Poesía japonesa
Pasión que me envuelve entre los brazos de la muerte. Besos sangrientos en noches de luna llena. Palpita la sangre de mi cuello
Átame, hazme tuya, pellízcame y llévame al infierno del placer, pasea tus manos por toda mi piel.
En el río Darro tus pies bañabas, en la fría agua como un niño disfrutabas. Entre dos luces
El fuego lamía mi cuerpo, surgía desde el mismo infierno. Mis labios escalaron
Hay miradas insondables, caes en ellas y ya no puedes salir… Ahí me quedé en tus pupilas, llena de deseo y lascivia. Me sube una fiebre perversa,
El tren me trae, la soledad dorada, hilando mí alma. Aquel otoño bordé en aquel pañuelo,
Siempre hemos hablado; hoy tú miraste mis ojos, vi oscurecerse tu pupila me estremecí. Tu mano agarró
Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su ll… y la frase en mis labios expiró. Yo voy por un camino, ella por otr…
A veces hasta lo más delicioso como un marrón glasé, sale agrio. La vida un sinfín de sabores, construyendo avenidas en las lengu…
Mar cristalino que me abraza llorando, entre las olas. Quiero una playa y perder la mirada,
Entre mis piernas cae la lluvia calándome siento mi sangre palpitar, gotas de agua resbalan por mi boca.
Al anochecer en la Sabika están las estrellas relumbrantes en la colina de la Alhambra se leen mil leyendas. Amores imposibles
Mis uñas se clavaron en tus muslos de nácar haciendo surcos en ellos, mis manos subieron por las piernas… hasta tocar tu pubis sedoso.
Todo duele, todo me asfixia, lágrimas rotas caen en pedazos sobre mi regazo. Toda por dentro
Solo dije adiós, dicen que cuando una puerta se cierra, una ventana se abre y a mí me dan ganas de tirarme por ella.