Soy un pájaro viejo, atormentado,
con alas de cartón, viento enemigo,
que al hacerse a los aires es testigo
de un cielo de rapiña desconfiado.
Soy emplumada fiebre, frío alado,
sin dirección y huérfano de abrigo
que en pleno vendaval porta consigo
instrucciones de un viento equivocado.
El harapo que soy, vibra y se esfuma
más en sus desconsuelos que en la bruma.
Hasta sufre de llagas mi gorjeo.
Soy un poco de luz crucificada,
chispa de ser o glóbulo de nada.
Cáncer, ay, más veloz que mi aleteo.