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Andrés Bello

Andrés de Jesús María y José Bello López (Caracas, 29 de noviembre de 1781 - Santiago, 15 de octubre de 1865) fue un filósofo, poeta, traductor, filólogo, ensayista, educador, político y jurista venezolano de la época pre-republicana de la Capitanía General de Venezuela. Considerado como uno de los humanistas más importantes de América, contribuyó en innumerables campos del conocimiento. De una profunda educación autodidacta, nació en la ciudad de Caracas, en la entonces Capitanía General de Venezuela, donde vivió hasta 1810. Fue maestro del Libertador Simón Bolívar y participó en el proceso que llevaría a la independencia de Venezuela. Como parte del bando revolucionario, integró la primera misión diplomática a Londres conjuntamente con Luis López Méndez y Simón Bolívar, lugar donde residiría por casi veinte años. En 1829 embarca junto a su familia hacia Chile, donde es contratado por su gobierno, desarrollando grandes obras en el campo del derecho y las humanidades. Como reconocimiento a su mérito humanístico, el Congreso Nacional de Chile le otorgó la nacionalidad por gracia en 1832. En Santiago alcanzaría a desempeñar cargos como senador y profesor, además de dirigir diversos periódicos del lugar. En su desempeño como legislador sería el principal impulsor y redactor del Código Civil, una de las obras jurídicas americanas más novedosas e influyentes de su época. Bajo su inspiración y con su decisivo apoyo, en 1842 se crea la Universidad de Chile, institución de la que se convertirá en su primer rector por más de dos décadas. Entre sus principales obras, se cuenta su Gramática del idioma castellano (Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos y los esclavos españoles), los Principios del derecho de gentes, la poesía Silva a la agricultura de la zona tórrida y el Resumen de la Historia de Venezuela Caracas (1781-1810) Él fue el hijo primogénito de don Bartolomé de Bello y Bello, abogado y fiscal (1758-1804) y de doña Ana Antonia López y Delgado. En su Caracas natal, el joven Andrés cursó las primeras letras en la academia de Ramón Vanlonsten. Leyó los clásicos del siglo de oro, y desde muy joven frecuentaba el Convento de Las Mercedes, donde aprende latín de manos del padre Cristóbal de Quesada. A la muerte de éste (1796) Bello traduce el libro V de la Eneida. En 1797 comienza estudios en la Real y Pontificia Universidad de Caracas, graduándose de Bachiller en Artes el 14 de junio de 1800. Ese mismo año, antes de graduarse, recibe en Caracas al naturalista alemán Alexander von Humboldt y a su compañero, Aimé Bonpland, y los acompaña a subir y explorar el Cerro Ávila. En su ciudad natal realiza también estudios inacabados de derecho y medicina, aprende por su propia cuenta inglés y francés, y da clases particulares, contándose el joven Simón Bolívar entre sus alumnos. Sus traducciones y adaptaciones de textos clásicos le proporcionan prestigio, y en 1802 gana por concurso el rango de Oficial Segundo de Secretaría del gobierno colonial. Durante el período entre 1802 y 1810 Bello se convierte en una de las personas intelectualmente más influyentes en la sociedad de Caracas, destacándose al desempeñar labores políticas para la administración colonial, además de ganar notoriedad como poeta, al traducir la tragedia de Voltaire, Zulima. Al llegar la primera imprenta a Caracas en 1808, la gran notoriedad de Bello lo hace el candidato ideal para asumir la dirección de la recién creada Gaceta de Caracas, una de las primeras publicaciones venezolanas. Los sucesos revolucionarios del 19 de abril de 1810 dan inicio a la independencia de Venezuela. En ellos participa el joven Bello, y la Junta enseguida lo nombra Oficial Primero de la Secretaría de Relaciones Exteriores. El 10 de junio de ese año, zarpa de las costas de su patria para ejecutar una delicada misión diplomática como representante de la naciente República: es comisionado junto con Simón Bolívar y Luis López Méndez para lograr el apoyo británico a la causa de la independencia. Bello es escogido por sus amplios conocimientos y su dominio de la lengua inglesa, que había adquirido de forma autodidacta. Sale destino a Londres en la corbeta Wellington, que puso a disposición de la Junta Suprema de Caracas el almirante Thomas Cochrane. Londres (1810-1829) La corbeta en la cual viajaba la comisión llegó al puerto de Portsmouth el 10 de julio de 1810, lugar desde el que se dirigieron hacia Londres con el fin de establecer contactos con miembros de las altas esferas británicas. La misión encomendada a Bello, Bolívar y López encuentra graves problemas para desarrollar su labor, puesto que la situación política había cambiado el eje de los intereses ingleses respecto de América. Por un lado, la invasión napoleónica a España había acercado al Reino Unido con su tradicional enemigo, frente al peligro común que consistía Napoleón Bonaparte. Esto significó para el gobierno de Londres tener que ayudar a la causa hispana, otorgándole créditos y ayuda a la Junta Suprema Central que gobernaba en nombre del "cautivo" Fernando VII. Sin perjuicio de aquello, y utilizando un doble discurso, Londres toleraba la propaganda independentista americana en su territorio, en especial la realizada por el también venezolano Francisco de Miranda, al mismo tiempo que le otorgaba a los americanos la calificación de beligerantes. Los intereses británicos con la independencia de las colonias españolas de América no iban más allá. Con esos antecedentes, la delegación venezolana fue recibida por el canciller británico Richard Wellesley, hermano del duque de Wellington, en cinco entrevistas no oficiales realizadas en su domicilio particular. La postura británica fue clara y desde el principio dieron a entender que en esos momentos, el apoyo político a la causa de la independencia era imposible y trataron de desviar las negociaciones hacia acuerdos comerciales más acordes con los intereses británicos, en un intento además de presionar a España para que les dejase comerciar libremente con sus colonias. Otra de las razones para permitir el recibimiento informal de la embajada venezolana, era el de evitar que los mismos tuvieran que recurrir a la ayuda francesa, pese al escaso interés mostrado por Bonaparte por la región. El fracaso de la misión provoca el regreso de Bolívar al Nuevo Mundo, con el fin de sumarse a la guerra que arreciaba entonces en el continente. Bello y López quedan entonces a cargo de la embajada, empezando a vivir diversas penurias económicas ante el cada vez más escaso aporte realizado por el gobierno de la naciente república. En esta época Bello empieza a desenvolverse dentro de la sociedad londinense, trabando una breve pero influyente amistad durante el escaso tiempo que confluyeron en dicha ciudad con Francisco de Miranda. Pese a conocerse desde la época en que ambos residían en Caracas, Miranda, en su rol de líder de la causa independentista americana en Europa, aprovechó los amplios conocimientos de Bello para sumar a distintos actores a la causa. Miranda en aquella época residía bajo el amparo británico en Londres, con el fin de escapar de la constante persecución española, quien lo había convertido en uno de sus principales enemigos. Bolívar, López y Bello fueron recibidos por Miranda en su casa de Grafton Street, a donde concurrieron reiteradamente con el fin de acceder a las esferas de influencia que Miranda había desarrollado. Después de la partida de Bolívar, Bello es acogido por un tiempo en casa de Miranda, en donde es iniciado en la masonería, en una nueva logia llamada Nº 7 de Caballeros Racionales, de la cual fueron sus fundadores Carlos de Alvear, José de San Martín y Matías Zapiola, mientras que López Méndez ejercía de venerable y Bello de secretario. Otro de los personajes que ejercería una amplia influencia sería su amigo José María Blanco White, protegido de Lord Holland. Sería este último bajo instancias de Blanco, quien le proporcionaría cierta estabilidad a Bello al contratarlo como su bibliotecario y profesor particular. Junto con éste se desempeña en el periódico El Español, que no abogaba por una independencia total de España. En tal medio se desempeñó como redactor, y en su calidad de tal tomó contacto con personajes como Francisco Antonio Pinto, futuro presidente de Chile, Antonio José de Irisarri, encargado de negocios de Chile y quien impulsaría su viaje a Santiago, Servando Teresa de Mier, con quien colaboraría en El Español, James Mill, economista y político escocés y padre de John Stuart Mill, Jeremy Bentham, filósofo inglés, padre del utilitarismo, Vicente Salvá, filólogo español, Bartolomé José Gallardo y Antonio Puigblanch, entre otros. Pese a la ayuda recibida por Blanco White, la situación económica de Bello se hace cada vez más precaria. En 1812 manifiesta su intención de regresar a Venezuela, pese a lo cual un gran terremoto que asola Caracas el 26 de marzo de 1812 no permite que su familia pueda ayudarlo, dada la pérdida de buena parte del patrimonio familiar. Para agravar más la situación, la derrota patriota y la caída de la Primera República, significa el fin de todo apoyo económico desde América y el encarcelamiento de su amigo Francisco de Miranda. Ante tales descalabros, Andrés Bello presenta una solicitud de amnistía que tentativamente habían anunciado el gobierno español ante el fracaso momentáneo de la independencia americana. Tal solicitud aparece presentada en la embajada española en Londres, fechada el 31 de junio de 1813, un curioso error en un eficiente y minucioso funcionario público. En una parte de aquella petición Bello expresa: El suplicante puede alegar también en su favor la notoria moderación de sus opiniones y conducta, que aun llegaron a hacerle mirar como desafecto de la causa de la Revolución; y cita en su abono el testimonio de cuantas personas le hayan conocido en Caracas, de las cuales no será difícil se encuentren muchas en Cádiz La petición de Bello no tuvo ningún resultado. Al año siguiente traba relación por medio de El Español con el sacerdote Servando Teresa de Mier, destacado revolucionario mexicano quien publicaría varios textos en defensa de la causa americana. Además se relaciona con Francisco Antonio Pinto, quien en esos momentos se desempeñaba como agregado comercial en la capital británica. Éste le da a conocer a Bello que los patriotas chilenos se han inspirado en el poema épico de La Araucana de Alonso de Ercilla para su causa. Pinto, quien anteriormente se desempeñaba como agente comercial, había sido comisionado por el gobierno de Chile como su agente, primero en Buenos Aires y después en Londres. En este lugar se enfrenta al igual que Bello con la caída del gobierno patriota tras la derrota de Rancagua, que lo sume en una gran pobreza. Pese a encontrarse en una situación similar, Bello ayuda en todo lo posible junto a Manuel de Sarratea al infortunado diplomático. Así traban los dos una profunda amistad, siendo Pinto uno de los escasos miembros de su círculo cercano. De regreso a Chile, Pinto tomaría parte en las victorias patriotas en Chacabuco y Maipú, formado parte de la cúpula política del país. En 1827, ante la renuncia del capitán general Ramón Freire a la primera magistratura, Pinto es elegido como Presidente de Chile. Durante su breve ejercicio del cargo, en vísperas de la guerra civil y la derrota liberal en Lircay, en uno de sus últimos decretos nombra a Bello como oficial segundo del Ministerio de Hacienda de Chile. Sus penurias económicas no menguan con su matrimonio con la joven inglesa de 20 años Mary Ann Boyland, con la que se casa en mayo de 1814. De esta unión nacerían sus primeros tres hijos Carlos (1815), Francisco (1817) y Juan Pablo Antonio (1820). Su vida familiar se ve constantemente afectada por la falta de sustento, los cuales intenta mejorar solicitando un empleo al gobierno de Cundinamarca en 1815, y al de las Provincias Unidas del Río de la Plata al año siguiente. En este último caso, el trabajo fue concedido a Bello, pero por razones poco claras nunca lo asumió en propiedad. Sus situación alcanza en 1816 a mejorar un poco al recibir alguna ayuda por parte del gobierno británico, con lo que puede realizar algunas investigaciones en la biblioteca del Museo Británico. En este lugar se encuentra trabajando, cuando Thomas Bruce, conde de Elgin, presenta los mármoles del Partenón, en 1819. Al año siguiente colabora con James Mill en la transcripción en limpio de los manuscritos de Jeremy Bentham. Su esposa se ve afectada por la tuberculosis, enfermedad de la que fallece el 9 de mayo de 1821, seguida por su hijo Juan Pablo en diciembre de aquel año, siendo el primero de nueve de sus hijos que viera morir en vida. En esta época trabaría también amistad con el granadino Juan García del Río, y más importante aún para su futuro, conoce en 1819 a Antonio José de Irisarri, quien se había desempeñado como director supremo interino de Chile en 1814, y después de la independencia de Chile como canciller de la nueva República. Ese mismo año escribe a Irisarri solicitándole explícitamente ayuda, con el fin de ser contratado en la legación chilena en Londres. La respuesta positiva se demora, pese a los intentos del embajador en acelerarlos. Tal designación demora más de seis meses, logrando Bello finalmente ser designado para un empleo estable, como secretario de la legación en junio de 1822. Durante su desempeño como secretario, Bello sigue las instrucciones de Irisarri, a quién se le encomienda lograr el reconocimiento de Chile por Francia y el Reino Unido, además de conseguir un empréstito para la naciente república. El encargado Irisarri responde a órdenes directas del director supremo Bernardo O'Higgins, quien se desempeña en el mando hasta su forzada abdicación el 28 de enero de 1823. Irisarri se ve entonces interpelado por un nuevo delegado del gobierno, Mariano Egaña, quien mantenía una antigua disputa con Irisarri. Bello se ve envuelto en medio de un desagradable conflicto, en el cual se enfrenta con el titular del cargo y su superior directo (Egaña), al mismo tiempo que debe un gran aprecio a su antiguo jefe (Irisarri). Sin embargo, las suspicacias y temores iniciales de Egaña se disipan en el tiempo, al descubrir en Bello una mente brillante. No escatima entonces elogios para hablar de quien se convertiría en uno de sus grandes amigos, haciendo presente en una recomendación enviada en 1826, cuando Bello ya no se desempeñaba en la legación, con el fin de favorecer su contratación por parte del gobierno de Chile. Dice Mariano Egaña en su informe: La feliz circunstancia de que existan en Santiago mismo personas que han tratado a Bello en Europa, me releva en gran parte de la necesidad de hacer el elogio de este literato: básteme decir que no se presentaría fácilmente una persona tan a propósito para llenar aquella plaza. Educación escogida y clásica, profundos conocimientos en literatura, posesión completa de lenguas principales, antiguas y modernas, práctica en la diplomacia, y un buen carácter, a que da bastante realce la modestia, le constituyen, no sólo de desempeñar muy satisfactoriamente el cargo de oficial mayor, si no que su mérito justificaría la preferencia que le diese el gobierno respecto de otros que solicitasen igual destino Durante esta época Bello realiza buena parte de su trabajo como escritor y poeta, dirigiendo y redactando en gran medida el El Censor Americano (1820), La Biblioteca Americana (1823) y siendo el director de El Repertorio Americano (1826). Todas estas obras constituyen por muchos la más grande manifestación europea del pensamiento americano, en la cual se publican diversas y variadas obras sobre ciencias eruditas, filología, estudios de críticas y análisis. En ellas se publican dos de los grandes poemas de Bello, la Alocución a la poesía de 1823, y la Agricultura en la zona tórrida de 1826. Se desempeña en la legación chilena hasta 1825, cuando termina su contrato. En ese mismo año pasa a desempeñar labores iguales en la embajada de la Gran Colombia, en las cuales sufre una gran decepción al no ser designado titular del cargo que ha quedado vacante por parte de Bolívar. En su intercambio epistolar Bello manifiesta su decepción por lo sucedido, manifestando su deseo de abandonar de manera definitiva Europa. En 1828, y ante reiteradas solicitudes de Egaña, el gobierno de Chile contrata a Bello para un puesto en el Ministerio de Hacienda, abandonado definitivamente el Reino Unido el 14 de febrero de 1829. Santiago (1829-1865) Andrés Bello llega a Chile en 1829, junto con su esposa Isabel Dunn, con quien había contraído matrimonio el 24 de febrero de 1824. Su designación titular es de Oficial Mayor del Ministerio de Hacienda, Académico del Instituto Nacional, y fue el fundador del Colegio de Santiago, rival del Liceo de Chile creado por José Joaquín de Mora. Tuvo una importante participación en la actividad literaria y cultural en el llamado Movimiento Literario de 1842. En ese mismo año con la fundación de la nueva Universidad de Chile se le otorga el título de primer rector. Participa en la edición del diario El Araucano entre 1840 a 1860, siendo el medio cultural de referencia casi obligatoria en aquella época. Participa en el debate y polémica sobre el carácter de la educación pública junto con Domingo Faustino Sarmiento. En estos años, durante su estadía en Chile, publíca sus principales obras sobre gramática y derecho, recibiendo distintos reconocimientos por tal labor, siendo el más importante el recibido en 1851 al ser nombrado miembro honorario de la Real Academia Española. El Congreso Nacional le otorgó unánimemente la nacionalidad chilena por gracia el 17 de octubre de 1832. Sin embargo, este acuerdo no fue publicado en el diario oficial de la época, El Araucano. Posteriormente, en la edición del 7 de diciembre de 1832 de ese periódico se publicó un “aviso oficial” que señaló: “Se han dado cartas de naturaleza á favor de don Benito Fernandez Maqueira, de don Carlos Eduardo Mitchall, de don Victorino Garrido, de don Andres Bello y de don Tomas Ovejero”. En consecuencia, Andrés Bello no recibió la nacionalidad por gracia sino que él la solicitó conforme al reglamento sobre la materia publicado el 9 de noviembre de 1832, tal como cualquier otro extranjero. Andrés Bello se desempeñó como senador por la ciudad de Santiago entre los años 1837 y 1864. Fue el principal y casi exclusivo redactor del Código Civil chileno entre 1840 a 1855, considerado una de las obras más originales de la legislación americana. Entre su obra literaria, destaca su traducción libre de la "Oración por todos" de Víctor Hugo, considerada por muchos la mejor poesía chilena del siglo XIX. Impulsor de la Universidad de Chile, fue designado su primer rector, desempeñando el cargo hasta su muerte. Falleció en la ciudad de Santiago, el día 15 de octubre de 1865 y fue enterrado en el Cementerio General de dicha ciudad. Reconocimientos * Cenotafio en honor a Andrés Bello en el Panteón Nacional de Caracas, Venezuela. * En 1832, el congreso chileno le otorga la nacionalidad de ese país por gracia. * En 1883, una ciudad colombiana adoptó su apellido (la ciudad de Bello, en Antioquia); por solicitud de sus pobladores, quienes consideraban el nombre de Bello “Más culto, más propio y más digno del gran patriarca de las letras americanas”. * En 1927, Chile instituyó el Día del Libro, a celebrarse en el aniversario de su nacimiento. * En 1953 se fundó en Caracas la Universidad Católica Andrés Bello, una de las instituciones privadas más importantes de Venezuela. * El 15 de octubre de 1965, el Congreso venezolano crea la condecoración de la Orden Andrés Bello, con la que se premia a personajes destacados en el ámbito de la educación, la investigación científica, las letras y las artes. * En 1970 entra en vigor el Convenio Andrés Bello, organización internacional para la integración educativa, artística y científica entre los países de Iberoamérica. * El 29 de noviembre de 1981, en el bicentenario de su nacimiento, se inaugura un cenotafio en su honor en el Panteón Nacional de Caracas, por ser uno de los intelectuales caraqueños más destacados y por sus esfuerzos como diplomático a la causa de la independencia de Venezuela. * En 1988, una universidad privada de Chile adopta su nombre, la actual Universidad Nacional Andrés Bello. * Asimismo entre 1959 y 1999, una radio también acuñaba su nombre, aunque hoy es sustituida por FM2, de Iberoamericana Radio Chile. * A finales del siglo XX, se le representaba primero en el billete de 50 y luego en el de 2000 bolívares de Venezuela y en los billetes de 20.000 pesos de Chile. Obras * Obras completas de don Andrés Bello, Santiago de Chile: tomos I-XIII, Imp. de Pedro G. Ramírez, 1881-1890; tomos XIV-XV, Imprenta Cervantes, 1891-1893; (1881-1893), 15 vols. Los volúmenes III y V a XI llevan introducciones de Miguel Luis Amunátegui; los volúmenes del XII al XV de Miguel Luis Amunátegui Reyes. * I. Filosofía del entendimiento. Lógica. * II. Poema del Cid. * III. Poesías. * IV. Gramática de la lengua castellana * V. Opúsculos gramaticales. * VI-VIII. Opúsculos literarios y críticos. * IX. Opúsculos jurídicos. * X. Derecho internacional. * XI. Proyecto de código civil. * XII. Proyecto de código civil (1853) * XIII. Proyecto inédito de código civil. * XIV. Opúsculos científicos. * XV. Miscelánea * Obras completas, Caracas: Fundación La Casa de Bello, 1981-1986, 26 vols. Poemas * El romance a un samán, (Caracas) * A un Artista, (Caracas) * Oda al Anauco, 1800. * Oda a la vacuna, 1804. * Tirsis habitador del Tajo umbrío (1805) * Los sonetos a la victoria de Bailén (1808) * A la nave (imitación de Horacio) (1808) * Alocución a la Poesía, Londres, 1823. * Silva a la Agricultura de la Zona Tórrida, Londres, 1826. * El incendio de la Compañía (canto elegíaco), Santiago de Chile, Imprenta del Estado, 1841. Obra jurídica * Principios de derecho de gentes, Santiago de Chile, Imprenta de La Opinión, 1832; tuvo una segunda ed. corregida y aumentada, destinada al uso de los americanos, con el título Principios de Derecho Internacional, Valparaíso, Imprenta de El Mercurio, 1844. * Compendio (Santiago de Chile, 1850). * Proyecto de Código Civil Santiago de Chile, Imprenta Chilena, 1853, 4 vols. * Código Civil de la República de Chile. Santiago de Chile, Imprenta Nacional, 1856. * Código Civil Colombiano. Bogotá, 1887. 6 * Crítica literaria[editar] * Opúsculos literarios y críticos, publicados en diversos periódicos desde el año 1834 hasta 1849, Santiago de Chile: B.I.M. Editores, 1850. * Compendio de la historia de la literatura; por don Andrés Bello redactado para la enseñanza del Instituto Nacional, Santiago de Chile, Imprenta Chilena, 1850. * Historia de la literatura antigua * Arte de escribir con propiedad, compuesto por el Abate Condillac, traducido del francés y arreglado a la lengua castellana, Caracas, Tomás Antero, 1824. * El Otro Bello * Crítica a Homero * Crítica a Ovidio * Crítica a Horacio. Filosofía * La sociología de lo bello * Filosofía del entendimiento, manuscrito. Hay ediciones modernas: Filosofía del entendimiento y otros escritos filosóficos, prólogo de Juan David García Bacca y Filosofía del entendimiento, (introducción de José Gaos), México: FCE, 1948. *También en el tomo I de Obras completas de don Andrés Bello, Santiago de Chile, Imp. de Pedro G. Ramírez, 1881. * Filosofía Moral (Psicología mental y ética). * Lójica. Teatro * Venezuela Consolada (1805), drama. Historia y Geografía * Cosmografía o descripción del universo conforme a los últimos descubrimientos, Santiago de Chile, Imprenta de La Opinión, 1848. * Resumen de la Historia de Venezuela (Caracas, 1810) * Tratado de Cartología Métrica. * Lingüística, Gramática y Retórica[editar] * Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos, Santiago de Chile, Imprenta del Progreso, 1847. * Gramática de la lengua latina, Santiago de Chile, Imprenta de La Opinión, 1838. * Análisis ideológica de los tiempos de la conjugación castellana, Valparaíso, Imprenta de M. Rivadeneyra, 1841. * Principios de la ortología y métrica de la lengua castellana, Santiago de Chile, Imprenta de La Opinión, 1835. * Estudio sobre el Poema del Cid (1816) * Estudio sobre la Crónica de Turpín (1816) * Esbozo de la Gramática Castellana * Estudio de la raíz de todas las ciencias relativas al lenguaje. Traducciones * Mateo Boyardo, Orlando Enamorado, 1862. * Víctor Hugo, Oración por todos, 1843. * Alejandro Dumas, Teresa; drama en prosa y en cinco actos, por Alejandro Dumas, traducido al castellano y arreglado por don Andrés Bello; representado por primera vez en Santiago, en noviembre de 1839, Santiago de Chile, Imprenta del Siglo (Galería Dramática Chilena; Colección de Piezas Originales y Traducidas en el País), 1846. * Arte de escribir con propiedad, compuesto por el Abate Condillac, traducido del francés y arreglado a la lengua castellana, Caracas, Tomás Antero, 1824. Varios * Mis deseos, (Caracas) * Venezuela consolada y España restaurada, (Caracas) * Calendario manual y guía universal de forasteros en Venezuela para el año de 1810, con superior permiso, Caracas, Imprenta de Gallagher y Lamb, 1810; hay ed. facsimilar en Pedro Grases, El primer libro impreso en Venezuela, Caracas, Ediciones del Ministerio de Educación, Dirección de Cultura y Bellas Artes, 1952. * Discurso de inauguración de D. Andrés Bello, rector, Santiago de Chile, Imprenta del Estado, 1842 [sic: 1843]. Referencias Wikipedia - https://es.wikipedia.org/wiki/Andrés_Bello

