Matadlos a todos... Que no quede nada ni nadie vivo... Que no quede ninguna anima viva... Os voy a matar a todos.
Todos muertos ya!... Ahora mismo! No quedara ninguno ni ninguna con vida.

Quemadlos a todos... Ahogadlos a todos.... Quitadles sus últimos respiros, enfermadles y hacedles sufrir inconmensurablemente...

Enterradles a todos en lo profundo de la tierra.... pulveriza incluso todas sus cenizas... hazles decir adiós a todas sus insignificantes, fútiles y miserables existencias inexistentes....

Todo lo que les importa, quítaselos... Todo lo que valoran, arrebátaselos.... Toma todo lo que aman y elimina todo por lo que viven... Extermínalos... Extínguelos... Destierra sus almas de sus cuerpos... Hazles ver la nada que son... Hazles observar lo horrible de si mismos que siempre fueron y todavía se hallan siendo, hazles tocar su óbito, hazles escuchar el fallecimiento de sus delirios, deseos y felicidades.... Hacedles oler su sangre huyendo de sus muñecas... Hacedles degustar sus espíritus dejando sus materias.... Hacedles sentir la desesperación de perderlo todo.... Hacedles sentir la esperanza de morir cuando no les queda intención ni nada mas por lo que vivir, haz que todo lo que aman lleguen a odiarlo, haz que todo lo que odian les cause infinita amargura, agonía y tristeza.

Matadles el alma, asesínales el propósito, degollad su pasión, lincha su motivación, decapítales las ganas, guillotina sus perseverancias, voluntades, decisiones, resoluciones y determinaciones, ahorca sus sueños, fusila todo lo que mas quieran... Ampútales sus propiedades, lapídales sus corduras e inmola sus locuras, asfixia su paz, quebrántales todo lo que disfrutan, crucifica todo lo que son, apedrea lo que necesiten, empala todo lo que conocen, destierra lo que saben, extírpales sus ignorancias de la experiencia del martirio, de la experiencia de sus propios funerales, niégales la dicha, rechaza sus agallas, cástrales la fortuna, arruina sus satisfacciones y placeres, destrúyeles la alegría, quiébrales los pasos de la ventura, córtales las alas, haz de sus respiros una tragedia, tala su prosperidad y bienestar, hacedles perecer en desgracia, humillación, humildad, vergüenza, sin fe, sin orgullo, sin júbilo, sin descanso... haced que ellos y todo el mundo recen por la fatalidad, que sus tormentos sean perpetuos, que lloren y mueran de pena, que lloren y mueran de melancolía, que lloren y mueran de nostalgia, que lloren y mueran de murria, aflicción y soledad, que se les acabe la suerte, que la tempestad los guie a la perdición, que rueguen por la misericordia no dada, que imploren por su libertad renegada, que supliquen ser esclavizados antes que ser devorados por la Parca, que clamen por ella antes que vivir en tal devastado planeta, tal pesadumbre, tal dolor inmensurable... Invalida sus mentes, su ser, su ego, consciencia y autoestima como sus precarias extremidades, destrózales su supervivencia, presérvalos en impotencia, succiónales la energía, deteriora sus inventos, hazles temer la guerra que los bombardea, sabotea sus planes y deberes, engaña sus expectativas, decepciona sus cometidos, creencias e ilusiones, hacedles desolar sus esfuerzos, castígales para siempre, hazles temblar al azote del látigo, hazles murmurar perdón a los cielos, hazles anhelar el suicidio, hazles preguntar cual es la razón mientras soportan estar en el infierno insoportable de un herrado por calor, en este herraje de ganado al matadero, que la carnicería empiece ya! Que esta sangrienta masacre los atemorice sin piedad, apágales todas las luces y que la única luz que quede sea aquella cadavérica y macabra pálida luz blanca al final del túnel de vuestras muertes que no pueden alcanzar, que sus pesadillas se vuelvan realidad y verdad... Todos morirán!... Os condeno con este decreto a nunca mas despertar... Os condeno para siempre a que nunca se puedan levantar... Os condeno a ser la nada misma, que la muerte sea la bendición que buscáis, los maldigo a ser solo polvo en lo mas profundo de lo oscuro de sus corazones... Sin ningún latido, sin ninguna palpitación y sin ningún pulso en vosotros.

Mátalos!... Mátalos!... Mátalos a todos!.