Nueva York que le había dado Federico García Lorca poco antes de morir, el cual editará él mismo. Marchó primero a México y luego a Venezuela, Uruguay y finalmente Francia. En México fundó la revista España peregrina, que recogió las aspiraciones de los escritores exiliados, y la Editorial Séneca, donde aparecieron las primeras Obras completas de Antonio Machado y obras de Rafael Alberti, César Vallejo, Federico García Lorca y Luis Cernuda, entre otros. Volvió a España en 1958 y en 1961 sacó sus Renuevos de Cruz y Raya, que editaría en la Cruz del Sur de Arturo Soria, quien había regresado de su exilio en Chile. Arrestado como sospechoso por sus relaciones con la oposición al régimen, su apartamento fue quemado. Ante tantas hostilidades, y sobre todo por haber firmado un manifiesto con más de cien intelectuales dirigido a Manuel Fraga Iribarne en que se denunciaban torturas y represión contra los mineros asturianos, tuvo que exiliarse de nuevo en 1963 por orden expresa de Fraga tras una polémica con Torcuato Luca de Tena en el diario ABC al publicar este una Contestación a Pepito Bergamín —donde le tachaba de comunista tras leer un artículo suyo publicado en América—; regresó definitivamente en 1970. Regreso a España Vivió en Madrid muchos años y se convirtió en un disidente del proceso político conocido como la Transición Española, lo que le supuso ser expulsado sucesivamente de varios periódicos. Fue republicano en las primeras elecciones democráticas y publicó el manifiesto Error monarquía; "mi mundo no es de este reino", escribirá. Obsesionado con sus sueños políticos de vuelta de la República, acabó sus días apoyando a los independentistas vascos con su trabajo en el diario Egin y en la revista Punto y Hora de Euskal Herria y a la coalición independentista Herri Batasuna, aunque manteniendo un tono poético que está a la altura de lo mejor del cancionero popular, no inferior a Machado o Juan Ramón Jiménez. Los últimos años de su vida los vivió en el País Vasco. El tema de España se halla también muy presente en su obra, y acaso expresó su postura de la forma más sintética en su soneto Ecce España. José Bergamín tuvo como última decisión la de ser enterrado en Fuenterrabía para no dar mis huesos a tierra española. Obras Prosa * El cohete y la estrella Madrid; Índice, 1923. * Caracteres Málaga, «Litoral» 1926. * La cabeza a pájaros, Cruz y Raya, Ediciones del árbol, 1934 (Dibujo de Benjamín Palencia) * El arte de birlibirloque; La estatua de Don Tancredo; El mundo por montera Santiago de Chile; Madrid: Cruz del Sur, 1961. * Ilustración y defensa del toreo Torremolinos: Litoral, 1974. * Mangas y capirotes: (España en su laberinto teatral del XVII) Madrid: Plutarco, 1933. Segunda edición Buenos Aires, Argos, 1950. * El cohete y la estrella; La cabeza a pájaros Madrid: Cátedra, 1981. * La más leve idea de Lope Madrid: Ediciones del Árbol, 1936. * Presencia de espíritu Madrid: Ediciones del Árbol, 1936. * El alma en un hilo [México, D.F.]: Séneca, 1940. * Detrás de la cruz: terrorismo y persecución religiosa en España México: Séneca, (1941) * El pozo de la angustia Barcelona: Anthropos, 1985. * La voz apagada: (Dante dantesco y otros ensayos) México: Editora Central, 1945. * La corteza de la letra: (palabras desnudas) Buenos Aires: Losada, 1957. * Lázaro, Don Juan y Segismundo Madrid: Taurus, 1959. * Fronteras infernales de la poesía Madrid : Taurus, 1959. * La decadencia del analfabetismo; La importancia del demonio Santiago de Chile; Madrid: Cruz del Sur, 1961. * Al volver Barcelona: Seix Barral, 1962. * Beltenebros y otros ensayos sobre literatura española Barcelona [etc? : Noguer, 1973. * De una España peregrina Madrid: Al-Borak, 1972. * El clavo ardiendo Barcelona: Aymá, 1974. * La importancia del demonio y otras cosas sin importancia Madrid: Júcar, 1974. * El pensamiento perdido: páginas de guerra y del destierro Madrid: Adra, 1976. * Calderón y cierra España y otros ensayos disparatados Barcelona: Planeta, 1979. * La música callada del toreo Madrid : Turner, 1989. * Aforismos de la cabeza parlante. Madrid : Turner, 1983. * La claridad del toreo Madrid: Turner, 1987. * Al fin y al cabo: (prosas) Madrid : Alianza, 1981. * Cristal del tiempo Fuenterrabía: Hiru, 1995. * El pensamiento de un esqueleto: antología periodística Torremolinos: Litoral, 1984. * Prólogos epilogales Valencia: Pre-Textos, 1985. * Escritos en Euskal Herria Tafalla: Txalaparta, 1995. * Las ideas liebres: aforística y epigramática, 1935-1981 Barcelona: Destino, 1998. Teatro * Enemigo que huye: Polifemo y Coloquio espiritual (1925-1926) Madrid: Biblioteca Nueva, 1927. * Tanto tienes cuanto esperas y el cielo padece fuerza o la muerte burlada, en «El Hijo pródigo», núms.10-11, 1944. * La hija de Dios; y La niña guerrillera México: Manuel Altoaguirre, 1945. * ¿Adónde iré que no tiemble?. «Revista de Guatemala» nº1, Guatemala, 1951. * Melusina y el espejo. Montevideo, Escritura, 1952. * Medea la encantadora(1954). Reeditada en «Primer Acto» nº44, Madrid, 1963. * Los tejados de Madrid o el amor anduvo a gatas, «Primer Acto» nº21, Madrid, 1961. * La risa en los huesos Madrid : Nostromo, 1973. Contiene: Tres escenas en ángulo recto(1925) y Enemigo que huye(1927). * Los filólogos. Madrid : Turner, 1978. * Don Lindo de Almería : (1926) Valencia : Pre-Textos, 1988. Poesía * Rimas y sonetos rezagados. Santiago de Chile y Madrid, Renuevos de Cruz y Raya, núms.6-7, 1962. * Duendecitos y coplas Santiago de Chile; Madrid: Cruz del Sur, 1963. * La claridad desierta Madrid: Turner, 1983. * Del otoño y los mirlos: Madrid, El Retiro : otoño 1962 Barcelona: RM, 1975. * Apartada orilla : (1971-1972) Madrid : Turner, 1976. * Velado desvelo : (1973-1977) Madrid : Turner, 1978. * Esperando la mano de nieve : (1978-1981) Madrid: Turner, 1985. * Canto rodado Madrid: Turner, 1984. * Hora última Madrid: Turner, 1984. * Por debajo ferenciasdel sueño: antología poética Málaga: Litoral, 1979. * Poesías casi completas Madrid: Alianza, 1984. * Antología poética Madrid: Castalia, 1997. * Poesías completas I, Edición a cargo de Nigel Dennis, Valencia-Madrid, Pre-Textos, 2008. Referencias Wikipedia-http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Bergam%C3%ADn

Luis Felipe Vivanco

Luis Felipe Vivanco (San Lorenzo de El Escorial, 22 de agosto de 1907 - Madrid, 21 de noviembre de 1975) fue un arquitecto y poeta español. Hijo de un juez, los diferentes destinos de su padre le llevan durante su infancia a diversas ciudades de España. En 1915 la familia se establece en Madrid, ciudad en la que Vivanco pasará la mayor parte de su vida. Estudió Primaria y Bachillerato en el Colegio El Pilar y más adelante en la escuela de Arquitectura de Madrid. En estos años universitarios compone una serie de poemas vanguardistas que publicará en 1958 en Memoria de la plata. De esa época también data su amistad con Rafael Alberti y Xavier Zubiri. Tras terminar Arquitectura en 1932 siguió también cursos de Filosofía y Letras. En esta Facultad, de la que también son alumnos Germán Bleiberg y Juan Panero, conocerá a Luis Rosales. Pasó una larga temporada reponiéndose de tifus en la Sierra de Guadarrama. Publicó sus primeros trabajos en la revista Cruz y Raya de su tío José Bergamín, a la vez que trabajaba como arquitecto con otro de sus tíos, Rafael Bergamín (realizando parte de las casas de la Colonia de El Viso). Conoce también a Pablo Neruda. Al estallar la guerra civil, diversas circunstancias familiares hacen que, a pesar de su declarado republicanismo, se decante a favor de Franco y realice poesía propagandista. Fue colaborador de la revista Escorial (1940), junto a Luis Rosales, Leopoldo Panero, a quien visitaba regularmente en su casa de Castrillo de las Piedras y Dionisio Ridruejo, todos ellos son considerados la generación del 36. En esta revista cultivó una poesía intimista, realista, de carácter mediativo y trascendente. En su obra, la naturaleza adquiere un valor trascendente que conduce a la experiencia religiosa. Además de la poesía religiosa, otros de sus temas habituales son la familia y la vida cotidiana. Tenia un caracter taciturno y mas bien triste. Obra * Cantos de primavera (1936) * Tiempo de dolor (1940) * Continuación de la vida (1949) * Introducción a la poesía española contemporánea (1957) * El descampado (1957) * Memoria de la plata (1958) * Lecciones para el hijo (1966) * Moratín y la ilustración mágica (1972) * Prosas propicias (1972) Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Felipe_Vivanco

José Iglesias de la Casa

Josef o José Iglesias de la Casa (Salamanca, 31 de octubre de 1748 - Carbajosa de la Sagrada, Salamanca, 26 de agosto de 1791), sacerdote y poeta español, que no debe confundirse con su hermano del mismo nombre, el escribano coetáneo y autor de Noticias de Salamanca desde la era cristiana hasta 1600, entre ellas el episcopologio, manuscrito inédito. De noble linaje, estudió humanidades en la Universidad de Salamanca y recibió de sus compañeros el mote poético de Arcadio. También cultivó la música y la pintura; es muy probable que hasta sus treinta y cinco años en que se ordenó de sacerdote, viviera de su trabajo como artífice de platero, profesión de su padre. En 1784 se ordenó sacerdote en Madrid. Como premio a su vena poética el ilustrado obispo salmantino Felipe Bertrán, también protector de Pedro Estala, le otorgó los curatos de Ladronigo, Carabias, Carbajosa y Santa Marta. En su madurez se dedicó más al género bucólico, de acuerdo con su estado eclesiástico. Escribió también poemas didácticos como La niñez laureada (Salamanca, 1785), sobre el examen del niño Picornell, presunto beneficiario del método pedagógico innovador de su padre, el luego revolucionario Juan Bautista Picornell, o La Teología (Salamanca, 1790). También hizo paráfrasis de los Salmos de David, églogas, apólogos, anacreónticas y letrillas al estilo barroco de Quevedo y Góngora, que fueron muy populares y siempre atrevidas. Según Juan Pablo Forner, que sabía de lo que hablaba, era Iglesias: Un socarrón de primer orden y hombre que diría una pulla en verso al mismísimo Apolo en sus doradísimas barbas. Compuso también una elegía, El llanto de Zaragoza. Destacó, pues, como poeta satírico en sus letrillas, epigramas y sátiras, que demuestran lo mejor de su genio, mientras que resultan algo falsas y postizas sus églogas y desmayados sus poemas didácticos. Se le ha agrupado en la llamada Escuela Poética Salmantina, con otros ingenios de la misma como el citado Forner, Juan Meléndez Valdés, José Somoza, fray Diego Tadeo González y Francisco Sánchez Barbero; es, pues, un restaurador del lenguaje castizo y equilibrado de la lírica del siglo XVI y XVII; en sus obras hay huellas de las letrillas de Luis de Góngora y Francisco de Quevedo, así como de los epigramas latinos de Marcial (algunos de los cuales traduce) y andaluces de Baltasar del Alcázar. En las églogas se nota la impronta de Bernardo de Balbuena, y, por otra parte, en la poesía ligera, de Anacreonte y Esteban Manuel de Villegas. En sus Odas es perceptible el magisterio de Horacio y de fray Luis de León. Compuso varias Églogas; sus Idilios imitan los de Gessner y Young; también 17 anacreóntica; 35 letrillas forman La esposa aldeana. También dedicó al obispo Felipe Bertrán su Al Ilmo. Sr. d. Felipe Beltrán, dignísimo obispo de Salamanca, en su empleo de Inquisidor General de España, canción pindárica (1775) Publicó un libro de treinta romances titulado La lira de Medellín, en que domina el tema de los maridos consentidores, "cartujos" o cornudos, y otro de parodias que llamó trovas de algunas de las más famosas composiciones de nuestro Parnaso. Sus Poesías fueron publicadas póstumas en 1795. La edición de 1798 fue colocada en el Index por la Inquisición. Esta acción fue rechazada por sus más cálidos amigos, como Francisco de Tójar o Tóxar, que publicó un folleto titulado Memoria en defensa de las poesías póstumas de don José Iglesias de la Casa, Presbítero; dirigida al Santo Tribunal de Valladolid, por Don Francisco de Tóxar (Salamanca, 1803). Entre las ediciones más conocidas de sus trabajos están las de Barcelona (1820 y 1837), París (1821) y Madrid (1841). Se encuentran fácilmente en la Biblioteca de Autores Españoles, vol. LXI, que contiene cerca de 38 letrillas. Raymond Foulché-Delbosc encontró todavía algunos poemas inéditos que editó en 1895 en su Revue Hispanique. Notas Obras * El piscator historial de Salamanca para el año de 1773 (1774): calculo astronomico y prognostico diario de quartos de luna segun el Meridiano Matritense: computo eclesiastico u kalendario de los Santos y festividades... ; con un curioso diario-historico en verso lyrico, de los sucesos mas notables que han acaecido en el mundo... Madrid: Andrés Ortega, 1773 y 1774. * El Piscator historial de Salamanca para el año de 1777: calculo astronomico, y pronostico diario de quartos de luna segun el meridiano Matritense : computo eclesiastico, y kalendario de los santos, y festividades: con la III parte del diario-historico en verso lyrico, de los sucesos mas notables, que han acaecido en el mundo en todos los dias del año..., Salamanca: Oficina de la Santa Cruz, por Domingo Casero, [1776]. * El Piscator Historial de Salamanca para el año de 1778: calculo astronomico y pronostico diario de quartos de luna segun el meridiano matritense : computo eclesiastivo y kalendario de los santos, y festividades : con la IV parte del diario-historico en verso lyrico, de los sucesos mas notables, que ha acaecido en el mundo en todos los dias del año adornado de variedad de noticias, antiguas, y modernas, politicas, y sagradas, Salamanca: Imprenta de la Santa Cruz, por Domingo Casero, [¿1778?] * El Piscator Historial de Salamanca para el año de 1779: calculo astronomico, y pronostico diario de quartos de luna, segun el meridiano matritense: computo eclesiastico, y kalendario de los santos, y festividades: con una descripcion historico-geografica de Castilla la Vieja, noticia de sus ciudades, y poblaciones, su fundacion, sitio, vecindad, y cosas notables; Salamanca: Imprenta de la Santa Cruz por Domingo Casero, [¿1779?] * El Piscator Historial de Salamanca para el año de 1780: calculo astronomico, y pronostico diario de quartos de luna, segun el meridiano matritense: computo eclesiastico, y kalendario de los santos, y festividades : con una descripcion historico-geografica del reyno de Leon, noticia de sus ciudades, y poblaciones, su fundación, sitio, vecindad, y cosas notables Salamanca: Imprenta de la Santa Cruz, por Domingo Casero, [¿1780?] * El Piscator Historial de Salamanca para el año de 1781: calculo astronomico, y pronostico diario de quartos de luna, segun el meridiano matritense : computo eclesiastico, y kalendario de los santos, y festividades: con una descripcion historico-geografica del reyno de Castilla la Nueva, noticia de sus ciudades, y poblaciones, su fundacion, sitio vecindad, y cosas notables Salamanca: Imprenta de la Santa Cruz, [¿1781?] * El Piscator Historial de Salamanca para el año de 1782 : calculo astronomico, y pronostico diario de quartos de luna, segun el meridiano matritense : computo eclesiastico, y kalendario de los santos, y festividades : con una descripcion historico-geografica de la provincia de Estremadura, noticia de sus ciudades, y poblaciones, su fundacion, sitio, vecindad, y cosas notables, Salamanca: Oficina de la Santa Cruz, por Domingo Casero [¿1782?] * La Niñez laureada, poema en loor de D. Juan Picornell y Obispo, de edad de tres años, seis meses, y veinte y quatre dias, examinado publicamente por los doctores, y maestros de la Universidad de Salamanca, en una de sus aulas, el dia tres de abril de 1785, Salamanca, Domingo Casero, 1785. * La Teología Salamanca, Impr. de F. de Toxar, 1790. * Poesías jocosas y serias (Salamanca, 1793) * Al Ilmo. Sr. d. Felipe Beltrán, dignísimo obispo de Salamanca, en su empleo de Inquisidor General de España, canción pindárica Valencia: Benito Monfort, 1775. * La esposa aldeana * La lira de Medellín. * Llanto de Zaragoza. Elegias al incendio de el Coliseo de esta Ciudad en 12 de Noviembre de 1778. Salamanca: Domingo Casero, s. a. * Oficio devoto para alabar al Criador en los siete dias de la semana, Salamanca: Francisco de Tóxar, 1802. * Poesias de Josef Iglesias de la Casa. 2, Nueva edic. complecta, Madrid, 1821. * Poesías póstumas... Salamanca, F. de Toxar, 1793 * Poesías póstumas de… don Josef Iglesias de la Casa, presbítero. Tomo Primero, que contiene las poesías serias considerablemente aumentadas en esta segunda edición Salamanca: Francisco de Tóxar, 1798. * Poesías póstumas de don Josef Iglesias de la Casa, presbítero. Tomo segundo, que contiene las poesías jocosas considerablemente aumentadas en esta segunda edición. Salamanca: Francisco de Tóxar, 1798. * Poesías póstumas. I. Contiene las pastoriles y líricas. Barcelona: Imprenta de Sierra y Martí, 1820. * Poesías póstumas. II. Contiene todas las jocosas, Barcelona: Imprenta de Sierra y Martí, 1820. * Poesías póstumas, Madrid: Cruz González, 1835, 2 tomos en 4 vols. Poesías póstumas: adicionadas con la vida del autor, Barcelona: Oliva, 1837, 3 vols. Referencias Wikipedia-http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Iglesias_de_la_Casa

