Lo puedo tocar al cuerpo diáfano de las horas irrecuperables y de los momentos por siempre en el ayer encallados
Ya no más Ya no juegan al fútbol los niños en la calle Curiales Las risas se ahogan en el vértice del tiempo
Tengo puesto ese vestido El de esa noche Inefable de verano Tengo puesto ese vestido Te acordás
En este mundo inerte Gris y mundano El mero recuerdo de tu tacto Me envía una tierra de etérea dich… En este mundo injusto
Pica, duele, arde Esta ansia inconclusa El párrafo sin punto final Que muere en mitad de la frase El cuento sin desenlace.
Te veré partir Sin verte llegar Te veré partir Con el futuro sonriendo Y yo acá, quedándome
“La ciudad donde nací la dejé hace mucho tiempo” Escucho que dice una canción Los acordes llegan Desde una esquina del cuarto
los pendientes infinitos el anhelo incompleto suspendido en el aire y la punzada aguda de saber para siempre
Las puertas de mi bóveda ansiosas anhelan abrirse con el tacto helado de tu llave de plata
Esta ausencia palpable, notoria Emocional y física Tal vez más física, porque estás l… Muy lejos Estás tan lejos que vivimos
Vos y yo somos cómplices De una noche impronunciable Casi inexistente Como un sueño difuso Que mágicamente compartimos
Me guardo La rabia contenida del deseo Un beso tuyo atragantado Los gemidos que no fueron nunca Me guardo
Te pienso Estás alejado Absorto en otras personas en otros mundos
En la tenue oscuridad hay tres sofás y desconocidos sin rostro que salen y entran Las manecillas
poemas muertos palabras perdidas en mis noches en vela versos que pasean en la calesita eterna