Ricardo Miró

Ricardo Miró Denis (Ciudad de Panamá, 5 de noviembre de 1883 - 2 de marzo de 1940) fue un escritor modernista panameño. A los quince años viajó a Bogotá para hacer sus estudios, sin embargo regresó a Panamá debido a la Guerra de los Mil Días en 1899. Publicó sus primeros versos en la revista El Heraldo del Istmo, donde trabajó durante 10 años. Luego volvió a España y entre 1908 y 1911 desempeñó el cargo de cónsul en Barcelona. En 1909 publicó su poema Patria, donde resalta la nostalgia que siente al encontrarse lejos de su tierra. De nuevo en Panamá, desempeñó cargos como director de los Archivos Nacionales (1919 - 1927) y secretario de la Academia Panameña de la Lengua (1926 - 1940). Hijo Jean-Paul Francis Obras * Preludios (1908). * Segundos preludios (1916). * La leyenda del Pacífico (1919). * Flor de María (1922). * Versos patrióticos y recitaciones escolares (1925). * Caminos silenciosos (1929). * El poema de la reencarnación (1929). * Además escribió poesías tales como: * La última gaviota (1905). * Patria (1909). * A Portobelo (1918). También escribió cuentos que nunca publicó en forma de libro, pero que aparecieron en periódicos y revistas locales. Estos cuentos fueron recopilados en 1956 en un ensayo realizado por el escritor Mario Augusto Rodríguez. Por su labor como poeta, se ha conmemorado de manera póstuma la realización del Premio Ricardo Miró que valora a los exponentes de la literatura panameña. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Ricardo_Miró

José Luis Hidalgo

(...) La breve pero intensa obra de José Luis Hidalgo ha merecido hasta la fecha valoraciones sumamente favorables por parte de la crítica especializada siendo de lamentar que una trayectoria tan interesante como la suya quedara truncada prematuramente por la muerte 2. De su interés e importancia dan testimonio hoy día no sólo los tres volúmenes poéticos que en vida tuvo ocasión de ordenar y de dar a la imprenta), sino los numerosos poemas que quedaron dispersos o inéditos a su fallecimiento y que M.a de Gracia lfach (Josefina Escolano) ordenó y publicó póstumamente por encargo de la Institución Cultural de Cantabria (...) José Luis Hidalgo (Torres, Cantabria, 10 de octubre de 1919 – Madrid, 3 de febrero de 1947) fue un poeta y pintor español. Su madre murió cuando él tenía nueve años. Terminada la Guerra Civil Española residió en Valencia, donde cursó los estudios de Bellas Artes. En Santander se relacionó con el grupo de la revista Proel, en la que publicó varios poemas. También colaboró en diversas revistas de ámbito nacional con sus poemas y trabajos de crítica artística. Enfermo de tuberculosis, murió en el sanatorio de Charmartín de la Rosa, en Madrid. Buena parte de su obra se publicó de forma póstuma. Obras * Raíz. Valencia, 1944 * Los animales * Los muertos * Canciones para niños, publicado en 1951 * Obra poética completa. Institución Cultural de Cantabria, 1976 (Por Francisco Ruiz Soriano) José Luis Hidalgo (Torres, Santander, 1919-Madrid, 1947) es uno de los poetas más representativos de la línea existencial de la primera promoción de posguerra, y precursor de la «Quinta del 42» santanderina que fundó la revista Proel (1944-1945; 1946-1949), donde destacarían escritores como José Hierro, Julio Maruri o Carlos Salomón. El rasgo definidor que subyace en la mayoría de sus composiciones es la indagación metafísica en torno a la Muerte, el Tiempo, el ser humano y Dios, temas esencialmente recurrentes en toda poesía meditativa, cuyos máximos exponentes habían sido Miguel de Unamuno y Antonio Machado. José Luis perdió a su madre tempranamente; esta circunstancia le marcó profundamente y está presente en algunas de sus poesías iniciales. En 1929 se trasladó a vivir a casa de su tío, don Casimiro Iglesias; allí transcurrieron su infancia y juventud. En 1934, a los quince años, empezó a publicar sus primeras composiciones, principalmente cuentos y greguerías, en El Impulsor de Torrelavega. Su interés por la literatura y el arte modernos le estimuló en su formación como incipiente pintor y escritor, y llegó a participar como conferenciante sobre poesía de vanguardia en la Biblioteca Popular de su ciudad, y como cartelista en la Olimpiada Popular de Barcelona (julio de 1936), ciudad donde le sorprendió la guerra. En agosto de ese año, visitó a Gutiérrez Solana, por quien sentía una gran admiración. Trabajó en la docencia en una escuela de Santander, y más tarde en Torrelavega. Ese mismo año conoció a José Hierro, con quien entabló una amistad que nunca se quebraría. Juntos visitaron a escritores como Gerardo Diego y Manuel Llano. En 1937 escribió Canciones para niños. En 1938 fue obligado a cumplir el servicio militar, y trasladado a Pamplona; de esta época datan las composiciones de Mensaje hasta el aire, Ciudad y 10 poemas junto al mar, donde se manifiesta la veta creacionista y surrealista. En 1939 fue enviado a Extremadura y Andalucía, donde se le encomendó la tarea de censar a los muertos de la Guerra Civil, trabajo que le afectó terriblemente, y del que procede su preocupación obsesiva por la muerte. Su último periodo del servicio militar lo cumplió en Valencia, donde estudió Dibujo y Pintura en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos. En la capital levantina trabó amistad con Ricardo Blasco y Jorge Campos, con quienes editó la revista Corcel; juntos dan vida a tertulias literarias como la del Bar Galicia, y entran en contacto con jóvenes poetas como Vicente Gaos, etc. En 1943 terminó sus estudios y viajó a Madrid. Presentado al premio Adonais con Raíz, obtuvo mención honorífica, junto con Carlos Bousoño, Blas de Otero y José María Valverde. En Madrid también participó en la vida literaria y conoció a Vicente Aleixandre, una amistad decisiva en su trayectoria poética. Ese año apareció publicado en Valencia Raíz, que recoge algunos poemas de libros que no habían visto la luz (Mensaje hasta el aire, Ciudad y Luces asesinadas y otros poemas). En Valencia estuvo residiendo con él José Hierro, debido a problemas políticos de este último. En 1945 publicó su segundo libro, Los animales, en las ediciones Proel de Santander (había intentado con anterioridad darlo a la luz en Valencia, en la editorial de su amigo Ricardo Blasco, pero hubo problemas con la censura, y tuvo que refundir algún poema, concretamente «Caballo»). Durante estos años, su vida transcurre entre Valencia, Santander y Madrid, mientras sus poemas iban apareciendo en diversas revistas: Proel, Corcel, Leonardo, Entregas de Poesía, Escorial, Espadaña, La Estafeta Literaria, Halcón... En este tiempo mantiene una gran actividad, concretada, además de en sus colaboraciones en revistas, en diversos empeños artísticos: una serie de poemas en torno a la muerte, una novela que dejaría inacabada —La escalera— y un proyecto de exposición pictórica, para la cual se trasladó en diciembre a Valencia, donde permaneció todo el invierno pintando, a primeras horas de la mañana, paisajes del río próximos a la ciudad. La humedad y el frío repercutieron gravemente en su salud, lo que, junto con el estado de debilidad, originó su enfermedad pulmonar (febrero de 1946). En mayo fue trasladado urgentemente a Madrid e internado en el sanatorio de Chamartín de la Rosa, diagnosticándosele una neumonía caseosa que le llevaría a la muerte. Hasta su fallecimiento, le visitan amigos y poetas en el hospital, donde intenta ordenar y corregir poemas del libro premonitorio que tenía en preparación: Los muertos. José Hierro y Ricardo Blasco le ayudan a clasificarlo y poner título a las composiciones; también colaboran en la corrección Vicente Aleixandre y Ramón de Garciasol. Se inicia así una carrera contra el reloj por publicar el volumen en vida del poeta, pero la muerte se adelantó: José Luis Hidalgo murió el 3 de febrero de 1947, a los 27 años, días antes de que viera la luz el libro. Referencias revistas.um.es/analesfh/article/view/57981 Wikipedia—http://es.wikipedia.org/wiki/José_Luis_Hidalgo cervantesvirtual.com/bib/bib_autor/joseluishidalgo/pcuartonivel29ea.html?autor=joseluishidalgo&conten=poesia_semblanza