Juan de Iriarte

Juan de Iriarte y Cisneros (La Orotava, actual Puerto de la Cruz, Islas Canarias, 15 de diciembre de 1702 - †Madrid, 23 de agosto de 1771), helenista, latinista, bibliógrafo, lexicógrafo y poeta español de la Ilustración, tío del poeta y dramaturgo Tomás de Iriarte y Nieves Ravelo, (Puerto de la Orotava, Tenerife, 18 de septiembre de 1750 - Madrid, 17 de septiembre de 1791), y de los diplomáticos Bernardo de Iriarte y Nieves Ravelo, (1735, Puerto de la Cruz - 1814, Burdeos), y Domingo de Iriarte y Nieves Ravelo, (1739 - 1795), Embajador en Polonia hacia el fin de sus días, entre otras cosas. Jaime bigotillo= A los once años fue enviado a París (1713) para completar su educación; dos años después pasó a Ruan en compañía de monsieur Hely, amigo de su padre y antiguo cónsul de Francia en las Islas Canarias; pero fueron tan singulares los progresos del muchacho en todas las disciplinas, que sobrepasó a todos sus condiscípulos y se creyó conveniente enviarlo de nuevo a París, al Liceo Louis-le-Grand, donde le tocó ser alumno de Voltaire y pasó los ocho siguientes años. En 1723 abandonó el colegio y se trasladó a Londres para completar sus estudios, de forma que terminó dominando el griego, el latín, el francés y el inglés como su misma lengua nativa. Luego regresó a su isla natal, pero como se encontró con el fallecimiento de su padre y ahí sus talentos permanecían desaprovechados, marchó en 1724 a Madrid, donde obtuvo la protección del jesuita escocés Guillermo Clarke, confesor y bibliotecario de Felipe V; ocupó, pues, cargos de confianza en Palacio y fue nombrado en 1729 Oficial Escribiente de la recién fundada Biblioteca Real, y tres años más tarde Bibliotecario de Asiento. En tales labores editó en 1729 una Regia Matritensis Bibliotheca Geographica et Chronologica, el primer catálogo publicado por la Biblioteca Pública Real. El Bibliotecario Mayor de la institución e historiador Juan de Ferreras hizo posible que Iriarte fuera designado preceptor de los hijos de los Duques de Béjar y de Alba (1725) y del infante don Manuel de Portugal. Tomó parte en la redacción del Diario de los Literatos (1737) como crítico literario, junto a ilustrados de la talla de Gregorio Mayáns y Siscar y Lorenzo Hervás y Panduro. Escribió una Gramática latina en verso con comentario en prosa, lo que le valió elogios como humanista. Por ello el ministro marqués de Villarias creyó conveniente nombrarlo oficial traductor de la primera Secretaría de Estado el 21 de febrero de 1742 y en razón de este cargo redactó despachos latinos para las diversas cortes de Europa, así como las inscripciones oficiales puestas en las tumbas de los reyes, palacios, conventos, puentes y calzadas, hasta el mismo momento de su muerte. Al año siguiente es nombrado miembro supernumerario de la Real Academia Española y de número el 21 de septiembre de 1747. También se le eligió en la de Bellas Artes de San Fernando en 1752. Su discurso de entrada en la primera versó Sobre la imperfección de los diccionarios que, junto con sus trabajos como director del gran Diccionario latino-español que el gobierno le había mandado redactar, es su principal contribución a la lexicografía. Compuso además una Paleografía griega y una Bibliotheca graeca en la que describía no menos de cincuenta códices griegos de la Real que copió el famoso Constantino Lascaris y que estaban bajo su custodia. Sus trabajos bibliográficos, sin embargo, se extendieron más lejos, y se le debe, además, una Lista de los Principales Manuscritos de la Librería de los Marqueses de Villena. Sacada de la Hijuela Authentica de los bienes que quedaron por muerte del Marqués Don Andrés Pacheco, en 9 de octubre de 1748. Por la tarde por mí mismo, que se conserva en la Biblioteca de la Fundación Juan March. También convenció al padre Enrique Flórez, gran amigo suyo, para que comenzase su monumental España sagrada. Sobresalió, por otra parte, como poeta latino (Tauromaquia matritensis, sive taurorum ludi, 1725), y en este campo sus versos latinos fueron más celebrados que los que también compuso en castellano, aunque entre estos últimos sus muy concisos epigramas, de los que compuso ciento catorce, resultan memorables; a título de ejemplo: El señor don Juan de Robres, con caridad sin igual, hizo este santo hospital... y también hizo los pobres. Él mismo dio del género una definición que ha pasado a ser popular: A la abeja semejante, para que cause placer, el epigrama ha de ser Para esta forma escoge el octosílabo, por lo general redondillas o cuartetas asonantadas; sus gustos en estilo eran muy neoclásicos, como demuestra el epigrama que consagró a Luis de Góngora: "Del obscuro Licofrón / mereces, Góngora, el nombre; / que si él fue griego entre griegos, / tú eres griego entre españoles". Como gramático redactó también Sobre los verbos reflexivos y recíprocos, 1756; Advertencias sobre la sintaxis castellana, 1755 y una Gramática latina en verso castellano, 1764, reimpresa al poco de su muerte al cuidado de su sobrino Tomás. Las Obras sueltas de don Juan de Iriarte salieron a expensas de la aristocracia madrileña en dos elegantes tomos en cuarto mayor publicados en 1774 con un retrato compuesto y dibujado por Maella y grabado por Carmona. Obras * Obras sueltas de don Juan de Iriarte, Madrid, 1774, dos vols. * Regiae Bibliothecae Matritensis Codices Mss. Joannes Iriarte, eiusdem Custos, Manuscriptorum museo olim praepositus, idemque Regis Interpres intimus, excussit, recensuit, notis, indicibus, anecdotis pluribus evulgatis illustravit (1729) * Artículos diversos en el Diario de los Literatos (1737) * Sobre la imperfección de los diccionarios, discurso de ingreso en la Real Academia Española de la Lengua, 1747. * Colección de refranes castellanos traducidos en metros latinos, 1749. * Sobre los verbos reflexivos y recíprocos, 1756. * Advertencias sobre la sintaxis castellana, 1755. * Gramática latina en verso castellano, 1764. * Paleografía griega, 1760. * Bibliotheca graeca * Crítica a las endechas de don Antonio de Solís a la conversión de San Francisco de Borja. * Tauromaquia matritensis, sive taurorum ludi, Lista de los Principales Manuscritos de la Librería de los Marqueses de Villena. 1725. * Lista de los Principales Manuscritos de la Librería de los Marqueses de Villena. Sacada de la Hijuela Authentica de los bienes que quedaron por muerte del Marqués Don Andrés Pacheco, en 9 de octubre de 1748. Por la tarde por mí mismo. pequeño, dulce y punzante. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_de_Iriarte

Benito Pérez Galdós

(Las Palmas de Gran Canaria, 1843 - Madrid, 1920) Novelista, dramaturgo y articulista español, máximo representante (junto con Leopoldo Alas «Clarín») de las corrientes realista y naturalista en la narrativa española. Benito Pérez Galdós nació en el seno de una familia de la clase media de Las Palmas, hijo de un militar. Recibió una educación rígida y religiosa, que no le impidió entrar en contacto, ya desde muy joven, con el liberalismo, doctrina que guió los primeros pasos de su carrera política. Cursó el bachillerato en su tierra natal, y en 1867 se trasladó a Madrid para estudiar derecho, carrera que abandonó para dedicarse a la labor literaria. En 1870 apareció su primera novela, La sombra, de factura romántica, a la que siguió ese mismo año La fontana de oro, que parece preludiar los Episodios Nacionales. Dos años más tarde, poco después de la muerte de su padre y mientras trabajaba como articulista para La Nación, Benito Pérez Galdós emprendió la redacción de los Episodios Nacionales, probablemente inspirado en los relatos de guerra de su progenitor, que había participado en la guerra contra Napoleón. El éxito inmediato de la primera serie, que se inicia con la batalla de Trafalgar, lo empujó a continuar con la segunda, que acabó en 1879 con Un faccioso más y algunos frailes menos. En total, veinte novelas enlazadas por las aventuras folletinescas de su protagonista. Durante este período también escribió novelas como Doña Perfecta (1876) o La familia de León Roch (1878), obra que cierra una etapa literaria señalada por el mismo autor, quien dividió su obra novelada entre «Novelas del primer período» y «Novelas contemporáneas». Este segundo grupo se inicia en 1881, con la publicación de La desheredada. Según confesión del propio escritor, con la lectura de La taberna, de Zola, descubrió el naturalismo, lo cual cambió la manière de sus novelas, que incorporarán a partir de entonces métodos propios del naturalismo, como es la observación científica de la realidad a través, sobre todo, del análisis psicológico, aunque matizado siempre por el sentido del humor. Bajo esta nueva manière escribió alguna de sus obras más importantes, como Fortunata y Jacinta (1886-1887), Miau (1888) y Tristana (1892). Todas ellas forman un conjunto homogéneo en cuanto a identidad de personajes y recreación de un determinado ambiente: el Madrid de Isabel II y la Restauración, en el que Galdós era una personalidad importante, respetada tanto literaria como políticamente. En 1886, a petición del presidente del partido liberal, Sagasta, Benito Pérez Galdós fue nombrado diputado de Puerto Rico, cargo que desempeñó (a pesar de su poca predisposición para los actos públicos) hasta 1890, con el fin de la legislatura liberal y, al tiempo, de su colaboración con el partido. También fue éste el momento en que se rompió su relación secreta con Emilia Pardo Bazán e inició una vida en común con una joven de condición modesta, con la que tuvo una hija. Un año después, coincidiendo con la publicación de una de sus obras más aplaudidas por la crítica, Ángel Guerra, ingresó (tras un primer intento fallido en 1883) en la Real Academia Española. Durante este período escribió algunas novelas más experimentales, en las que, en un intento extremo de realismo, utilizó íntegramente el diálogo, como Realidad (1892), La loca de la casa (1892) y El abuelo (1897), algunas de las cuales adaptó también para la escena. El éxito teatral más importante, sin embargo, lo obtuvo con la representación de Electra (1901), obra polémica que provocó numerosas manifestaciones y protestas por su contenido anticlerical. Durante los últimos años de su vida se dedicó a la política; en la convocatoria electoral de 1907 fue elegido por la coalición republicano-socialista, cargo que le impidió, debido a la fuerte oposición de los sectores conservadores, obtener el Premio Nobel. Paralelamente a sus actividades políticas, problemas económicos le obligaron a partir de 1898 a continuar los Episodios Nacionales, de los que llegó a escribir tres series más. Referencias Biografías y Vidas – https://www.biografiasyvidas.com/biografia/p/perez_galdos.htm

Duque de Rivas

Ángel María de Saavedra y Ramírez de Baquedano, III duque de Rivas, grande de España, más conocido por su título nobiliario de duque de Rivas, (Córdoba, 10 de marzo de 1791 – Madrid, 22 de junio de 1865) fue un escritor, dramaturgo, poeta, pintor y político español, conocido por su famoso drama romántico Don Álvaro o la fuerza del sino (1835). Fue presidente del gobierno español (Consejo de Ministros entonces) en 1854, durante sólo dos días. Contando sólo un año de edad, su padre, don Juan Martín de Saavedra fue condecorado con el título de Grande de España. Abocado a la carrera militar por su condición de segundón (su hermano mayor, Juan Remigio heredaría el ducado a la muerte del padre de ambos), ingresó en 1802 en el Real Seminario de Nobles de Madrid permaneciendo en él hasta 1806. Con tan solo nueve años ya le correspondían por linaje la Cruz de Caballero de Malta, la banderola de la Guardia de Corps supernumerario, el hábito de Santiago, etc. En 1807 fue alférez de la Guardia Real. Luchó con valentía contra las tropas napoleónicas siendo herido en la Batalla de Ontígola (1809). El General Castaños le nombró capitán de la Caballería Ligera. Obtuvo también el nombramiento de primer ayudante de Estado Mayor. En 1823, Rivas fue condenado a muerte por sus creencias liberales y haber participado en el golpe de estado de Riego en 1820. Además se le confiscaron sus bienes y huyó a Inglaterra. Luego pasó a Malta en 1825 donde permaneció cinco años. En 1830 se marchó a París. Después de la muerte de Fernando VII en 1833, regresó a España al recibir la amnistía y reclamó su herencia, y además en 1834 murió su hermano mayor, Juan Remigio, y recayó en él por ello el título de Duque de Rivas. Dos años después fue nombrado ministro de la Gobernación. Luego emigró a Portugal por poco espacio de tiempo. A la vuelta desempeñó el papel de senador, alcalde de Madrid, embajador y ministro plenipotenciario en Nápoles y Francia, ministro del Estado, presidente del Consejo de Estado y presidente de la Real Academia Española y del Ateneo de Madrid en 1865. En la literatura, Rivas fue protagonista del romanticismo español. Don Álvaro, fue estrenado en Madrid en 1835, y fue el primer éxito romántico del teatro español. La obra se tomó más tarde como base del libreto de Francesco Maria Piave para la ópera de Verdi La fuerza del destino (1862). Otra obra teatral romántica fue El desengaño en un sueño. También obras de teatro fueron Malek Adel, Lanuza y Arias Gonzalo y la comedia Tanto vales cuanto tienes, estas obras son más de estilo neoclásico. Como poeta, su obra más conocida es Romances históricos (1841), adaptaciones de leyendas populares en forma del romance, pero además escribió en poesía obras como Poesías (1814), El desterrado, El sueño del proscrito, A las estrellas y Canto al Faro de Malta. En prosa escribió Sublevación de Nápoles, capitaneada por Masaniello e Historia del Reino de las Dos Sicilias. En ensayo destacó en Los españoles pintados por sí mismos. Escribió romances al estilo de leyendas con brillantes descripciones y hábil fantasía histórica como La azucena milagrosa (1847), Maldonado (1852) y El aniversario (1854). Además realizó varios cuadros de costumbres. Obras Poesías * Poesías (1814) * Al faro de Malta (1824) * La niña descoloría * Con once heridas mortales * Letrilla *El moro expósito (1834) Sonetos * A Lucianela * A Dido abandonada * Cual suele en la floresta deliciosa * El álamo derribado * Mísero leño * Ojos divinos * Receta segura * Un buen consejo Teatro *Aliatar (1816) * Lanuza (1822) * Florinda (1826) * Arias Gonzalo (1827) * El desterrado * Viaje al Vesubio * Los Hércules * El parador de Bailén * El hospedador de provincia * El duque de Aquitania * El faro de Malta (1828) * Don Álvaro o la fuerza del sino (1835) * Tanto vales cuanto tienes (1840) * La morisca de Alajuar (1841) * El desengaño en un sueño (1842) * La azucena milagrosa (1847) * El crisol de la lealtad Referencias http://es.wikipedia.org/wiki/Duque_de_Rivas

