Enjuáguese en miel, suave ambrosía, néctar en sed, vela encendida. Aúllan al sol
Hirviente besa la sangre en su ofensa pecaminosa al posarse sobre la carne desgarrada y tan sabrosa. Éxtasis quiso ser,
Cualquiera sea la herida en ti la besaré. Tu dolo desharé con mis lágrimas vertidas. Cualquiera sea, cualquiera,
Golpea en las farolas boxeador escandaloso cada golpe es el olvido arremetido por las olas. En tu puño está el castigo
La herida del ser, aquello que marcan las olas con sal en la cicatriz, sin salir la parca. La herida de poseer,
Este fermentado se ha adaptado a todas mis papilas gustativas; Media es la cerveza degustada, media, mi memoria olvidadiza. Embriágame la amargura de su lima,
¿Qué he de decirte, mariposa, cuando apenas puedes volar? Esta triste red empaña tus alitas de cristal. ¿Qué he de decirte, mariposa,
Por un currusco de pan Cabalgas hasta mí, Y el hocico asomas tras las vallas… Rozando pómulo y crin Con mis manos tibias pido
En la expresión del espejo observo la frialdad de esa sonrisa como una caries que se expande en los llantos, sin empeño. A esta crisis que me rompe
La sonrisa de olivares, vil traviesa de penurias acecha tras sus zarzales en ahogares de lujuria, ¡Ingrata sea su sierpe, Dña. Oliv…
Quien escribe no ha ganado batalla… ni aplausos, ni lisonjas, ni diner… no importa cuán fruto de tu esfuer… hayas extirpado en vano cada mañan… ni cuántas canas manchan tus cabel…
Entre sesenta y cuatro casillas nos quedan dos piezas: un hombre de arcilla y un chico que empieza. Son ambas casillas opuestas:
Diminuta entre mis manos es la piña, mi amuleto, y es que una vez fue piña y ahora es presa del fuego. Arrojada por la Moira
Cigarrillo sobre mis manos, cigarrillo sobre mi piel, ardiente me cicatrizas. Cigarrillo sobre mis manos, cigarrillo sobre el pulgar,
Cinco gatos en una bolsa, cinco en la losa, cinco en la fosa. En el agua cinco, sin el aire cinco.