Cargando...

Crónica de una amistad apócrifa

©VEC 2022

Mayo 10 |
 
Así los hechos:
Llego a tu casa,
desciendo del auto,
acto seguido ingreso
en presunto secreto,
en tu sala cedemos,
los testigos de peligro
duermen, se ausentan
o esperan en otro sitio,
subes a mi cuerpo
presumiendo que dormirás
con mi aroma en la remera
y te toco
justo debajo de esa prenda
que te he obsequiado
acariciando tus dulces senos,
besándolos, mordiéndolos,
disfrutándolos,
no dormirás sólo con rastro de mis manos
o mi aroma,
será algo más, amiga;
sentado en tu sofá me presto,
te hincas y acomodas tu cabello,
lo sostengo a tu antojo,
me bebes gota a gota el furor,
me muerdes, me comes, me endureces
y el deseo me hace pedirte más o parar,
porque embriagado de extasis
te coloco sobre el mismo sofá,
levanto tus caderas,
doblo tu espalda,
sujeto tu cintura
y entro en ti
poseyéndote con locura, vehemencia, frenesí
hasta verterme en ti con saciedad,
depositando dentro tu vientre
pequeños aventureros que pretendan
conquistar, en fecha sutil
y por ocasión última quizá,
tu maternidad.

Otras obras de Carlos Vélez López...



Top