Lo último que pensé antes de desvanecer
fue en tu maravilloso beso,
en el deseo de recuperar mi cuerpo inerme
y encontrarte al final de tanto exceso.
Raudamente me rozaron las luces a lo largo
como una llovizna que se ensaña,
pensaba en dejar atrás el trago amargo
y apaciguar mi alma que solo te extrañaba.
Solo mis pensamientos y yo
y dentro de ellos tu ausencia,
solo mis pensamientos y tú
y dentro de ellos tu presencia.
Interminables horas de incertidumbre
me anegaron como ríos implacables,
todo cambiaba segundo a segundo,
excepto tu imagen imborrable,
todo parecía desfallecer
excepto tu beso tan profundo.
No pensé en razones,
ni en lógicas complejas,
no quise hallar explicaciones...
Es tan simple: Lo último que pensé fuiste tú...