Virgilio Piñera

Luego de décadas de silenciamiento o relegación, el escritor cubano Virgilio Piñera (1912-1979) ocupa un sitio referencial en la literatura cubana contemporánea. Los avatares del canon nacional de las letras se cumplen, como en pocos autores latinoamericanos del siglo XX, en este poeta, dramaturgo y narrador, nacido hace 100 años en Cárdenas, Matanzas. Los atributos de Piñera que molestaban al Estado cubano, hace apenas 20 años, son los mismos que le han ganado una presencia tutelar, cada vez más discernible entre las últimas generaciones de escritores de la isla y la diáspora. Virgilio Piñera (4 de agosto de 1912, Cárdenas (Matanzas), 18 octubre de 1979 - La Habana) fue un poeta cubano. Vida Piñera cursó sus primeros estudios en su localidad natal, pero en 1925 se trasladó con su familia a pepeCamagüey, donde estudió el bachillerato. En 1938 se instaló en La Habana, en cuya universidad se doctoró en Filosofía y Letras en 1940. Ya el año anterior había empezado a publicar, sobre todo poemas, en la revista Espuela de plata, predecesora de Orígenes, en la que coincidió con José Lezama Lima. En 1941 vio la luz su primer poemario, Las furias, y ese mismo año escribió también la que es quizá su obra teatral más importante, Electra Garrigó, que se estrenó en La Habana, ocho años después, y constituyó uno de los grandes hitos del teatro cubano, para muchos críticos, como Rine Leal o Raquel Carrió, el verdadero comienzo del teatro cubano moderno. En 1942 fundó la efímera revista Poeta, de la que fue director. Al año siguiente publicó el extenso poema La isla en peso, una de las cumbres de la poesía cubana, que en su momento fue, sin embargo, objetado por grandes poetas como Gastón Baquero o Eliseo Diego y críticos como Cintio Vitier. Aunque en La isla en peso se considera en la actualidad como uno de los momentos más altos de la poesía cubana. Cuando en 1944 Lezama y Rodríguez Feo fundaron la revista Orígenes, Piñera formó parte del plantel inicial de colaboradores, a pesar de que mantenía importantes discrepancias estéticas con el grupo de poetas de la revista. Allí publicó poesía y un excelente ensayo: "El secreto de Kafka". Preparó, asimismo, un número sobre literatura argentina. En febrero de 1946 viajó a Buenos Aires, donde residió, con algunas interrupciones, hasta 1958. Allí trabajó como funcionario del consulado de su país, como corrector de pruebas y como traductor.1 En la capital argentina hizo amistad con el escritor polaco Witold Gombrowicz, y formó parte del equipo de traductores que llevaron a cabo la versión castellana de Ferdydurke. También conoció a Jorge Luis Borges, Victoria Ocampo, Graziella Peyrou y a José Bianco, quien prologó su volumen de cuentos El que vino a salvarme, publicado por la Editorial Sudamericana. Continuó colaborando con Orígenes con cuentos, ensayos y reseñas críticas. En 1948 se estrenó en La Habana Electra Garrigó, mal acogida por la crítica. Por entonces escribió otras obras teatrales: Jesús y Falsa alarma, obra considerada una de las primeras muestras de teatro del absurdo, anterior incluso a La cantante calva de Eugène Ionesco. En 1952 publicó su primera novela, La carne de René. En 1955, tras el final de Orígenes, marcado por una agria disputa entre Lezama Lima y Rodríguez Feo, fundó con este último la revista Ciclón, de gran importancia en la historia de la literatura cubana. Por entonces colaboró también con la revista argentina Sur y con las francesas Lettres Nouvelles y Les Temps Modernes. En 1958 abandonó Argentina y se instaló definitivamente en Cuba, donde viviría hasta su muerte. Tras el triunfo de la Revolución Cubana, Piñera colaboró en el periódico Revolución y en su suplemento Lunes de Revolución. En 1960 reestrenó Electra Garrigó y publicó su Teatro completo. En 1968 recibió el Premio Casa de las Américas de teatro por Dos viejos pánicos, obra que no fue estrenada en Cuba hasta principios de los años noventa. Recientemente en México ha tenido una exitosa temporada una nueva interpretación de "Electra Garrigo" titulada "El Son de Electra" bajo la dirección del destacado creador Ramón Díaz y las actuaciones de Thais Valdés y Sandra Muñoz y en La Habana ha reaparecido esta obra bajo la dirección de Roberto Blanco y últimamente de Raúl Martín con el Grupo Teatral La Luna. A partir de 1971 y hasta su muerte, Piñera sufrió un fuerte ostracismo por parte del régimen y de las instituciones culturales oficiales cubanas, en gran parte debido a una radical diferencia ideológica y a su condición sexual, ya que nunca escondió su homosexualidad.2 El famoso escritor cubano disidente Reinaldo Arenas, amigo de Piñera, cuenta ese episodio en sus memorias Antes que anochezca. Como narrador, destaca por su humor negro, dentro de la línea del absurdo. Fue también un destacado traductor, y vertió al español obras de Jean Giono, Imre Madách, Charles Baudelaire y de Witold Gombrowicz, entre muchos otros.1 Sus Cuentos completos han sido publicados por la Editorial Alfaguara. Su poesía completa, así como La carne de René, aparecieron bajo el sello de Tusquets Editores. OBRAS Poesía * 1941 - Las furias * 1943 - La isla en peso (reedición cortada en Virgilio Piñera La poesía, La Habana * 1965 - a parte de unas modificaciones mínimas, sobre todo unas correcciones ortográficas añadiendo otros errores, el cambio principal es la corte de un parágrafo sobre la masturbación; reeditado en esta versión truncada también en Virgilio Piñera 'La isla en peso. Obra poética', compilación y prólogo de Antón Arrufat, La Habana 1999 y Barcelona: Tusquets editores 2000, colección Nuevos textos sagrados; la versión original con unas pocas diferencias mínimas más se encuentra entre otros en javiergato.blogspot.com en la parte 'Taedium mundi' ) * 1944 - Poesía y prosa * 1969 - "La vida entera" * 1988 - Una broma colosal * 1994 - Poesía y crítica Cuento * 1942 - El conflicto * 1956 - Cuentos fríos * 1961- "Oficio de tinieblas" * 1970 - El que vino a salvarme * 1987 - Un fogonazo * 1987 - Muecas para escribientes * 1992 - Algunas verdades sospechosas * 1992 - El viaje * 1994 - Cuentos de la risa del horror (antología) * 2008 - Cuentos fríos. El que vino a salvarme. Edición de Vicente Cervera y Mercedes Serna Cátedra, 2008. Novela * 1952 - La carne de René, Buenos Aires, reedición (modificada) Tusquets Editores, Colección Andanzas, Barcelona, 2000. * 1963 - Pequeñas maniobras * 1967 - Presiones y diamantes * 1997 - El caso baldomero Teatro * 1959 - Electra Garrigó * 1959 - Aire frío * 1960 - Teatro completo * 1968 - Dos viejos pánicos * 1986 - Una caja de zapatos vacía * 1990 - Teatro inconcluso * 1993 - Teatro inédito Traducción * 1947 - Witold Gombrowicz Ferdydurke (traducido por Virgilio Piñera junto con Humberto Rodríguez Tomeu y Adolfo de Obieta y 'a veces veinte personas', vea Witold Gombrowicz Diarios, cap. XV, y Virgilio Piñera La vida tal cual, p. 32, donde describe como Gombrowicz le declara 'presidente del Comité de Traducción', en Unión 10 / 1990, La Habana, número dedicado a Virgilio Piñera, p. 22 - p. 35) Referencias Wikipedia – http://es.wikipedia.org/wiki/Virgilio_Piñera Cien años del nacimiento del poeta y dramaturgo cubano En su libro Inventario secreto de La Habana, Abilio Estévez relata un encuentro con Virgilio Piñera en 1979, pocos meses antes de la muerte del gran poeta cubano. En un momento de la conversación, Estévez le preguntó cuál creía que sería su destino literario post mortem. “Me publicarán, me homenajearán y seré por fin el apóstol que siempre debí ser”, disparó el autor de La carne de René con sonrisa escéptica y mirada burlona. La profecía de Piñera (Cárdenas, 1912) terminó cumpliéndose. El escritor solitario, el francotirador, el nadador a contracorriente, como lo ha definido Abilio Estévez, recibió este año un homenaje oficial en La Habana al cumplirse el centenario de su nacimiento. Pero tuvieron que pasar muchos años para que sus libros se editaran en la isla y sus obras dramáticas se representaran en los teatros cubanos. Marginado y desactivado por la Revolución durante décadas, la figura de Piñera —considerado por algunos críticos como el mejor dramaturgo cubano del siglo XX— no levantó vuelo hasta que fue reivindicada por los jóvenes creadores de los años ochenta, pero el régimen no le perdonó la disidencia intelectual de la que hizo gala toda su vida hasta hace bien poco, cuando el general Raúl Castro lo rescató del ostracismo, como si el creador de Electra Garrigó fuera una de esas “absurdas prohibiciones” que el hermano menor de Fidel se dispuso a eliminar para darle a su mandato una pátina de aperturismo. La historia podría haber sido diferente para uno de los máximos exponentes del teatro del absurdo (su Falsa alarma fue publicada en 1948, dos años antes de que Ionesco revolucionara el género con La cantante calva) si se hubiera plegado a las exigencias del guión tras el triunfo de la Revolución en 1959. Un guión que, con respecto a la política cultural, Fidel Castro esbozó en el denominado “Encuentro con los intelectuales”, tres jornadas históricas celebradas en la Biblioteca Nacional de La Habana en junio de 1961 en las que el nuevo régimen dejó sentadas las pautas por las que debía regirse el pensamiento de la época: no habría vida (intelectual) más allá del binomio patria-revolución, a saber: Martí y Fidel. Una vez derribada la dictadura de Batista, a la que se habían opuesto con más o menos ardor patriótico los intelectuales cubanos, estos buscaban su lugar en la alborada revolucionaria. Como otros, Piñera albergaba dudas y recelos sobre el nuevo papel que debía desempeñar la intelligentsia de la isla. Y así se lo hizo saber al Comandante: “Yo quiero decir que tengo mucho miedo. No sé por qué tengo ese miedo pero eso es todo lo que tengo que decir”. ¿Miedo? Piñera pronunció la palabra maldita, aquella que presidiría las relaciones entre la cultura y la Revolución (como quedó de manifiesto en el “caso Padilla” o en el “quinquenio gris”, de 1971 a 1976). Fidel respondió a las inquietudes de Padilla y otros con uno de esos discursos maratónicos que lo harían célebre (y que ha pasado a la historia como “Palabras a los intelectuales”). Y despejó incertidumbres: ¿Cuáles son los derechos de los escritores y de los artistas, revolucionarios o no revolucionarios? Dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, ningún derecho”. Es decir, la cultura quedaría atrapada en la isla entre la sumisión al nuevo establishment sovietizado y la “muerte civil”. Piñera, que ya había publicado sus mejores obras antes del triunfo revolucionario, editó algunos libros más en la década de los sesenta pero fue orillado poco a poco por los prebostes culturales del régimen. En 1969 publicaría su último libro en vida, bajo el curioso título de La vida entera. Desde entonces, hasta su muerte en 1979, no volvió a publicar una sola línea. Pero nunca dejó de escribir. El desdén de los dirigentes revolucionarios hacia Piñera mucho tuvo que ver con su condición de homosexual. Baste recordar que en el primer congreso de Educación y Cultura, celebrado en 1971, el régimen había definido la homosexualidad como una “patología social”. El propio Piñera ya lo había presagiado en un pasaje de La vida tal cual, sus textos autobiográficos: “No bien tuve la edad exigida para que el pensamiento se traduzca en algo más que soltar la baba y agitar los bracitos, me enteré de tres cosas: lo bastante sucias como para no poderme lavar jamás de las mismas. Aprendí que era pobre, que era homosexual y que me gustaba el arte”. El relato de Abilio Estévez sobre la vida cotidiana de ese Bartleby clandestino es estremecedor, pues nos habla de un hombre que casi raya con el indigente. Un literato devenido en menospreciado traductor que se levantaba de madrugada para escribir y, cuando el día se echaba encima, “descendía hacia los abismos de la realidad con una jaba (bolsa) de saco, una cantina de metal y un frasco de medicina vacío”. El pomo de medicina era para el “café aguado” de la cafetería Las Vegas. En la cantina de metal le servían a Piñera unos espaguetis a pelo en una pizzería de la esquina de Infanta y San Lázaro. En la jaba guardaba el escritor el pastel con sabor a manzana que había comprado tras guardar una cola de una hora en el Supercake, una pastelería abierta en Zapata y Belascoaín. “Lo único que mereció (cuando murió) —escribe Abilio Estévez— fue una nota fugaz en los periódicos oficiales, la misma nota en todos los periódicos, con aquella helada sintaxis y estudiada economía de palabras”. Tal vez, mientras aguardaba la cola en el Supercake, Piñera se repitiera a sí mismo esa letanía que susurraba a sus allegados: “Nunca debí regresar de Buenos Aires”. En la Argentina vivió el poeta 12 años de forma intermitente (1946-1958) como funcionario de la embajada cubana. Fueron tiempos fructíferos para Piñera desde el punto de vista creativo. En esos años escribe su mejor novela, La carne de René (1952) los Cuentos fríos (1956) y buena parte de sus mejores obras dramáticas, además de dirigir la revista Ciclón, la contracara del Orígenes de Lezama Lima (otro de los grandes olvidados de la Revolución). Y frecuenta a algunos de los grandes narradores argentinos de la época: Borges, Sabato, Macedonio Fernández… El autor de El Aleph tuvo a bien publicar uno de los cuentos de Piñera en uno de los números de Anales de Buenos Aires (1947). Aunque sin duda el escritor del que más cercano se sintió fue Wiltod Gombrovizc. Gracias a sus conocimientos del francés, idioma que también hablaba el autor polaco, Piñera presidió el comité que realizó en el café Rex la traducción colectiva de Ferdydurke, el artefacto literario con el que Gombrovizc saltó a la fama y que vio la luz en español en 1947. En agradecimiento, Gombrovizc nombró a su colega cubano, con ironía ubuesca, “jefe del ferdydurkismo sudamericano”. Antes de la etapa argentina, Piñera ya había publicado la que acabaría siendo su gran obra poética: La isla en peso (1943), un libro que rompe con el barroquismo de autores como Lezama o Carpentier y también con el pensamiento tradicional cubano, que otorgaba al Caribe un componente mágico-espiritual arcádico, como recuerda el escritor Damaris Calderón. La isla, para Piñera, está marcada más bien por una condición negativa, claustrofóbica, por esa “maldita circunstancia” que canta el poeta: “Esta noche he llorado al conocer a una anciana que ha vivido ciento ocho años rodeada de agua por todas partes”. Como un río subterráneo, la palabra atrapada de Virgilio Piñera no ha cesado de empapar las distintas poéticas que se han sucedido en la isla desde los años sesenta del siglo pasado. La obra narrativa de Reynaldo Arenas (la versión rebelde de Piñera), Severo Sarduy, Abilio Estévez o Antón Arrufat le debe mucho al autor de Cuentos fríos. Ensayistas jóvenes como Rafael Rojas, Antonio José Ponte o Iván de la Nuez (los tres, en el exilio) reivindican en nuestros días el inconformismo intelectual de Piñera, un rasgo distintivo en toda su obra que, para Rojas y Ponte, invalida los homenajes y las vindicaciones actuales del aparato cultural del régimen. “Los atributos de Piñera que molestaban al Estado cubano, hace apenas 20 años, son los mismos que le han dado una presencia tutelar, cada vez más discernible entre las últimas generaciones de escritores de la isla y la diáspora”, escribe Rojas. Y añade: “Un escritor como Piñera merece que (…) se piense críticamente su apropiación por parte del mismo Estado que lo marginó y lo silenció. El mismo Estado que sostiene de jure y de facto leyes e instituciones que un admirador de El pensamiento Cautivo, de Milosz, no podría aprobar”. Porque el pensamiento en la isla, como recuerda Rojas aludiendo al libro de Milosz, sigue cautivo, apresado por la tenaza del discurso único. Solo desde algunas bitácoras del ciberespacio es posible la crítica. El escritor Ángel Santiesteban (autor del blog Los hijos que nadie quiso) se preguntaba recientemente cuántos libros dejó de escribir Piñera tras ser arrumbado por el régimen: “¿De cuántos maravillosos absurdos se privó la Literatura por culpa de los gendarmes de la cultura oficial cubana?”. La huella de Piñera llena las plumas de las últimas hornadas de poetas cubanos. Juan Carlos Flores, poeta de la marginalidad, esculpe versos-martillo desde su departamento en Alamar (en el extrarradio habanero), tan austero y sencillo como aquel de las calles 27 y N en el barrio del Vedado, cuartel general de la tristeza. Flores, como otros jóvenes poetas, también ha rendido tributo al escritor solitario, al francotirador, al nadador a contracorriente y a su visión negativa de la insularidad: “Oscar Wilde tuvo su estancia gélida, el aislamiento pudo ser la tuya. A la hora anunciada por los especialistas en posteridad te convertiste en una isla, isla hundida en qué profundo y olvidado mar oscuro”. Referencias http://www.jotdown.es/2012/11/virgilio-pinera-y-el-agua-por-todas-partes/