Angel Guinda

Ángel Guinda (Zaragoza, 26 de agosto de 1948) es un escritor español, sobre todo es conocido como poeta, aunque su obra abarca géneros muy variados, desde artículos en periódicos y revistas, hasta el ensayo y la traducción. Reside en Madrid. Fundó la Colección Puyal de libros de poesía en 1977 y la revista Malvís en 1988. Ha publicado más de una veintena de libros y es coautor de la letra del Himno de Aragón. En 2010 fue galardonado con el Premio de las Letras Aragonesas. Poesía * Vida ávida (Zaragoza, Olifante Ediciones de Poesía, 1981.) * El almendro amargo (Buenos Aires, El rayo que no cesa, 1989.) * Lo terrible (Expedición a las tinieblas) (La Habana, Asociación de Escritores de Cuba, 1990.) * Claustro (Poesía 1970-1990) (Zaragoza, Olifante Ediciones de Poesía, 1991.) * Después de todo (Madrid, Libertarias, 1994.) * Conocimiento del medio (Zaragoza, Olifante Ediciones de Poesía, 1996.) * La llegada del mal tiempo (Madrid, Huerga & Fierro Editores. 1998.) * Biografía de la muerte (Madrid. Huerga & Fierro Editores. 2001) * Toda la luz del mundo. Minimal love poems (Zaragoza. Olifante Ediciones de Poesía. 2002) * Poemas perimentales (Angera (Varese, Italia), La Torre degli Arabeschi, 2005.) * Toda la luz del mundo. Minimal love poems. Edición en todas las lenguas del estado español (Zaragoza. Olifante Ediciones de Poesía. 2002) * Claro interior (Zaragoza. Olifante Ediciones de Poesía. 2007) * Toda la luz del mundo. Minimal love poems. Edición en todas las lenguas de la unión europea (Zaragoza. Olifante Ediciones de Poesía. 2008) * Poemas para los demás (Zaragoza. Olifante Ediciones de Poesía. Colección Papeles de Trasmoz. 2009) * Espectral (Zaragoza. Olifante Ediciones de Poesía. Colección Papeles de Trasmoz. 2011) * Caja de lava (Zaragoza. Olifante Ediciones de Poesía. Colección Serie Maior. 2012) (Rigor vitae) (Zaragoza. Olifante Ediciones de Poesía. 2013) * Materia del amor (Lastura. Toledo, 2013) Manifiestos * Poesía y subversión (Zaragoza, Olifante Ediciones de Poesía, 1978) * Poesía útil (Madrid, Librería de las Musas, Mercedes Ramírez, editora. 1994) * El Mundo del Poeta. El Poeta en el Mundo (Zaragoza. Olifante Ediciones de Poesía. Colección Papeles de Trasmoz. 2007) * Poesía violenta (Zaragoza. Olifante Ediciones de Poesía. 2012) Aforismos * Breviario (Zaragoza, Lola Editorial, 1992) * Huellas. (Madrid, Poesía Por Ejemplo, 1998) Traducciones * Cancionero, de Cecco Angiolieri (Zaragoza, Olifante Ediciones de Poesía, 1990) * Tortugas, de Antonio Sagredo (traducción conjunta con Inmaculada Muro. Zaragoza, Colección Cáncana, Lola Editorial, 1993) * Señora de la noche, de Teixeira de Pascoaes (Zaragoza, Olifante Ediciones de Poesía, 2000) * Inútil poesía, de Àlex Susanna (Zaragoza, Olifante Ediciones de Poesía, 2002) * Las espinas de la rosa, Antología poética de Florbela Espanca (Zaragoza, Olifante Ediciones de Poesía, 2002) * ¿Y si no existieses? Antología 1982-2002, de José Manuel Capêlo (Zaragoza, Olifante Ediciones de Poesía, 2003) * Forma sin norma, de Ana Cristina Cesar (Zaragoza, Olifante Ediciones de Poesía, 2006) * Yo. Antología breve, de Augusto dos Anjos (Zaragoza, Olifante Ediciones de Poesía, 2012) Referencias Wikipedia—http://es.wikipedia.org/wiki/Ángel_Guinda

Hernando de Acuña

Diego Hernando de Acuña (Valladolid, 1520 - Granada, 22 de junio de 1580) fue un poeta español petrarquista del Renacimiento. De origen noble, se dedicó a las armas y combatió como soldado en Italia bajo las órdenes del marqués del Vasto con quien participó en la guerra del Piamonte cubriendo la plaza dejada por su difunto hermano Pedro, y en Alemania. Cantó a dos damas, las Silvia y Galatea de sus versos durante su estancia hacia 1543 en Tesino. Detenido por los franceses es rescatado por el emperador, quien le nombró gobernador de Querasco. Finalmente participó en la famosa batalla de San Quintín. Sobre 1560 deja la vida militar y se traslada a España, casándose con una prima suya llamada Juana de Zúñiga e instalándose en Granada, donde junto a don Diego Hurtado de Mendoza ejerció su influencia sobre los poetas jóvenes. Obras Pertenece a la primera generación de poetas españoles petrarquistas del Renacimiento. Mantuvo amistad con Garcilaso de la Vega, quien le dedicó un epigrama en latín poco antes de morir que fue impreso en la primera edición de El caballero determinado. Traductor de obras clásicas de grandes escritores latinos e italianos (el Orlando de Boyardo). Es conocido por sus sonetos, sus églogas y elegías, algunas de ellas dedicadas al Emperador Carlos I de España, tema de su famoso soneto "Ya se acerca, señor, o ya es llegada", que se hizo famoso por uno de sus versos, que resume el ideal político de Carlos I: "Un monarca, un imperio y una espada". También puso en quintillas dobles El caballero determinado de Olivier de la Marche, obra traducida en prosa por su amigo, el propio emperador Carlos I. Su viuda publicó en Madrid a su muerte sus Varias poesías en 1591, un cancionero petrarquista afín a los publicados por poetas de su generación como Garcilaso de la Vega o Juan Boscán. Referencias http://es.wikipedia.org/wiki/Hernando_de_Acu%C3%B1a

Vicente Espinel

Vicente Gómez Martínez Espinel (Ronda, 28 de diciembre de 1550 - Madrid, 4 de febrero de 1624) fue un escritor y músico español del Siglo de Oro. A partir de sus Diversas rimas de 1591, transformó la estructura de la décima, estrofa conocida también como espinela en su homenaje. En la música se hizo famoso por dar a la guitarra su quinta cuerda, añadiendo una cuerda más aguda - llamada mi agudo o prima - a las cuatro existentes en aquel momento. Hijo de Francisco Gómez, que procedía de las Asturias de Santillana, en la actual Cantabria, y de su legítima esposa Juana Martínez, estudió sus primeras letras y música en Ronda con el bachiller Juan Cansino y se matriculó en la Universidad de Salamanca, donde aparece registrado los cursos de 1571 y 1572 con el nombre de Vicente Martínez Espinel, tomando el segundo apellido de su padre. Se sostuvo dando clases de canto, «antes dadas que pagadas», y contempló el proceso inquisitorial contra fray Luis de León. Volvió a su tierra, como él mismo confiesa, «caminando a la apostólica». En ese mismo año de 1572 unos tíos suyos le concedieron una capellanía que habían fundado, por consejo del trinitario fray Rodrigo de Arce. Con el favor de este religioso pudo volver a Salamanca, donde se hizo amigo de personajes tan importantes como Luis de Vargas, Manrique, los dos Argensolas, Pedro Liñán de Riaza, Marco Antonio de la Vega, Luis de Góngora, Luis Gálvez de Montalvo y otros muchos más, y su música le abrió las puertas de los palacios del marqués de Tarifa, de los Alba y los Girones. Asistió a la casa de la noble señora doña Agustina de Torres, con quien se reunían los mejores músicos de entonces: Matute, Lara, Julio, Castilla etcétera. Vivió algún tiempo en Zaragoza con Lupercio y Bartolomé Leonardo de Argensola. Intentó entonces la carrera militar y fue soldado y, en Valladolid, de 1574 a 1577, fue escudero del Conde de Lemos; estuvo a punto de acompañarlo cuando éste marchó junto al rey don Sebastián a la infausta campaña de África que terminó con la batalla de Alcazarquivir; pero se quedó en Sevilla viviendo con disipación entre lupanares y figones, acompañado de su inseparable guitarra. Esa vida disipada y bastante al margen de la ley hizo que el marqués de Algaba, que por entonces le protegía, le retirara esa protección y Espinel tuvo entonces que esconderse de la justicia y se acogió a sagrado. El marqués de Denia le sacó de allí y le mandó a Italia para servir a Alonso Pérez de Guzmán y Sotomayor, duque de Medina Sidonia, nombrado para gobernar Milán; pero le apresaron los corsarios berberiscos y estuvo esclavizado en Argel hasta que le sacaron de allí los genoveses; desembarcó en Génova en 1573 y poco después marchó a Flandes, yendo a parar al ejército de Alejandro Farnesio cuando se aprestaba al asalto de Mastrique. Allí encontró a su tío Hernando de Toledo, a quien dirigió una bellísima Égloga que canta sus amores con doña Antonia de Calatayud en Salamanca y Sevilla. Volvió a Milán con Octavio de Gonzaga y durante tres años recorrió toda la Lombardía, ya como soldado, ya como músico de la casa de don Antonio de Londoño. Hastiado del oficio de la pica y cansado de su vida transeúnte, obtuvo un beneficio en Roma (1587), donde le apreciaron ser «buen latino y buen cantor de canto llano». Murieron sus padres y volvió a España desembarcando en Málaga, donde era obispo su amigo Francisco Pacheco de Córdoba. Por entonces escribió su «Canción a su patria» y la Epístola al obispo malagueño, poemas de arrepentimiento por su revuelta vida que le hicieron ganar el derecho a ordenarse sacerdote. Marchó a Madrid con esa idea, y lo hizo efectivamente en 1589, el mismo año en que retoma sus estudios, estudiando moral en Ronda, cantando misa en Málaga y logrando un beneficio en esta ciudad; se gradúa en Granada de Bachiller en Artes en 1589. En 1591 puso un sustituto en la capellanía del Hospital Real de Santa Bárbara en Ronda y marchó a Madrid, donde en ese mismo año publica sus Rimas, que había censurado en 1587 Alonso de Ercilla, quien las alabó como «de las mejores de España». En 1596 le quitaron su beneficio a causa de su conducta y vida desarregladas en la Corte. En 1599 se gradúa como Maestro de Artes en la Universidad de Alcalá y toma posesión como capellán del Obispo de Plasencia en Madrid, puesto que don Fadrique Vargas Manrique le tenía reservado con 30.000 maravedíes anuales de emolumentos y el cargo aparejado de maestro de música, con 12.000 maravedíes más, cargos en los que estuvo hasta su muerte. En Madrid, fuera de pertenecer a la famosa cofradía de escritores e intelectuales del Santísimo Sacramento, perteneció a la Academia Poética que protegía Félix Arias Girón, y acudió al certamen literario organizado en 1622 con motivo de la canonización de San Isidro. Era un escritor y músico muy respetado: Cervantes, Lope de Vega, etcétera lo admiraban. Murió en Madrid el 4 de febrero de 1624 siendo Capellán Mayor y maestro de música de la capilla del Obispo de Plasencia, de la parroquia de San Andrés, y está enterrado en la bóveda de esa misma iglesia. Obra Publicó en 1591 una compilación de su obra poética, el ya citado volumen Diversas rimas. El libro recorre (a ello responde el título) casi toda la métrica de entonces, ensayando todas las estrofas posibles, incluida la llamada décima, en una modalidad especial denominada, en homenaje al propio autor, considerado su inventor, décima espinela o espinela simplemente; consiste en una agrupación de dos quintillas con esta estructura fija: abbaaccddc. Samuel Gili Gaya (1892-1976), gran estudioso del autor, explicó que no fue el primero en usar esa combinación (ya lo hicieron Juan de Mal Lara y otros); «lo que hizo fue perfeccionarla, dotándola de unidad y ligereza; su prestigio contribuyó a divulgarla y a ponerla de moda». Como humanista tradujo, además, la Epistola ad Pisones de Horacio, más conocida como Arte poética. Sin embargo, se encuentran poemas sueltos suyos dispersos en otras obras, siguiendo la movida trayectoria del autor. Hay algunas tempranas en el Cancionero de López Maldonado (1586) o en las Flores de poetas ilustres de Pedro Espinosa; otras alaban libros, como el Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán (1599), el Peregrino indiano de Saavedra Guzmán, el Modo de pelear a la jineta de Simón de Villalobos y otras obras de Gaspar de Villagrá, Gonzalo Céspedes y Meneses, fray Hernando de Camargo, Pérez del Barrio, etcétera. Censuró, asimismo, más de ochenta libros; en efecto, parecer ser que fue una persona sumamente amable y accesible, abierta con todo el mundo. El editor Juan de la Cuesta publicó en 1618 su novela picaresca, provista de muchos elementos autobiográficos, Relaciones de la vida del escudero Marcos de Obregón. Al momento y en ese mismo año se imprimieron dos ediciones piratas en Barcelona, las de Jerónimo Margarit y Sebastián de Cormellas, y aun se hizo una traducción al francés también en ese año por parte de Vital de Audiguier, señor de la Menor (Povergue) (París: Petitpas), edición que más tarde inspirará el Gil Blas de Santillana de Alain René Lesage. Todavía se reimprimió en España dos veces más el libro: Pedro Gómez de Pastrana costeó en Sevilla en 1641, y la quinta, de 1657, fue dedicada en Madrid por el impresor Gregorio Rodríguez al Sr. D. Juan Bautista Berardo, Tesorero general del Real Consejo de las Indias. Se trata de una narración más ágil que la de Mateo Alemán y, si bien no prescinde el autor de moralizar, lo hace de forma que no enfada ni empalaga como el sevillano. La versión inglesa fue realizada por Algernon Langton (Londres, 1816), la alemana la hizo Ludwig von Tieck (Breslau, 1827). En España se reimprimió más veces: 1744, 1804, 1863, 1868, 1881 (de J. Pérez de Guzmán); 1922 (edición de Samuel Gili Gaya), 1944 (de Valbuena, para Madrid: Aguilar), 1970 (edición crítica e introducción de María Soledad Carrasco Urgoiti, para Madrid: Castalia), etcétera. Espinel tuvo entre sus discípulos a Lope de Vega, quien siempre tuvo palabras de elogio para él, ya sea por ejemplo en El laurel de Apolo, donde le llama «único poeta latino y castellano de estos tiempos», o en el prólogo a La viuda valenciana, donde le llama «padre de la música»; le dedicó un soneto y la comedia El caballero de Illescas (1602). Fue también amigo de Cervantes, quien lo menciona en el Canto de Calíope, así como de Góngora (cuyas poesías contribuyó a publicar) y Quevedo. Como músico se le atribuye el haber añadido una quinta cuerda a la vihuela, pero eso es discutible, ya que Bermudo, en 1544, menciona ya la guitarra de cinco cuerdas. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Vicente_Espinel

Carlos Barral

Carlos Barral y Agesta, (Barcelona, 1928 - Barcelona, 12 de diciembre de 1989), poeta, memorialista, editor y senador1 español nacido en Barcelona. Licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona en 1950, fue Alma mater, junto a Jaime Gil de Biedma, de la generación literaria de los 50. Es el poeta más complejo de la generación (José Agustín Goytisolo, Gabriel Ferrater, etc.) y el que consigue unos juegos del lenguaje más elevados. Escribió tres volúmenes de memorias que son un hito del género en español. Casado con Yvonne Hortet, mujer perteneciente a la alta burguesía barcelonesa, tuvo cinco hijos (la traductora, ilustradora y empresaria Dánae Barral, el escultor Dario Barral, Marco, Alexis e Yvonne), su vida estuvo fuertemente ligada al mar y a la localidad costera tarragonesa de Calafell, donde residía largas temporadas. Al asumir la jefatura de la editorial Seix Barral, empresa familiar de libros de texto fundada por sus padres en 1911, le imprimió una dirección que le llevó a ser la referencia literaria de todo el mundo hispano editando clásicos de la cultura progresista de los cincuenta, sesenta y setenta. Creó un premio de edición a escala internacional, el Formentor, el Biblioteca Breve y el premio Barral de novela, y fue uno de los artífices del boom latinoamericano y dio a conocer a autores como Juan Marsé, Mario Vargas Llosa, Alfredo Bryce Echenique o Julio Cortázar. Aficionado a la vela, y de salud delicada, fue además senador por Tarragona en 1982 y parlamentario europeo por el PSC-PSOE. En 1988 obtuvo el Premio Comillas de Tusquets Editores en la categoría de Memorias por Cuando las horas veloces. Murió en Barcelona en 1989. Escribió treinta años de Diarios y mantuvo correspondencia, entre otros, con Max Aub, María Zambrano, Camilo José Cela, Miguel Delibes, Gonzalo Torrente Ballester, Vicente Aleixandre, Caballero Bonald, Alfredo Bryce Echenique, Giulio Einaudi, Alberto Oliart, Jaime Gil de Biedma, Jaime Salinas Bonmatí y los presos políticos de Burgos. Su archivo se encuentra depositado en la Biblioteca de Cataluña. Obra * Tuvo varios poemas relevantes en la década de los 60, como vemos posteriormente. Lírica * Las aguas reiteradas (1952) * Metropolitano (1957) * Diecinueve figuras de mi historia civil (1961) * Usuras (1965) * Figuración y fuga (1966) * Informe personal sobre el alba (1970) * Usuras y figuraciones (1973) * Lecciones de cosas: Veinte poemas para el nieto Malcolm (1986) * Antología poética (1989) * Poesía completa (1998) Artículos periodísticos * Observaciones a la mina de plomo, Barcelona: Lumen, 2002. Libros de fotografías * Catalunya des del mar (1982) * Catalunya a vol d'ocell (1985)ç Memorias * Años de penitencia (1975) * Los años sin excusa (1978) * Cuando las horas veloces (1988) * Memorias; prólogos de José María Castellet y Alberto Oliart, Barcelona: Península, 2001 (edición completa de los libros anteriores) * Los diarios / 1957-1989 (1993) * Almanaque (1999, entrevistas completas). * Memorias de infancia, incompletas e inéditas. Novela * Penúltimos castigos (1983, novela autobiográfica). * El azul del infierno (novela incompleta e inédita sobre el cuadro El paso de la laguna Estigia de Patinir). Traducciones Rainer María Rilke, Sonetos a Orfeo. Filmografía En 2010 el director Sigfrid Monleón dirige la película El cónsul de Sodoma, en donde el escritor (interpretado por Josep Linuesa) conoce al poeta Jaime Gil de Biedma. referencias Wikipedia-http://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Barral

