Recuperación sórdida.
No existirá una sola cosa que no tenga una nube de truenos y lluvia sobre tu cabeza.
Ni siquiera los catedrales de vasta piedra y translúcidos cristales que el tiempo allanará.
Ni la odisea del terrorífico mar que cambia cuando el tiempo no percibe atisbo de luz.
Sin embargo hay algo diferente que se presenta cada vez que abrimos tu caja de pandora.
El reflejo de tu cara ya es otro en el espejo. Y el día no es más que un dudoso laberinto de nimiedades.
Ambos sabemos que somos de los que se irán.
La extravagante nube que se deshace en el poniente es nuestra miserable imagen.
Incesantemente las flores se convierten en lindas rosas.
Eres nube, soy nube, eres mar, soy mar, eres olvido, soy olvido. Somos olvido.
Cariño, tú y yo somos todo lo que hemos perdido.
