nunca fueron para tus ojos ingenuos
Nadie comprendió sus atardeceres
tanto como yo
Nadie comprendió mi locura
tanto como los psiquiatras
Nadie comprendió mi alcoholismo
tanto como el barman
y las putas del parque bolívar
y las solitarias calles
de esta amarga ciudad
que más de una vez
me quiso dar muerte.
Estas calles amor
nunca fueron
para tus ojos ingenuos
y nunca lo serán
así que múdate a otro país
a otra ciudad
tal vez encuentres el amor
o un perro callejero
y lo adoptes
y lo mimes y lo ames
y lo alimentes también
como lo hacías conmigo.