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Tuyo, hoy

Siempre que te vas,
y en tu paso apretado me miras,
quedase mi pensamiento difuso,
se detienen por nosotros los mundos.
No ha de tener comparación tu piel,
repito mientras muero de sed,
perdida en una inmensa Pompeya,
y maldiciéndome por haberla amado a ella.
Has del pasado, hermosa, un despojo
y luego mírame a los ojos
y dime si ves algo mas
que estas ganas de que estés acá,
de acariciar tu boca ufana
y verte reír de la nada.
Mientras tanto el mate
entre estos dos delirantes
rodeados de seres conservadores...
...a estos locos trovadores,
que al filo de la tarde
podrían, juntos, disfrutarse
aunque mi confesión te deje muda,
aunque todavía te quepan dudas.

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