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Anoche soñé contigo, y me vi caer. Tus redes atrapaban de nuevo, mi historia después de todo.
Verte, mirarte, observarte. Buscarte, hayarte, encontrarte. Tocarte, esperarte, hablarte. Sonreirte, contarte, escucharte. Dejarte, despedirte, vigilarte.
Siento miedo irracional cada vez que llega el ocaso. Como si una corbata se ajustara a mi corazón y lo exprimiera.
Madrid respira CO2 y nos culpa. Madrid sangra a diario y se mutila, y crece,
Que mal andaría el mundo si todos… Si también para ellos, la palabra… Si considerasen la lealtad el mejo… si les gustase más el whisky, y me… Si cada vez que estuvieran tristes…
“Lo tengo claro, me pongo delante… Y le dices, ¿qué? ¿Que te encanta? ¿Qué te vuelve loca? ¿Qué te mata?
La cara que pones al despertar. L a de “algo me pasa”, la de “algo te pasa”. La de enamorado empedernido cuando te digo que te quiero
Qué ignorante aquel que cree poseer la máxima verdad, que cree que en su ombligo redunda la inmensidad.
Mírame a los ojos, clava tu mirada oscura de acero incandescente. Y atraviésame. Como Medusa,
Querido Juvencio: Las grandes nubes me invaden. El mar se secó antaño y ya nadie oye cantar al cuervo. Querido Juvencio:
Camina sola. Anda despacio entre árboles, entre… Camina sola. Avanza por explanadas, sabanas, se… Y camina sola.
La niebla invade de nuevo el gris… y las gotas caen, y se estrellan, y se revientan como paracaidistas sin alma
Y salté. Me tiré desde el acantilado más al… Y el agua fría rompió mis huesos, y me quedé sin respiración, y sentí morir.
Y sal a la calle, y el mundo parece distinto, como si el sol fuese más grande y los arcoíris volaran sobre Madri… La música retumba