#Españoles
Es inútil buscarlo. Cuando menos lo esperas, aparece en un bar. Y ya nada es igual en adelante. Un día tocas los dientes de la gloria,
Sale de la marquesina y mira hacia la izquierda; vuelve y reinicia su pequeño “claqueteo” nervioso. No aguanta más, se muere, necesita
El último salvavidas al que suelo agarrarme en estos casos, el teléfono, hoy tampoco me sirve.
A veces —cuando observa en los bares la sana desvergüenza de los jóvene… los rescoldos de una oscura pasión avivan su mir…
Cosas de la edad, supongo: te da por mirar atrás,
De aquí a un tiempo, puede que llegue a ser como vivir
Mi mujer y mi hija, estas paredes y estos libros, un puñado de amigos que me quieren —y a los que quiero de verdad—,
Gente exhausta, con la vista clavada en el suelo,
Como a veces nos viene a la memoria algo sin importancia que dejamos para el día siguiente
No solo eres guapo, fuerte y listo, sino que además de conciencia ni una pizca
Te veía llegar, cruzar la puerta, darme un besazo en el morro, mirarme a los ojos
Un simple comentario a destiempo, sin ninguna intención.
Vencido, una vez más. Por el amor… el odio, o por la vida que no hace concesiones ni da treguas. Aquí, en la esquina de un siglo
Mujeres como tú son las que consiguen que se declaren las guerras y que algún general
La radio está encendida. Suena la pedorreta de una moto