Caricamento in corso...

De la Mediocridad

1 de 2

Quién no piensa por sí mismo, no existe (o al menos, es pensado por otro)
Véase al llamado Hombre Normal, reducido a un animal doméstico, de costumbres
arraigadas y hábitos acomodaticios. Resignado a imitar tímidamente, arrastrado por el
dogma social del sentido común.
Individuos rutinarios, aspirantes a parecer y no a ser. Quiénes renunciaron hace tiempo a
pensar consagrando su potencial al utilitarismo egoísta de una vida simulada. Arrastrados
por el error colectivo, se decantan por habitar sentimientos de inferioridad y posesión,
transformando su corazón en un compendio de prejuicios.
Escritores que acosan a sus lectores con interminables volúmenes que podrían haber
terminado en el primer párrafo, debido a su ineptitud para crear. Críticos que, por lo mismo,
no podrían mejorar, ni siquiera igualar la obra que descalifican, pero se dedican a destruir el
valor que otrora hubiere aportado a la sociedad. Hacen del arte un oficio, de la ciencia un
comercio, de la filosofía un instrumento, del placer un sensualismo.
Hipócritas en esencia, habiendo transformado su vida entera en una mentira metódicamente
organizada, únicamente porque se valore más los modos correctos que las buenas acciones.
Sus amistadas, siempre interesadas, duran tanto como aquellos beneficios que las inspiran:
son las manos que otorgan hoy el favor que se cobrarán mañana.
Autodenominados honestos, pese a la ausencia de mérito en transparentar actos mediocres.
Recordasen que la incapacidad de hacer el mal no es bondad. Pese a gozar de leyes que
garantizan su libertad, estas por sí mismas no pueden dar diligencia al espíritu servil; en
todo momento, la insuficiencia del esfuerzo interno equivale a la desorientación del
impulso.

Piaciuto o affrontato da...
Altre opere di Tiago.Kap...



Top