San Juan de la Cruz

San Juan de la Cruz, O.C.D., cuyo nombre de nacimiento era Juan de Yepes Álvarez y su primer nombre como fraile Juan de San Matías, O. Carm. (Fontiveros, Ávila, España, 24 de junio de 1542 – Úbeda, Jaén, 14 de diciembre de 1591) fue un religioso y poeta místico del renacimiento español. Fue reformador de la Orden de los Carmelitas y cofundador de la Orden de Carmelitas Descalzos con Santa Teresa de Jesús. Desde 1952 es el patrono de los poetas en lengua española. Primeros años Nació en 1542 en la localidad abulense de Fontiveros, sita en la amplia paramera delimitada por Madrigal de las Altas Torres, Arévalo y Ávila. Fue hijo de un tejedor toledano de buratos llamado Gonzalo de Yepes y de Catalina Álvarez.3 Tenía dos hermanos mayores llamados Francisco y Luis. El padre de Juan murió cuando tenía cuatro años lo que dejó a la familia en una difícil situación.4 Su hermano Luis murió cuando él tenía seis años, quizá por mala alimentación.5 La madre y los dos hijos restantes, Francisco y el propio Juan, sufren una acuciante pobreza por lo que se ven obligados a trasladarse primero a Arévalo, donde viven durante cuatro años, y en 1551 a Medina del Campo. Estas penalidades pasadas hicieron de Juan un hombre de escasa corpulencia, bastante bajo de estatura, tanto que Santa Teresa de Jesús lo llamaba «mi medio fraile». El incremento de fortuna que les reportó el matrimonio del hermano mayor con Ana Izquierdo consiguió que se establecieran allí definitivamente. Juan, gracias a su condición de pobre de solemnidad, pudo asistir al Colegio de los Niños de la Doctrina,6 privilegio que le obliga a realizar ciertas contraprestaciones, como asistir en el convento, la ayuda a Misa y a los Oficios, el acompañamiento de entierros y la práctica de pedir limosna. La mínima formación recibida en el colegio le capacitó para continuar su formación en el recién creado (1551) colegio de los jesuitas, que le dieron una sólida base en Humanidades. Como alumno externo y a tiempo parcial, debía compaginar sus estudios con un trabajo de asistencia en el Hospital de Nuestra Señora de la Concepción de Medina del Campo, especializado en la curación de enfermedades venéreas contagiosas. Así, pues, entre 1559 y 1563, estudia con los jesuitas; durante los primeros tres años, recibe la formación según la novedosa Ratio Studiorum, en la que el latín era la base de todo el currículo; en el cuarto año, aparte de recibir instrucción retórica, aprende a escribir en latín, a construir versos en este idioma y a traducir a Cicerón, Julio César, Virgilio, Ovidio, Marcial y Horacio. Simultáneamente, vive las nuevas corrientes del humanismo cristiano, con estilo y comportamientos renovados en la pedagogía. A los veintiún años, en 1563, ingresa en el Convento de los Padres Carmelitas de Medina del Campo, de la Orden de los Carmelitas, y adopta el nombre de Fray Juan de san Matías. Tras realizar el noviciado entre 1563 y 1564 en el Convento de Santa Ana, se traslada a Salamanca donde estudiará en el Colegio de San Andrés de los Cármenes entre 1564 y 1567 los tres cursos preceptivos para bachillerarse en artes. Durante el tercer curso, fue nombrado, por sus destrezas dialécticas, prefecto de estudiantes en el colegio de San Andrés. Relación con Santa Teresa de Jesús Su insatisfacción con el modo de vivir la experiencia contemplativa en el Carmelo, le hacen considerar irse a la Cartuja,7 pero en 1567 regresa a Medina del Campo por unos pocos días para ser ordenado presbítero y celebrar su primera misa en presencia de su hermano, el resto de su familia y sus amigos del convento y allí conoce a Teresa de Cepeda y Ahumada, futura santa Teresa de Jesús, que había llegado a la ciudad para fundar una nueva sede de su «Reforma carmelita», los llamados carmelitas descalzos. Teresa convence a Juan y lo une a su causa de reforma de su orden, que tropezó con una gran hostilidad por parte de los carmelitas calzados. Juan regresa a Salamanca e inicia estudios de teología durante el curso 1567-1568, pero sólo termina un curso de cuatro por lo que no obtuvo ni siquiera el grado de bachiller. En agosto abandona Salamanca para acompañar a Teresa en su fundación femenina de Valladolid. El 28 de noviembre de 1568 funda en Duruelo el primer convento de la rama masculina del Carmelo Descalzo siguiendo la «Regla Primitiva» de San Alberto esto es, un establecimiento que propugna el retorno a la práctica original de la orden.8 Durante la ceremonia cambia su nombre por el de fray Juan de la Cruz. En 1570 la fundación se trasladó a Mancera,9 donde Juan desempeñó el cargo de subprior y maestro de novicios. En 1571, después de una breve estancia en Pastrana, donde puso en marcha su noviciado, se establece en Alcalá de Henares como rector del recién fundado Colegio convento de Carmelitas Descalzos de San Cirilo. Juan se convierte en uno de los principales formadores para los nuevos adeptos a esta reforma carmelitana. En 1572 viaja, invitado por Teresa de Jesús, al Convento de la Encarnación en Ávila, donde asumirá las tareas de vicario y confesor de las monjas. Permanecerá aquí hasta finales de 1577, por lo que acompañará a la madre Teresa a la fundación de diversos conventos de descalzas, como el de Segovia. Enfrentamiento entre carmelitas Durante este periodo, en el seno de la Orden del Carmelo se habían agravado los conflictos jurisdiccionales entre los carmelitas calzados y descalzos, debidos a distintos enfoques espirituales de la reforma; por lo demás, el pleito se enmarcaba también en la confrontación entre el poder real y el pontificio por dominar el sector de las órdenes religiosas. Así, en 1575, el Capítulo General de los Carmelitas decidió enviar un visitador de la Orden para suprimir los conventos fundados sin licencia del General y de recluir a la madre Teresa en un convento. Finalmente, en 1580 el Carmelo Descalzo se erige en Provincia exenta y en 1588 es reconocida como Orden. En este contexto es en el que se produce el encarcelamiento de Juan de la Cruz, quien ya en 1575 había sido detenido y encarcelado en Medina del Campo durante unos días por los frailes calzados. La noche del 3 de diciembre de 1577 Juan de la Cruz es nuevamente apresado y trasladado al convento de frailes carmelitas de Toledo, donde es obligado a comparecer ante un tribunal de frailes calzados para retractarse de la Reforma teresiana. Ante su negativa, es recluido en una prisión conventual durante ocho meses. Durante este periodo de reclusión escribe las treinta y una primeras estrofas del Cántico espiritual (en la versión conocida como protocántico), varios romances y el poema de la fonte, y los canta en su estrecha reclusión para consolarse. Tras concienciarse de que su liberación iba a ser difícil, planea detenidamente su fuga y entre el 16 y el 18 de mayo de 1578, con la ayuda de un carcelero, se escapa en medio de la noche y se acoge en el convento de las Madres Carmelitas Descalzas, también en Toledo.11 Para mayor seguridad, las monjas lo envían al Hospital de Santa Cruz, en el que estuvo mes y medio. En 1578 se dirige a Andalucía para recuperarse completamente. Pasa por Almodóvar del Campo, cuna de los místicos San Juan de Ávila y San Juan Bautista de la Concepción, y luego llega como Vicario al convento de El Calvario en Beas de Segura, Jaén. Entabla amistad con Ana de Jesús, tras algunas visitas a la fundación de Beas. En junio de 1579 se establece en la fundación de Baeza donde permanece como Rector del Colegio Mayor hasta 1582, en que marcha para Granada tras ser nombrado Tercer Definidor y Prior de los Mártires de esa ciudad. Realiza numerosos viajes por Andalucía y Portugal, por razones del cargo. En 1588 es elegido Primer Definidor y Tercer Consiliario de la Consulta, la cual le traslada a Segovia. Muerte y canonización Tras un nuevo enfrentamiento doctrinal en 1590, es destituido en 1591 de todos sus cargos, y queda como simple súbdito de la comunidad. Durante su viaje de vuelta a Segovia, cae enfermo en el convento de La Peñuela de La Carolina y es trasladado a Úbeda, donde muere la noche del 13 al 14 de diciembre. Inmediatamente tras su muerte, su cuerpo es despojado y se inician los pleitos entre Úbeda y Segovia por la posesión de sus restos. En 1593, éstos, mutilados, se trasladan clandestinamente a Segovia, donde reposan actualmente. El proceso de beatificación y canonización se inició en 1627 y finalizó en 1630. Fue beatificado en 1675 por Clemente X y canonizado por Benedicto XIII en 1726. Posteriormente, el 24 de agosto de 1926, Pío XI lo proclama Doctor de la Iglesia Universal.12 Obra literaria Influencia La poesía de Juan de Yepes constituye el punto de encuentro de una larga tradición literaria. Su lírica integra tradiciones literarias de distinto origen que, aunadas por el escritor en sus textos, van adquiriendo significados y valores múltiples que sobrepasan aquellos que tenían en su origen. La crítica, desde Dámaso Alonso, ha puesto de relieve la confluencia de tres influjos: por un lado, el bíblico del Cantar de los Cantares, y, por otro, la tradición de la poesía culta italianizante y la tradición de la poesía popular y de cancioneros del Renacimiento español. El influjo de la Biblia es fundamental en su poesía, en tanto actúa como molde y catalizador del resto de lecturas que conforman el bagaje cultural de San Juan. Particularmente, resulta trascendental en el Cántico espiritual, cuyo simbolismo e imágenes tienen su origen en el Cantar de los cantares. Religiosidad y filología La obra de San Juan de la Cruz ha sido, desde siempre, enfocada desde dos perspectivas, la teológica y la literaria, que, en muchas ocasiones, se han presentado mezcladas. Perspectiva religiosa la obra de San Juan sufre una serie de manipulaciones tendentes a integrarla dentro de los límites y convenciones de la ortodoxia. Probablemente, la primera manipulación la realiza el propio autor cuando se decide a redactar los comentarios. Domingo Ynduráin Muñoz La cita hace referencia a los comentarios o paráfrasis explicativa que Juan de la Cruz escribió para su obra más importante, el llamado Cántico espiritual, con una finalidad didáctica como resultado de las dificultades de adaptar la estructura del poema al esquema del itinerario místico (las tres vías y los tres estados correlativos). Esta presencia teológica sobre su obra, y en concreto sobre el Cántico, se ha manifestado también en las constantes manipulaciones de tipo editorial que ha sufrido, en forma de añadidos al título o de epígrafes para determinados grupos de estrofas del poema. Consecuentemente, una importante rama de los estudios sanjuanistas se ha dedicado a demostrar la adecuación de lo escrito por San Juan a la ortodoxia religiosa católica, privilegiando los Comentarios en prosa sobre la poesía. Perspectiva filológica Por otro lado, es frecuente en el estudio literario de su obra que o bien se den saltos continuos a lo teológico, o bien que se estudien de forma conjunta la poesía y los Comentarios doctrinales del propio poeta, con la idea de que estos son necesarios para comprender aquella. Frente a esta vertiente de los estudios sanjuanistas, se encuentra otra que postula que «la necesidad (o posibilidad) de la interpretación religiosa es algo que debe ser argumentado y discutido en cada caso», en tanto que el sentido objetivo de la poesía de San Juan no obliga necesariamente a aceptar un significado religioso. Combinando la antigua simbología del Cantar de los cantares con las fórmulas propias del petrarquismo, produjo una rica literatura mística, que hunde sus raíces en la teología tomista y en los místicos medievales alemanes y flamencos. Su producción refleja una amplia formación religiosa, aunque deja traslucir el influjo del Cancionero tradicional del siglo XVI, sobre todo en el uso del amor profano (las figuras del amante y de la amada) para simbolizar y representar el sentimiento místico del amor divino. La estrofa más empleada en sus poemas es la lira, aunque demuestra igual soltura en el uso del romance octosílabo. San Juan utiliza determinados recursos estilísticos con una profusión y madurez poco frecuentes, dando un nuevo y más profundo sentido a las expresiones paradójicas («cauterio suave»), a las exclamaciones estremecedoras («¡Oh, llama de amor viva!») habituales en los cancioneros. Además, emplea símbolos como la casa o morada, la noche, la luz, la fuente, la oscuridad, la caza de cetrería, la caída, el vuelo, los animales etcétera. Lo que mejor define su poesía es su extraordinaria intensidad expresiva, gracias a la perfecta adecuación y el equilibrio de cada una de sus imágenes. A ello contribuye así mismo su tendencia a abandonar el registro discursivo y eliminar nexos neutros carentes de valor estético para buscar una yuxtaposición constante de elementos poéticos de gran plasticidad en torno a un elemento central, como ha demostrado Dámaso Alonso. Poesía Su obra poética está compuesta por tres poemas considerados mayores: Noche oscura, Cántico espiritual y Llama de amor viva; y un conjunto de poemas habitualmente calificados como menores: cinco glosas, diez romances (nueve de ellos pueden contarse como una sola composición) y dos cantares. La difusión de su obra fue manuscrita, y aún no se han dilucidado todos los problemas textuales que conllevan. En prosa escribió cuatro comentarios a sus poemas mayores: Subida del Monte Carmelo y Noche oscura para el primero de estos poemas, y otros tratados homónimos sobre el Cántico espiritual y Llama de amor viva. Las poesías atribuibles sin lugar a duda a San Juan de la Cruz son las recogidas en el códice de Sanlúcar o manuscrito S, ya que este fue supervisado por el mismo San Juan. El repertorio de sus poemas, según dicha fuente, se restringe a diez composiciones (los tres poemas mayores citados y otras siete composiciones), siempre y cuando los romances que comprenden los textos titulados In principio erat Verbum, que son un total de nueve, sean considerados una única obra. La autenticidad del resto de su obra poética no ha podido aún ser dilucidada por la crítica. Por tradición se acepta generalmente que también son suyos los poemas Sin arrimo y con arrimo y Por toda la hermosura, y las letrillas Del Verbo divino y Olvido de lo criado. Las siete glosas y poemas «menores» cuya autoría no está discutida son los siguientes: (se citan por el primer verso): * Entréme donde no supe * Glosa al Vivo sin vivir en mí * Tras de un amoroso lance * Un pastorcico solo está penado * Que bien sé yo la fonte * En el principio moraba * In principio erat Verbum (nueve romances cuyos primeros versos son: «En aquel amor inmenso», «Una esposa que te ame», «Hágase, pues, dijo el Padre», «Con esta buena esperanza», «En aquellos y otros ruegos», «Ya que el tiempo era llegado», «Entonces llamó un arcángel», «Ya que era llegado el tiempo» y «Encima de las corrientes») Prosa Su obra en prosa pretende ser corolario explicativo, dado el hermetismo simbólico que entre cierta crítica se atribuye su poesía: (las tres primeras han sido editadas juntas reunidas en el volumen Obras espirituales que encaminan a un alma a la unión perfecta con Dios) y Cántico espiritual. * Subida al monte Carmelo (1578-1583) * Noche oscura del alma * Cántico espiritual (1584) * Llama de amor viva (1584) Doctrina Toda su doctrina gira en torno al símbolo de la «noche oscura», imagen que ya era usada en la literatura mística, pero a la que él dio una forma nueva y original. La noche, al borrar los límites de las cosas, le sugiere, en efecto, lo eterno, y de esa manera pasa a simbolizar la negación activa del alma a lo sensible, el absoluto vacío espiritual. El término «noche oscura» lo utiliza san Juan en referencia a las «terribles pruebas que Dios envía al hombre para purificarlo»; ateniéndose a este significado, habla de una noche del sentido y de una noche del espíritu, situadas, respectivamente, al fin de la vía purgativa y de la vía iluminativa, tras las cuales vendría la vía unitiva, aspiración última del alma atormentada por la distancia que la separa de Dios, y realización de su deseo de fusión total con Él. La existencia de estas tres vías se corresponde con las tres potencias clásicas del alma: memoria, entendimiento y voluntad, que en este mismo orden son reducidas a un estado de perfecto silencio. El silencio de la memoria es llamado en la mística esperanza. El silencio del entendimiento se llama fe y el silencio de la voluntad caridad o amor. Estos tres silencios representan a la par un vaciamiento interior y una renuncia de uno mismo que alcanza su máximo grado a través de la virtud de la caridad. De ahí sobrevienen la enorme angustia y la sensación de muerte característica de los místicos, pues unirse a Dios es un perderse previo a sí mismo para después ganarse. Antes de acceder a la experiencia mística de unión con Dios, el alma experimenta una desoladora sensación de soledad y abandono, acompañada de terribles tentaciones que, si consigue vencer, dejan paso a una nueva luz, pues «Dios no deja vacío sin llenar». En una noche oscura, con ansias, en amores inflamada ¡oh dichosa ventura!, salí sin ser notada estando ya mi casa sosegada. Primera estrofa de Noche oscura. San Juan de la Cruz Originalidad San Juan de la Cruz ofrece una radical originalidad en el misticismo consistente en el concepto de noche oscura espiritual. Desde los inicios históricos de la vida retirada eremítica, los buscadores renunciaban a los bienes y placeres mundanos sometiéndose a ayunos y otras asperezas, con el objeto de vaciar sus deseos del mundo y llenarlo de bienes más elevados. San Juan de la Cruz aclara que esta es solamente la primera etapa, ya que tras ella viene la citada noche espiritual, en que el buscador, ya desapegado de los consuelos y placeres mundanos, perderá también el apoyo de su paz, de sus suavidades interiores, entrando en la más "espantable" noche a la que sí sigue la perfecta contemplación. Una de las partes más originales y más profundas de la doctrina de San Juan de la Cruz, con la que más ha hecho progresar la teología mística y merecido el título de Doctor, es la que se refiere a lo que él llama la noche pasiva del espíritu. Réginald Garrigou-Lagrange Un campo sin explorar. Juan de la Cruz percibe la urgencia y la dificultad, y se decide a explorar todo ese campo de la noche, en especial las zonas más arduas donde ningún escritor había logrado penetrar. José Vicente Rodríguez y Federico Ruiz Monte de perfección En su célebre dibujo del Monte de perfección la recta senda del ascenso aparece flanqueada por dos caminos laterales sin salida. El de la derecha, el camino mundano, señala sus peligros: poseer, gozo, saber, consuelo, descanso. Asimismo el de la izquierda marca también los peligros de un camino espiritual: gloria, gozo, saber, consuelo, descanso. Sorprende especialmente la leyenda de los escalones del camino central, el correcto, en los cuales se lee: Nada, nada, nada, nada, nada Como nota de este gráfico el autor escribe: Da avisos y doctrina, así a los principiantes como a los aprovechados, muy provechosa para que sepan desembarazarse de todo lo temporal y no embarazarse con lo espiritual, y queden en la suma desnudez y libertad de espíritu, la cual se requiere para la divina unión. Algunas de sus frases breves resumen bien su doctrina, como: «Niega tus deseos, y hallarás lo que desea tu corazón» y «El amor no consiste en sentir grandes cosas, sino en tener grande desnudez, y padecer por el Amado». Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/San_Juan_de_la_Cruz

Demetrio korsi

Demetrio Korsi (Ciudad de Panamá, 13 de enero de 1899 – ibíd., 30 de octubre de 1957) fue un poeta panameño, representante del paso de la literatura modernista a la literatura vanguardista en la primera mitad del siglo XX. Sus obras están enfocadas en la realidad nacional y en los hechos históricos, con un toque de humor. Abordó temas como el folklore, los aportes culturales afroindígenas y la cuestión del Canal de Panamá. De padre griego y madre panameña, inició estudios de medicina y de abogacía que no llegó a terminar. En 1916 algunos de sus poemas fueron incluidos por Octavio Méndez Pereira en la antología Parnaso Panameño, con lo cual tomó impulso su vocación poética. Residió varios años en París y en Nueva York. Se desempeñó como cónsul en San Francisco (California) y en Kingston (Jamaica) y en El Havre, Burdeos y Marsella. En 1926 se casó en El Havre con la francesa Angela Julian, con quien tuvo una hija. Divorciado, se casó en Panamá en 1948 con Eloisa Sandoval, con quien tuvo tres hijos. Falleció el 30 de octubre de 1957 en la ciudad de Panamá, mientras trabajaba en uno de sus poemas. Obras * Los Poemas Extraños (l920) * Los pájaros de la montaña (1924) * Bajo el sol de California (1924) * El viento de la montaña (1926) * El Palacio del Sol (l927) * Block (1934) * Cumbia! (1935) * El grillo que cantó sobre el canal (1937) * Cumbia y otros poemas panameñistas (1941) * El grillo que cantó bajo las hélices (1942) * Yo cantaba a la falda del Ancón (1943) * Pequeña Antología (1947) * Canciones efímeras (1950) * Nocturno en gris (1952) * Los gringos llegan y la cumbia se va... (1953) * El tiempo se perdía y todo era lo mismo (1955) Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Demetrio_Korsi

