Es para mí complicado dedicarte esta poesía: arte mayor la que exclamas, arte menor la mía. En danzas suena la música efímera

Al son del eco el bandolero calla el habla del silencio. ¡Qué triste, bandolero! Cuando callas cruzas corte y cuando cortas catas credo;

Cinco gatos en una bolsa, cinco en la losa, cinco en la fosa. En el agua cinco, sin el aire cinco.

Diminuta entre mis manos es la piña, mi amuleto, y es que una vez fue piña y ahora es presa del fuego. Arrojada por la Moira

Adiós, mi viejo amigo, ahora que te has ido vida nace en un pardal. No es una coincidencia, que de todas aparezca

Del anciano ciprés vuela el pato empujado por la brisa. Pasa mal rato, tiene prisa,

¿Por qué sulfura en estas hojas se… ¿Por qué dormitan estas ramas ante… ¿Por qué permanece esta madera? Quiere morir la primavera Tras apaciguar el sol sus llamas e…

Es una lista de infinitos, los que una vez te prometí; palabras envueltas en mitos de lluvia ausente en mi partir. En olimpos de cigüeñas,

Es el agua ese mal tan necesario que agasaja a los infantes y los calma con su ahogar. Así se siente un niño

Amo la intensidad con que pronuncias tus palabras Y las transformas en emociones que no marchitan ni se apagan. Esa feminidad