Francisco Brines Bañó

Francisco Brines Bañó (Oliva, Valencia, 1932) es un poeta español. Pertenece al grupo poético de los años 50 o Generación del 50, junto a Claudio Rodríguez, Jaime Gil de Biedma y Ángel González Biografía Estudió derecho en la Universidad de Deusto, Valencia y Salamanca, y cursó estudios de Filosofía y Letras en Madrid. Está considerado uno de los poetas actuales de más hondo acento elegíaco. Pertenece a la segunda generación de la posguerra, y junto a Claudio Rodríguez y José Ángel Valente, entre otros, perteneció al grupo conocido como Generación del 50, si bien, a diferencia de la mayoría de los poetas del 50 o del medio siglo, nunca cultivó la poesía social (de la que hay rastros, sin embargo, en su libro El santo inocente, luego llamado Materia narrativa inexacta). Fue profesor de español en la Universidad de Oxford, y en 1988 revisó y adaptó el texto de [El alcalde de Zalamea], versión que fue estrenada en noviembre del mismo año por la Compañía de Teatro Clásico, y dirigida por José Luis Alonso. En el año 2001 fue nombrado miembro de la Real Academia Española, para ocupar el sillón X, vacante tras el fallecimiento del dramaturgo Antonio Buero Vallejo. Tomó posesión el 21 de mayo de 2006. Su obra poética, en la que se percibe una evidente influencia de Luis Cernuda, se caracteriza por un tono intimista y por la constante reflexión sobre el paso del tiempo. En su escritura, la infancia aparece como un tiempo mítico, que desconoce la muerte, ligado al espacio de Elca, la casa de la niñez en Oliva. El adulto ha sido expulsado definitivamente del paraíso de la infancia y sólo en algunos momentos (a través del erotismo, de la contemplación de la naturaleza...) el ser humano recupera la plenitud vital experimentada en la niñez y en la juventud. Por todo ello, la memoria desempeña un papel fundamental en su escritura, si bien en sus poemas se deja traslucir la convicción de que ni la poesía ni el recuerdo permiten detener el paso del tiempo y salvar los momentos de plenitud del pasado. En El otoño de las rosas, su libro más valorado por la crítica, se funden el lamento elegiaco y la exaltación vital. El tema del amor homosexual aparece recurrentemente en sus poemas, siempre con naturalidad. Según Ariadna G. García: Se reitera en la obra de Brines esta búsqueda incesante de la Pureza, en un intento por ennoblecer, moralmente, la homosexualidad. Su escritura, que tiende a un equilibrio clásico y a un tono melancólico, que intenta dominar la angustia ante la muerte mediante una asunción serena de lo inevitable, se nutre no sólo de la influencia de su admirado Luis Cernuda sino también, y en especial, en su primer libro, Las brasas, de la poesía de Juan Ramón Jiménez y del Antonio Machado más intimista. En su libro Aún no, se acerca a la poesía satírica, una línea que el poeta apenas ha cultivado posteriormente. Son muchos los poetas de las últimas generaciones que se interesan en la poesía de Brines, desde "novísimos" como Jaime Siles o Luis Antonio de Villena hasta poetas de ahora mismo. Obra poética * Las brasas (1960). Premio Adonais * El santo inocente (1965) * Palabras a la oscuridad (1966). Premio de la Crítica * Aún no (1971) * Insistencias en Luzbel (1977) * El otoño de las rosas (1986). Premio Nacional de Literatura * La última costa (1995). Premio Fastenrath de la Real Academia Española Antologías * Ensayo de una despedida. Poesía 1960-1971 (1974) * Poesía. 1960-1981 (1984) * Selección propia, Madrid, Cátedra, 1984 * Poemas excluidos (1985) * La rosa de las noches (1986) * Poemas a D. K. (1986) * El rumor del tiempo, Barcelona, Anagrama, 1989 * Espejo ciego, Generalitat Valenciana, 1993 * Breve antología personal (1997) * Francisco Brines, poesía, Universitat de Lleida, 1997 * Selección de poemas (1997) * Poesía completa (1960-1997) (1997) * Antología poética (1998) * La Iluminada Rosa Negra (2003) * Amada vida mía (2004) * Antología poética, Madrid, Espasa-Calpe, 2006 * Todos los rostros del pasado, Barcelona, Círculo, 2007 * Para quemar la noche, Madrid, Patrimonio Nacional, 2010 * Yo descanso en la luz, Madrid, Visor, 2010 Otras obras * Escritos sobre poesía española contemporánea, Valencia, Pre-Textos, 1994. * "Carmen Calvo", Caja de Ahorros de Asturias, 1999 * 2002 Luis Cernuda, Ocnos. Edición literaria de Francisco Brines. Unidad y cercanía personal en la poesía de Luis Cernuda: discurso de ingreso en la Real Academia Española, contestado por Francisco Nieva, Sevilla, Renacimiento, 2006. * 2010 ELCA. Libro de artista conjunto con Mariona Brines. Valencia, Editorial Krausse. Algunos galardones recibidos * 2010 Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. * 2007 IV Premio de Poesía Federico García Lorca * 2004 Premio a la Creatividad 'Ricardo Marín' * 1999 Premio Nacional de las Letras Españolas. * 1998 Premio Fastenrath. * 1987 Premio Nacional de Literatura. * 1967 Premio de las Letras Valencianas. * 1967 Premio Nacional de la Crítica * 1960 Premio Adonais Bibliografía sobre su obra * José Andújar Almansa, La palabra y la rosa. Sobre la poesía de Francisco Brines. Alianza, 2003. * Carlos Bousoño, Poesía poscontemporánea. Cuatro estudios y una introducción. Júcar, 1985. * Antonio García Berrio, Empatía. La poesía sentimental de Francisco Brines. Generalitat Valenciana, 2003. * José Luis Gómez Toré, La mirada elegíaca. El espacio y la memoria en la poesía de Francisco Brines. Pre-Textos, 2002. * José Olivio Jiménez, La poesía de Francisco Brines. Renacimiento, 2001. * David Pujante, Belleza mojada. La escritura poética de Francisco Brines. Renacimiento, 2004. Referencias Wikipedia – http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Brines

Francisco Pino

Francisco Pino (Valladolid, 18 de enero de 1910 - íd., 2002), poeta español. Perteneciente a una importante familia burguesa, nunca se interesó por los intereses económicos familiares y, por el contrario, apoyado por su madre, mujer muy culta y buena lectora, se inclinó por el camino intelectual. Tras pasar por el Colegio de Lourdes de Valladolid, comenzó en 1927 la carrera de Derecho en la Universidad de Valladolid. en 1927 conoce a Jorge Guillén, cuyo Cántico le influirá en su primera poesía junto la vanguardia creacionista. Al año siguiente funda en Valladolid, junto a José María Luelmo, Arroyo y Juan R. Ribó, la revista poética Meseta. Viaja a Francia en 1930 y allí cursa estudios de Filología Francesa y se involucra en el movimiento surrealista, después funda DDOOSS (1931), año en que se licencia en Derecho. En 1933 marchó a estudiar inglés y Ciencias Económicas en la Universidad de Londres; en Inglaterra revive su interés por el Catolicismo y funda la revista A la nueva ventura (1934); regresa a España en 1935 para matricularse en la Universidad Central de Madrid. Al finalizar la Guerra Civil, durante la cual sufrió traumáticas experiencias, vivió una especie de activo exilio interior en su casa modernista en el Pinar de Antequera (Valladolid), en compañía de su esposa, entregado a elaborar su obra poética, fiel a la Vanguardia histórica y poco publicitada, de la que dan fe unos setenta títulos que contienen su poesía experimental, visual y religiosa. De esta actividad da fe que fundó y dirigió no menos de nueve revistas de poesía: Meseta (1928), Ddooss (1931), A la nueva ventura (1934), Cancionero (1941), Mejana (1965), Carpetas amarillas (1971), Carpetas blancas (1975), Carpetas grises (1976), Carpetas verdes (1978). En 1989 recibió el Premio de las Letras de Castilla y León y la Medalla de Oro del Círculo de Bellas de Madrid. La Academia Castellano Leonesa de Poesía le entregó en el año 2000 un premio por el conjunto de su obra y en abril de 2002, pocos meses antes de su muerte, publicó su último libro Claro decir, Canto a la vejez. En los tres volúmenes de Distinto y junto. Poesía completa (1990), cuyo título alude a un verso de Fray Luis, se halla la edición de su poesía hasta 1990, en documentada edición a cargo de Antonio Piedra. En 1989 recibió el Premio Castilla y León de las Letras; en 1993 el Premio Provincia de Valladolid por su trayectoria literaria; en 1999 fue homenajeado en las Primeras Jornadas de Poesía Iberoamericana y al año siguiente fue nombrado Hijo Predilecto de Valladolid, la Academia Castellano Leonesa de Poesía le entregó un premio por el conjunto de su obra y obtuvo el Premio El Norte de Castilla por su trayectoria literaria. Escritura La poesía de Pino se mantuvo fiel a las Vanguardias: poesía gráfica que incluye poemas fotográficos y tipográficos, cartelas y mosaicos. Francisco Pino inició su vida literaria como fundador y colaborador de las revistas Meseta (1928-29), DDOOSS (1931) y A la nueva ventura (1934), donde realizó una intensa labor surrealista. Jorge Guillén, Federico García Lorca y Rafael Alberti fueron algunos de los colaboradores de estas revistas. Durante la guerra civil comienza una serie de poemas amorosos que publica en 1942 bajo el título de Espesa rama. En 1957 publica Vuela pluma, bajo la influencia juanramoniana, en 1966 reúne su poesía religiosa en Cinco preludios. En 1969 aparece el último libro de esta etapa, Textos económicos. Continúa en 1970 con uno de los libros claves de la poesía experimental española, Solar, al que le siguen Poema (1972), Hombre, Canción (1973), Octaedro mortal o reloj de arena (1973), formando lo que el autor denomina Agujeros para la poesía. El crítico Antonio Piedra reunió en 1994 su obra vanguardista en la colección Siyno sino. El poeta y profesor de literatura Mario Hernández define a Francisco Pino como «poeta que ha asumido con voluntaria decisión las contradicciones históricas que marcan a los miembros de la llamada generación del 36, haciéndose él mismo depositario conflictivo de unas herencias y de su repudio o superación por una vía irónica o experimental». Obras Lírica * Espesa rama, M., Gráficas Sánchez, 1942. * XXXV canciones del sol, Valladolid, Gesper, 1952. * Versos religiosos, Valladolid, Sever-Cuesta, 1954. * El caballero y la peonía, Valladolid, Miñón, 1955. * El pájaro y los muros, Valladolid, Miñón, 1955. * Vida de San Pedro Regalado, sueño, Valladolid, Meseta, 1956. * Vuela pluma, Valladolid, Sever-Cuesta, 1957. * Las raíces y el aire, Valladolid, Sever-Cuesta, 1958. * Pet, poema, Valladolid, Sever-Cuesta, 1959. * Este sitio, Valladolid, Sever-Cuesta, 1961. * San José, preludio, Valladolid, Sever-Cuesta, 1961. * Alegría, Valladolid, Sever-Cuesta, 1964. * Camino de la cruz, Valladolid, Sever-Cuesta, 1965. * Más cerca, Valladolid, Sever-Cuesta, 1965. * Cinco preludios, Valladolid, Sever-Cuesta, 1966. * Concierto de la virgen joven, Valladolid, Sever-Cuesta, 1967. * Vía Crucis, Valladolid, Sever-Cuesta, 1967. * Concierto del niño verdadero, Valladolid, Sever-Cuesta, 1968. * Desamparo, Valladolid, Sever-Cuesta, 1968. * Concierto de los Reyes Magos, Valladolid, Sever-Cuesta, 1969. * Las ausencias, Málaga, Librería Anticuaria El Guadalhorce, 1969. * Solar, Valladolid, Sever-Cuesta, 1969. * Textos económicos, Valladolid, Librería Relieve, 1969. * 15 poemas fotografiados (diapositivas), Valladolid, Impr. Ambrosio Rodríguez, 1971. * Concierto de la virgen vieja, Valladolid, Sever-Cuesta, 1971. * Poema, Valladolid, Sever-Cuesta, 1972. * Revela velado, Valladolid, Impr. Ambrosio Rodríguez, 1972. * Cinco conciertos de Navidad, Valladolid, Sever-Cuesta, 1973. * Hombre, canción, Valladolid, Impr. A. Rodríguez, 1973. * Octaedro mortal o reloj de arena, Valladolid, Impr. A. Rodríguez, 1973. * Bloques, Valladolid, Impr. A. Rodríguez, 1974. * La salida, Carboneras de Guadazaón, El toro de barro, 1974. * Ocho infinito (8 postales), Valladolid, Impr. A. Rodríguez, 1974. * Terrón, cántico, Valladolid, Impr. A. Rodríguez, 1974. * Oes, Valladolid, Impr. A. Rodríguez, 1975. * El júbilo: la última sílaba, Valladolid, Impr. A. Rodríguez, 1976. *Realidad, Valladolid, Impr. A. Rodríguez, 1976. * Ventana oda, Valladolid, Impr. A. Rodríguez, 1976. * Algo a Jorge Guillén, Valladolid, Impr. A. Rodríguez, 1977. * Antisalmos, M., Peralta, 1978. * Nada más que mirar, M., Entregas de la Ventura, 1980. * Desnudos, Valladolid, Gráficas Andrés Martín, 1981. * Méquina dalicada, M., Hiperión, 1981. * Siete silvas, Valladolid, Balneario escrito, 1981. * Vuela pluma, seguido de Versos para distraerme, M., Editora Nacional, 1982. * Cuaderno salvaje, M., Hiperión, 1983. * En no importa que idioma, Salamanca, Junta de Castilla y León, 1986. * Así que, M., Hiperión, 1987. * Hay más, M., Hiperión, 1989. * Distinto y junto, Valladolid, Consejería de Cultura, 1990 (Poesía completa; 3 vols.; edición; prólogo y notas de Antonio Piedra). * Apremio de una sirena, Velliza, El gato gris; Ediciones de poesía, 1992. * Y por qué, M., Hiperión, 1992. * Syino Sino. Poesía cierta mente ciertamente, Valladolid, Fundación Jorge Guillén, 1995 (3 vols. Poesías completas. Introduc. de Antonio Piedra). * Tejas: lugar de Dios, Poema, Azul, Valladolid, 2000. * Claro decir, B., Lumen, 2002. * El pájaro enjaulado. Poema en treinta y dos cantos y una poetura del lorito en su jaula, Valladolid, Azul, 2002. Otros * Vía crucis (1965). Prosa religiosa. * Invisibilidad de Castilla (1969). Conferencia. * Hacia la poesía (1972). Conferencia. * Discurso leído en el Ateneo con ocasión del homenaje a la revista "Meseta" en el cincuentenario de su nacimiento (1978). Discurso. * "Castilla y los cinco sentidos", en PÉREZ, Federico, Castilla, libro del milenario de la lengua (1979). Artículo. * "Prólogo" a ALEJO, Justo, El aroma del viento (1980). Prólogo."Hacia la poesía", revista Llanuras, núm. 3 (1983). Artículo. * Discurso leído en el Ateneo con ocasión de su nombramiento como socio de honor del mismo (1984). Discurso. * Pregón de la Semana Santa de 1957, en AAVV, Pregones de Semana Santa (1948-1983) (1984). Discurso. * Sobre la manifestación y el último lenguaje en poesía (1985). * En no importa qué idioma (1986). * "El premio en su fiel", Culturas (suplemento de Diario 16), núm. 255, 5 de mayo de 1990. Artículo. * "Sobre San Juan de la Cruz", Artes y Letras (suplemento de El Norte de Castilla), 14 de diciembre de 1991. Artículo. * "Nebrija y los Reyes Católicos a través de mis versos", Artes y Letras (suplemento de El Norte de Castilla), núm. 189, 1992. Artículo. * "Última carta a Jorge Guillén", Culturas (suplemento de Diario 16), núm. 379, 16 de enero de 1993. Artículo. * "Tres detalles quedan", Revista de Occidente, núm. 144 (mayo de 1993). * "Traducción infiel de 'Cántico de las columnas', de Paul Valéry", revista Pavesas. Hojas de poesía, núm 10 (1997). Traducción. * Traducción infiel de "El cuervo" de Edgar Allan Poe (1997). Traducción. * Discurso leido en el Ayuntamiento de Valladolid, en conmemoración del centanario de la imprenta Ambrosio Rodríguez. (1998) * Presentación del libro "desde el escaparate de Ambrosio Rodríguez 1898-1998" * Del sentimiento de academia en los poetas (1998). Discurso. Referencias Wikipedia-http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Pino Poética del hueco por Jorge Fernández Gonzalo Francisco Pino es uno de esos poetas poco leídos, raros, de nuestra lírica, que esconden, sin embargo, más de una joya bajo el silencio de su trayectoria poética. Pino, como Jaime Gil de Biedma, soñó con hacerse literatura, y toda su obra supondrá el intento por desaparecer a través de la desviación que propone todo lenguaje, mediante la pátina de la palabra poética, bajo la fragmentación y hollado de la subjetividad. Un poeta anónimo Pino no es sólo un poeta desconocido, sino que casi roza lo anónimo. “Mi deseo –dirá el autor– sería ser un poeta biológicamente y hasta antropológicamente desconocido. Que mi verso, mi cuerpo humano y mi vestido, toda mi apariencia fuese anónima”. Frente al maremagno de certámenes, galas y presentaciones de libros del panorama literario, Pino propone un sujeto poético mallarmeano, esto es, desapareciendo gracias a la escritura, destruyéndose al mismo tiempo que se escribe el texto. Autores como Foucault, Barthes o Blanchot han hablado de esa muerte del autor. Pino, en esta misma línea, llegará a decir en un poema: “¿Habrá algo más hermoso que quedar sin huellas?”. El yo poético se eslabona como hueco, como carencia que toma forma en las estriaciones de la palabra poética sobre el papel o en los juegos caligramáticos, recortes de prensa y otras “poeturas”, como definió el poeta a sus propias perversiones literarias. Entonces, la escritura no consistirá en establecer el relato de un yo, sino la fragmentación del sujeto moderno: “He deseado ser carne de olvido, no saber de mi existencia actual histórica”. De ahí cierta admiración por todo aquello que desaparece. “Todo lo que desaparece se me antoja vivo y hermoso”, será uno de los esclarecedores versos de Pino. Una poética del hueco Pino nos propone una poética del hueco. Al igual que Mallarmé hablaba de los grandes agujeros azules que hacen maliciosamente los pájaros, o como unas palabras de Artaud (“Existe un agujero sin marco / que la vida quiso enmascarar”), Pino habla continuamente de agujeros en su poética, formas por donde la presencia se escapa, ruptura con la subjetividad plena, con los grandes relatos que configuran el yo. El agujero es, para nuestro autor, el territorio de la palabra poética, su destino, su apuesta ontológica. Antonio Piedra, el más importante estudioso de la obra de Francisco Pino, definirá la función de las oquedades en Francisco Pino: “concretando. ¿Qué sería el agujero para Pino? Un principio activo por el que la intangibilidad poética, en los márgenes de la nada, totaliza el perfil de la materia convirtiéndose en experiencia beligerante y creadora”. Las palabras y el yo tienen en la poesía de Pino esa secreta filiación con la oquedad. Oquedad ontológica, hueco del ser, que identifica la vida con la fragmentación y la poesía con esa búsqueda de lo fragmentario, con ese reconocimiento del olvido. Quizá por ello algunos de los poemas más memorables de Pino, los Antisalmos, en donde la materia poética se adelgaza hasta casi lo imperceptible, con efectos de poesía espacial, versos entrecortados, blancos en primera línea de visión, etc., que hacen de la palabra de Pino un intento por evadirse, por borrar el lenguaje y a sí misma, y, como esa nube de sus poemas, ofrecernos la belleza de su desaparición. Referencias http://elrincondelperromugre.blogspot.com.es/2011/07/francisco-pino-antologia-poetica.html

