La procesión va por dentro, no por teatro.
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
Después de muchas vueltas y algún que otro tropezón, te das cuenta: no es la cabeza quien recuerda, sino el corazón.
Humano guarda secreto de sumario: llora por dentro.
Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.
Al empezar, lo cierto es que empieza siendo demasiado bueno para ser verdad. Es cierto.
Las canas son sabiduría que se desborda.
Verte, que quiero verte. Porque sí, señores, cayó una hoja y dos y tres
Ya era tarde un segundo después de darme cuenta: el zaguán de las calles ya rezumaba zumo
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.