Loading...

San Valentín

El amor todo lo rodea con su manto, todo lo abraza.
Hasta la nada queda sujeta a su infinita esencia.
Los labios de mi amada fueron hechos
del llanto de las estrellas más lumínicas que se fugaron del sol.

 
Todo pende de ti, todo se mueve alrededor de ti,
la esencia vital del hilo conductor de vida
creador del amor y la entelequia que nos arrastra
hasta la profundidad de los abismos pasionales.
 
Somos humo y sal, miel y mariposa
creados para la vida del polvo virginal de las estrellas.
Allí en los sustratos de las aguas de los océanos
nacimos como algas para llegar al suelo de los volcanes.
 
Cada néctar de luz nos señala el camino del sol
luminiscencia cósmica de millares de partículas
que engalanan los cielos desde los tiempos remotos
en que los glaciares de los planetas comprimían su fuego.
 
El amor todo lo rodea con su manto, todo lo abraza.
Hasta la nada queda sujeta a su infinita esencia.
Los labios de mi amada fueron hechos
del llanto de las estrellas más lumínicas que se fugaron del sol.
 
Hoy mis brazos abrazan su talle. Su fuego sale
de su concavidad pélvica y queman mis muslos
que ensayan su danza frenética fundiendo
la vida en una copula de suaves ritmos y compases.
 
Yo te amo más allá de las palabras
y de los que mis ojos me puedan delatar.
Mi amor al igual que los mares no tiene medida
ni hay longitud con lo que puedas medir.
 
Me puedes herir con el olvido
pero mi rastro de sangre te seguirá por los siglos
Te puedes arrancar la piel y allí estará mi marca
como pincelada indeleble junto a tu traicionero corazón.
 
El día que decidiste beber de mi vino
todos los hangares de las uvas llenaron tu copa.
Los viñedos se rindieron a tu paladar
y destilaron sus suaves jugos hasta volverse embriagantes.
 
El algodón, los girasoles, los mirlos, las rosas del viento
y todo lo que ha crecido antes y después de tu nacimiento
te ha sido dado para tu deleite y felicidad.
No puedes envilecer tu pecho con la mezquindad.
 
Sangrante el puñal en mi alma se hundió
roja la sangre tus manos tiño. Tus labios trémulos
vacilantes murmuraban “te amo”. Gritabas: Toma mis uvas de amor.
Tu pecho desnudo caía sobre el lecho de fuego de mis brazos ardientes.

Liked or faved by...
Other works by Kleber Exkart...



Top