Gonzalo de Berceo

El riojano Gonzalo de Berceo (Berceo, Logroño, hacia 1195 - Monasterio de San Millán de la Cogolla, hacia 1268) se educó en el monasterio de San Millán de la Cogolla ("en Sant Millán de Suso, fue de niñez criado") y llegó a ser un clérigo secular que trabajó primero como diácono (1221) y luego como preste o presbítero (1237), maestro de los novicios y, según Brian Dutton, notario del abad Juan Sánchez en el citado monasterio de San Millán de la Cogolla. Tuvo un hermano que, como él, era también clérigo. Recibió una educación muy esmerada, pues se formó entre 1222 y 1227 en los recientemente creados estudios generales (un antecedente medieval de las modernas universidades) de Palencia, los primeros que hubo en España y fundados por el obispo don Tello Téllez de Meneses que Berceo nombra en sus obras; allí había cuatro cátedras: Teología, Derecho Canónico, Lógica y Artes (gramática), por lo que el futuro poeta recibió una formación novedosa y muy superior a la de los otros eclesiásticos de su mismo nivel. Sin embargo, a principios del siglo XIII, el monasterio de San Millán atravesaba un periodo de decadencia de su antiguo esplendor, que el poeta intentó combatir con sus escritos; debió fallecer ya a mediados el siglo XIII, después de 1264. Berceo fue el más importante representante del mester de clerecía. Depuró el idioma castellano, en su variedad dialectal riojana, para lo cual trasvasó numeroso vocabulario desde el latín (cultismos) y recurrió a fórmulas de la literatura oral tradicional y del mester de juglaría. En su trabajo como notario eclesiástico, y con la intención de paliar la decadencia del monasterio, llegó incluso a falsificar documentos para conseguir que los reacios campesinos pagaran sus contribuciones al mismo. Sus obras narrativas y didácticas en verso tratan siempre sobre tema religioso, y están constituidas fundamentalmente por hagiografías, esto es, biografías de los santos, en especial aquellos a los que se rendía culto en los monasterios con los que estuvo vinculado: la Estoria de sennor San Millán, la Vida de Sancta Oria, virgen y La vida del glorioso confesor Santo Domingo de Silos, por ejemplo. Su obra maestra es, sin embargo, los Milagros de Nuestra Señora. Otras obras suyas son El duelo que fizo la Virgen María el día de la Pasión de su fijo Jesu Cristo, Del sacrificio de la Misa, De los signos que aparecerán ante del Juicio, el Martiryo de Sant Laurencio, los Loores de Nuestra Señora y tres Himnos, dedicados a Jesús, el Espíritu Santo y la Virgen. No se muestra como un narrador original, ya que traduce ampliando obras escritas anteriormente en latín (amplificatio); su originalidad y carácter artístico debe apreciarse en el tratamiento de los temas, en el estilo, los detalles costumbristas y adaptaciones a la mentalidad medieval y campesina que añade a dichos relatos. El ámbito de creación de su obra es culto, aunque se reviste de una apariencia popular y utiliza elementos tradicionales; la estrofa que emplea para la versificación es la cuaderna vía o tetrástrofo monorrimo: cuatro versos alejandrinos o de catorce sílabas separados cada uno en dos mitades de siete sílabas por una cesura que coincide con final de palabra y grupo fónico, impidiendo toda sinalefa, y con una única rima consonante en todos sus versos. Sus obras se pueden dividir en tres grupos: * Obras sobre la Virgen María: Loores de Nuestra Señora, Duelo que fizo la Virgen y Milagros de Nuestra Señora. * Vidas de santos: Vida de San Millán, Vida de Santo Domingo de Silos, Poema de Santa Oria y Martirio de San Lorenzo. * Obras doctrinales: De los signos que aparecen antes del Juicio Final y Del sacrificio de la misa. Milagros de Nuestra Señora Comienza con una introducción alegórica en la que el autor se presenta a sí mismo en una naturaleza idealizada, descanso del hombre, que simboliza las virtudes y perfecciones de la Virgen. A continuación, se suceden veinticinco milagros realizados por la Virgen a favor de personas que sienten una gran devoción por ella. Berceo no inventa, sólo pretende difundir en lengua romance los relatos ya existentes sobre la Virgen, los cuales él modifica con libertad. Las principales características de los Milagros son las siguientes: * Berceo introduce elementos cotidianos para atraer a sus oyentes. * Emplea elementos del arte juglaresco, como el uso de expresiones para llamar la atención de sus oyentes. * Al final de cada relato aparece una moraleja o enseñanza para hacer comprender al oyente las ventajas que reporta ser un devoto de la Virgen. Se pueden distinguir tres grupos de milagros: * En los que María premia o castiga a los hombres, como "La casulla de San Ildefonso". * En los que la Virgen perdona y logra salvar de la condenación a sus devotos, como "El sacristán impúdico". * En los que los personajes sufren una crisis espiritual y María les ayuda a solucionar el conflicto, como "La abadesa encinta”. Gonzalo de Berceo y el euskera Antiguamente, aparte del castellano se conocía el euskera en La Rioja Alta, y por eso Gonzalo de Berceo, uno de los primeros escritores en lengua española utilizaba palabras vascas como beldur 'miedo' ("Don Beldur"), gabe 'sin' o 'privado de'; o çatico que viene del euskera zatiko 'pedacito', entre otras más. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Gonzalo_de_Berceo

Claudio Rodríguez García

Claudio Rodríguez García(Zamora, 30 de enero de 1934 - Madrid, 22 de julio de 1999) fue un poeta español. Hijo de María García Moralejo, de arraigadas convicciones burguesas y heredera de alguna que otra propiedad en Zamora, y de Claudio Rodríguez Diego, de origen humilde y gran lector de poesía y autor de algunos versos, y con quien se lleva bastante mal. En 1939 nace su hermano Javier y en 1945, las gemelas Marisa y Maricarmen. Su apodo es "Cayín". Desde los cinco años pasa largas temporadas en la finca de su abuela materna en contacto con la naturaleza y las labores del campo. Estudia el bachillerato en el Instituto Claudio Moyano, Es buen estudiante y compañero, y juega asiduamente al fútbol. El 23 de marzo de 1947 murió su padre y su vida dio un giro decisivo al quedar la familia en la ruina; Claudio ha de dedicarse a la administración de las fincas en el campo y tratar con jornaleros. Se acentúa su "manía andariega" y se refugia en la lectura. Se hace ayudante de un profesor de latín y francés y estudia con él la métrica latina, francesa y castellana. Lee a Rimbaud en su lengua original y se mantiene en contacto con su profesor de literatura Ramón Luelmo. Dos rasgos definen su personalidad: le gusta observar y recrear los juegos infantiles, y es muy andariego: da largos paseos por la ciudad y por las orillas del río Duero. Le forma mucho la biblioteca paterna: clásicos españoles, en particular los místicos, y poetas franceses del siglo XIX: Baudelaire, Verlaine y Rimbaud. Le une a los místicos la actitud contemplativa, mientras con Rimbaud la pronta madurez poética. Hacia 1948 escribe sus primeros poemas, que él llama "ejercicios para piano". Publica Nana de la Virgen María en el Correo de Zamora, en 1949. En 1951, se traslada a Madrid para estudiar Filología Románica con una beca. A los 18 años gana el premio Adonais por Don de la ebriedad, libro que impresiona a Vicente Aleixandre con el que mantendrá una amistad profunda, casi filial, y a quien dedicará su libro Conjuros. Su familia lo hace estudiar Derecho en Salamanca, pero se retira y opta por las letras. En 1953 conoce a Clara Miranda, quien será su compañera. Se hace amigo de Leopoldo Panero y Luis Rosales. A comienzos del curso 1955-56, se prepara un Congreso Universitario de Escritores Jóvenes, aplazado a febrero del año sucesivo por la muerte de Ortega. Rodríguez participa en el Boletín y vive de pensión en pensión, hasta que se instala en el Colegio Mayor José Antonio. En los primeros meses de 1956, se afilia al Partido Comunista, pero se sale inmediatamente (dura veinte minutos su permanencia) por una discusión con el hermano de Jorge Semprún. Antes, un grupo de desconocidos le había dado una paliza, por estar en la organización del Congreso, patrocinado por el PCE. De todos modos, fuera ya del congreso, participa en los enfrentamientos con la policía entre el 1 y el 9 de febrero, por lo que es detenido y posteriormente vigilado. (El congreso nunca se realizará, pues en los tumultos muere un estudiante falangista). Licenciado en Filología Románica en 1957 con una tesis sobre El elemento mágico en las canciones infantiles de corro castellanas, bajo la dirección de Rafael de Balbín. Ese verano hace el servicio militar. En 1958, publica Conjuros y, con la ayuda de Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre, viaja a Inglaterra, donde trabaja como lector de español en Nottingham (1958-1960). El 23 de julio de 1959 se casa con Clara Miranda. Se traslada luego a Cambridge (1960-1964), con el mismo cargo. Descubre a los románticos ingleses sobre todo William Wordsworth y Dylan Thomas, que influirán en su poética. En 1963 es incluido en la antología Poesía última de Francisco Ribes, donde también aparecen poemas de Eladio Cabañero, Ángel González, José Ángel Valente y Carlos Sahagún, autores que conforman el grupo poético madrileño que se dio a conocer en la década de 1950-1960, al que los críticos bautizaron con el nombre de generación de los 50. En Inglaterra escribe Alianza y condena, Premio de la Crítica 1965. Allí hace amistad con Francisco Brines, lector en Oxford. De regreso a Madrid, se dedica a la enseñanza universitaria. El 31 de julio de 1974 muere asesinada en Madrid su hermana María del Carmen. Puede considerársele el suceso más trágico en la vida del poeta. Un año más tarde, muere su madre. Los años setenta significan la consagración definitiva del poeta. Los sucesivos, el reconocimiento oficial. En 1976, publica su cuarto poemario El vuelo de la celebración. En 1980, la Modern Language Association of America le dedica una sesión en Houston. En 1983, Premio Nacional de Poesía por Desde mis poemas, recopilación de sus cuatro primeros libros; en 1986 es Premio de las letras de Castilla y León. El 17 de diciembre de 1987 es elegido miembro de número de la Real Academia Española, en el sillón dejado vacante por Gerardo Diego. En marzo de 1992 lee su discurso de ingreso a la RAE, titulado: "Poesía como Participación: Hacia Miguel Hernández". En 1993 publica Casi una leyenda, el que será su último libro de poemas. El 28 de marzo de 1993 recibe el Premio Príncipe de Asturias de las Letras y 5 días después el II Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana de la Universidad de Salamanca. Muere en Madrid, el 22 de julio de 1999. La crítica ha destacado su primer libro como uno de los más brillantes de la segunda mitad del siglo XX en español. Premios * Premio Adonais (1953) * Premio de la Crítica (1965) * Premio Nacional de Poesía (1983) * Premio Castilla y León de las Letras (1986) * Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1993) * Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (1993) Obras * Don de la ebriedad, Madrid, Adonáis, 1953. (Premio Adonáis) * Conjuros, Torrelavega, Ed. Cantalpiedra, 1958. * Alianza y condena, Madrid, Revista de Occidente, 1965. (Premio de la Crítica) * El vuelo de la celebración, Madrid, Visor, 1976. * Casi una leyenda, Barcelona, Tusquets, 1991. * Aventura, edición facsimil, Salamanca, Tropismos, 2005. Recopilaciones * Poesía (1953-1966), Barcelona, Plaza y Janés, 1971. (Con prólogo de Carlos Bousoño es una recopilación de sus tres primeros libros.) * Desde mis poemas, Madrid, Cátedra, 1983. (Recopilación de sus cuatro primeros libros con introducción del propio autor. Premio Nacional de Poesía) * Don de la ebriedad. Conjuros. Ed. de Luis García Jambrina, Madrid, Clásicos Castalia, 1998. * La otra palabra. Escritos en prosa, ed. de Fernando Yubero Ferrero, Barcelona: Tusquets, 2004.(Selección de ensayos y artículos sobre poética,poetas y otros temas literarios, publicados por el autor en revistas y prensa diaria). * "Antología poética", Ángel Rupérez (ed.), Madrid, Espasa, Colección Austral, 2004. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Claudio_Rodríguez

Emilio Prados Such

Emilio Prados Such (Málaga, 4 de marzo de 1899 - México, 24 de abril de 1962) fue un poeta español, perteneciente a la Generación del 27. Sus primeros quince años transcurren en Málaga, donde estudió el bachiller y comenzaría a relacionarse con la bohemia artística de la ciudad que se reunía en las tertulias del Café Inglés en la malagueña calle Larios, conociendo a otros jóvenes poetas como Manuel Altolaguirre, José Moreno Villa, José María Hinojosa o José María Souvirón. En 1914 obtiene una plaza en el Grupo de Niños de la Residencia de Estudiantes de Madrid. En este internado conoce a Juan Ramón Jiménez, uno de los asiduos invitados y quien, junto con la afición a los libros inculcada por su abuelo Miguel Such y Such en la infancia, determinaría su inclinación hacia la poesía. En 1918 se incorpora al grupo universitario de la Residencia, centro que se convierte en punto convergente de las ideas vanguardistas e intelectuales de Europa, así como en un foro de diálogo permanente entre ciencias y artes. En este fecundo caldo de cultivo se forma la Generación del 27 y es aquí, donde Prados entabla amistad con el círculo que forman Federico García Lorca, Luis Buñuel, Juan Vicens, José Bello y Salvador Dalí. En 1921, el agravamiento de la enfermedad pulmonar que padece desde su infancia le obliga a ingresar en el sanatorio de Davosplatz Suiza, donde pasará la mayor parte del año. En esa reclusión terapéutica, Emilio Prados comenzará a descubrir a los autores más sobresalientes de la literatura europea y a consolidar su vocación de escritor. Tras este paréntesis, en 1922 reanuda su formación académica asistiendo a cursos de Filosofía en las universidades de Friburgo y Berlín; visita museos y galerías de arte de las principales ciudades alemanas y conoce a Pablo Picasso y a diversos pintores españoles en París. En el verano de 1924 regresa a la capital malagueña, donde continúa su actividad como escritor, funda y edita, junto a Manuel Altolaguirre, la revista Litoral, el hito más renovador de la cultura española de los años 20, en cuyas páginas refleja el diálogo entre poesía, música y pintura del que bebió en la Residencia de Estudiantes, logrando reunir bajo un único código creativo a figuras tan relevantes como: Jorge Guillén, Moreno Villa, Manuel de Falla, Pablo Picasso, Salvador Dalí, Ángeles Ortiz o Federico García Lorca, entre muchos otros. En 1925 inicia su actividad como editor de la imprenta Sur, en la que trabaja también junto a Altolaguirre. De estos talleres saldrán publicados gran parte de los títulos de la poesía del 27. El esmerado trabajo de edición que realizan ambos poetas les procura prestigio internacional. Paralelamente a sus actividades creadoras, su compromiso social se va decantando en un progresivo interés hacia los sectores más pobres y desfavorecidos de la sociedad. Es en plena República, en 1934, cuando su acercamiento a la izquierda se muestra explícitamente. El clima de violencia que impera en Málaga al estallar la guerra, donde sería fusilado su amigo José María Hinojosa, le hace trasladarse a Madrid y allí entrará a formar parte de la Alianza de Intelectuales Antifascistas. Colabora en tareas humanitarias, ayuda en la organización del II Congreso Internacional de Escritores y en la edición de varios libros: Homenaje al poeta Federico García Lorca y Romancero general de la guerra de España, al tiempo que se publican varias de sus obras. Recibe el Premio Nacional de Literatura por la recopilación de su poesía de guerra, Destino fiel en 1938. Poco después, se instala en Barcelona para encargarse, junto con Altolaguirre otra vez, de las “Publicaciones del Ministerio de Instrucción Pública”. Pero la situación es ya insostenible en la España de comienzos de 1939 para un republicano, por lo que decide marcharse a París. El 6 de mayo de 1939 parte, junto con otras destacadas figuras de la intelectualidad republicana, hacia México, donde residirá hasta su muerte en 1962. Obra poética Primera etapa 1925 a 1928: busca las correspondencias de la naturaleza con la otredad del ser. Funde elementos vanguardistas y surrealistas con sus raíces arábigo-andaluzas y las poéticas puristas y neopopularistas de la época. * Tiempo (1925) * Veinte poemas en verso * Seis estampas para un rompecabezas (1925) * Canciones del farero (1926) * Vuelta (1927) * El misterio del agua (1926-27, publicado en 1954, en "Antología") * Cuerpo perseguido (1927-28, publicado en 1946) * Segunda etapa 1932 a 1938: se entrega a la poesía social y política con un lenguaje surrealista. * La voz cautiva (1932-35) * Andando, andando por el mundo (1931-35) * Calendario completo del pan y del pescado (1933-34) * La tierra que no alienta * Seis estancias * Llanto en la sangre (1933-37) * El llanto subterráneo (1936) * Tres cantos * Homenaje al poeta Federico García Lorca contra su muerte * Romances * Romancero general de la guerra de España * Cancionero menor para los combatientes (1938) * Destino fiel (recopilación de toda su poesía de guerra) Premio Nacional de Literatura 1938. Tercera etapa, exilio en México 1939 a 1962: poesías que emanan un profundo sentimiento de desarraigo y soledad. En su recta final, la trayectoria poética de Prados se dirige hacia una poesía cada vez más densa y filosófica, hacia el concepto de vida nueva, de solidaridad y amor; autoafirmándose en su independencia y en la visión abierta y vanguardista que siempre había defendido la generación del 27. * Memoria del olvido (1940) * Jardín cerrado (1940-46) * Mínima muerte (1944) * Penumbras * Dormido en la yerba (1953) * Río natural (1957) * Circuncisión del sueño (1957) * La piedra escrita (1961) * Signos del ser (1962) * Transparencias (1962) * Cita sin límite (edición póstuma, en 1965) * ¿Cuàndo volveran?(1636 y 1939) Referencias Wikipedia-http://es.wikipedia.org/wiki/Emilio_Prados