Germán Berdiales

Maestro, escritor, poeta y periodista, Germán Berdiales es recordado como autor de una fecunda serie de textos escolares que incentivaron el hábito de la lectura. Su biografía es ejemplo de que la nuestra fue tierra de grandes hombres. Germán Berdiales legó a la posteridad una obra de envergadura que se tradujo en verdaderos clásicos de la literatura juvenil. Nacido el 4 de septiembre de 1896 en el barrio porteño de La Concepción, su niñez transcurrió en aquel sector de Buenos Aires en el que todavía niños negros pululaban por sus calles. Ese recuerdo quedaría plasmado en una de sus poesías en la que dice: “Color a mi infancia, dieron niños negros, desde aquellos días, cariño les tengo”. Temprana vocación En 1912, siendo adolescente, mientras cursaba sus estudios secundarios, Berdiales se inició en el periodismo, colaborando con publicaciones de la época. Dos años después, al finalizar el magisterio, soñaba con enseñar. Así fue que dejó su ciudad encaminándose hacia la provincia de Chubut donde fue maestro de niños aborígenes durante varios años. Era su sueño hecho realidad y su vocación puesta a prueba. Y la desempeñó con esmero, ganándose el afecto de toda la población. El campo de las letras Allá en el lejano sur, Berdiales conoció a Pedro Inchauspe, un docente de su misma edad oriundo de Laboulaye, provincia de Córdoba, que por entonces ejercía las funciones de director de una escuela araucana. Inchauspe pasaría a la historia como un reconocido hombre de letras y con el corre de los años, Berdiales se convertiría en difusor de su obra. Tras su paso por aulas de La Pampa, nuestro personaje regresó a Buenos Aires donde, al cabo de un tiempo, fue nombrado inspector de escuelas. Según la investigación realizada por la docente Elisa D’Andrea, co-autora junto a Elsa Plácida Vulovic de una interesante nota titulada “Un retazo perdido de la niñez: Berdiales, el maestro poeta”, en 1942 el gran escritor era vicedirector de la Escuela Nº 21 “Juan José Paso” (Distrito Escolar Nº 8), en la calle Beauchef 1869. Allí fue donde dio impulso a una de sus más interesantes iniciativas: imponer a las aulas los nombres de destacados personajes de nuestro pasado, oportunidad en la que escribió “El romance de los nombres de nuestras aulas”, que dedicó a sus alumnos. Fueron sus últimos años en la docencia ya que en 1946 renunció al cargo de inspector para dedicarse de lleno a su verdadera pasión: las letras. Periodista Hemos dicho que en 1912, a los 16 años, Berdiales se inició en el periodismo. Sin embargo, sería a su regreso de La Pampa y la Patagonia que desarrollaría esa actividad con mayor empeño, colaborando con publicaciones de prestigio como “La Prensa” de la Capital Federal, “El Día” de La Plata, “El Monitor de la Educación Común”, “El Hogar”, “Pampa Argentina”, “Ficción”, “Mundo Argentino”, “Vinos, Viñetas y Frutas” y otras. Elsa Vulovic y Elisa D’Andrea han relevado gran parte del material elaborado por Berdiales, rescatando entre los muchos artículos que publicó: “Un argentino visita al autor de Cuore”, (domingo 9 de marzo de 1958), en el que hace referencia a Edmundo de Amicis y su obra más renombrada; “Salvador de Madariaga, abuelo – juglar”, publicado el 14 de julio de 1957; “Cuando Sarmiento era Sarmientito. Episodio vuelto a contar para los niños” (7 de octubre de 1956) y “Su silla de inválido fue un carro de combate” (6 de abril de 1958) tributo a la figura de Franklin Delano Roosevelt, todos ellos aparecidos en “La Prensa”. Su obra literaria Pese a lo dicho, la obra de Berdiales fue principalmente escolar. Hoy se lo recuerda como el gran poeta de la infancia y autor de hermosos textos juveniles, muchos de ellos publicados por la legendaria Colección Robin Hood. El primer libro de este gran escritor vio la luz en 1924 y se llamó Las fiestas de mi escuelita” con el subtítulo: Comedia. Diálogos, Monólogos y discursos. Para la escuela y el aula. Se trataba de teatro infantil y fue reeditado en veinte oportunidades. Le siguieron: Fábulas en acción (1927), Padrino (1929), El último castigo: cuentos para padres y maestros (1929), Fabulario (1933) y Maestros del idioma (1936). 1937 fue un año de intensa producción para Berdiales ya que, durante el mismo aparecieron La canción de cuna y Risa y sonrisa de la poesía niña,Cuentos dramatizados y Teatro cómico para niños, editados al año siguiente. En 1939 apareció El arte de escribir para los niños, seguido por Cielo pequeñito (1940), El teatro de los más chicos (1941), Coplas argentinas (1942), Nuevo ritmo de la poesía infantil (1943), Lecturas para la niña que se hace mujer (1944), Leyendas argentinas (1954), Los versos (1959) y Cien cuentos y leyendas en verso (1965). Textos de lectura escolar Gran parte de los libros de Berdiales estuvieron destinados a los escolares. Joyitas: recitados para los jardines de infantes (1930), Teatro histórico infantil. Leyendas americanas adaptadas para la escena (1931), Jugando: lecturas graduadas para 2º grado (1933), Tierra virgen: método gradual de lectura (1934), Nuevo teatro escolar (1937), Actividades y conocimientos: lecturas para 1ero. Superior (1938), Nuevo mundo: lecturas para 5º grado (1942) y Voces de hombres: lecturas para la 3ª sección de escuelas de adultos (1942) los tres últimos escritos en colaboración con Pedro Inchauspe, son algunos ejemplos de ellos. Colección Robin Hood Como a Eros Nicola Siri, de quien hicimos referencia en nuestra edición N°37, la recordada Colección Robin Hood, fundada por Modesto Ederra, publicó obras de Berdiales. Fueron ellas El hijo de Yapeyú (1952), Al maestro de América (1954), El primer soldado de la libertad (1950) y Teatro Robin Hood (1960), bellísimos exponentes de la literatura juvenil. El ideal sanmartiniano En el trabajo de Berdiales, eminentemente infantil, se nota claramente su admiración por el general José de San Martín. El hijo de Yapeyú es la vida anec-dótica del Libertador desde su cuna correntina hasta su llegada a Cuyo y en El primer soldado de la libertad, su derrotero desde el cruce de Los Andes hasta sus últimos días en Boulogne-Sur-Mer. Pero es en Habla San Martín: su vida y sus ideas (1940), donde su fascinación se percibe con mayor claridad. También Sarmiento acaparó su atención, dedicándole a su figura Al maestro de América y Antología total de Sarmiento. Escritor católico Berdiales fue un individuo profundamente católico devoción que quedó plasmada en algunos de sus escritos, dos de ellos Retablo Divino y El Divino Maestro. Además, libros como Cielo Pequeñito, bellamente ilustrado por Oscar Soldati, vieron la luz a través de conocidas editoriales religiosas como San Pablo y Ediciones Católicas Argentinas. Difusor de cultura Germán Berdiales se prodigó por entero a la infancia y la juventud estudiosa. Instruir, enseñar, inculcar cultura y conocimientos fueron sus objetivos primordiales. A él se deben una condensación escolar del Quijote y la traducción y adaptación de Corazón, de Edmundo de Amicis. En otro orden de cosas, escribió el prólogo y glosario para la edición del clásico de Fray Mocho, Un viaje al país de los matreros y de Juvenilia, de Miguel Cané (lo mismo sus notas), ambas de la Colección Robin Hood, el del libro Mosaico de José Martínez Jerez (Colección Biblioteca Manantial) y el de Santos Vega y otros poemas. Suya fue la selección Tierra Prometida en la que varios autores le cantan a los pueblos americanos y a su pluma se deben las versiones castellanas de Pinocho y Peter Pan y Wendy. Reconocimientos Berdiales fue un autor ampliamente reconocido en su tiempo, tanto en el país como en el exterior. Su amistad con Gabriela Mistral fue conocida y la valoración que de su obra hicieron el español José Luis Sánchez Trincado y la educadora Fryda Schultz de Mantovani fueron dignas de mención. En la actualidad, un jardín de infantes de la ciudad de Santa Fe lleva su nombre. Este gran escritor argentino falleció el 17 de mayo de 1975 en su departamento de Parque Patricios sito en Av. Caseros 2695, esquina Catamarca, donde funcionó mucho tiempo una juguetería. Hoy su legado y su nombre van cayendo en el olvido, algo que esta sencilla evocación pretende evitar. Referencias http://www.cruzadadelrosario.org.ar/revista/0904/german.htm

Rafael María Baralt

Poeta del romanticismo, pluma de oro del continente americano. Rafael María Baralt (Maracaibo, Venezuela, 3 de julio de 1810 - Madrid, España, 4 de enero de 1860), fue un escritor, periodista, Ingeniero (el primero egresado de la Academia Militar de Matemáticas en 1836) historiador, filólogo, crítico y poeta venezolano, autor del primer diccionario de galicismos del español, y primer latinoamericano en ocupar un sillón en la Real Academia Española. Datos biográficos Don Rafael María Baralt nació en la ciudad de Maracaibo, capital del estado Zulia (Venezuela), el día 3 de julio de 1810. Su nacimiento ocurrió en medio del movimiento de independencia de Venezuela, colonia de la corona española por más de tres siglos. Era hijo del Coronel venezolano Don Miguel Antonio Baralt y de doña Ana Francisca Pérez, oriunda de la República Dominicana, y no tuvo hijos. Debido a las vicisitudes políticas de aquel tiempo de guerras, la familia Baralt Pérez se trasladó a Santo Domingo, donde transcurrió la mayor parte de la infancia de Rafael María Baralt. La familia regresó a la ciudad de Maracaibo en 1821, donde Baralt vivió durante cinco años. En 1827 su tío paterno, don Luis Baralt, le llevó a la ciudad de Bogotá, Colombia, para comenzar sus estudios superiores. Estudios y vida pública Fue estudiante de la célebre Universidad de Bogotá, donde cursó los estudios de latín y de filosofía y obtuvo el título de bachillerato en 1830. Desde entonces formó parte de la política y la milicia venezolana contra los reformistas en 1835, llegando al rango de capitán de artillería, para luego ocupar un cargo en el Ministerio de Guerra. En 1840 viajó a París para editar su Resumen de la Historia de Venezuela y Diccionario de Galicismos. El 13 de septiembre de 1841 se va definitivamente de Venezuela. Primero viaja a Londres y luego se radica en Sevilla y en Madrid. Allí realizó la mayor parte de su abundante obra literaria. Entre sus obras ocupa un lugar importante su oda 'Adiós a la Patria', considerada de una impresionante riqueza poética. También ocupó importantes cargos en el Reino de España, como Director de la Gaceta de la Corona, Administrador de la Imprenta Nacional, etc. Fue el primer hispanoamericano en ser elegido individuo de Número de la RAE. Muere el 4 de enero de 1860 en Madrid, España, sin haber cumplido los 50 años de edad. Moralmente abatido tras un juicio que se le siguió en Madrid, -pese a que se le reivindicó públicamente - no resistió más de tres años hasta su muerte. Fue también redactor, en febrero de 1829, del periódico zuliano 'El Patriota del Zulia'. No fue sino hasta 1842 (tenía 32 años de edad), cuando inicia su obra poética, que lo convierte en uno de los zulianos más destacados. 'Adiós a la Patria', su poema más importante y extenso, contiene estrofas que irá agregando hasta los días cercanos a su muerte: Tierra del sol amada Donde inundado de tu luz fecunda En hora malhadada Y con la faz airada Me vio el lago nacer que te circunda. Las últimas estrofas del poema son las siguientes: No te duela mi suerte, No maldigas mi nombre, no me olvides Que, aún vecino a la muerte, Pediré con voz fuerte Victoria a Dios para tus justas lides Dichoso yo si un día A ti me vuelve compasivo el cielo, I me da, patria mía Digno sepulcro en tu sagrado suelo Después de su muerte, sus restos se extraviaron y transcurrieron 122 años para su regreso a Venezuela. Aunque el Senado venezolano le había concedido el derecho a ser sepultado en el Panteón Nacional desde 1943, es el 24 de noviembre de 1982, cuando sus restos finalmente regresan a Venezuela e ingresan al Panteón Nacional, después de haber pasado una noche en la alcaldía de su querida Maracaibo. En 1982 fue creada en la ciudad de Cabimas, en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo, una universidad que actualmente lleva su nombre: Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt (UNERMB). Bicentenario de su nacimiento El día 04 de julio de 2010, en las instalaciones del Teatro Baralt en Maracaibo, se realizó un acto con motivo del bicentenario del prócer zuliano, el discurso de orden estuvo a cargo del Dr. Julio Portillo presidente de la academia de la historia del Zulia, destaco las actividades en las cuales se involucró Baralt. Resaltando la jurisprudencia sobre el secreto de la correspondencia diplomática, originada a raíz del éxito en la corte de Baralt contra la causa interpuesta en su contra, así mismo se destacó el hecho que recibió como homenaje ser proclamado hijo de la República Dominicana. Destacó también su rol como político cuya obra ya se orientaba hacia lo que posteriormente seria enunciado como el bien común y su disyuntiva hacia lo que seria conocido como el materialismo histórico, su trabajo se orientaba hacia la descentralización política y administrativa de las regiones, junto con el General Urdaneta fue responsable del reconocimiento de la independencia del Zulia y Venezuela, acción autorizada por medio de pasaportes Zulianos, pues para la época Venezuela no era reconocida como nación soberana aún. Se puede considerar un error histórico y una negación del rol la negativa del gobierno central en proclamar su bicentenario y conducir los actos, durante el cierre de la actividad se hizo un llamado a los intelectuales del Zulia para que en 11 años se elaborara la agenda del Zulia por venir y de esta forma iniciar la celebración del bicentenario de la independencia del Zulia. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Rafael_María_Baralt

Jacobo Fijman

El poeta olvidado Hay autores que no la han tenido nada fácil, a quienes les ha costado en verdad hacerse un espacio, o para quienes mantener su lugar fue complicado debido a diferentes circunstancias. Tal es el caso de Jacobo Fijman, sin duda un escritor que marcó las bases del vanguardismo argentino pero que fue fácilmente olvidado, al permanecer durante más de 28 años en un hospital psiquiátrico. Referencias http://www.poemas-del-alma.com/blog/especiales/hemos-olvidado-a-jacobo-fijman Jacobo Fijman (Orhei, Besarabia, actual Moldova, 25 de enero de 1898 – Buenos Aires, 1970) fue un poeta judeoargentino. Formó parte de la vanguardia literaria del grupo Martín Fierro, donde se vinculó con Jorge Luis Borges y Oliverio Girondo. Desarrolló varios oficios irregulares, y a partir de 1921 comenzó a padecer crisis mentales; crecientemente adepto al misticismo, se convirtió al catolicismo en 1930, y colaboró en varias revistas religiosas antes de ser internado definitivamente afectado de psicosis delirante en 1942. Moriría aún internado en 1970. Infancia y juventud Fijman, nacido en Europa, llegó a la Argentina en 1902, donde sus padres habían inmigrado en busca de trabajo; era el mayor de tres hermanos, y tres más nacerían ya en tierra argentina. Tras una breve estancia en Buenos Aires, se trasladaron al sur, donde su padre trabajaba colocando vías férreas en la línea de Río Negro. En 1907 se mudaron a Lobos, donde haría sus estudios primarios; desde niño mostró gran habilidad para el dibujo. Fijman, una personalidad tumultuosa y difícil, abandonó a su familia en 1917 para volver a Buenos Aires, donde estudiaría el profesorado en francés. Durante sus estudios en el Instituto de Lenguas Vivas se formó en filosofía antigua, griego y latín. Adepto al violín desde muy joven, acudió con asiduidad a los espectáculos de música clásica, mostrando verdadera pasión por Arcangelo Corelli. Ya graduado, trabajó brevemente como profesor en un liceo de señoritas, hasta sufrir la primera de sus crisis mentales. Abandonando trabajo y hogar, vagabundeó por la Argentina ganándose la vida como músico callejero; de esta época datan sus primeros poemas. Llegado al Chaco, trabajaría como peón rural un tiempo antes de regresar a Buenos Aires. Su aspecto y costumbres resultaban chocantes para la época, y a inicios de 1921 fue detenido por la policía, salvajemente interrogado y recluido en la cárcel de Villa Devoto. La crisis mental que le produjo el maltrato llevó a su primera internación en el entonces Hospicio de las Mercedes, afectado de delirios. Fue dado de alta seis meses más tarde, después de haber sido sometido a tratamientos que incluían el electroshock. La bohemia Intentó restablecerse, trabajando como periodista primero en el Uruguay y luego para Mundo Argentino y la revista de la comunidad judía, Vida Nuestra; en esta última aparecen sus primeros poemas publicados, gracias a su amigo de infancia Carlos Grünberg. Tras un nuevo viaje hacia el Litoral, regresa a Buenos Aires, y desempeñaba esta profesión cuando Leopoldo Marechal, promotor de la revista Martín Fierro, lo invitó a unirse al grupo; allí conoció a numerosas personalidades de la vanguardia local, como Pompeyo Audivert, Alfredo Bigatti, Girondo, Leopoldo Marechal, José Planas Casas y Antonio Vallejo. Los poemas y relatos que publica en varias revistas atrajeron atención, y por esa misma época, en 1926, vio la luz su primer libro Molino Rojo. Sobre Molino Rojo, Fijman dice que "En Molino Rojo hay una gran influencia de la sonata de Corelli 'La locura'. Esta sonata tiene dos formas de ejecución. 'El Loco' y 'La Loca'(...)Molino rojo tenía un título que atrapaba a los anarquistas y socialistas. Reaccionan instantáneos ante el color rojo. Se notaba en la ciudad un estado de demencia general. Y en Molino Rojo desde luego, hay una intención que empieza por la demencia..." Su estado se había agudizado entretanto, abrazando una suerte de misticismo fascinado con la religiosidad medieval. Sin embargo, pudo desempeñarse con elegancia como columnista de arte para el diario Crítica, cuyo fundador, Natalio Botana, lo había contratado junto con el célebre piscólogo Enrique Pichón Rivière para la sección de cultura. Entre 1927 y 1928 viajó por primera vez a Europa desde su llegada infantil a las costas argentinas; acompañado de Vallejo llegó a París, donde el surrealismo estaba en plena efervescencia, y conoció allí a los grandes poetas del movimiento, entre ellos André Breton, Paul Éluard y Antonin Artaud. Pese a las afinidades literarias, la inclinación mística lo distanció de los poetas. Contaría más tarde que (...) con Artaud nos conocimos en un café, en La Coupole. Estuvimos a punto de pelearnos. Yo me identificaba con Dios y Artaud con el diablo. Y el conde de Lautréamont era un loco perverso. Se había entregado a los vicios y hacía con ellos poesía. Compensó esas compañías con la frecuente visita de templos y catedrales. El misticismo Desanimado, regresa a la Argentina presa de una gran crisis de fe. Sigue en contacto con la bohemia local, y entabla amistad con el pintor Benito Quinquela Martín, con quien coincide en el Café Tortoni. Fascinado con la pintura medieval y la iconografía religiosa, cuenta entre sus pocas posesiones con estampas de santos e imágenes de la Virgen María; a instancias de su amigo Mario Pinto, comienza a concurrir a reuniones evangélicas organizadas por los monjes benedictinos, y traba amistad con varios escritores católicos que alcanzarían relativa fama en la revista Número. En septiembre de 1929 aparece su segundo libro, Hecho de estampas, algunos de cuyos poemas habían aparecido previamente en La Nación. Recibe una recepción calurosa por parte de la intelectualidad católica, y Tomás de Lara le dedica páginas elogiosas en el órgano de la progresía eclesiástica, Criterio. El 7 de abril de 19301 es bautizado en la fe católica. Número, que publica obra literaria y crítica suya, anuncia la finalmente frustrada publicación de San Julián el Pobre (cuentos), que debería haberse dado a imprenta en la primavera de ese año. A fines de ese año vuelve a la enseñanza del francés y ahorra algún dinero; gracias a ello, volvería a Europa en un segundo viaje, planeado éste con la ambición de tomar votos sacerdotales y dedicarse a la penitencia entre los benedictinos de Bélgica. Lo atormentaba sin embargo su amor por Teresa, sobrina de Oliverio Girondo, que aparece reiteradamente en sus obras de esta época. Mucha de su producción de estos años aparece en Número, antes de dar a luz su tercer volumen de versos, Estrella de la mañana (et dabo illi stellam matutinam), aparecido durante la dictadura de José Félix Uriburu. Número desapareció en el curso de 1931, y Fijman se vio nuevamente reducido a la indigencia. Volvió a tocar el violín en las calles y en bares como medio de subsistencia, mientras eludía a sus conocidos; en 1933 La Nación publicó dos obras suyas, y en 1934 ARX imprimiría su poema Letanía del agua perfecta, pero tendría poco contacto con amigos y familia. Apenas la muerte de su madre el 23 de abril de 1934 lo lleva a visitarlos brevemente para desaparecer luego de nuevo. Como durante su primera crisis, en este período de penuria dibuja compulsivamente, y sobre todo, lee y estudia, devorando las obras de los peripatéticos y los escolásticos. Concurría asiduamente a la Biblioteca Nacional Argentina hasta octubre de 1942, cuando el director de la misma, a la sazón el célebre antisemita Gustavo Martínez Zubiría, decidió prohibirle la entrada aduciendo que se había dirigido de manera irrespetuosa y violenta al personal. Atacado por una de sus crisis, deambuló varios días por la ciudad, y su comportamiento errático llevó a que la policía allanase el ático en que vivía sobre la Avenida de Mayo; tras la puerta abierta, los oficiales que efectuaron la operación encontraron dos carpetas con apuntes, una caja de lápices, casi un centenar de libros, un peine y una única muda de ropa sucia y en mal estado. Segunda internación Tras exámenes que lo declaran afectado de alienación mental volvió a ser confinado en Villa Devoto, y el 2 de noviembre en el Instituto Neuropsiquiátrico José T. Borda, de donde no sería ya dado de alta. El brutal tratamiento psiquiátrico incluiría nuevos electroshocks y una constante dosis de sedantes. La década siguiente sería trágica; internado en el hospital, y luego trasladado durante unos años a la Colonia de Alienados Open Door, Fijman careció de contacto con la realidad. En 1948 aparecería retratado en el celebérrimo Adán Buenosayres de Marechal, apenas disimulado con el nombre de Samuel Tesler, "el filósofo villacrespense" y reaparecerá también en Megafón o la guerra de 1970; pero ninguno de sus antiguos amigos haría contacto con él hasta 1952, cuando Osvaldo Dondo, antiguo colaborador de Criterio logra que lo devuelvan al Borda y ve con entusiasmo algunos signos de recuperación. Al año siguiente el diario Clarín publicó la primera nota sobre Fijman en casi dos décadas. Con claras señales de mejoría, Fijman pintó y escribió con ahínco durante estos años; declararía más tarde que "entre mi pintura y mi poesía hay una misma mano. Las mismas concepciones". Logró permiso para salir del hospital, y se encontró con antiguos amigos y colaboradores, como Dondo, Lisandro Galtier, y Juan Jacobo Bajarlía. Aparecieron nuevas notas sobre Fijman a partir de 1958, y en ese mismo año logró obtener una pensión de la Sociedad Argentina de Escritores. Para mejorar sus ingresos, traducía obras del francés para los psiquiatras del hospicio. En 1962 y 1964 parte de su obra fue recopilada como parte de antologías; en 1966 apareció por primera vez en más de 30 años obra inédita, publicada por Galtier en la revista Testigo. Otro poema aparecería dos años más tarde, atrayendo la atención del escritor y abogado Vicente Zito Lema. Tras entablar amistad con el poeta, Lema bregó por obtener su tutela, obteniéndola finalmente en 1969. En mayo de ese año apareció el primer número de la revista Talismán, editada por Lema y dedicada por entero a Fijman, con el subtítulo poeta en hospicio. Pocos meses más tarde la revista Extra, de Bernardo Neustadt, publicó varias notas del mismo Fijman, y su figura volvió a cobrar celebridad. Las revistas de sociedad se ocuparían de él durante un tiempo, y el poeta recibiría invitaciones para publicar y aparecer en los medios; en 1970, invitado a una emisión cultural del Canal 7, Fijman provocó quizás su último escándalo al declarar públicamente que todos los domingos, en misa, los sacerdotes comen mierda. Lema publicó en julio de ese año El pensamiento de Jacobo Fijman, o el viaje hacia la otra realidad. Gravemente enfermo, Fijman dejó de ser capaz de pasar los fines de semana en la casa de su tutor; aterrado por la perspectiva de una autopsia, pidió reiteradamente a Lema que no permitiera que le destrozaran la cabeza después de muerto. El 1 de diciembre de 1970 falleció, víctima de un edema pulmonar. Pocos amigos acompañaron su velatorio en la sede de la SADE. En 1985 una semblanza póstuma lo recordaría como Jacobo Fiksler en la novela El que tiene sed, de Abelardo Castillo. Obras Se indican sólo las ediciones actualmente disponibles. * Fijman, Jacobo (1985). Poemas. Zaragoza: Olifante Ediciones de Poesía. Selección de poemas. * Prólogo de Alberto Luis Ponzo; selección y notas de Carlos Vitale. ISBN 84-85815-10-6. * Fijman, Jacobo (1998). San Julián el pobre. Buenos Aires: Araucaria. Ed. Alberto a. Arias. * Fijman, Jacobo (2003). Poesía completa. Buenos Aires: Del Dock. ISBN 987-559-037-1. * Fijman, Jacobo (2005). Obras (1923-69) 1: Poemas. Buenos Aires: Araucaria. Ed. Alberto a. Arias. * Fijman, Jacobo Romance del vértigo perfecto. editorial = Buenos Aires: Descierto año = 2012 Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Jacobo_Fijman

