AMOR EN LOS DIAS DE OTOÑO
Buscaban en la tarde la sonrisa perdida,
enlazaban sus manos con el candor lejano
que un día se escondió tras de los verdes prados,
por la suave ladera de lo que fue su vida.
Volvieron a encontrarse en la mañana fría
de las ausencias que rompieron la aurora,
remembranzas ligeras del fulgor de la flora,
de los primeros besos sobre la hierba herida.
Suplicantes los ojos, serenos los recuerdos,
ven como en un espejo, los tiempos que se han ido,
los sueños que volaron, los amigos perdidos.
¡Tanta vida entregada al albur de los vientos!
Hoy, los viejos amantes abominan la noche,
sonríen contemplando la vida que comienza,
las risas que borraron el dolor de la ausencia,
los ríos de cristal que engalanan los montes.