Mariano José de Larra

Mariano José de Larra y Sánchez de Castro (Madrid, 24 de marzo de 1809 – Madrid, 13 de febrero de 1837) fue un escritor, periodista y político español y uno de los más importantes exponentes del Romanticismo español. Es considerado, junto con Espronceda, Bécquer y Rosalía de Castro, la más alta cota del Romanticismo literario español. Periodista, crítico satírico y literario, y escritor costumbrista, publica en prensa más de doscientos artículos a lo largo de tan sólo ocho años. Impulsa así el desarrollo del género ensayístico. Escribe bajo los seudónimos Fígaro, Duende, Bachiller y El Pobrecito Hablador. De acuerdo con Iris M. Zavala, Larra representa el «romanticismo democrático en acción». Lejos de la complacencia en las efusiones del sentimiento, Fígaro sitúa España en el centro de su obra crítica y satírica. Su obra ha de entenderse en el contexto de las Cortes recién nacidas tras la década ominosa (1823–1833), y de la primera guerra carlista (1833–1840). Tras el temprano suicidio de Larra a los 27 años de edad, José Zorrilla lee en su entierro una elegía con la que se da a conocer. En 1908 algunos de los representantes de la generación del 98, Azorín, Unamuno y Baroja, llevan una corona de flores a su tumba, homenaje que significa su redescubrimiento y la identificación del grupo con el pensamiento de Larra y su preocupación por España. Referencias Wikipedia—https://es.wikipedia.org/wiki/Mariano_José_de_Larra

