#poesía #primavera
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podía y se lo creyó.
El mundo es infinitamente complejo… hay infinitos matices entre el bien y el mal, así como infinitos tonos entre el blanco y el negro.
Humano guarda secreto de sumario: llora por dentro.
Tus demonios internos se van a eternizar hasta que veas, que para vencerlos, los hay que abrazar.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
Las canas son sabiduría que se desborda.
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué