Tu mirada era una llama septentrio… alzándose en el esplendor de la no… siempre con la temida oscuridad de aquella tristeza, de saber que hay piezas que se dispersan
El insomnio incita y el tapiz de las formas se filtra sin pausa. Las palabras, carbones en el día,
Mis manos palpan El corazón del barro Lotos florecen
Una está vacía. Es de las personas que no se quedaron. Esas que detuvieron su mirada solo en mis errores. No supieron ver a mis fragmentos rotos como las estrellas de mi cielo. Son cri...
Los relojes reclaman el césped de la mañana ebrio de rocío, sí; pero con aroma a estiércol en las entrañas.
El cuerpo erguido en la tierra sintoniza voces contenidas en las fibras del espíritu y asciende hasta el núcleo de la creación universal.
El agua ofrece la espalda y concede un rosal. Oh! Pétalos de naipes, árboles sin nombre que en un día
Después de la victoria presiento que a lo lejos alguien construye una jaula y un ave con las horas que se marchan.
Toda la dicha cabe en un suspiro de tiempo, en un balbuceo de fiebre amarilla con la piel ennegrecida y el andar de las botas de sol
Caminando entre la niebla Divisé un gran tesoro Un ángel en edad de oro Sumido por la tiniebla Oscuridad de pobreza
¿Qué razón justifica que seamos eslabones dispersos en la garganta de un mundo sin canciones de solidaridad? De ser partículas atraídas por contratos mercantiles viajando en dirección c...
Todos tenemos nuestro otro yo, ese que dejamos fluir cuando nadie nos ve o simplemente con esa persona especial. Muchos temen mostrarlo por temor, por orgullo o por instinto de superviv...
A veces nado perdida entre imágenes, sin conciencia y a destiempo Luego me disuelvo
La noche habla con sépalos de metáforas entre silencios melancólicos y en los bancos conspiran risas y lágrimas
Un latir de ojos nostálgicos es un diluvio con máscara, un rescate de sílabas entre las llanuras del rostro. Un baño de luz difusa,