Fernando de Herrera

Fernando de Herrera fue yn poeta español nacido en Sevilla en 1534 y muerto en su ciudad natal en 1597. Por la perfección formal que alcanzó su poesía, depositaria de los ecos postrimeros de la herencia petrarquista recogida y difundida por Boscán y Garcilaso, fue conocido entre sus coetáneos por el sobrenombre de “El Divino”. Vida Pocos datos conocemos acerca de la vida de este poeta del siglo XVI español. Nació en Sevilla, hijo de honrados padres, posiblemente hidalgos. No sabemos con seguridad dónde estudió; pudo hacerlo en el colegio fundado por Maese Rodrigo Fernández de Santaella, reconocido por la ciudad de Sevilla como Colegio de Santa María de Jesús; también existe la posibilidad de que lo hiciera en el Estudio de San Miguel. Lo que sí se puede afirmar con certeza es que no debió de terminar los estudios, pues no logró ninguno de los títulos académicos que, sin duda, habría añadido a su nombre. Recibió las Órdenes Menores de Ostiario, Lector, Exorcista y Acólito, lo que le permitió solicitar y obtener un beneficio en la parroquia de San Andrés en Sevilla. Sus obligaciones se limitaban a cantar en el coro, a leer su breviario y a asistir con su vestimenta eclesiástica a una misa dominical o diaria. En 1565 trasladaron definitivamente su residencia a Sevilla don Álvaro de Portugal, conde de Gelves, y su esposa doña Leonor de Milán. El Conde auspició una tertulia literaria a la que asistían, entre otros, Juan de Mal Lara, el licenciado Pacheco, Baltasar del Alcázar, Juan de la Cueva, Mosquera de Figueroa, y el propio Herrera. La Condesa causó un gran impacto en Herrera, quien la convirtió en el centro de su poesía amatoria. La relación entre la noble y el poeta fue de gran confianza, pues doña Leonor lo hizo depositario de su testamento. Los últimos años de su vida los pasó calladamente en la ciudad de Sevilla, donde murió en 1597, a los 63 años de edad. Fue un hombre de una gran cultura, como atestigua su biógrafo Pacheco: tuvo lección particular de los santos, supo las matemáticas y la geografía, como parte principal, con gran eminencia. También poseía conocimientos de filosofía y de medicina. Era además un gran conocedor de las lenguas y literaturas griega y latina; en esta última escribió algunas composiciones, como recordaba Francisco de Rioja: “supo la lengua latina muy bien, y hizo en ella muchos epigramas, llenos de arte y de pensamientos y modos de hablar, escogidos en los más ilustres escritos antiguos”. Obra El catálogo de sus obras incluye dos grupos: obras conservadas y obras perdidas. El primero se reduce a cuatro libros en prosa: Relación de la guerra de Chipre, y suceso de la batalla naval de Lepanto, publicada en Sevilla por Picardo en 1572, que contiene al final uno de los poemas más famosos del vate sevillano, la "Canción en homenaje a don Juan de Austria por el triunfo de Lepanto"; Tomás Moro, vida ejemplar del santo inglés, impresa en Sevilla en 1592 por Alonso de la Barrera; Las Obras de Garcilaso de la Vega con Anotaciones de Fernando de Herrera (Sevilla, 1580), considerado por Antonio Alatorre como "el libro más hermoso de crítica literaria y de erudición poética que se escribió en la España del Siglo de Oro". Se trata de un libro en el que se edita con comentario la obra poética de Garcilaso, pero en él se halla un compendio de creación poética, de retórica y de crítica literaria, a lo que hay que añadir una amplia erudición enciclopédica y un esbozo del arte poética que nunca escribió. Obra muy relacionada con esta última, aunque no fue impresa en vida del poeta es la Respuesta a las Observaciones del Prete Jacopín, en la que Herrera se defiende de los ataques que contra las Anotaciones había lanzado el Condestable de Castilla. A estas obras en prosa hay que añadir su libro de poesías, publicado en Sevilla en 1582 bajo el título de Algunas obras, libro que contiene 91 composiciones desglosadas de la siguiente manera: 78 sonetos, 7 elegías, 5 odas y una égloga. A estas obras hay que añadir poemas sueltos escritos para los preliminares de libros de amigos suyos, y un gran número de composiciones que se han conservado en manuscritos dispersos en distintas bibliotecas. De las obras perdidas tenemos noticias gracias a las citas que de ellas hacen el propio Herrera, Pacheco, Francisco Rioja o el Licenciado Duarte. Pacheco, en la semblanza biográfica que acompaña a su Libro de descripción de verdaderos retratos de ilustres y memorables varones, cita varias de estas obras: un poema trágico de los "Amores de Lausino y Corona", varias églogas, la Gigantomachia, la traducción del Rapto de Proserpina de Claudiano, y, por último, una historia general del mundo hasta el reinado de Carlos V; a este catálogo, Francisco Rioja añadió un Amadís. Algunas de estas obras nunca llegaron a terminarse y algunas quizás ni siquiera a escribirse. Ninguno de sus amigos y biógrafos nos da noticias de lo que sucedió con estos textos herrerianos, aunque Pacheco y el Licenciado Duarte hablan de una usurpación, pero sin especificar el autor o autores de semejante robo o destrucción. La parte más importante de su producción literaria es, sin lugar a dudas, la poesía; es gracias a ella que Herrera ocupa un lugar destacado en la literatura española. Tal y como correspondía a un poeta de su época, el vate sevillano transitó diversos temas: poesía amorosa, poesía heroico-patriótica y poesía laudatoria. La tradición poética en la que se inserta la poesía amorosa de Herrera participa del petrarquismo, del neoplatonismo y de los tratados filográficos, como los Diálogos de amor de León Hebreo. Las tres corrientes de pensamiento aparecen recogidas en el Canzoniere de Petrarca, poeta cuya influencia en la poesía española del Siglo de Oro es fundamental; Herrera es quizás el poeta español más consciente de la importancia del escritor florentino. Por ello la poesía del sevillano se halla impregnada de conceptos y temas petrarquistas, que en ocasiones coinciden con los planteamientos neoplatónicos, e incluso con la tradición cortés iniciada en Provenza en el siglo XII. Uno de los rasgos petrarquistas que penetró en la práctica herreriana, aunque ya se había dado en nuestro siglo XV y en autores posteriores (Garcilaso), es el concepto del amor por destino: el poeta ya desde su nacimiento está destinado a amar a una mujer. Herrera creía haber nacido bajo el signo del amor, y así lo manifiesta en algunos de sus versos, como se puede apreciar en los dos versos de un soneto, en el que leemos: "Nací yo por ventura destinado / al amoroso fuego". Pero este destino no presupone una vida feliz, puesto que el amor petrarquista -y aquí se aprecia la influencia cortés- significa dolor. La amada rechaza al poeta, que es consciente de que los sentimientos que siente y expresa a la mujer que ama nunca serán correspondidos; amar es sufrir. De esta forma el dolor se convierte en el sustituto del placer, el amante se entrega a la amada en espera de recibir más tormento; su libertad, su voluntad se han rendido a la libertad y a la voluntad de la mujer. Este sometimiento absoluto culmina con un deseo de total sacrificio, que va a desembocar en la muerte. A este sentimiento se llega por el estado de angustia y desesperación en que vive el poeta, que provocan en él un estado de desconcierto y confusión obsesivos; la confusión y el desconcierto los expresa así Herrera: "Sigo por un desierto no tratado, / sin luz, sin guía, en confusión perdido". Otro de los conceptos petrarquistas es el de la consideración de la amada como guía, como la luz que conduce al poeta hacia el cielo. Siguiendo esta tradición el poeta sevillano la denomina como Luz, Estrella, Lumbre, Lucero, Sirena; todos nombres que pertenecen al campo semántico de luz. Es la luz que, dentro de la filosofía neoplatónica, guía la ascensión del amante, ascensión que en Herrera es descrita con la simbología de la literatura mística: "Y la frágil corteza dejo al suelo que impide con su peso el leve vuelo; y contemplo por vos la suma alteza, el celestial espíritu y la gloria de la inmortal belleza, y a vos os debo aquesta gran victoria". Pero esta espiritualidad expresada con un lenguaje sacado de la tradición mística no supone el desechar la sensualidad. En este sentido, Herrera refleja el pensamiento de los filósofos neoplatónicos que, como Plotino, veían en el contacto sexual una aceptable forma de expresar los sentimientos amorosos. En su poesía hallamos referencia a los besos como una forma de expresar esa comunicación que debe establecerse entre los amantes. La obra que mejor refleja la compenetración herreriana con el mundo poético petrarquista es Algunas obras, poemario publicado en 1582 en Sevilla. En este libro, Herrera asimiló perfectamente el significado del Canzoniere como historia amorosa; hasta tal punto se ha producido esa asimilación que Gallego Morell lo considera como reducido "Cancionero en honor de Madonna Leonor". Varios son los puntos de contacto entre ambos cancioneros: en primer lugar, los poemas siguen una secuencia narrativa y no cronológica; en segundo lugar, se intercalan poemas laudatorios y heroico-patrióticos para definir la personalidad y el momento histórico del escritor; en tercer lugar, hay alternancia de formas métricas, y, por último, aparece una única amada, fijada en parónimos. La principal característica de este cancionero es su concepto de historia amorosa. El primer punto a destacar es la veracidad o fingimiento de la pasión herreriana hacia doña Leonor de Milán. Ya desde el Cancionero de Baena se exigía al auténtico poeta "que siempre se precie e se finja de ser enamorado". Los filógrafos neoplatónicos repitieron la misma idea; León Hebreo escribió que "en el mundo carece de ser quien carece de amor". Por tanto, el amor que Herrera manifiesta hacia su Luz es un amor literario, vivido en la poesía. El poeta sevillano, para seguir la tradición literaria petrarquista, continuada en España por Garcilaso, necesitaba crear una amada que compitiese con la Laura de Petrarca o la Isabel garcilasiana. Por ello surgió Luz, alter ego literario de doña Leonor de Milán, como centro del universo poético herreriano. Esta historia de amor se inicia, de acuerdo al canon petrarquista, con un soneto-prólogo escrito desde la madurez sentimental y humana y con conciencia de haber errado en su pasión. Pero a diferencia de Petrarca, que escribe su poema desde una pasión ya superada y con una intención moralizante, Herrera se halla inmerso en la suya y no demuestra ningún deseo de claudicación: "Sigo al fin mi furor, porque mudarme / no es honra ya, ni justo que s’estime / tan mal de quien tan bien rindió su pecho". Este primer poema muestra ya las dos pasiones que van a convivir a lo largo del poemario: la audacia y el temor. Lo que falta en esta primera etapa de la historia amorosa es la referencia a las circunstancias en que se produjo el primer encuentro entre el poeta y su amada; poema que debía recordar al "Era il giorno ch’al sol si scoloraro" petrarquista. Eso sí, Herrera se sirve de los tópicos del florentino para narrar su rendición: el hielo, es vencido por el fuego que desprende la amada, y el poeta arde en él mísero y engañado, sin esperanza. La primera parte del libro aparece dominada por una actitud de súplica; Herrera implora a la amada su atención, su mirada, como medio de aliviar su tormento: "Vuelve tu luz a mí, vuelve tus ojos, / antes que quede oscuro en ciega niebla". Pero la respuesta esperada no llega. Estos poemas constituyen un extenso monólogo; no hay comunicación entre el poeta y su amada; ésta no tiene voz, es únicamente receptora de las amargas quejas de su amante. El silencio se rompe sólo en la elegía III, momento culminante de la narración amorosa, cuando Luz le declara su amor y los tormentos que por él está sufriendo. Es el momento de la euforia, de la victoria del poeta que ve de esta manera recompensados sus tormentos. Para destacar más esa sensación de triunfo, el poeta la hace coincidir con el momento en que la armada de don Juan de Austria, vencedora en Lepanto, se halla fondeada en el puerto sevillano. A partir de este momento, se da una tensión amorosa entre la esperanza y el desengaño. Este proceso culmina en el soneto XXXIII, "Ardientes hebras, do s’ilustra el oro", en el que se produce la exaltación de la belleza de la amada, con alusiones al cabello, a los ojos, a las mejillas, a los dientes, al cuello y, por último, a su "angélica armonía". Pero esta tensión se rompe pronto y desparece la esperanza, quedándole sólo al amante el recuerdo del placer pasajero. Al recuerdo de la gloria le acompañan el dolor y el desengaño ante la crueldad de la amada. Recurre entonces, para demostrar la grandeza de su tormento, al mito de Prometeo (soneto XLVI), aunque su suplicio es más doloroso que el de este héroe mitológico, puesto que es su corazón el que es comido y no existe ningún Hércules que pueda liberarle. A partir de aquí el poeta, que pretende recuperar su libertad, se halla inmerso en una lucha entre la razón y la pasión, que provoca una gran confusión de la que sólo se libera en el soneto final. En él Herrera narra la ruptura de su yo poético con el amor: "No más; baste, cruel, ya en tantos años rendido haber al yugo el cuello yerto, y haber visto en el fin tu desvarío. Abra la luz la niebla a tus engaños, antes que el lazo rompa el tiempo, y muerto sea el fuego del tardo hielo mío". Esta composición cierra el cancionero herreriano. Pero faltan en él los poemas in morte. No sabemos la razón de esta ausencia; quizás nunca fueran escritos o sí lo fueron, pero al tratarse de una antología representativa de su producción poética pudieron quedar fuera. Otra corriente poética que trató el amor fue el de la poesía cancioneril castellana del siglo XV, cuyo mejor ejemplo es el Cancionero general de Hernando del Castillo, impreso por primera vez en 1511, pero que pervivió en la tradición poética castellana del siglo XVI. Las razones que movieron a Herrera a continuar esta tradición fueron dos: por una parte, la idea renacentista de continuar una tradición nacional; por otra, el deseo de demostrar su perfecto dominio de la técnica poética, necesaria para desarrollar este tipo de lírica en la que se buscaba el virtuosismo formal. Las dos vertientes, la petrarquista y la cancioneril, no representan dos polos opuestos, sino que son complementarias; cada una de ellas influirá en la otra, aunque ambas conservan sus características distintivas. La diferencia que separa ambas tendencias se halla en el sentimiento que el poeta es capaz de comunicar a través de ellas. En su obra petrarquista hay una pasión vivida, aunque ésta sea literaria, elemento que falta en su poesía en metros castellanos. El lector no siente la autenticidad vital en estos poemas; todo parece quedarse en un mero juego poético, en la búsqueda de la perfección formal. Herrera incorpora a esta poesía su saber humanístico y su extenso conocimiento de la labor de los poetas del siglo XV, pero no penetra en la poesía, no deja su huella personal, sus propias emociones. Refleja, en cambio, de manera obediente las normas del amor cortés. Así, conceptos como el amor considerado como servicio del amante hacia la amada, el secreto, la dama presentada como la "belle dame sans merci", la lucha entre la razón y la pasión que termina con el triunfo de la segunda, son rescatados por Herrera en estas poesías. Otra de las vertientes poéticas que transitó fue la de la poesía heroico-patriótica. Las razones que le hicieron abordar este tipo fueron dos: en primer lugar, por la tradición del canzoniere petrarquista, que se servía de ella para fijar la temporalidad histórica de la peripecia amorosa; en segundo lugar, porque la poesía épica, ya desde la Poética de Aristóteles, era considerada como el género más prestigioso. El propio Herrera se refiere a esta última causa en uno de sus poemas, en el que reconoce la superioridad de la obra épica de Homero o Virgilio sobre la poesía amorosa de Tíbulo, aunque en el poema reconoce la imposibilidad de apartar su inspiración de su amada. Por otra parte, en sus poemas nos encontramos con una mezcla de elementos heroicos en la poesía amatoria y líricos en la heroica, como símbolo de una concepción que señalaba ambos procesos como igualmente gloriosos. Herrera era consciente del concepto pindárico de la poesía como inmortalizadora de las gestas heroicas, y por ello emprendió, dentro del fervor nacionalista del Renacimiento, la labor de rescatar del olvido las hazañas de algunos héroes medievales españoles: Pelayo, Fernán González, el Cid, Gonzalo Fernández de Córdoba. Pero la enumeración y la exaltación no se detienen en el pasado, sino que entre todos los héroes emerge la figura de don Juan de Austria, el vencedor de Lepanto. También escribió encendidos elogios de Carlos V y de Felipe II, a los que exalta por sus luchas contra los enemigos de Dios, dentro del concepto de la época que veía en España la cabeza de la Cristiandad. Los estudiosos de la obra de Herrera han apreciado en este género poético una progresión gradual desde la predominante aparición de motivos mitológicos hasta una completa cristianización, representada por el uso exclusivo de temas y motivos bíblicos. Esta progresión no es lineal, puesto que el hito intermedio ("Canción al Santo Rey don Fernando"), en el que los elementos mitológicos van desapareciendo, fue escrita casi diez años más tarde que la "Canción en alabanza de la divina magestad, por la victoria del señor don Juan", que representa el triunfo de la cristianización de esta poesía. Los dos poemas más importantes en este género son "Cantemos al Señor, que en la llanura", dedicada a la victoria de Lepanto, y "Voz de dolor y canto de gemido", que narra el desastre portugués en Alcazarquivir. Las dos composiciones reflejan el espíritu español de la Contrarreforma, en el que se unen un fuerte sentimiento patriótico y una severa religiosidad. En ambas aparece dominando la narración la figura magnífica de Dios; de un Dios guerrero que imparte justicia contra los enemigos de la fe: "Tú, Dios de las batallas, tú eres diestra, / salud y gloria nuestra". Sin embargo, este Dios guerrero e implacable no sólo castiga a los enemigos de la fe, sino que también lo hace con los malos cristianos; de esta manera explica la derrota del rey portugués don Sebastián frente a los moros en el Norte de África, aunque el poema termina con un aviso para los árabes vencedores: "que si el justo dolor mueve a venganza / alguna vez el español coraje, / despedazada con aguda lanza, / compensarás, muriendo, el hecho ultraje". La misma tradición poética que obligaba a Herrera a componer poesías de tema heroico le obligaba también a escribir poemas laudatorios. Los teóricos de la literatura de los siglos XVI y XVII respaldaban esta práctica, pues consideraban que la alabanza era una de las funciones básicas del arte poético. También se basaba en una tradición que hundía sus raíces en la literatura greco-latina, que había sido continuada en la Edad Media y estaba dotada de un nuevo significado por el Renacimiento. Este nuevo significado se hallaba en la revitalización renacentista de la idea de la fama, que contribuyó al auge de la literatura panegírica. Según esta tradición, el poeta debía inmortalizar a sus amigos y a los héroes contemporáneos. El problema con el que nos enfrentamos al analizar la poesía laudatoria de Herrera es el de establecer unos límites precisos entre ésta y la heroica; los poemas en que se realzan los méritos de los generales o de los soldados españoles reflejan ideas que pueden encuadrarse en cualquiera de las dos categorías poéticas: por una parte, hay en ellos una alabanza a las virtudes individuales del personaje celebrado; por otra, esos valores representan la encarnación de los ideales políticos y religiosos de la colectividad. La retórica clásica codificó los hechos y personajes que merecían ser elogiados por los poetas con la característica común de su imagen ilustre. Muchos son los tipos encuadrados en esta poesía laudatoria, aunque un corto número de ellos se encuentra en la obra de Herrera: epitalámicos, propémpticos, consolatorios y encomiásticos. En su poesía, el grupo más importante lo constituyen aquellos en que se alaban las virtudes de sus amigos o protectores; es decir, los encomiásticos, con los que el poeta pretende enumerar las virtudes del personaje y, al mismo tiempo, intenta mover a los lectores. Así, los poemas dedicados a doña Francisca de Córdoba, marquesa de Gibraleón, o a don Melchor Maldonado, caballero de la Orden de Santiago se hallan en el grupo de los encomiásticos. Otro de los tipos que cultivó es el consolatorio (elegías, trenos, endechas, epicedios). Aquí se unen la descripción de las cualidades del amigo muerto, la concepción del mundo como un valle de lágrimas y la consolatio; ejemplos representativos de este grupo son: la elegía a la muerte de don Pedro de Zúñiga, la dedicada a Luis Ponce de León o la composición en la que llora la muerte de su maestro y amigo Juan de Mal Lara, en la que deja constancia de los lazos que los unían: "de mi alma murió la mayor parte". El último de los grupos que abordó es el de la poesía epitalámica, que se destinaba a la celebración de las nupcias con el elogio de los esposos, de sus familias, de las virtudes de los contrayentes, etc; el ejemplo más interesante de Herrera es el poema que compuso con motivo del matrimonio del marqués de Tarifa, en el que la alabanza al novio incluye la referencia a sus gloriosos antepasados y a sus virtudes, y en el caso de la novia se la presenta, siguiendo la filosofía neoplatónica, como luz que guía al amante a las esferas del cielo, ayudándole a levantarse sobre la oscuridad. Fernando de Herrera no se limitó a escribir poesía, sino que además se dedicó a estudiar la poesía. De esta preocupación teórica nos ha dejado importantes ejemplos: las Anotaciones, la Respuesta al prete Jacopín, y comentarios desperdigados en elgunos de sus poemas. A estas obras habría que añadir esa Arte poética que se quedó en proyecto. Herrera expone en estas obras sus ideas acerca de las teorías literarias, del lenguaje poético, de los distintos géneros, de las formas métricas, de los poetas clásicos y de los contemporáneos. Pero no hallamos entre sus ideas, entre sus comentarios conceptos originales; él resume distintas tradiciones literarias filtradas a través de Julio César Escalígero y recurre a la terminología de la retórica, como ya sucedía desde la antigüedad clásica. El proceso de creación poética herreriano se debate entre la manía o inspiración platónica y la reflexión aristotélica. En varios pasajes de sus obras parece abrazar la doctrina platónica de la inspiración divina como causa eficiente de la poesía, pero acaba por imponerse en su concepción su intelectualismo y la obra de arte se convierte en un objeto elaborado. Son las reglas del arte las que se imponen en su concepto poético de acuerdo a la norma manierista. El arte es el guía del artista; es el triunfo de la mímesis aristotélica. Sigue así Herrera la tradición de la imitación que había surgido ya en Horacio, que defendía la imitación múltiple o la famosa frase de Séneca: "Apes, ut aiunt, debemus imitari". Pero también sigue el concepto humanista que reconocía el valor artístico de la imitación como una muestra de sabiduría poética y de respeto a la tradición culta. En Herrera se manifiesta una insatisfacción ante la tradición recibida, lo que le lanza a la búsqueda de nuevos conceptos y elementos poéticos, tal y como lo manifiesta en sus Anotaciones: "no todos los pensamientos y consideraciones de amor, y de las más cosas que toca la poesía cayeron en la mente del Petrarca y del Bembo y de los antiguos". Por tanto, la propuesta del sevillano consiste en una voz personal que combina la recepción de los logros poéticos de los escritores anteriores -la mimesis- con sus propios hallazgos. Una vía para alcanzar esta voz personal la constituye la erudición. Para Herrera, el poeta debe poseer extensos conocimientos en las más diversas ciencias. De esta forma, se explica la abundancia de datos eruditos en sus Anotaciones, perfecto vehículo para demostrar su talla intelectual. En su obra poética también se encuentran múltiples referencias a la mitología clásica, a la geografía, filosofía, medicina, historia, astrología, etc. A ellos hay que unir sus amplios conocimientos de Retórica y Poética, así como de las literaturas clásicas y modernas, sobre todo de la italiana. Dentro de este contexto erudito podemos situar la creación de su propio sistema ortográfico. Para Herrera, como buen manierista, el cometido esencial de la poesía es reflejar la belleza, que es trasunto de la divina. Por lo tanto, un concepto importante es el de la admiración; por ello el campo de la poesía queda limitado a lo que produce un sentimiento de maravilla en el poeta: la belleza de una mujer, la grandiosidad de una batalla, las hazañas de un héroe. Para despertar esta admiración Herrera escoge con mucho cuidado las palabras con las que va a describir lo bello; es decir, debe existir una perfecta adecuación entre el lenguaje y el tema. Él rechaza la máxima de Juan Valdés del "escribo como hablo": para Herrera, el lenguaje literario es autónomo y perfectamente diferenciado del habla común. Pero eso no implica complicación; el lenguaje no ha de oscurecer las ideas, sino que, por el contrario, ha de esclarecerlas. Para él, el español ha alcanzado la madurez y la flexibilidad necesarias para transmitir los conceptos poéticos: siguiendo el camino iniciado por Nebrija, se enorgullece de la lengua heredada, aunque no rechaza la incorporación de vocablos extranjeros siempre que se haga con una intención enriquecedora. La poética herreriana tenía como finalidades la búsqueda de la belleza y el deseo de mover al lector. Ambas son conseguidas mediante una gran preocupación estilística, propia de un poeta para quien la poesía no es sólo sentimiento, sino también placer estético. Su obra poética se debate entre la creación de una poesía de formas puras, a través del uso de "palabras graves, que no se apartan del uso común", y el oscurecimiento producido en la expresión por las referencias a ideas filosóficas, a hechos históricos o a lugares geográficos, que la hacen imposible para el vulgo. El estilo herreriano refleja una búsqueda de un nuevo lenguaje poético, que sigue la herencia de Garcilaso y que culminará en el culteranismo de don Luis de Góngora. Uno de los rasgos sobresalientes de este nuevo lenguaje poético es la abundancia de metáforas, hasta tal punto que se ha llegado a hablar de que su poesía "semeja una verbena metafórica". La utilización de este tropo se encuadra dentro del estilo manierista. La metáfora herreriana apela, sobre todo, a la vista, el órgano que sirve para captar mejor el mundo de belleza que traslada la figura. Otras dos características del uso metafórico del poeta son: la ausencia de cualquier tipo de partícula comparativa, y su sencillez. Los adjetivos contribuyen a intensificar el mundo sensorial creado por las metáforas. Garcilaso había mantenido el equilibrio entre lo sustantivo y lo adjetivo, Herrera lo rompe en favor de este último. Aparecen en sus poesía los tipos tradicionales de epítetos: los típicos ("rojo sol", "luciente cielo"); selectos, matizados y antitéticos ("los fuertes y belígeros varones", "del mar cerúleo"); enfáticos ("pura estrella", "beldad serena"); epítetos en metáforas y perífrasis ("de las crespas lazadas d’oro ardiente"), y, por último, aquellos casos en que los sustantivos y nominales llevan varios adjetivos; tal es el caso del tipo, que ya aparece en Garcilaso, epíteto + y + epíteto ("con el claro español y belicoso"). El repertorio de figuras usadas por Herrera es muy variado. En la poesía en metros castellanos continúa la tradición conceptista de la poesía cancioneril que se complace en los juegos de ingenio lingüístico. Abundan las antítesis, las paradojas, y los opósitos que sirven al poeta para mostrar el estado de confusión en que se halla. Otras figuras que aparecen en estas poesías son: los políptotos y los paralelismos. La poesía de tradición italianizante también abunda en figuras retóricas. Hay que destacar el uso de aquellas que le permiten, por una parte, manifestar su dolor amoroso y su confusión, y, por otra, enfatizan sus versos. Las dos funciones las cumplen: la prosopopeya, el apóstrofe y la invocación, la exclamación y la interrogación retóricas; así como determinados recursos formales: sinéresis, diéresis, sinalefa, dialefa y anáfora. También concede especial atención a los valores de los sonidos, buscando la adecuación entre la palabra y su significado a través del valor simbólico de las letras, de las secuencias antirrítmicas y a la aliteración. También tiene gran importancia en su obra el encabalgamiento, por la libertad de expresión que concede a los poetas. Con gran profusión aparecen en sus versos los hipérbatos de distintas clases: separación de sustantivo y adjetivo; anteposición del genitivo, o de cualquier otra palabra precedida por de, al vocablo del que depende, y, por último, un sustantivo con dos adjetivos atributos, uno de los cuales se antepone y el otro se pospone. También se incluye en este grupo el acusativo griego. Otras figuras son: la perífrasis, las alusiones cultas y las citas mitológicas. El carácter de artífice con el que Herrera trabaja las figuras retóricas se refleja también en el campo léxico. Aquí intenta unir tradición y novedad: abrir la lengua a las influencias exteriores (cultismos y neologismos) y recuperar aquellos vocablos desechados por el uso común (arcaísmos). La aparición de los cultismos en Herrera tiene dos causas: la primera, el concepto erudito de su poética, por el que debía buscar vocablos nuevos con un origen clásico; la segunda, su nacionalismo, que le llevaba a acercar el español al latín, la lengua universal de la cultura. Algunos de los cultismos introducidos por Herrera forman parte hoy de nuestro vocabulario: "abundancia", "aceptar", "ameno", "elocuente", "espacioso", "hábito", etc. Las mismas causas le impulsaron a introducir multitud de neologismos. Los arcaísmos fueron usados por dos causas: le dan una patena de antigüedad a los versos, y, para el lector culto, denotan erudición y novedad. Los más usados son: "ardor", "crespo", "yerto", "ledo", "ufano", "ufanía". El aspecto de la poesía de Herrera que más controversia ha despertado es, sin duda alguna, el grado de intervención de Francisco Pacheco en la edición de los Versos de Fernando de Herrera, que vio la luz en las prensas sevillanas de Gabriel Ramos Vejarano en 1619, aunque la aprobación y el privilegio están datados en 1617; es lo que se ha denominado como el "drama textual". A la muerte del poeta, mucho de sus papeles se perdieron o estaban dispersos. Por ello, Pacheco hubo de servirse para su edición de los manuscritos y papeles sueltos que pudo rescatar entre los amigos del poeta y los coleccionistas. Esta edición presenta variantes en el lenguaje, el estilo y la estructura de algunos poemas, que la alejan bastante de Algunas obras e, incluso, de poemas anteriores a esta antología, conservados en manuscritos. El problema que se plantea es saber si Pacheco se limitó a copiar los poemas tal y como aparecían en los manuscritos que utilizó o, por el contrario, los alteró. La mayor parte de la crítica defiende la última opción: Pacheco retocó los poemas que editó. A esta conclusión se ha llegado por una serie de importantes detalles: la arcaización del lenguaje, con la aparición de palabras como "conhortar", "conquerir", "cuitoso" o "yusano", de las que no existe ningún ejemplo en Algunas obras; la división en tres libros, que, según los contemporáneos de Pacheco, es del editor y no del poeta; el hecho de que seis sonetos aparezcan copiados dos veces y que se omitan tres de los que aparecen en Algunas obras; la autoría dudosa del "prefación" que abre la edición de Pacheco; el hecho de que un verso de la elegía VIII del libro I de Versos muestre influencias de uno del Polifemo de Luis de Góngora; y las supresiones de los nombres propios en algunas poesías y la de estrofas en otras. Las Obras de Garci-Lasso de la Vega con anotaciones de Fernando de Herrera fueron publicadas en 1580, aunque parece ser que ya trabajaba en ella antes de 1571. Este comentario y edición de las obras de Garcilaso no fue el primero en ser publicado, honor que corresponde al Brocense, que había sacado el suyo en Salamanca en 1577, bajo el título de Obras del excelente poeta Garci-Lasso de la Vega. Con anotaciones y enmiendas del maestro Francisco Sánchez. Sin embargo, Herrera nunca menciona en sus Anotaciones la obra del catedrático salmantino. La labor del poeta sevillano no se limita al comentario erudito de los poemas de Garcilaso, sino que su primera función es la depuración y corrección de los textos, hecho del que se vanagloria, afirmando ser el primero que ha llevado a cabo tal tarea. Su interés difiere del manifestado por el Brocense, que había fijado las fuentes clásicas de las que se había servido Garcilaso, mientras que Herrera se interesa más por la demostración de la gran calidad de la poesía garcilasiana que compara con la de los mejores poetas de la antigüedad, y por el establecimiento de una poética que es la suya. Traza además, gracias a su erudición, un amplio panorama de los géneros poéticos y su historia, del valor de las formas métricas (y aquí hay que destacar las palabras que dedica al soneto), de las preceptivas clásicas y de las italianas de su época, y aporta juicios críticos sobre escritores españoles e italianos. Referencias UAM - www.lllf.uam.es/~fmarcos/informes/BNArgentina/catalogo/herreraf.htm

