Me guardo La rabia contenida del deseo Un beso tuyo atragantado Los gemidos que no fueron nunca Me guardo
Pica, duele, arde Esta ansia inconclusa El párrafo sin punto final Que muere en mitad de la frase El cuento sin desenlace.
Te pienso Estás alejado Absorto en otras personas en otros mundos
Esta masa difusa de hastío Esta película monocromática en cámara lenta
“La ciudad donde nací la dejé hace mucho tiempo” Escucho que dice una canción Los acordes llegan Desde una esquina del cuarto
Y yo aquí, así, un suspiro Un anhelo y la espera Y las ganas de que pienses En mí como yo en ti Y tú allá, así, quién
Llamame Ya no me importa ser esa ilusa que se sienta a esperarte
Te veré partir Sin verte llegar Te veré partir Con el futuro sonriendo Y yo acá, quedándome
Escucho el río Ese río que parece mar El ruido de las olas Que llega desde el Sur Escucho los autos
Quiero embriagarme con el sabor áspero de tus besos impacientes que hoy no son más que una foto en sepia
Es un suplicio como una sed inextinguible en el desierto árido y vasto sin tener al alcance el oasis de tus labios
Es acaso posible Convivir con este impulso reprimid… Con estas ganas apagadas a la fuerza Se puede acaso dejar de desear
Hay algo ahí En la esquina de tu mirada En esa media sonrisa Que no se termina de formar En la frase no tan casual
Duele tu ausencia, Mi soledad escondida En el deseo de tu piel Duele saberte lejos, Entre otros brazos,
Noche de sábado Bullicios afuera Una música lejana que suena y suena y no para