Conde de Villamediana

Por Luis de Góngora Al conde de Villamediana, celebrando el gusto que tuvo en diamantes, pinturas y caballos Las que a otros negó piedras Oriente, Émulas brutas del mayor lucero, Te las expone en plomo su venero, Si ya al metal no atadas más luciente. Cuanto en tu camarín pincel valiente, Bien sea natural, bien extranjero, Afecta mudo voces, y parlero Silencio en sus vocales tintas miente. Miembros apenas dio al soplo más puro Del viento su fecunda madre bella, Iris, pompa del Betis, sus colores; Que fuego él espirando, humo ella, Oro te muerden en su freno duro, Oh esplendor generoso de señores. Juan de Tassis (o Tarsis) y Peralta, II Conde de Villamediana, (Lisboa, 1582 - Madrid, 21 de agosto de 1622), poeta español del Barroco, adscrito por lo general al Culteranismo, si bien siguió esta estética de modo muy personal. Fue hijo de María de Peralta Muñatones, y de Juan de Tassis y Acuña, Correo Mayor del reino que gracias a su labor como organizador del servicio de postas había recibido el título de nobleza en 1603. Villamediana vivió en el ambiente palatino desde su infancia, recibiendo una excelente educación del humanista Luis Tribaldos de Toledo y de Bartolomé Jiménez Patón, quien dedicó su Mercurius Trimegistus a su pupilo. Gracias a sus dos tutores, gozó de una excelente formación en letras y de un profundo conocimiento de los clásicos y compuso algunos poemas en excelente latín humanístico. Pasó por la universidad, pero no realizó ninguna carrera. Cuando Felipe III fue al Reino de Valencia para celebrar su matrimonio con Doña Margarita de Austria, Don Juan le acompañó y se distinguió tanto que el Rey le nombró Gentilhombre de su casa. En Palacio conoció a la noble doña Magdalena de Guzmán y Mendoza, de gran influencia en la Corte como viuda de Martín Cortés de Monroy, II Marqués del Valle de Guajaca (Oaxaca), y como futura aya del hijo que iba a tener la reina; pese a la diferencia de edad sostuvo una relación con ella que terminó mal; un soneto anónimo que circuló por Madrid decía que no se portó muy bien con ella e incluso la llegó a abofetear en mitad de la representación de una comedia, delante de todo el mundo, por lo que se dice que Doña Magdalena siempre le amó y le odió al mismo tiempo. Trasladada la Corte a Valladolid, donde permaneció cinco años, contrajo matrimonio en 1601 con Doña Ana de Mendoza y de la Cerda, descendiente del famoso Marqués de Santillana, de la que tuvo varios hijos, todos malogrados. Al morir su padre en 1607 asumió el título y el cargo de correo mayor del reino. Pero por su talante agresivo, temerario y mujeriego adquirió pronto una reputación de libertino, dandy, amante del lujo, de las piedras preciosas, los naipes y los caballos, y llevó una vida desordenada de jugador, alcanzando una reputación de adversario temible sobre el tapete por su gran inteligencia. Sin embargo estos excesos le valieron dos destierros, fuera de por haber arruinado a varios caballeros importantes, también por sus fortísimas sátiras, en las que zahería sin piedad alguna las miserias de casi todos los Grandes de España, ya que como perteneciente al mismo estamento que ellos conocía bien sus defectos y flaquezas, y sabía por dónde atacarlos y hacer daño. El primero de sus destierros le llevó a Italia, donde estuvo entre 1611 y 1617 con el Conde de Lemos, nombrado virrey de Nápoles. Ya vuelto a España, atacó en varias sátiras la corrupción alcanzada bajo el validato del Duque de Lerma y don Rodrigo Calderón durante los últimos años del reinado de Felipe III, de forma que estos lograron del rey que le desterrara otra vez de la Corte en 1618, aunque esta vez a Andalucía, de donde regresó al poco al fallecer el Rey, favorecido como fue por el nuevo valido, el Conde Duque de Olivares. Tuvo numerosas amantes, con las cuales llegó a veces a las manos públicamente, como en una ocasión durante el estreno de una comedia, y no se paró ante amoríos peligrosos como con una de las cortesanas del rey, una tal Marfisa, quizá doña Francisca de Tavara, bellísima joven portuguesa, dama de la reina y amante del rey. La leyenda afirma también que incendió premeditadamente el coliseo de Aranjuez mientras, durante las fiestas de celebración del aniversario del rey Felipe IV, se estrenaba ante la reina, el 8 de abril de 1622, una obra suya, La gloria de Niquea, inspirada en un episodio del Amadís de Grecia, para poder salvarla en brazos, ya que estaba enamorado de ella y aun tocarla siquiera estaba penado con la muerte. Existe también la leyenda de que se presentó a un baile con una capa cubierta de reales de oro, con lo que aludía a su suerte en el juego, y con la leyenda "Son mis amores reales", lo que era un triple sentido con la palabra reales muy peligroso para la época; con este título y sobre este episodio escribirá en el siglo XX un drama Joaquín Dicenta. Otra leyenda es la del origen de la expresión "Picar muy alto", que se cree se debió a las habilidades como picador del Conde, que al ser alabadas por la reina, el rey respondió: "Pica bien, pero pica muy alto" (con evidente doble sentido, debido a sus escarceos con la reina). Luis Rosales ha descubierto, además, que la Inquisición le abrió un proceso secreto por sodomía con algunos esclavos negros y conjetura que el rey Felipe IV ordenó su asesinato para evitar el escándalo, aunque muchos tenían sobrados motivos para desear su muerte, no ya por las sátiras o por haberles ocasionado la ruina, sino por problemas también de faldas, incluido el mismo monarca. Consciente de su carácter temerario y atrevido, un sombrío pesimismo aparece en la mayoría de las composiciones del Conde, quien escribió aquellos versos celebérrimos: Sépase, pues ya no puedo levantarme ni caer que al menos puedo tener perdido a Fortuna el miedo Fue asesinado por Alonso Mateo o Ignacio Méndez, ballesteros reales que quedaron impunes a causa de la alta protección de que gozaban y se le sepultó en la bóveda de la capilla mayor del Convento de San Agustín, en Valladolid. Los promotores o autores intelectuales del crimen fueron Felipe IV o más probablemente el Conde-Duque de Olivares; el momento escogido fue cuando iba en un coche con el Conde de Haro por la Calle Mayor de Madrid; el móvil fue, quizá, evitar el escándalo del proceso secreto que la Inquisición levantó contra él; por eso el crimen quedó impune y se mandó guardar silencio sobre él. Pero el hecho causó sensación, y todos los poetas famosos se aprestaron a escribir epicedios en verso sobre el Conde, empezando por su amigo Luis de Góngora, quien atribuyó al rey la orden, continuando por Juan Ruiz de Alarcón, que lo acusó de maldiciente, y terminando por Francisco de Quevedo, quien, pese a ser enemigo suyo, escribió "que pide venganza cierta / una salvación en duda". Fueron inculpadas por sodomía y pecado nefando muchas personas, desde criados y bufones de varias casas aristocráticas hasta sus mismos amos, entre ellos el primogénito del conde de Lemos, quien logró poner mar por medio marchando a Italia para sobrevivir al castigo, si bien sus sirvientes pagaron con la vida la culpabilidad del amo, sucumbiendo en la hoguera el 5 de diciembre de 1622 en la plaza Mayor de Madrid cinco personas: un bufón al que apodaban Mendocilla, un mozo de cámara del conde de Villamediana, un esclavillo mulato, otro lacayo de Villamediana y don Gaspar de Terrazas, paje del insigne duque de Alba. El poeta y dramaturgo Don Antonio Hurtado de Mendoza pintó su carácter en un romance a su muerte: a sabéis que era Don Juan dado al juego y los placeres; amábanle las mujeres por discreto y por galán. Valiente como Roldán y más mordaz que valiente... más pulido que Medoro y en el vestir sin segundo, causaban asombro al mundo sus trajes bordados de oro... Muy diestro en rejonear, muy amigo de reñir, muy ganoso de servir, muy desprendido en el dar. Tal fama llegó a alcanzar en toda la Corte entera, que no hubo dentro ni fuera grande que le contrastara, mujer que no le adorara, hombre que no le temiera El asesinato inspiró en el XIX varios romances históricos del Duque de Rivas y también algún drama romántico, como También los muertos se vengan de Patricio de la Escosura (1838), la novela de Ceferino Suárez Bravo El cetro y el puñal (1851) y algunos relatos breves así como un cuadro de historia de Manuel Castellano en 1868, ahora en el Museo del Prado; en el siglo XX, el drama de Joaquín Dicenta Son mis amores reales y varias novelas: Decidnos: ¿quién mató al Conde? de Nestor Luján, Capa y espada de Fernando Fernán Gómez (2001) y El pintor de Flandes de Rosa Ribas (2006). Tras su muerte, sus cargos pasaron a su primo Don Íñigo Vélez de Guevara y Tassis, conde de Oñate, hijo de Pedro Vélez de Guevara y María de Tassis. Obra literaria Una primera colección de sus Obras apareció en Zaragoza en 1629. Comprende poemas de asunto mitológico (Fábula de Faetón, largo poema de hacia 1617 compuesto en octavas reales del que Vicente Mariner tradujo doscientas veintiocho al latín en hexámetros; Fábula de Apolo y Dafne, Fábula de Venus y Adonis) que reflejan una clara influencia de Góngora; la comedia La gloria de Niquea (1622), basada en el Amadís de Grecia, y más de doscientos sonetos, epigramas y redondillas de tema amoroso, satírico, religioso y patriótico, en las que cultiva un particular conceptismo, mientras que reserva su también original culteranismo para los poemas en arte mayor. Una segunda edición fueron las Obras de don Juan de Tarsis Conde de Villamediana, y correo mayor de Su Magestad. Recogidas por el licenciado Dionisio Hipólito de los Valles. Madrid, por Maria de Quiñones a costa de Pedro Coello, 1635. Villamediana se sabía condenado a morir joven y en su poesía aparece este sentimiento fatalista plasmado a través del mito ovidiano de Faetón, en que también es posible observar un cierto complejo edípico respecto a su padre. Son sus temas poéticos predilectos el silencio, el desengaño, la temeridad, el mito de Faetón y todos los relacionados con el fuego. Se muestra especialmente introspectivo en las redondillas y suele acumular los pronombres personales en señal de desequilibrado narcisismo. Su lenguaje poético, esencialmente culterano, introduce cultismos nuevos que no aparecen en las obras de Luis de Góngora, que era amigo suyo. Escribió especialmente sonetos de diversos temas morales, amorosos y especialmente satíricos; algunos de los mejores son los dedicados a su destierro, como "Silencio, en tu sepulcro deposito...", que ha pasado a todas las antologías de poesía barroca: Silencio, en tu sepulcro deposito ronca voz, pluma ciega y triste mano, para que mi dolor no cante en vano al viento dado y en la arena escrito. Tumba y muerte de olvido solicito, aunque de avisos más que de años cano, donde hoy más que a la razón me allano, y al tiempo le daré cuanto me quito. Limitaré deseos y esperanzas, y en el orbe de un claro desengaño márgenes pondré breves a mi vida, para que no me venzan asechanzas de quien intenta procurar mi daño y ocasionó tan próvida huida. También dedicó algunos esfuerzos a la traducción libre o parafrástica de dos autores: el italiano Gianbattista Marino y el portugués Camoens. Del primero tradujo los 552 versos de la Fábula de Europa, que se convirtieron en 732 más 58 de la dedicatoria. Del segundo cuatro o cinco sonetos. La vida y obra de Juan de Tassis ha sido estudiada por Emilio Cotarelo, Juan Manuel Rozas, Luis Rosales y otros autores. Obras * Villamediana, Juan de Tassis y Peralta, Cancionero de Mendez Britto: poesías inéditas del Conde de Villamediana Edición, estudio y notas de Juan Manuel Rozas. Madrid: Consejo * Superior de Investigaciones Cintíficas, 1.965. * Villamediana, Juan de Tassis y Peralta, Cartas Madrid: Ediciones Escorial, 1943. * Villamediana, Juan de Tassis y Peralta, Obras Edición, introducción y notas de Juan Manuel Rozas. Madrid: Castalia, 1969. * Villamediana, Juan de Tassis y Peralta, Poesía impresa completa. Edición de José Francisco Ruiz Casanova. Madrid: Cátedra, 1990. * Villamediana, Juan de Tassis y Peralta, Poesía inédita completa. Ed. Francisco Ruiz Casanova. Madrid: Cátedra, 1994. Villamediana, Juan de Tassis y Peralta, Poesía, ed. Mª T. Ruestes, Barcelona, Planeta, 1992 Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_de_Tassis_y_Peralta