Mauricio Bacarisse

Mauricio Bacarisse. fue un poeta, narrador, novelista, ensayista, traductor y colaborador de medios de prensa de España. Pertenece cronológicamente a la generación del 27. Mauricio Bacarisse. Nace en Madrid el 20 de agosto de 1895. Estudió en la capital de España y desempeñó la cátedra de filosofía en los institutos de Mahón, Lugo y Ávila. Fundó junto a su amigo Ramón Gómez de la Serna las tertulias del café de Pombo. Se le considera un poeta de transición entre el modernismo y el ultraísmo, movimientos de los que se separa para componer una poesía pura, al estilo de la cultivada por Juan Ramón Jiménez, aunque con la influencia de los poetas expresionistas alemanes, fue compañero de varios de los miembros de la Generación del 27, como Lorca, Aleixandre, Guillén, Alberti, Gerardo Diego y Dámaso Alonso. Su trabajo como corredor de seguros no le impidió dedicarse a la literatura. Su obra inicial se situó en el modernismo, posteriormente experimentó el influjo del ultraísmo de Rafael Cansinos Asséns. Etapas importantes Recorrió las provincias españolas, comisionado por una compañía de seguros. El poema Mujeres muertas le costó un juicio por injurias a la guardia civil. En 1927 publica la novela Las tinieblas floridas. En sus poemas El Madrid de las rondas y Manifestación del hombre se aprecia la influencia de la poesía social. Asiduo a las reuniones del café Pombo, en la madrileña calle de Carretas, aparece en el cuadro de Gutiérrez Solana La tertulia del Pombo 1930 Bacarisse colaboró en la revista Nueva España, dirigida por Antonio Espina, Adolfo Salazar y José Díaz Fernández, que apareció el 30 de enero de 1930, el mismo día en que caía la dictadura de Primo de Rivera. También colaboró en la Revista de Occidente, fundada por José Ortega y Gasset. En 1930 obtiene el premio nacional de literatura con su novela Los terribles amores de Agliberto y Celedonia obra de técnica y contenidos típicamente vanguardistas, considerada una de las más inteligentes e irónicas de la época Muerte Mauricio Bacarisse muere en Madrid el 4 de febrero de 1931, al mismo tiempo que se hacía público el premio nacional de literatura que se le otorgaba por su novela Los terribles amores de Agliberto y Celedonia Principales Obras * El esfuerzo (1917) * Las tinieblas floridas (1927) * El paraíso desdeñado (1928) * Mitos (1930) * Los terribles amores de Agliverto y Celedonia Obras traducidas * Los poetas malditos y Antaño y ayer * Edipo, rey, de Sófocles Referencias http://www.ecured.cu/index.php/Mauricio_Bacarisse

Diego Hurtado de Mendoza y Pacheco

Diego Hurtado de Mendoza y Pacheco (Granada, 1503 o 1504 - Madrid, 14 de agosto de 1575) fue un poeta y diplomático español, embajador de España en Italia. Desde el siglo XVII hay teorías que apuntan a que fue el autor del Lazarillo de Tormes. Hijo del conde de Tendilla, estudió en Granada y Salamanca. Don Diego tuvo una privilegiada infancia muy influida por la figura paterna. Su padre, Íñigo López de Mendoza y Quiñones, más conocido por el Gran Tendilla, era Capitán General del reino de Granada al tiempo del nacimiento de Diego y tenía su residencia fijada en La Alhambra. Además, siguiendo la tradición familiar de los Mendoza de unir las armas con las letras, quiso dar a sus hijos una educación esmerada, contando con los mejores preceptores de la época y se trajo desde Italia a Granada a Pedro Mártir de Anglería. Así el entorno morisco, por un lado, y el espíritu cultivado y renacentista, por otro, marcaron de por vida al joven. Marchó como embajador a la corte de Enrique VIII, rey de Inglaterra en 1537, que acababa de quedar viudo y donde se le encomendó negociar unas bodas reales que se frustraron. Tras ello fue nombrado embajador en Venecia (1539 - 1547) para representar además a Carlos I en el Concilio de Trento. Embajador en Roma (1547), fue luego gobernador de Siena, donde sofocó una sublevación. Se le acusó de irregularidades financieras, y el proceso que solicitó para demostrar su inocencia se falló treinta años después con su absolución (1578). De regreso a España, fue proveedor de la Armada de Laredo y en 1556 recibió el hábito de la Orden de Alcántara. Tres años después está en Bruselas; durante la agonía del príncipe Don Carlos (1568), tuvo una disputa violenta con un caballero que desembocó en su destierro a Medina del Campo por orden de Felipe II, destierro que meses después se le desplazó a Granada, donde su sobrino el marqués de Mondéjar le puso al frente del ejército que tuvo que combatir la sublevación de los moriscos. En Granada estuvo hasta 1574, año en que se le permitió el acceso a la Corte, si bien no a Palacio. Fue amigo de Santa Teresa de Jesús, con la que mantenía conversaciones piadosas. Obra literaria Diego Hurtado de Mendoza representa al aristócrata militar y humanista del siglo XVI, compaginador de las armas y las letras a la misma altura. Conocía el latín, el griego, el hebreo y el árabe, además de varias lenguas europeas. Reunió una nutrida biblioteca a lo largo de sus múltiples viajes por toda Europa, que legó a Felipe II y fue a parar al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Junto a Garcilaso de la Vega y Juan Boscán introdujo los nuevos temas, metros y estrofas de la lírica italiana, si bien, al contrario que estos autores, se inclinó más bien por la sátira maliciosa y picante (la Fábula del cangrejo, por ejemplo), y fue el primero en cultivar el burlesco tema del "soneto del soneto". De todas formas, no dejó de emplear el arte menor y en sus versos líricos trasluce una fina melancolía. Destaca su Epístola a Boscán y el poema mitológico Fábula de Hipómenes y Atalanta. Varios autores del siglo XVII atribuyeron a este escritor la autoría del Lazarillo de Tormes, la primera novela moderna española, teoría que alcanzó cierta fama sobre todo en el siglo XIX. En marzo de 2010 la prestigiosa paleógrafa Mercedes Agulló y Cobo descubrió en un inventario de los papeles de Juan López de Velasco (autor de las correcciones de la edición conjunta censurada del Lazarillo y la Propalladia de Torres Naharro titulada Propaladia de Bartolomé de Torres Naharro, y Lazarillo de Tormes)2 que aludían, según esta investigadora, a las cajas de documentación perteneciente a Diego Hurtado de Mendoza, la frase «Un legajo de correcciones hechas para la impresión de Lazarillo y Propaladia», lo cual la llevó a escribir el libro titulado A vueltas con el autor del Lazarillo en el que postula «una hipótesis seria sobre la autoría del Lazarillo, que fortalecida por otros hechos y circunstancias apunta sólidamente en la dirección de don Diego». Lope de Vega lo elogia en su frase «¿Qué cosa aventaja a una redondilla de don Diego Hurtado de Mendoza?». Es autor, asimismo, de una reconocida historia de la Guerra de las Alpujarras basada en sus experiencias militares y políticas durante la sublevación de los moriscos en 1568-1570, que se publicó póstumamente en 1627 por Luis Tribaldos de Toledo bajo el título Guerra de Granada hecha por el rei de España don Philipe II, nuestro señor contra los Moriscos de aquel reino, sus rebeldes. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Diego_Hurtado_de_Mendoza_(poeta_y_diplomático)

Carlos Edmundo de Ory

Carlos Edmundo de Ory (Cádiz, España, 27 de abril de 1923 – Thézy-Glimont, Francia, 11 de noviembre de 2010 ) fue un poeta, ensayista, epigramista y traductor español, hijo del poeta modernista Eduardo de Ory, principal representante del postismo. Su obra más personal se produce tras su traslado a Madrid en 1942 desde su Cádiz natal. Allí, junto Eduardo Chicharro Briones y Silvano Sernesi, funda el Postismo. Una selección de poemas de esta época aparece en 1945 con el título de Versos de pronto. En 1951 se inicia una nueva etapa en su poesía con la publicación del manifiesto introrrealista. En él aboga por la creación de un arte que sea manifestación de la realidad interna del hombre, expresado en un lenguaje que ha de surgir como invención a partir de misteriosos estados de conciencia. En 1955 se traslada a Francia. En 1968 crea el APO (Atelier de Poésie Ouverte). Se inicia entonces una tercera etapa, en la que la labor poética es entendida como creación colectiva. También escribió varios libros de relatos en prosa recogidos en 2001 con el nombre de "Cuentos sin hadas" y la novela Mephiboseph en Onou. Como él mismo dijo a raíz de la publicación de su antología Música de lobo (2003), su obra tiene dos temas principales: Lo único que me fascina es el amor y el dolor. Como hombre, he de decir que todo se resume en eso, en el amor a los seres humanos afines, a la naturaleza, a la música, a la poesía; y en el dolor de la visión que revelan los versos de Alfonsina Storni: «Muchedumbre de color, / millones de circuncisos, / casas de cincuenta pisos / y dolor, dolor, dolor...». Porque van pasando los años y cuando se llega a mi edad se lleva con gran peso una cartilla cada vez más amplia de muertos muy queridos. Hay que notar que de Ory atribuyó equivocadamente la cita a Alfonsina Storni. En realidad se trata de un poema de Rubén Darío que refleja sus impresiones de la ciudad de Nueva York y que reza así: "Casas de cincuenta pisos, servidumbre de color, millones de circuncisos, máquinas, diarios, avisos ¡y dolor, dolor, dolor! En el año 2006 recibe el Título Honorífico de "Hijo Predilecto de Andalucía", concedido por la Junta de Andalucía. El 6 de noviembre de 2007 deja un mensaje en la Caja de las Letras en el Instituto Cervantes que no se abrirá hasta el 2022 Murió de leucemia el 11 de noviembre de 2010 en Thézy-Glimont, Francia, donde residía, a la edad de 87 años.1 Su archivo fue donado por su esposa Laure Lachéroy de Ory a la ciudad de Cádiz, en una fundación que llevará su nombre. Está compuesto por 8.394 libros y revistas, 235 obras de arte y enseres diversos, desde carteles y dibujos hasta colecciones de arte africano y libros heredados de su padre. Obras destacadas * Música de Lobo 2003 * Los sonetos 1963 * Esa joya absoluta que es Poesía 1945-1969 * Técnica y llanto * Lee sin temor * Aerolitos * La flauta prohibida * Metanoia * Energeia * Soneto vivo * Melos melancolía Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Edmundo_de_Ory

José Lupiáñez

José Lupiáñez Barrionuevo (La Línea de la Concepción, Cádiz, 1955) es un poeta español. Pasa su infancia en El Puerto de Santa María, trasladándose más tarde a Barcelona, en cuya universidad comienza a cursar estudios de Filosofía y Letras, que termina en Granada con la especialidad de Licenciado en Filología Hispánica. En 1975 funda con el poeta granadino José Ortega la colección Silene, cuyo primer título será su libro Ladrón de fuego. Desde entonces ha dirigido la colección Ánade (1978) y participado en otras revistas (Letras del Sur, Travesaño, Divertimento, Educa, Trivium, Los Tiempos y más recientemente en los de Sureste, Humanística). OBRAS En verso * Ladrón de fuego (1975) * Río solar (Ánade, Granada, 1978) * El jardín de ópalo (Edascal, Madrid, 1979) * Amante de gacela (Zumaya, Universidad de Granada, 1980) * Música de esferas (Genil, Diputación Provincial de Granada, 1982) * Arcanos (Diputación Provincial de Córdoba, 1984) * Laurel de la costumbre (antología, Anade, Granada, 1988) * Número de Venus (colección "Campo de Plata", (Granada, 1996) * Égloga de la estación segunda: El verano, (Colec. "Ánade", Granada) * La luna hiena, (colección "Provincia", (Excma. Diputación Provincial de León, 1997) * Puerto escondido (publicado por el Centro de la Generación del 27, en su colección "Ibn * * * Gabirol" - Excma. Diputación Provincial de Málaga, 1998) * La verde senda (Colec. "Fenice", Huerga y Fierro, Madrid, 1999) * El sueño de Estambul (Colección "Granada Literaria", Ayuntamiento de Granada, 2004) * Petra (Ediciones Port Royal, Granada, 2004). * La edad ligera (EH Editores, Jerez de la Frontera, 2007) En prosa * Las tardes literarias (Mirto Academia, 2005) * Poetas del sur (Mirto Academia, 2008) Citas Yo también quiero ser como vosotros fuisteis alguien raro que escribe sus versos al olvido y al frente de sus libros deja, porque ha vivido unas pocas palabras como unas rosas tristes. Yo también quiero un pórtico, un principio, un preámbulo, un lugar donde quede que no amé, o que sufrimos, un lugar donde rece que sentí, que escondimos en las noches amargas ese miedo sonámbulo. (De Pórtico, en Número de Venus) Cargos * Miembro fundador de la Asociación Andaluza de Críticos Literarios * Director de publicaciones de Port Royal, Ediciones. * Ex-presidente de la Asociación Cultural Guadalfeo, Instituto de Estudios de la Costa Granadina y de las Alpujarras * Consejero de Honor del Instituto de Estudios Campogibraltareños * Miembro de la Academia de Buenas Letras de Granada Referencias Wikipedia—http://es.wikipedia.org/wiki/José_Lupiáñez José Lupiáñez nace en La Línea (Cádiz) en agosto de 1955. Su infancia transcurre en El Puerto de Santa María. Posteriormente se traslada a Barcelona en cuya Universidad comienza estudios de Filosofía y Letras, que acabará en la de Granada, licenciándose en Filología Hispánica. Desde muy joven comienza a colaborar como poeta y crítico en numerosas publicaciones españolas y extranjeras. En 1975 funda junto al poeta José Ortega la colección "Silene", que se inicia con su primer libro Ladrón de fuego (Universidad de Granada, 1975), obra de la que se han publicado otras dos ediciones: una en la colección "Cuadernos del Caballo Verde" de la Universidad de Xalapa (México, 1975) y otra en la colección "Ánade", que dirigió desde su creación en 1978, y que en una primera etapa codirigió con el también poeta José Gutiérrez. Ha participado en los consejos de redacción de diferentes revistas: Resurgimiento, Letras del Sur, Travesaño, Divertimento, Educa, Trivium, Los Tiempos y más recientemente en los de Sureste, Humanística etc. Fue coordinador junto a Mauricio Gil Cano de las páginas de Azul, Cuaderno de Cultura de El Periódico del Guadalete y de El Periódico de La Bahía. Coordinó desde 1996 a 1998 la sección de cultura del semanario El Faro, y en la actualidad colabora con asiduidad en Cuadernos del Sur, del Diario Córdoba. Su obra ha sido incluida en importantes recuentos y antologías, y traducida a varios idiomas. Ha participado además en numerosos libros colectivos y ha sido reconocido con diversos premios, tales como: el "Antonio Machado", el "Juan Ramón Jiménez", el "Luis de Góngora" y el I Premio Nacional de Poesía "Emilio Prados", entre otros. Hasta la fecha ha publicado (además del citado Ladrón de fuego): Río solar (Ánade, Granada, 1978), El jardín de ópalo (Edascal, Madrid, 1979), Amante de gacela (Zumaya, Universidad de Granada, 1980), Música de esferas (Genil, Diputación Provincial de Granada, 1982), Arcanos (Diputación Provincial de Córdoba, 1984) y la antología Laurel de la costumbre (Ánade, Granada, 1988), en donde se recoge una selección de su obra publicada hasta esa fecha, con algunos inéditos finales. En 1989 recibió una Beca de Creación del Ministerio de Cultura para escribir su libro Número de Venus, publicado en la granadina colección "Campo de Plata", (Granada, 1996). En ese mismo año también se edita la Égloga de la estación segunda: El verano, (Colec. "Ánade", Granada). En 1997 apareció La luna hiena, en la colección "Provincia", (Excma. Diputación Provincial de León). Con posterioridad han visto la luz : Puerto escondido, publicado por el Centro de la Generación del 27, en su colección "Ibn Gabirol" (Excma. Diputación Provincial de Málaga, 1998), La verde senda (Colec. "Fenice", Huerga y Fierro, Madrid, 1999); y más recientemente: El sueño de Estambul (Colec. "Granada Literaria", Ayuntamiento de Granada, 2004), Petra (Ediciones Port Royal, Granada, 2004) y La edad ligera (EH Editores, Jerez de la Frontera, 2007). En prosa ha publicado entre otros títulos Las tardes literarias (Granada, 2005) y Poetas del Sur (Granada, 2008), ambos en la colección “Mirto Academia”. Es miembro fundador de la Asociación Andaluza de Críticos Literarios y director de publicaciones de Port Royal, Ediciones. Fue presidente de la Asociación Cultural Guadalfeo, Instituto de Estudios de la Costa granadina y de las Alpujarras y, en la actualidad, es Consejero de Honor del Instituto de Estudios Campogibraltareños y miembro de la Academia de Buenas Letras de Granada. Referencias http://www.joselupianez.com/




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