Haiku 50
Domingo Junio /02/2019
¿Habéis pensado alguna vez que cuando nacemos somos ricos? La riqueza no se mide en dinero, se mide en tiempo, que es, el que en definitiva,
¡Brotes de amor! en esa rosa blanca, sobre mi pecho.
¡En el silencio! siento el cálido arrullo de las palomas.
Por densa selva, vuela sobre su sombra, un colibrí.
En mármol frío reposan estos versos. Dejad que el viento me lo cuente al entrar por la ventana.
Croa la rana, salta al oscuro charco. Mira al nenúfar.
Los dos jamás podrán brillar unidos. El sol no sabe que para que haya luna, debe irse con la noche.
¡Qué no te mientan...! ¡Qué no todo son rosas! Tampoco espinas.
Bajo la luna, las gotas de rocío, ¿turban mi sueño?
Septiembre, octubre, miles de hojas nos cubren. ¡LLegó el otoño!
Por favor, ven y rompe este silencio que me ensordece.
La mentira y la verdad, suelen ser o no creíbles. Todo depende del momento en que se digan.
Cae la gota sin saber su final. Turbio destino.
¿Qué es preferible? ¿Soñar despiertos o soñar dormidos… Los sueños, dormidos o despiertos, no son más que... ¡Un hilo vivo de agua, detrás de u…
Ya sin aliento y al final del camino, ¡lluvia de abril!