Luis Antonio de Villena

Luis Antonio de Villena (Madrid, 31 de octubre de 1951)6 es un poeta, narrador, ensayista, crítico literario y traductor español, habitualmente clasificado en el grupo conocido como novísimos o venecianos dentro de las corrientes —generación del 70— de la poesía española contemporánea. Su lírica y prosa, sensible al pasado cultural y a la contemporaneidad, su postura estética, cercana al movimiento dandi, se resume en un epicureísmo homoerótico que asume tradiciones culturalistasn. y decadentes; se percibe una cierta tendencia en su obra, centrada cada vez más en el fracaso y la marginación, aunque en su abundante obra lírica son abundantes los cambios de perspectiva —por ejemplo desde los varios sonetos de «Desequilibrios» a los renovados poemas en prosa de «La prosa del mundo»—. Es uno de los autores más reconocidos de la literatura homosexual en España, asunto que aborda tanto en su obra poética como narrativa. La primera tendencia será la de los continuadores de la estética novísima, que ya en los 80 comienza su declive, y que afecta en especial a los que más defienden el decadentismo y el culturalismo. Serán los llamados posnovísimos de Luis Antonio de Villena. Sus temas versarán en torno a la juventud perdida, al cuerpo, la homosexualidad, el Mediterráneo como espacio de aventura y placer, el tono jubiloso o elegíaco para sus poemas, y los maestros Cavafis, Cernuda, Gil-Albert y Brines {Primero escribí ensayos porque quería ser sabio y luego poesía después de leer a los modernistas y los simbolistas (Manuel Machado, Verlaine, Baudelaire…). A los quince o dieciséis años ya tenía escrito algún libro. Creo que el primero se llamaba «Aromas de ensueño». Luego lo rompí. Posteriormente, en segundo de carrera, ya en la Universidad, tuve un profesor que me empujó a la literatura en vivo, al mundo editorial. Mi primer libro publicado es de cuando yo tenía 19 años, pero ya era mi octavo libro. Luis Antonio de Villena Fue alumno del Colegio del Pilar de Madrid. En su formación influyeron los clásicos grecolatinos y, sobre todo, algunos poetas de la modernidad como Pound o Cernuda. Es licenciado en filología románica y estudió además lenguas clásicas y orientales. Su obra creativa en verso o prosa ha sido traducida a varias lenguas —entre ellas, alemán, japonés, italiano, francés, inglés, portugués o húngaro—. Recibió los premios Nacional de la Crítica en poesía (1981), el Azorín de novela (1995), el internacional Ciudad de Melilla de poesía (1997), el Sonrisa Vertical de narrativa erótica (1999) y el premio de poesía «Generación del 27» (2004). En 2007 obtuvo el II Premio Internacional de Poesía El Viaje del Parnaso, por un libro titulado «La prosa del mundo». Es doctor honoris causa por la Universidad de Lille (Francia) desde noviembre de 2004 y ha realizado traducciones de William Beckford (la Excursión a Batalha y Alcobaça), de los sonetos de Miguel Ángel, del poeta inglés Ted Hughes (ex-marido de Sylvia Plath), del francés Du Bellay, del latino Catulo, de la poesía goliárdica medieval y de la parte de la Antología Palatina denominada «Musa de los muchachos» y compilada por Estratón de Sardes, que reúne poemas homoeróticos de varios autores. Ha escrito numerosos ensayos de crítica literaria y colabora habitualmente en la prensa con artículos de opinión; también ha sido antólogo de poesía joven y ha realizado diversas ediciones críticas. Es, asimismo, un habitual conferenciante y contertulio en radio y televisión. Desde octubre de 2008 a julio de 2010 dirigió y presentó el programa Las aceras de enfrente, en Radio 5 de RNE, dirigido al colectivo LGTB. Actualmente habla de libros en el programa de RNE «El ojo crítico». Obra poética * 1971 Sublime Solarium. Ed. Bezoar, Madrid El título de este libro, proviene del Memoriale sanctorum de Eulogio de Córdoba, escrito hacia el 850 de nuestra era. * 1975 Hymnica. Ed. Ángel Caffarena, Málaga Es una pequeña antología de dos libros aún inéditos entonces, «Syrtes» y «El viaje a Bizancio». * 1976 El viaje a Bizancio. Ed. Diputación Provincial, Málaga El poeta anglo irlandés William B. Yeats, levantó en dos de sus mejores poemas una ciudad-símbolo. Bizancio como enclave de eternidad. * 1978 El viaje a Bizancio. Colección Provincia, León Edición definitiva del libro homónimo. * 1979 Hymnica. Ed. Hiperión, Madrid Recoge poemas escritos por el autor entre junio de *1974 y abril de 1978. * 1981 Huir del Invierno. Ed. Hiperión, Madrid (Premio de la Crítica) La búsqueda de todo lo que la luz y el meridiano representan. * 1981 Un paganismo nuevo (antología). Ed. Olifante, Zaragoza Antología de la obra lírica de Luis Antonio de Villena hasta 1981. * 1983 Poesía 1970-1982 (con prólogo de José Olivio Jiménez), Ed. Visor, Madrid Esta es la primera vez que Villena reunió su poesía completa hasta «Huir del Invierno» inclusive. * 1984 La muerte únicamente. Ed. Visor, Madrid Canto a la belleza y profesión del deseo. * 1986 Marginados (antología). Ed. La pluma del águila, Valencia Conjunto de poemas inéditos; no guarda relación con la obra homónima de 1993. * 1989 Poesía 1970-1984. Ed. Visor, Madrid Ampliación de la anterior obra completa. * 1990 Como a lugar extraño. Ed. Visor, Madrid Lleva la poesía de Villena a dos puntos opuestos y complementarios: metafísica y sensibilidad, sexo y renuncia, lenguaje literario y directo. * 1993 Marginados. Ed. Visor, Madrid Es poesía social: de la pena, la rabia, la pasión y el desprecio. * 1995 La belleza impura (Poesía 1970-1989). Ed. Visor, Madrid En este volumen se recoge la obra del autor hasta 1989, ampliando la anterior edición publicada bajo el título «Poesía * 1970-1982». * 1996 Asuntos de delirio. Ed. Visor, Madrid Una posible influencia la deja entrever Villena al mencionar una entrevista, fechada en Turín en 1951 hecha a Montale: «Habiendo sentido desde que nací una total desarmonía con la realidad que me rodeaba… Quizá yo sea un enamorado de todas las realidades por disgusto. Detesto la normalidad. Y detesto a quienes han levantado el ominoso monumento a esa Normalidad, que nos lleva a todos a la grisalla y a la muerte». * 1998 Celebración del libertino. Ed. Visor, Madrid (XIX Premio Ciudad de Melilla) En el francés del siglo XVII, libertin pasó a ser quien no se sometía a las creencias o prácticas de la religión. Y, como consecuencia, quien buscaba una vida distinta, desarreglada, respecto a la moralidad al uso. * 1998 Afrodita mercenaria. Ed. Árgoma, Santander. Antología temática que recoge, hasta el año de su publicación, una serie de poemas sobre el «amor mercenario». * 2000 Syrtes. Ed. DVD Barcelona Se trata del segundo libro de poemas de Villena, escrito en 1972, que por no encontrar editorial en su momento permaneció inédito hasta el año 2000. * 2001 Las herejías privadas. Ed. Tusquets, Barcelona Un libro contra la culpa y contra el daño. * 2003 10 sonetos impuros. Ed. Renacimiento, Sevilla. Anticipo de Desequilibrios. * 2004 Desequilibrios. Ed. Visor, Madrid Colección de 51 sonetos, la mayoría de ellos irregulares en pos de sonoridades y modos nuevos, pero todos se atienen a la estructura del soneto (dos cuartetos y dos tercetos, en algunas ocasiones con estrambote).1 * 2004 Alejandrías (Antología). Ed. Renacimiento, Sevilla. En palabras de Juan Antonio González Iglesias: «Para la presente antología, Luis Antonio de Villena ha elegido un título en plural, Alejandrías. […] Es, en fin, la ciudad de las antologías y de los comentarios que unos poetas hicieron a la obra de otros». * 2005 Los gatos príncipes. Ed. Visor, Madrid (VII Premio Generación del 27) Recopilación de poemas escritos entre la primavera de 1998 y la primavera final de 2001. * 2006 Países de luna. Ediciones Centro Generación del 27. Málaga. Adelanto de nuevos poemas. * 2007 La prosa del mundo Visor, Madrid. Poemas en prosa: o sea, poemas con ritmos nuevos y un punto de narratividad. * 2008 Honor de los vencidos. Fondo de Cultura Económica. México. Antología de su obra poética a cargo de Martín Rodríguez-Gaona que reúne textos de todos sus libros de poesía publicados desde 1972 a 2006. * 2009 La prosa del mundo Visor, Madrid. (2ª edición) Añadidos 40 poemas de fines de 2007. * 2011 Caída de Imperios. Renacimiento, Sevilla. Se trata de un recopilación de poemas en prosa inéditos. * 2012 Proyecto para excavar una villa romana en el páramo. Visor, Madrid. Un libro elegíaco sobre el tiempo, su tránsito y sus bellezas. Obra narrativa * 1980 Para los dioses turcos (relatos). Ed. Laertes, Barcelona. Libro de relatos, es la primera obra de narrativa de Luis Antonio de Villena; fue reeditado en Ed. Planeta, Barcelona dentro de La fascinante moda de la vida. * 1982 Ante el espejo. Ed. Argos-Vergara, reeditado en Ed. Mondadori. Fue la primera novela publicada por el autor. Es la historia de un adolescente solitario, enfrentado a la promesa de un mundo que le fascina y teme, y al ámbito cerrado de una familia aristocrática y en decadencia. * 1983 Amor Pasión. Ed. Laertes, Barcelona, reeditado en Espasa-Calpe. Un relato de amor sobre los sucesos que irrumpen en la vida de un joven profesor universitario. * 1986 En el invierno romano. Ed. Plaza-Janés, (reeditado en Ed. Planeta dentro de La fascinante moda de la vida). Fue el segundo libro de relatos publicado por Luis Antonio de Villena. * 1989 Chicos. Ed. Mondadori, reeditado en Ed. Planeta, Barcelona (también en bolsillo). Una novela coral, compuesta de 8 relatos. * 1992 Fuera del mundo. Ed. Planeta, Barcelona (reeditado en 2011 por Cabaret Voltaire, Barcelona). Novela lírica, aventurera, romántica. * 1994 Divino. Ed. Planeta, Barcelona. Novela escrita en diferentes voces y planos, sobre los estetas y novelistas galantes de los años veinte. * 1994 El tártaro de las estrellas Ed. Pretextos (también en edición de kiosco). Recopilación de cuentos escritos entre 1985 y 1992. Para el autor, el cuento «es la poesía de la prosa. Debe tener intensidad dentro de la narratividad. Ofrece sólo un fragmento, pero lo exalta». * 1995 El burdel de Lord Byron. Ed. Planeta, Barcelona (Premio Azorín). Novela donde se establece una relación fictia entre una moza llamada Lily y Lord Byron. * 1996 Fácil. Ed. Planeta, Barcelona (también en bolsillo). Novela donde «un joven de aire perdido se acerca a un escritor, que gusta de los ambientes turbulentos, y le propone contarle su vida: una vida oscura». * 1997 El charlatán crepuscular. Ed. Planeta, Barcelona. Novela que relata el último encuentro entre Oscar Wilde y su antiguo amante Lord Alfred Douglas, que tiene lugar en 1898 en un viejo café parisino. * 1998 Oro y locura sobre Baviera. Ed. Planeta, Barcelona. Novela que ahonda en la figura del rey Luis II de Wittelsbach. * 1999 La fascinante moda de la vida. Ed. Planeta, Barcelona. Reúne dos libros de cuentos y un relato inédito. * 1999 Madrid ha muerto. Ed. Planeta, Barcelona (varias ediciones en Planeta, reeditado en 2006 por El Aleph, Barcelona) Novela coral donde el narrador, Rafa Antúnez, quiso ser escritor y es guionista de cine.2 El autor ha confesado que la inspiración principal de ésta obra se halla en su participación como «espectador» en la movida, en compañía de Fernando Savater. * 1999 El mal mundo. Ed. Tusquets, Barcelona (XXI Premio La Sonrisa Vertical). Recopilación de dos relatos líricos y complementarios. * 2000 Pensamientos mortales de una dama. Ed. Planeta, Barcelona. Novela lírica donde de Villena traza un retrato femenino. * 2003 La nave de los muchachos griegos. Ed. Alfaguara, Madrid. Novela que narra la vida y últimos años de Petronio, autor de El Satiricón; además de otras historias sobre: Edward Carpenter, Maurice Sachs, William Burroughs, Oscar Wilde, Julián del Casal y William Beckford. * 2004 El bello tenebroso. Ed. La esfera de los libros, Madrid. Relato sobre la necesidad de la rebeldía como contraposición a una vida «normal». * 2004 Huesos de Sodoma. Ed. La Odisea Editorial S., Madrid. Novela sobre la posibilidad de un mañana en el que los homosexuales de todo el mundo se dividen en dos facciones a raíz del descubrimiento de los restos de Sodoma. * 2004 Patria y sexo. Ed. Seix Barral, Barcelona. Dos segmentos de autobiografía: el adolescente parafascista de la OJE (Organización Juvenil Española) y la pausa o intervalo del servicio militar. * 2005 Los días de la noche. Ed. Seix Barral, Barcelona. En palabras del autor: «Son unas memorias parciales. Porque no hablan de mi vida toda en aquellos años (1974-1978) sino sólo de los momentos o historias que circularon con notable intensidad alrededor del momento poemático. A veces pienso que aquéllos fueron los días más felices de mi vida». * 2006 Retratos (con flash) de Jaime Gil de Biedma. Ed. Seix Barral, Barcelona. Aproximación biográfica sobre Jaime Gil de Biedma que incluye la reproducción facsimilar de la presentación inédita de Gil de Biedma pronunciada por Villena en 1976. * 2006 Mi colegio Ed. Península, Barcelona Libro de memorias, escrito mediante escenas o estampas sin sucesión cronológica. * 2007 El sol de la decadencia. Ed. El Aleph, Barcelona (también en libro electrónico). Novela donde un joven estudiante de literatura acepta un peculiar trabajo: escribir las memorias de Alfred Taylor, anciano caballero inglés afincado en California y retirado del mundo del cine. * 2010 Malditos Ed, Bruguera, Barcelona. Novela que se enfoca en la repercusión de Emilo Jordán en grupos juveniles. * 2012 Majestad caída Ed, Alianza, Madrid. Aproximación biográfica sobre Anibal Turena, poeta y pintor de origen francés. Ensayo * 1974 El dandismo. Ed. Felmar. Incluye traducciones de Baudelaire, Barbey y Balzac. * 1975 La revolución cultural (Desafío de una juventud). Ed. RTV Planeta, Barcelona. Testimonio de una época en la que tuvieron lugar importantes cambios sociales y culturales. * 1976 Antología general e introducción a la obra de Manuel Mújica Lainez. Ed. Felmar, Madrid. * 1978 Dados, amor y clérigos (Los goliardos en la Edad Media europea). Ed. Cupsa, Madrid (reeditado en 2010 por Renacimiento, Sevilla). Estudio sobre la poesía y los clérigos medievales. * 1979 Catulo. Ed. Júcar. * 1979 Oscar Wilde, reeditada en Planeta en 2001 (corregido y aumentado) bajo el título de «Wilde Total». * 1982 Heterodoxias y contracultura (con Fernando Savater). Ed. Montesinos, Barcelona. * 1983 Corsarios de guante amarillo. Ed. Tusquets, Barcelona (reeditado por la editorial Valdemar, 2003). Aproximación a los los dandis británicos William Beckford, Lord Byron, Oscar Wilde y los hispánicos Antonio de Hoyos y Vinent y Luis Cernuda. * 1984 El razonamiento inagotable de Juan Gil-Albert. Ed. Anjana, Madrid. * 1986 José Emilio Pacheco. Ed. Júcar, Madrid. Ensayo sobre José Emilio Pacheco (México, * 1939), autor de obras poéticas en el ámbito hispánico. * 1986 La tentación de Ícaro. Ed. Lumen. * 1988 Máscaras y formas del Fin de Siglo. Ed. Libros del dragón (reeditado en 2002 en Ed. Valdemar, Madrid). Recopilación de una serie de textos sobre escritores, pintores y sus obras, emparentados con la corriente estética de finales del siglo XIX. * 1989 A la contra. Ed. Regional de Extremadura. Colección de artículos compilados por la Editora Regional de Extremadura. * 1991 Yo, Miguel Ángel Buonarotti. Ed. Planeta, Barcelona (reeditado como Miguel Angel Buonarrotti, el genio nocturno Booket, 2005). Aproximación biográfica sobre el pintor renacentista. * 1992 El libro de las perversiones. Ed. Planeta, Barcelona. Ensayo donde se realiza una indagación sobre los límites de la conducta humana y sobre las fronteras admisibles de su sexualidad. * 1993 Leonardo Da Vinci (una biografía). Ed. Planeta, Barcelona. Aproximación biográfica sobre el pintor renacentista. * 1994 Antibárbaros. Ed. Renacimiento, Sevilla (artículos). Serie de artículos sobre temas diversos cuyo denominador común es la anti-barbaridad. * 1995 Carne y tiempo (lecturas e inquisiciones sobre Constantino Kavafis). Ed. Planeta, Barcelona. Ensayo sobre la poesía de Constantino Kavafis. * 1997 Lecciones de estética disidente. Ed. Pre-Textos, Valencia. * 1997 Biografía del fracaso. Ed. Planeta, Barcelona . Como de Villena dice: «…se podría trazar una tipología razonada del perdedor: el que no pudo, el que no quiso, el que cayó más lejos. El cobarde, el excesivo, el aceptador, el comprado. El que asume una cierta mediocridad, el que se rebela, el que se destruye a sí mismo. Perdedores todos, se comportan de manera muy distinta». * 1998 El ángel de la frivolidad y su máscara oscura (Mundo y literatura de Álvaro Retana). Ed. Pre-Textos. Ensayo sobre la vida y la literatura de Álvaro Retana. * 2000 Teorías y poetas. Ed. Pre-Textos, Valencia. Ensayos genéricos sobre los poetas de la «generación del 80». * 2000 Caravaggio, exquisito y violento. Ed. Planeta, Barcelona. Aproximación biográfica sobre el pintor: «Este libro procede de una obsesión y una fascinación por la obra y la figura de Caravaggio, genio mayor de la pintura y hombre turbulento». * 2000 Diccionario esencial del fin de siglo. Ed. Valdemar, Madrid. Recoge los términos fundamentales que configuran, caracterizan y marcan la crisis del fin de siglo. * 2001 Wilde total. Ed. Planeta, Barcelona. Aproximación biográfica ampliada sobre el escritor, el tomo se cierra con una bibliografía esencial y una cronología. * 2001 Los andróginos del lenguaje. Ed. Valdemar, Madrid (artículos). Recopilación de artículos escritos entre 1987 y el 2000. * 2002 Mitomanías. Ed. Planeta, Barcelona. Aproximación biográfica sobre 37 personajes españoles. * 2002 Luis Cernuda, poeta, mundo, demonio. Ed. Omega, Barcelona. Aproximación biográfica sobre el escritor que incluye una antología de poemas en verso y en prosa del retratado (seleccionados por el propio Villena). * 2002 Rebeldía, Clasicismo y Crisis (Luis Cernuda, asedios plurales a un poeta príncipe). Ed. Pre-Textos, Valencia (artículos). Una colección de estudios sobre el personaje en el centenario de su nacimiento. * 2004 Madrid. Ed. Península, Barcelona. En palabras de su autor: «No, este libro no es ni ha querido ser una Guía de Madrid. Hay muchas. Tampoco un diccionario de madrileños o vecinos ilustres de la Villa. También existe tal diccionario. Nada, pues, de enciclopedias ni de sistema. Este es mi libro sobre Madrid». * 2007 La felicidad y el suicidio. Ed. Bruguera, Barcelona. Ensayo sobre la felicidad y el suicidio. * 2007 Parejas de sexo igual. Ed. Littera. Recopilación de artículos publicados en el diario El Mundo durante el verano de 2005. * 2008 Héroes, atletas, amantes. Historia esencial del desnudo masculino. Ed. Península, Barcelona. Aproximación a un tema esencial del arte. * 2008 Decadencias. Prólogo de David Pujante, Universidad de Valladolid. Conjunto de artículos varios; en palabras de su autor: «Nunca me he considerado periodista, pero sí un escritor que ha sido gozosamente tentado por el periodismo». * 2008 Biblioteca de clásicos para uso de modernos. Diccionario personal de griegos y latinos. Gredos, Barcelona-Madrid Diccionario personal que se sustenta en la afición personal del autor con los clásicos grecolatinos. * 2009 El Gatopardo. (La transformación y el abismo). Gedisa Editorial, Barcelona. Ensayo sobre la película de Luchino Visconti. * 2010 Nuevas semblanzas y generaciones Pre-Textos, Valencia. Aproximación biográfica a escritores que Luis Antonio de Villena conoció y trató personalmente. * 2011 Diccionario de mitos clásicos para uso de modernos. Gredos, Madrid. Diccionario personal que se sustenta en la afición personal del autor con los clásicos grecolatinos. * 2011 Mártires de la Belleza. Cabaret-Voltaire, Barcelona. Según la descripción oficial: «Bellos y bellas, muy a menudo, cuando sólo es belleza su equipaje (o nadie sabe ver más) terminan sus efímeras carreras en la sordidez, el olvido o el lodo, y en cualquier caso completamente olvidados de ese mundo que los aplaudió y deseó cuando eran hermosos». * 2013 André Gide (La evolución del intelectual moderno). Cabaret-Voltaire, Barcelona. Ensayo literario sobre André Gide, recorrido por su evolución intelectual. =Referencias Wikipedia – http://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Antonio_de_Villena

