poemas muertos palabras perdidas en mis noches en vela versos que pasean en la calesita eterna
Lo puedo tocar al cuerpo diáfano de las horas irrecuperables y de los momentos por siempre en el ayer encallados
te veo tu aire solemne tus ojos fijos en otro mundo en el tuyo
Y yo aquí, así, un suspiro Un anhelo y la espera Y las ganas de que pienses En mí como yo en ti Y tú allá, así, quién
tengo el corazón pesado de ausenci… de esos que se fueron de amores inconclusos de verdades veladas escondidas en la esquina remota
Es un suplicio como una sed inextinguible en el desierto árido y vasto sin tener al alcance el oasis de tus labios
Llamame Ya no me importa ser esa ilusa que se sienta a esperarte
Vos y yo somos cómplices De una noche impronunciable Casi inexistente Como un sueño difuso Que mágicamente compartimos
Esta masa difusa de hastío Esta película monocromática en cámara lenta
Ya no soy Estoy despojada Como los árboles De sus ramas Después del vendaval
Noche de sábado Bullicios afuera Una música lejana que suena y suena y no para
Quiero beber del licor febril de tu ser Quiero devorar el manjar prohibido
Me guardo La rabia contenida del deseo Un beso tuyo atragantado Los gemidos que no fueron nunca Me guardo
Me muero de las ansias reprimidas y de las palabras censuradas
Un paso más y el abismo Una caída eterna al despertar de mis sentidos