Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.
Los que más nos esforzamos en esto del vivir, te lo digo como si pudiera verlo, hemos visto a alguien dejar de hacerlo.
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,
El cuerpo que te ha tocado es el resultado de una lotería que no has jugado.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
Vístete fuego, viste té y hierba en el pelo: arriba el cielo, abajo el trigo
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Hijo, he aquí un hallazgo que te recomiendo no pasar de larg… ni olvidar: los humanos son bien lentos en dar… mas raudos cual rayo en recibir.