Francisco Acuña de Figueroa

Francisco Esteban Acuña de Figueroa (Montevideo, 3 de septiembre de 1791 – ídem, 6 de octubre de 1862) fue un escritor y poeta uruguayo. Biografía Fue hijo del Tesorero de la Real Hacienda Jacinto Acuña de Figueroa. Cursó sus primeros estudios en el Convento de San Bernardino, y los termina en Buenos Aires en el Real Colegio de San Carlos, de donde vuelve en 1810 habiendo realizado estudios en Letras. Pasa a ser el autor de la letra de los himnos nacionales de Uruguay y Paraguay, no se adhiere a la causa independentista, sino que se mantiene leal a los gobiernos coloniales de Francisco Javier de Elío y Vigodet, y al caer Montevideo en 1814, con unos 25 años de edad, se exiliara a la Corte portuguesa de Río de Janeiro (ciudad) Río de Janeiro, donde desempeña funciones diplomáticas para España. Por el contrario su padre permanece en Montevideo, donde es confirmado en sus cargos por el nuevo gobierno dada su capacidad para el cargo. Retorna a Montevideo en 1818, después de la caída de José Artigas, al quedar la ciudad bajo el dominio portugués, y ya permanece allí. Además de su labor literaria, ocupa los cargos de Tesorero del Estado (sucede a su padre), miembro de la Comisión de censora de las obras teatrales ( en 1846), y Director de la Biblioteca y Museo Público (1840 - 1847). Obra Es el autor de las letras del Himno Nacional Uruguayo y del Himno Nacional Paraguayo. Tenía además una extensa obra literaria, recopilada por él mismo en 1848 y publicada póstumamente en 1890, en 12 tomos, bajo el título genérico de "Obras Completas". Está compuesta por numerosos poemas, relatos, etc. Muchas de sus obras tiene un marcado tono satírico. Una antología de sus poemas fue publicada en 1965 en la colección de clásicos uruguayos de la Biblioteca Artigas. Una de sus obras más curiosas es la Salve Multiforme, de la que dice el autor : "La Salve Multiforme tiene dos aplicaciones, dos objetos diferentes. El primero, el más esencial y determinado es puramente religioso; el segundo tiene una aplicación profana o política. Bajo aquel primer aspecto es un tributo de veneración y aplauso inagotable a la divina reina del cielo, es la oración de la Salve presentada y reproducible en casi infinitas formas: tantas, que no bastarían muchos millones de años de continuada e incesante lectura para apurar todas las paráfrasis posibles de aquella oración, más o menos diversas, que según este método se pueden conformar. (...) El autor ha dividido la salve en 44 fragmentos, colocados sucesivamente en otras tantas columnas, numeradas desde 1 a 44. Cada fragmento tiene en su propia columna 26 paráfrasis de él mismo, o al menos, palabras aparentes a aquel lugar, y combinables con cualquiera de los 27 fragmentos de las columnas antecendentes y siguientes, sin quebrantar el sentido de la Salve, que así se va conformando guardando la sintaxis gramatical; sin repetir en una Salve entera un fragmento ya usado en ella misma. (...)Resulta, pues, que tomándose al acaso un fragmento cualquiera de la columna 1ra., otro cualquiera de la 2da., otro de la 3ra., etc., siguiendo así hasta la columna 44 se formará siempre una paráfrasis completa de la salve, tal vez elegante, tal vez débil, pero nunca impropia o incoherente en su sentido. Siendo, pues, 27 los fragmentos de la 1ra. columna, combinables libremente con cualquiera de los 27 siguientes, y éstos con los sucesivos, y así progresiva y mutuamente con los de las demás columnas, es evidente que se pueden combinar y se combinan, millones de millones de Salves, más o menos diversas, es decir, con más o menos diferencias de fragmentos entre sí. En llegado a la columna 44 se añade la palabra amén o así sea, que está en la columna última o supletoria, para terminar debidamente cada oración de aquellas. Referencias Wikipedia-http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Acu%C3%B1a_de_Figueroa

Rafa Dedi

RAFA DEDI (RAFAEL DE DIOS GARCÍA), poeta y actor, Riaguas de San Bartolomé (Segovia), año 1957. Su pueblo natal (...donde cuidan ganado y labores/ unos hombres sin nombre que nombro.); Segovia, donde estudió ( Libro Segovia, mis raíces); Leganés, donde pasó parte de su vida (Revista Taller Literario; libro Como ángeles sin alas, junto a su gran amigo Pedro Cordero Alvarado, extraordinario poeta y heraldista, que le cita en la página 604 de su reciente libro de memorias titulado “Infinito es Mujer”, etc.), Menorca (Libro Mar azul, mar negra) y Ayllón son los lugares en los que escribió la mayor parte de su obra. Sus paisajes y gentes le sirvieron como fuente de inspiración Fue corresponsal y colaborador de “El Adelantado de Segovia”. Incluido en numerosas obras antológicas (Antología 50 poetas contemporáneos de Castilla y León , etc.), es miembro de varias asociaciones y grupos culturales y colabora asiduamente en revistas y periódicos. Algunos poemas de su libro Poemas a las cosas aparecen en los libros de lecturas (Calidoscopio, 4º y Perinola 5º de Primaria) de la editorial EDELVIVES y en los libros Idioma y Fantasía 4º, Idioma y Fantasía 5º y Aplausos 4º, que publica la editorial DISTRIBUIDORA NORMA en Puerto Rico. Galardones Primer Premio “Villa de Leganés (Leganés, Madrid, 1981) con Nací para ser libre. Primer Premio “AGA” (Bilbao, 1984) con Corazones arrecidos. Primer Premio AGA (Bilbao, 1986) con Estación de penuria. Primer Premio AGA (Bilbao, 1992) con Hombres de polvo. Mención Honorífica “Ciudad de Miranda” (Miranda de Ebro, Burgos, 1995) con De los sotos al páramo. Primer Premio “Sindicato Nacional de Escritores Españoles” (1995) con "Poemas a las cosas". “Medalla de Oro de San Isidoro de Sevilla” (Sindicato Nacional de Escritores Españoles, 1998). Obra literaria Ha publicado los siguientes libros: Poe (1980); Nací para ser libre (1981); Segovia, mis raíces (1983); La promesa (1987); Hombres de polvo (1992); Si no fuera por ti (1994); Poemas de abatimiento (1995); De los sotos al páramo (1996); Poemas a las cosas (1996); Mar azul, mar negra (1998), Rafa Dedi, poemas (2000), Vivir con vida (2010), Cuando pongo “Te quiero” (2012). Sobre su obra Rafa Dedi es un pozo enorme de contenidos profundos. Ramón Espinar Gallego, Alcalde de Leganés y, poco después, Presidente de la Asamblea de Madrid. Prólogo del libro “Como ángeles sin alas”, 1981. El autor ha pretendido y afortunadamente conseguido plasmar toda la emoción, todo el encanto, toda la nostalgia de los campos enfermos y sedientos: “Segovia es soledad, tierra desierta./ Engendro de futuros emigrantes/ Y pasto de vejez y de miseria” Luis Mínguez “Orejanilla” (poeta, crítico, antólogo, articulista...). Prólogo del libro “Segovia, mis raíces”, 1983 Un poeta puro de nuestra tierra, que sabe interpretar las representaciones del espíritu de forma intimista y sincera, con desnudez de alma y con la riqueza melódica necesaria para que sus versos, uno a uno, vayan calando en la sensibilidad del lector. Pablo Martín Cantalejo, director de “El Adelantado de Segovia”, 1987. Prólogo del libro “La promesa”. Rafael de Dios García es, ante todo, hombre de la tierra, él está orgulloso de serlo, porque se encuentra muy a gusto en contacto con la Naturaleza, a la que vive intensamente. Conoce la vida de la gran urbe, donde se ha movido en medios literarios y artísticos, pero ha preferido volver a sus orígenes. Rafael de Dios, en éste por ahora su último libro, “La promesa”, se reafirma como amante de lo natural, de todo lo que hay de sencillo y de vivo en torno a nosotros. Rafael de Dios, con su poesía reflexiva, cálida, canta a todo lo que ven sus ojos, todo tiene algo de encanto y de nuevo para él. Todo lo que significa progreso le sirve igualmente, porque Rafael de Dios, ni en sus ideas ni en su poesía es estático, sino todo lo contrario; lleno de vitalidad, de ideas, de deseos de hacer, canta con su poesía risueña a todo y a todos. “El Adelantado de Segovia”, viernes 18 de marzo de 1988, pág. 5. “A veces intentan olvidar, porque el olvido es una pena que no se llora”. Una pena que no se llora. ¿Cómo coño consiguen los poetas decir tanto con tan pocas palabras? 7 de octubre 2005. Blogs 20minutos. Manolo Saco, periodista. Rafa, con más nostalgia que nadie por estos parajes un día cultivados y hoy preteridos y a la buena de Dios, restaña su pecho magullado así: “Trago viene, trago va,/ que se beben los sudores/ y que no les saben mal” Se refiere a aquellos duros agricultores de las tierras negras y rojas que ya no volverán. Al bolsillo de la camisa lo sublima con esta hermosa y virguera cuarteta: “Bolsillo de la camisa:/ de ti tengo celos yo,/ pues quisiera estar tan cerca/ como tú del corazón”. Apuleyo Soto, “Por el Duratón al Duero”, 2006. Pág.77. Frases célebres de Rafa Dedi: El olvido es una pena que no se llora. El refugio no evita la tormenta. El que llora de verdad, llora más que lágrimas. Más frases: http://www.frasesgo.com/autores/frases-de-rafa_dedi.html Página web: http://rafadedipoetayactor.wordpress.com/ http://www.catedramdelibes.com/autores.php?id=1212 http://www.poesi.as/pcrafded.htm http://www.poesiacastellana.es/poemas.php?id=Dedi,Rafa Correo electrónico: [email protected]

Francisco Machado

Del poeta Manuel Romero Márquez a Francisco Machado Su reinvindicación como poeta Tiene tres entradas aquella glorieta con tres bancos curvos en su plazoleta y unas librerías que esperan sus obras porque están vacías. La modesta fuente vierte su cristal sobre una gran taza nada original. Pero el agua clara mana todo el día como meridiana luz de poesía. Una placa oscura, que no tuvo historia hónrase a sí misma, dice: "A la memoria..." fueron tres maestros, tres glorias, tres hados y si ese recuerdo fue sólo por dos quizás más de uno esté equivocado: Fueron tres poetas Hermanos Machado. Lo ha dicho "su fuente" al besarla yo. (De su libro Versos de la vida, del amor y de la muerte. Sevilla, 1983) Francisco Machado fue el menor de los cinco hermanos Machado Ruiz., y como los dos mayores, Manuel y Antonio, también fue poeta. Poeta y escritor, pues varios fueron los campos literarios y periodísticos que cultivó con asiduidad.. Su obra, aparentemente escasa, no lo es en realidad. Una gran parte no llegó nunca a divulgarse, permaneciendo inédita, otra, dispersa en varias revistas y diarios, quedó olvidada con el paso de los años – solo algún que otro poema se recuerda de vez en cuando-, y el único libro que publicó,Leyendas Toledanas,que alcanzaría una segunda edición, es difícil encontrarlo. Varios son los poemas que se publicaron en revistas y diarios de su época, y varios los artículos de diverso contenido. Destacamos los de índole jurídica, generalmente relacionados con el Derecho Penal y la Criminología. Aunque ya están casi olvidadas fue bastante amplio su repertorio de canciones, todavía registradas en la SGAE figurando él como autor de las letras – algunas alcanzaron gran popularidad -. Finalmente queda su obra inédita, cuyos manuscritos se conservan. Esperamos que vean la luz en un día próximo, y si no se consigue en el formato tradicional de libro papel tal vez sí en formato de libro digital. Entre estas últimas obras se encuentra un volumen de poesías titulado “Ráfagas de inquietud”que, además de contener aquellos poemas que publicó en revistas y diarios, contiene muchas totalmente inéditas. Varios trabajos sobre temas jurídicos , criminología y sociología, otros de temas costumbristas, estampas de la época. Colaboraciones teatrales, y una importante colección de guiones cinematográficos – algunos de ellos basados en las leyendas toledanas que versificadas publicó -. A continuación reproducimos dos de sus poemas más conocidos: “El reloj de la cárcel” y “A Concepción Arenal”. Y en reconocimiento a Don Daniel Pineda Novo y a Don Enrique Sánchez Lubián por sus libros sobre Francisco Machado Ruiz, citamos y transcribimos sus palabras impresas sobre estos versos: EL RELOJ DE LA CÁRCEL Daniel Pineda Novo, “El otro Machado”. Guadalquivir Ediciones, Sevilla 2006. “y en versos heptasílabos y dos endecasílabos, el poeta concibe esta composición, que acusa la marcada influencia de la poesía de su hermano Antonio … En la desierta plaza, cubierta de una luz redonda, destaca el erecto reloj de la Cárcel, “con su campana vieja” ….Suenan las horas lentas, y sus tañidos lo llenan todo de una honda pena que penetra, que inunda hasta el corazón de los pobres reclusos… Quimeras, lúgubres sonidos, la armonía lenta, el eco ronco de un azadón en tierra… Palabras, frases, hondamente machadianas, con influencias de Bécquer… Bécquer y Antonio Machado se unen en este poema,,, Simbolismo y romanticismo; en verdad, Antonio Machado fue un romántico tardío, lo que asimiló su hermano Francisco”, “Francisco Machado utiliza en el poema una retórica muy de su tiempo; ese lastre de postromanticismo, que también utilizó su hermano, aunque lo más noble del poema es que el autor se desborda en humanidad con los afligidos, con los que sufren en la Carcel, “donde el pobre recluso/pasa su vida muerta…”, “emplea los procedimientos del auténtico romanticismo: muerte, silencio, sombras, tristezas, quimeras de las ciudades muertas, destacando la imagen exacta – visual y auditiva – del reloj. Imagen que inicia el poema y lo cierra…”. ***************** Mi madre, Leonor Machado Martínez, hija de Francisco Machado, me dice con total seguridad que este poema fue escrito en León en el año 1930, ciudad en la que en esas fechas estaba destinado su padre como director de la Prisión Provincial. Recuerda que la cárcel tenía la puerta principal en una plaza no muy grande y que encima de aquella un reloj sonaba al marcar las horas, “era el reloj de la cárcel”. Referencias http://www.facebook.com/note.php?note_id=115223535195123




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